El blog de Marc Bernabé

Conferencia sobre Osamu Tezuka

Wednesday, October 29th, 2008
Pego esta noticia aquí por si os interesa. Espero que podáis venir, la verdad es que estoy muy contento de cómo me está saliendo el Powerpoint que me estoy montando para la conferencia, creo que va a estar bastante bien. ¡Venga, animaos!

El próximo día 5 de noviembre (miércoles), el traductor y experto en cómic japonés -manga- Marc Bernabé pronunciará una conferencia sobre Osamu Tezuka en el marco del ciclo de conferencias “Lletres japoneses”. Este ciclo sobre literatura japonesa está organizado por la Xarxa de Biblioteques de Barcelona y coordinado por Mercè Altimir con la colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la UAB, Casa Asia y el Consultado General de Japón en Barcelona.
El título de la conferencia, Osamu Tezuka, el dios creador del manga, da una idea de lo que se tratará en la misma. Con un soporte visual muy abundante con el que se afianzará la conferencia, se hará un repaso a la trayectoria del autor de manga más influyente de todos los tiempos, el denominado con total justicia “dios” del manga.
¡Esperamos vuestra asistencia a la conferencia, cuya entrada es totalmente gratuita!

  • Día y hora: 5 de noviembre a las 19 h
  • Lugar: Biblioteca Jaume Fuster (Pl. Lesseps, 20-22)

¿Listos para el Salón?

Wednesday, October 29th, 2008
¿Ya estáis preparados para el 14º Salón del Manga? ¡Que empieza mañana!
En principio, este año no tengo previsto firmar ejemplares de Japonés en viñetas en el stand de Norma Editorial, como solía hacer cada año, pero eso no significa que si queréis que os eche una dedicatoria en cualquier ejemplar de Japonés en viñetas, Kanji en viñetas, Kanji para recordar, Rumbo a Japón o Apuntes de Japón, por supuesto podréis contar con ella.
Será bastante sencillo encontrarme en la Farga de l’Hospitalet ya que voy a estar interpretando a Kaiji Kawaguchi, con lo que si queréis una firmilla, pasaros al final de cada uno de los actos de Kawaguchi y llamadme la atención. ¡Con mucho gusto os atenderé!
En la web de Glénat tenéis el plan completo de actividades de Kaiji Kawaguchi. Haced clic aquí.
Ejemplo práctico: viernes a las 13, Kawaguchi termina de atender a la prensa en la Sala de Prensa. Si esperáis a la salida de esa sala a esa hora, me pilláis seguro.
Alternativamente, podéis venir a mi conferencia del próximo miércoles día 5 sobre Osamu Tezuka (ahora mismo pongo más información).
¡Venga, a pasarlo bien en el salón!

Shônen Jump, 40 años de éxitos

Friday, July 11th, 2008
Tal día como hoy, hace 40 años, aparecía en los kioscos japoneses el primer número de la revista Shônen Jump, verdadero pilar del manga actual. Como homenaje, he decidido colgar en el blog el artículo que escribí para la exposición sobre los 40 años de Shônen Jump en el pasado Expomanga de Madrid y que se presentó también en el Salón del Cómic de Granada. ¡Espero que os guste!

Shônen Jump, 40 años de éxitos
por Marc Bernabé

No hay ningún aficionado al manga que no conozca la palabra “Shônen Jump”, sinónimo del mejor shônen manga y sello bajo el cual han surgido los éxitos más sonados del manga de las últimas décadas, como Dragon Ball, Dr. Slump, Mazinger Z, Naruto, Bleach, Capitán Tsubasa (Oliver y Benji), Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco), One Piece, Death Note y tantas otras famosísimas series de manga cuya versión animada llenó, llena y llenará las parrillas de televisiones de medio mundo.

¿Pero qué es exactamente “Shônen Jump”? En realidad, es una revista semanal en la que se serializan múltiples series de manga, a razón de unas veinte páginas por serie, englobando unas veinte series por ejemplar. Esta revista, de unas 500 páginas y editada por la poderosa editorial Shûeisha, aparece cada lunes en los kioscos, librerías y tiendas de conveniencia de Japón por el módico precio de 230 yenes (menos de 1,5 euros), proporcionando entretenimiento a millones de jóvenes –y no tan jóvenes– japoneses. El bajo precio no viene sin peaje, por supuesto, ya que se justifica con una mala calidad del papel y de la impresión –en riguroso blanco y negro para reducir costes– que convierten a estos verdaderos “listines telefónicos” en productos de ocio de leer y tirar.

Casi todas las series publicadas en la Jump terminan recopilándose en tomos, llamados tankôbon. Se trata de tomos de unas 200 páginas, con sobrecubiertas y una mayor calidad de papel y de impresión; es en esta forma en la que nos llegan a Occidente los manga publicados en la revista. Por supuesto, de las series de mayor éxito se suelen realizar series de anime, videojuegos, novelas y todo tipo de productos derivados…

El mítico número 1 de la Shônen Jump

Después de su aparición el 11 de julio de 1968, este año se celebra el 40º aniversario de la revista Shônen Jump, lo que la convierte en una de las cabeceras más longevas del manga. Este mismo año se celebra también el medio siglo (que se dice pronto) de historia de sus principales rivales en el mercado nipón: Shônen Sunday y Shônen Magazine. Debido a la ventaja de diez años que estas y otras revistas de manga tenían sobre ella, Shônen Jump tuvo problemas en sus inicios para encontrar buenos artistas con cuyas historias llenar sus páginas. Sin embargo, una de sus primeras apuestas fue el fichaje del jovencísimo Gô Nagai, que crearía el primer gran hit de la revista: Harenchi Gakuen (La escuela indecente) y, pocos años más tarde, realizaría en sus mismas páginas la legendaria Mazinger Z. Este primer golpe de suerte de la Jump fue crucial para consolidarse en el difícil mercado del shônen manga. A partir de ese momento, su trayectoria iría en clara ascendencia hasta llegar a su “época dorada”, cuando, al mismo tiempo, se publicaban en sus páginas, semana tras semana, leyendas del manga tales como Dragon Ball, Slam Dunk, Saint Seiya, Yû Yû Hakusho, Video Girl Ai, Dragon Quest, Bastard, JoJo no kimyô-na bôken, etc.

El pico máximo de tiraje de la revista fue alcanzado a principios de 1995, concretamente en el número conjunto 3/4, con un total de 6.530.000 ejemplares, lo que probablemente la convierte en la publicación semanal más vendida de la historia. Desde aquel momento, las publicaciones en forma de revista de manga empezaron un declive importante en ventas y actualmente la misma Shônen Jump no alcanza los tres millones de ejemplares a la semana, menos de la mitad que 13 años atrás. No obstante, esto es debido a un cambio de tendencias entre los lectores japoneses; los que antes leían muchas series semana a semana en las revistas, ahora leen solamente las series que les interesan en formato tomo.

Shônen Jump sigue liderando con mano de hierro el shônen manga y en sus páginas se siguen publicando algunas de las series más memorables del género. En esta exposición veremos una pequeña muestra de los más de 2000 números publicados hasta el momento, con portadas dedicadas a las series más famosas y conocidas que se han publicado en sus páginas.

CURIOSIDADES

  • La Shônen Jump no fue siempre semanal. Durante su primer año de vida fue quincenal.
  • En 1973 consiguió superar a la Shônen Magazine y colocarse como líder en su género.
  • El manga más longevo publicado en sus páginas es Kochira Katsushika-ku Kameari kôen mae Hashutsujo (KochiKame) que, desde 1976, no ha fallado ni una sola semana y lleva ya recopilados la friolera de 160 tomos (¡y sigue!)
  • El sello “Jump” se ha trasladado a otras revistas afines, como Young Jump, Business Jump, Super Jump, Ultra Jump, V-Jump, Akamaru Jump y Jump SQ, aparte de las ya difuntas Fresh Jump (1982-1989) y Shônen Jump Mensual (1970-2007).
  • Los tres lemas de la revista son “amistad”, “esfuerzo” y “victoria”.
  • Nadie sabe exactamente de dónde proviene el logo del pirata que define a la revista. Hay quien dice que es la caricatura de uno de sus primeros editores…
  • Shônen Jump tiene una edición americana, con el mismo título. También llegó a publicarse bajo el mismo nombre en Suecia y Noruega, y bajo la cabecera Banzai! en Alemania, pero estas tres últimas ediciones fueron cerradas.

¡Otro manga licenciado!

Thursday, July 10th, 2008
¡Pues nada, tal como me acaba de avisar jullei en los comentarios y como puedo comprobar en Animangaweb, ya vamos por el tercero licenciado de los que he comentado en este blog!
Tendremos la suerte de leer en España, a finales de octubre (Salón del Manga) nada menos, la escalofriante Bradherley no basha (Los carros de Bradherley), del grandísimo Hiroaki Samura (La espada del inmortal). La editorial que se ha llevado el gato al agua ha sido ni más ni menos que Dolmen.
Felicidades pues a Dolmen y a Miguel, su editor manga, por conseguir este “peazo” título. Miguel, si lees esto, acuérdate de mí, que me gusta mucho el pirao del Samura, polfavoldelamolhelmoso, onegaishimasu! ^_^

Sobre el precio y la calidad de los manga en España

Wednesday, June 25th, 2008
Visto el (relativo) éxito que tuvo el post sobre la palabra Kanzenban y que parece que los artículos de opinión gustan bastante, aprovecharé para verter mi opinión personal (e instransferible) sobre la relación calidad/precio de los manga en España.

No voy a ser hipócrita y confesaré sin tapujos que, si no tuviera la enorme suerte de haber aprendido japonés, con casi total probabilidad ahora mismo no sería lector de manga. Provengo de una familia modesta y desde que, a los 14 años, empecé a ayudar en un kiosco de mi pueblo los sábados y domingos, estoy acostumbrado a ganarme mi propio dinero y, francamente, los precios de los cómics en general (no solo manga, ¿eh?) siempre me han parecido demasiado elevados. No hay que ser muy avispado para deducir que me encanta leer… Y una novela de bolsillo cuesta lo mismo o incluso menos que un manga, con la diferencia de que la novela tardas muchas horas en acabártela, mientras que el manga, en general, te lo pules muy rápido. A pesar de que tuve una etapa de un par de años en la que consumía bastantes cómics debido a que los veía en el kiosco donde trabajaba y me tentaban con su canto de sirena de “cómprame, cómprame”, sobre los 16 años o así lo dejé en favor de las novelas precisamente por esta razón: por el mismo precio, te compras una novela, que dura infinitamente más que un cómic.

Siempre me han gustado los cómics y desde muy pequeño iba siempre con un Mortadelo o un Zipi y Zape bajo el brazo (¡esos míticos Super Humoooor!), pero tuve una etapa en la que casi lo dejé de lado porque no quería ni podía gastarme tanto dinero en tebeos. Después de mi “etapa oscura” en el mundo del cómic, que duró hasta los 20 años aproximadamente, me fui a Japón y ahí se abrieron las puertas del paraíso viñetil: montones de manga a precios de risa. ¡Como para no reengancharse! Y así sigo hoy, flipado perdido y con tantos y tantos miles de páginas de manga por leer que ya casi nunca leo novelas.

La cuestión es que leer cómics es una afición cara. ¿No?

¡¡¡Pero ojo, porque esta situación nos la hemos buscado nosotros mismos!!!

¿Cómo?

Pues sí. Los lectores españoles de manga (ahora paso al manga en particular, aunque probablemente esto se puede aplicar también al cómic en general) somos unos pejigueras de agárrate y no te menees.

Veamos, ¿por dónde empiezo?

Otra de mis extrañas aficiones es la de comprar ediciones de manga de los países que visito (también me encanta viajar). Así, tengo manga de muchos países asiáticos (Corea, Tailandia, Vietnam, China, Taiwan…), de los Estados Unidos y también bastante de Europa (Francia, Italia, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia…), yo qué sé… Así pues, considero que estoy en la posición de poder juzgar la situación del mercado español de manga en comparación con la del resto del mundo.

Y una cosa os puedo decir: tenemos las mejores ediciones de manga del mundo. Por un lado, junto con Japón, los países asiáticos, y Francia, somos los únicos que ponemos sobrecubiertas a los tomos. ¿Páginas a color? ¡Ja! Muy pocos países publican con páginas a color. No he visto ningún otro país en el que la norma de la encuadernación de manga sea el cosido en vez del encolado estándar, como ocurre en España. El papel que se usa en España es con diferencia el mejor de todos (el que usan en el norte de Europa, Asia o Estados Unidos apesta y es malísimo), la calidad de impresión, en general, es de envidia. Señoras y caballeros, ni siquiera en Japón tienen las ediciones con papel blanco pristino y tinta negra negrísima que tenemos en España. ¡Ni siquiera en Japón! (Vale, eso si no contamos las Kanzenban y algunas maravillas de la técnica imprentil que sacan ahí. Me refiero a los tomos estándar de toda la vida).

¿Pero qué pasa? Que todo eso se paga. Poner sobrecubiertas se paga; coser los tomos en vez de encolarlos se paga; el papel blanco se paga; la calidad de impresión se paga; las puñeteras páginas a color se pagan (muy caras, por cierto)… ¡Todo se paga! Y aun así, los lectores de manga os quejáis de que en la página 43 del tomo 15 de Scramble Egg With Lemonade aparece la tinta levemente corrida y exigís a las editoriales que os devuelvan el dinero y que reimpriman la tirada (¿tenéis idea de lo que cuesta repetir una tirada? Yo no sé cifras, pero por lo poco que sé me las puedo imaginar y son muchos euros… ¿No estamos perdiendo el norte? ¿Cómo podemos ser tan rematadamente exigentes con la calidad de un manga y no indignarnos de que nuestras calles estén llenas de mierdas y de meados de perro, de papeluchos y colillas de cigarillos y apesten cosa mala, por decir una de las mucha cosas que me fastidian de este país?

Ya de por sí, España es un país con muchos menos millones de habitantes que, digamos, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, etc. Ya de por sí, en España se lee muy (MUY) poco comparado con estos países que acabo de mentar. Ya de por sí, el mercado real que puede tener objetivamente (considerando la cantidad de población mediana, el bajísimo porcentaje de lectores y el bestial grado de endeudamiento y por lo tanto ínfimo poder adquisitivo que tienen nuestras familias) algo como el manga en este país es extremadamente pequeño. Y aun así, exigimos y exigimos más títulos, más calidad, y ponemos el grito en el cielo cuando alguna editorial intenta recortar un poco los gastos y elige un papel con un poquito menos de gramaje (sí, me refiero al famoso caso de Glénat y las “páginas que transparentan”. Que conste que no sé si hubo un cambio de papel respecto a los tomos antiguos o no, ni tampoco me importa, pero el revuelo que se montó por semejante GILIPOLLEZ fue de juzgado de guardia. Y de la manía de las paginitas a color ya ni hablo).

Y ahora los precios suben. Coño, claro que suben, ¡como todo! ¿O qué esperáis con unas cifras de inflación que llevan años superando el 3% y el 4% CADA AÑO? El papel es más caro, la gasolina de las camionetas de los distribuidores es muuucho más cara, el alquiler de las tiendas de cómics es más cara, el sueldo de los trabajadores de la editorial es más caro, los encuadernadores cuestan más, y la tinta, y las puñeteras sobrecubiertas (¿sabéis que se colocan A MANO porque en España no existen máquinas que puedan hacerlo automáticamente?), etc. etc. etc.

Pero aun así, esta semana he tenido la suerte de visitar Dinamarca y ya de paso atravesar el puente entre Copenhague y Malmö, en Suecia, y también ver la situación en ese otro país. Sí, sus mercados de manga son mucho más pequeños que el español, tienen muchos menos títulos (sobre todo en Dinamarca, donde tienen Dragon Ball, Ranma, Shaman King, Naruto y casi que para de contar), pero también tienen sueldos medios mucho más elevados que el español y su poder adquisitivo es por lo tanto mucho mayor. ¿Cómo es posible pues que ahí los manga cuesten unos 5 euros el tomo? Y aún añado otra cosa: si nosotros tuviéramos sus grandes sueldos y no los nuestros, seguramente los percibiríamos como que cuestan 3 euros o así… Y Dinamarca tiene 5,5 millones de habitantes, mientras que Suecia tiene poco más de 9, que conste.

¿La solución vikinga para esos precios reducidos? Ediciones modestas. Papel malillo, encuadernaciones fresadas, sin sobrecubiertas, impresión normalita, sin páginas a color.

¿Habéis visto las ediciones americanas? Ahí sí que tienen un mercado grande-grande, pero todos los tomos son iguales: mismo tamaño (seinen, shônen, shôjo, da igual, todo en el mismo tamaño, que estandarizar siempre sale mucho más a cuenta), mismo papel asqueroso de paperback, misma encuadernación encolada, mismas cubiertas de cartón sin sobrecubierta…

Vale, no estoy diciendo que bajemos el listón tan a lo bestia. Ya que pagamos por algo, que sea bonito y bien currado. Sin ir más lejos, en Francia tienen ediciones bastante bonitas y aceptables y cuestan menos que aquí (claro que las tiradas y las expectativas de venta ahí son muy diferentes). En nuestro país, Planeta deAgostini está haciendo un esfuerzo bastante encomiable en este sentido, ofreciendo ediciones aceptables a precios reducidos. Entre todos debemos ayudar a que iniciativas así prosperen, porque si no, con la crisis que se avecina, los aficionados al manga en España lo tenemos bastante crudo.

Si has llegado hasta aquí y has leído este mega-tocho hasta el final, ¡felicidades! Espero que entre todos podamos reflexionar y poner un poco de sentido a todo esto. Me parece que la cosa se nos está yendo de las manos y, como no nos apretemos el cinturón todos un poco y nos conformemos con simplemente LEER MANGA Y DISFRUTARLO (que es de lo que se trata, y creo que es importante recordarlo) con un nivel de calidad aceptable y acorde a lo que pagamos, tendremos manga para mucho tiempo. Si no, ¡igual nos lo acabamos cargando entre todos!