El blog de Marc Bernabé

Cyborg 009

Wednesday, December 16th, 2009
  • Título: サイボーグ009 –Cyborg 009–
  • Autor: Shōtarō Ishinomori
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Shōnen King, Shōnen Magazine, Bōken-ō, Shōnen Sunday, etc.
  • Años publicación: 1964-85 (aunque está inconclusa)
  • Clasificación: shōnen, ciencia-ficción
  • Tomos: 15 (esta edición)

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Cyborg 009 es seguramente la obra más famosa de Shōtarō Ishinomori con permiso de Kamen Rider, un clásico imperecedero del manga que ha gozado de múltiples adaptaciones animadas y sigue viva en el imaginario colectivo nipón. Aunque técnicamente no se le puede considerar una serie de tokusatsu puesto que nunca fue concebida como serie de imagen real ni los protagonistas llevan trajes de lycra con cascos que tapan sus rostros, sí que tiene muchos ingredientes de este género tan japonés y que tan bien llegó a cultivar el maestro Ishinomori a partir de los años 70. En este aspecto, sí que podríamos decir que Cyborg 009 fue una especie de “prototipo” para las posteriores obras tokusatsueras de Ishinomori.

Cyborg 009 (léase “Cyborg zero zero nine”, en inglés) es la “life work” (obra de la vida) de Ishinomori, puesto que desde que en 1964 empezó a publicarla en las páginas de la revista Shōnen King nunca dejó de trabajar y pensar en ella, haciendo nuevos episodios hasta 1985 e incluso anunciando, en el año 1997, que en el 2000 empezaría la “saga de conclusión”. Sin embargo, desgraciadamente Ishinomori falleció el 28 de enero de 1998, con lo que nos dejó a todos con las ganas de saber cómo terminaría su serie más representativa.

En plena Guerra Fría, los fabricantes y comerciantes de armas, así como los bancos, se lamentan de que el miedo a la amenaza nuclear puede provocar que deje de haber guerras y que, por lo tanto, ellos dejen de ganar dinero a espuertas. Así, conforman la organización Black Ghost, a la que encargan buscar una solución a este problema. Black Ghost, encabezada por un misterioso enmascarado, empieza a secuestrar a famosos científicos de todo el mundo y les encarga la fabricación de cyborgs con la idea de promover las guerras futuras mediante soldados cibernéticos que lucharían entre ellos. Con la idea de crear varios prototipos, agentes de Black Ghost recorren todo el mundo buscando a gente de todas las razas y condiciones para raptarles y ponerles en la mesa de operaciones y convertirlos en cyborgs.

Los nueve cyborgs, juntos con el profesor Gilmore. Siento que el scan haya quedado mal en la parte derecha; las páginas están tan bien cosidas que no podía abrir más el libro

Los nueve cyborgs, juntos con el profesor Gilmore. Siento que el scan haya quedado mal en la parte derecha; las páginas están tan bien cosidas que no podía abrir más el libro

Así, un total de nueve conejillos de indias son secuestrados y convertidos en cyborgs: un bebé ruso, un estadounidense chuleta, una francesa muy mona, un alemán, un indio americano, un chino regordete, un inglés, un africano y, por fin, un japonés de padre extranjero y madre japonesa. Cada uno de estos cyborgs recibe un número clave que empieza por 00. Así, el bebé es el 001, el estadounidense es el 002, etcétra. Y Joe Shimamura, el protagonista, es el 009. Cada uno de los cyborgs tiene unas características diferentes. Así, el bebé es extremadamente inteligente y hace de líder, el americano corre a toda pastilla, la francesa tiene una vista y un oído prodigiosos, etcétera. El protagonista Joe, al ser el último prototipo, reúne casi todos los poderes de sus compañeros.

El caso es que uno de los científicos raptados, el doctor Gilmore, se entera de las malvadas intenciones de Black Ghost y consigue liberar a los nueve cyborgs y escapar del lugar. A partir de este momento, empezará una lucha tremenda entre los cyborgs y los Black Ghost, con un montón de aventuras de todo tipo (el manga es una especie de agrupación de historias autoconclusivas más o menos largas, un poco al estilo de Astroboy).

Cuando leí por primera vez este manga, hace ya varios años, la verdad es que mi primera impresión fue “vaya, este autor tan famoso en realidad copiaba un montón a Tezuka”. Efectivamente, en aquel entonces no conocía muy bien la obra de Ishinomori, pero sí que es cierto que Cyborg 009 bebe directamente de las fuentes de Tezuka en todos los aspectos (no en vano Ishinomori fue uno de los más ilustres “influenciados” por Tezuka e incluso llegó a echarle una mano en alguna que otra ocasión). Empezando por el dibujo, extremadamente tezukiano, siguiendo por los argumentos de las historias, algunas de ellas muy parecidas a Astroboy, y siguiendo aún más con el evidente paralelismo de Astroboy como robot bueno con poderes que lucha contra los malos y Cyborg 009 como cyborg bueno con poderes que lucha contra los malos. A pesar de todo esto (que no es tanto una crítica como una observación), esta es una obra muy interesante y realmente mítica, que ha sido adaptada tres veces al anime (la última bastante reciente, de 2001-02).

Para finalizar, un apunte curioso sobre mi tomo. Lo compré de saldo en un Mandarake, creo, y es curioso porque es un libro que había estado de alquiler en una de las famosas kashihon’ya (librerías de alquiler) que tanto abundaron en Japón en los años 50 y parte de los 60. Aunque tengo más ejemplares de libros de kashihon’ya, este me parece excepcional por el mimo con el que el dueño lo había tratado. Primeramente, las sobrecubiertas están forradas con plástico adhesivo para reforzarlas y pegarlas a las cubiertas y que el libro dure más (esto es bastante normal en este tipo de libros de alquiler). Pero lo interesante es que hizo agujeros en la parte del lomo, por los que pasó hilos para coser las páginas y así impedir que se soltaran. Mi libro en concreto fue publicado a finales de los años 60 y la verdad es que está en magnífico estado a pesar de que seguramente fue leído por cientos de personas, y eso se debe sin duda a los impresionantes cuidados de el dueño de esa kashihon’ya.

Lo mejor

  • Un gran clásico del manga en general y una obra imprescindible en la bibliografía de Shōtarō Ishinomori, el “rey del manga”.
  • Acción trepidante y en general no se hace aburrido de leer.

Lo peor

  • Algunos tópicos derivados del hecho de tener personajes de varias nacionalidades.
  • Que solo haya una mujer entre nueve cyborgs.
  • Igual está un poco “demasiado” inspirado en Tezuka en general y en Astroboy en particular.
  • Que Glénat Francia haya empezado a editar esta obra en Francia en su nueva colección “Vintage” y en cambio en España dudo mucho que la veamos, al menos a corto-medio plazo.
  • Que se empezara a editar en Estados Unidos por Tokyopop y se dejara en el limbo (por si quedaban dudas, está claro que el manga clásico no vende).

Y ahora, no os perdáis los otros artículos relacionados

Ultraman

Tuesday, December 15th, 2009
  • Título: ウルトラマン –Ultraman–
  • Autor: Daiji Kazumine
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Bokura
  • Años publicación: 1966-67
  • Clasificación: shōnen, tokusatsu
  • Tomos: 2

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¿Qué decir sobre Ultraman que no se sepa ya ni que nos haya contado Urías en su post de La Arcadia? Aunque no se le puede considerar el verdadero padre del tokusatsu, ya que ese honor recae en Godzilla y un montón más de monstruos (怪獣 kaijū) del estilo, ni tampoco del tokusatsu televisivo (se considera que la primera serie de tokusatsu para la tele fue Gekkō Kamen (Máscara de Luna)), Ultraman en sí, concebido como una secuela de una serie tipo The Twilight Zone llamada Ultra Q, tiene el mérito de haber popularizado enormemente el género en la pequeña pantalla, y de ser el padre de montones y montones de héroes con cascos y leotardos.

Hay muchísimas series de Ultraman, ya que se han producido varias a lo largo de los años, y consecuentemente también manga basados en su universo. Hace un tiempo, se me metió entre ceja y ceja buscar un manga de Ultraman a secas, que adaptara la primera serie, más que nada para conocer los orígenes del personaje y saber un poco sobre él. Tras patearme montones de tiendas de manga de segunda mano en Tokio y otras ciudades, finalmente pude conseguir este que reseño ahora, cuyo título es simplemente Ultraman.

Francamente, el manga en sí, obra de Daiji Kazumine, un autor bastante prolífico en los años 60 (y autor de los dibujos de Kuroi himitsu heiki, considerado uno de los primeros manga de béisbol “fantásticos”), me ha decepcionado bastante. Y es que el manga empieza directamente con aventuras de Ultraman tal cual, y no se explica nada sobre su origen, de dónde viene, por qué es así, ni nada de nada. Simplemente se mete al lector de cabeza en un mundo constantemente amenazado por enormes monstruos a cuál más feo y se le obliga a asumir que existe un grupo de especialistas en contrarrestarlos, la Patrulla Especial Científica de Búsqueda (“Patrulla Científica” para los amigos), que sale con sus aviones y aparatos para luchar contra los monstruos.

Pero estos terribles monstruos no son moco de pavo, por lo que, en un momento dado, uno de los miembros de la Patrulla Científica, Shin Hayata, se las apaña para escaquearse, sacar una especie de cápsula y transformarse en Ultraman, un superhombre gigantesco extremadamente poderoso que lucha contra las bestias en combate cuerpo a cuerpo o bien con sus rayos de spacium o halos cortantes. Sin embargo, el poder de Ultraman depende de una carga de energía solar que se agota muy rápidamente; si la carga se agota antes de que consiga destruir al monstruo de turno, entonces no habrá nada que hacer.

Monstruitos contra Ultraman
Monstruitos contra Ultraman

Y así es el manga, una sucesión de episodios sueltos en los que aparece un monstruo, la Patrulla Científica lucha contra él, aparece Ultraman, se mete en apuros y parece que, esta vez sí, va a salir derrotado porque el enemigo es demasiado poderoso, y finalmente vence y todos felices. La verdad, se nota que es un producto “de encargo” y que fue concebido para contentar a los espectadores de la serie televisiva, que ya conocían la historia de sobras y que por lo tanto no querían que se la contaran de nuevo, sino ver peleas y observar a Ultraman derrotando a monstruos.

El dibujo de este manga es realmente añejo, muy de su época, bastante tosco incluso comparado con otros manga de la misma época. El argumento, ya lo he comentado, es extremadamente infantil. No es que me haya disgustado el manga, ojo. Es cierto que como manga no me ha gustado, pero como obra vintage, de los años 60, y como obra que adapta las aventuras de un icono de la cultura popular de Japón resulta bastante interesante. La lástima es que no te cuente nada del origen del personaje; he tenido que irme a la Wikipedia para enterarme un poco de por qué Hayata se transforma en Ultraman.

En los años 60 y 70, era muy común que las series televisivas de más éxito tuvieran más de una adaptación a cómic, ya que cada revista de manga “pujaba” por conseguir que aquel personaje tan famoso de la tele apareciera en sus páginas, con lo que podía captar muchos lectores. Es por esto que hay varias versiones de Mazinger Z (solo una de Gō Nagai, pero otras creadas por “negros” suyos como Gosaku Ōta), de Yamato y tantas otras. Este también es el caso de Ultraman. Este manga de Daiji Kazumine no es el único que existe sobre el personaje y que fue creado paralelamente a la serie televisiva; hay varios otros. Y, curiosamente, uno de ellos fue creado por el genial Kazuo Umezu. Valdría la pena investigar sobre este manga, ¿no?

Lo mejor

  • Adaptación manga de las aventuras de un icono de la cultura popular.
  • Lo ingenuo e infantil del planteamiento resulta paradójicamente refrescante.
  • No se complican la vida explicando grandes cosas: sale un monstruo, hay pelea y lo vencen.

Lo peor

  • El dibujo me parece muy tosco.
  • No se cuenta nada sobre los orígenes de Ultraman.

No pierdas los otros artículos del día:

Gojira (Godzilla)

Monday, December 14th, 2009
  • Título: ゴジラ –Gojira– (Godzilla)
  • Autor: Kazuhisa Iwata
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: CoroCoro Comic
  • Años publicación: 1985
  • Clasificación: shōnen, kaijū, tokusatsu
  • Tomos: 1

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Godzilla, el mítico monstruo destructor, esa especie de dinosaurio mutante por culpa de la radiación que se dedica a destruir Tokio una y otra vez… ¿Qué decir del más mítico de los 怪獣 kaijū (literalmente “extrañas bestias”) de la cinematografía japonesa que no se sepa o que no nos haya contado Urías en su post de la Arcadia?

Siendo el manga un medio de comunicación tan popular en Japón, no es nuevo que se adapten todo tipo de productos de éxito (películas, series, videojuegos, novelas…) al manga. Y Godzilla no es una excepción a ello, por supuesto. Sin embargo, durante mis pesquisas para encontrar algún manga basado en Godzilla quedé sorprendido al no encontrar prácticamente menciones a adaptaciones manga del terrible monstruo. Me consta que se hicieron cómics de Godzilla en los años 50, pero actualmente son inencontrables ya que nunca se han reeditado. Al final, tras buscar un rato, encontré este tomo único titulado simplemente Godzilla, que fue publicado a mediados de los años 80 y fue el primero de una serie de tomos autoconclusivos que adaptaban películas del monstruo.

Godzilla y Zoku-Godzilla (Más Gozilla), tomos editados en 1958 por Akashiya Shobô y creados por Shigeru Kayama (guión) y Shigeru Fujita (dibujo) más una página interior de muestra. Actualmente absolutamente inencontrables.

Godzilla y Zoku-Godzilla (Más Gozilla), tomos editados en 1958 por Akashiya Shobō y creados por Shigeru Kayama (guión) y Shigeru Fujita (dibujo) más una página interior de muestra. Actualmente absolutamente inencontrables.

Con este título, yo esperaba una adaptación manga de la película original de 1954, pero al empezar a leer me di cuenta de que en realidad era una adaptación de la película con la que se “resucitó” la serie Godzilla en el año 1984. Entre 1954 y 1975 se realizaron 15 películas del monstruo, que empezaron siendo cintas más bien de terror y fueron evolucionando hacia un producto infantil de lo más anodino hasta que finalmente perdieron el favor del público. En 1984, nueve años después de la última película hasta el momento, los productores de la Tōhō decidieron pulsar el botón de “reset” y volver a empezar con otra película titulada simplemente Godzilla (pero que los fans conocen como Godzilla 1984 para diferenciarla de la primera). Esta película se concibió como una secuela directa del film de 1954, ignorando a todas las obras realizadas entre medio. Este manga, pues, es una adaptación de Godzilla 1984, algo lógico por otra parte.

El argumento es más bien simple. 30 años después de la aparición de Godzilla, que destruyó Tokio (recordad que la acción transcurre en 1984, es decir exactamente 30 años después del estreno de la peli original), ocurre una erupción volcánica en el mar, cerca de Japón. Pronto, un barco pesquero que faenaba por la zona recibe el ataque de un misterioso monstruo… Mientras tanto, el joven periodista Gorō Maki se encuentra navegando por la zona (?) y se topa con el barco, que parece desierto. Tras abordarlo, comprueba horrorizado que unas gigantescas cochinillas han matado a la tripulación. Él mismo está a punto de morir también por culpa de los asquerosos y enormes insectos, cuando el único superviviente, el joven Okumura, aparece de repente y le salva in extremis.

Misilazos, destrucción... ¡Godzilla!

Misilazos, destrucción... ¡Godzilla!

Tras llegar a tierra, la acción avanza rápidamente. Un prestigioso científico llamado Hayashida entra en escena y, tras escuchar el testimonio de los jóvenes, concluye que el causante de todo esto no es otro que el terrible monstruo que asoló Japón 30 años atrás: ¡Godzilla! Probablemente, dice, la erupción volcánica ha despertado al dinosaurio mutante. Así, en colaboración con el gobierno japonés, pone en marcha un plan para impedir que el monstruo vuelva a causar estragos. Sin embargo, Godzilla llega antes de lo previsto y empieza a destruirlo todo, como no podía ser de otra manera.

A partir de este momento, la cosa se lía bastante y empiezan a salir escenas de las Fuerzas de Autodefensa japonesas liándose a misilazos con Godzilla, se meten en el ajo la URSS y los EEUU (recordemos que estamos a mediados de los 80), la URSS dispara un mísil con cabeza atómica contra el monstruo (que se encuentra en el centro de Tokio) y tal y pascual. Muchos tiros y mucha acción, en definitiva.

El manga no está mal, la verdad es que se deja leer bastante. Es muy infantil, no se matan en explicaciones o en justificar el argumento de manera lógica y es de desarrollo rápido. Poco más hay que esperar en un manga publicado originalmente en una revista infantil. El estilo de dibujo es típicamente ochentero, lo que personalmente me gusta bastante ya que, visto ahora, resulta hasta refrescante.

En definitiva, un manga que no pasará a la historia, desde luego, pero que se deja leer perfectamente.

No os perdáis los otros dos posts publicados simultáneamente con este:
Las pelis de Godzilla en La Arcadia de Urías
La publicidad y Godzilla en Publicidad Japón

Lo mejor

  • ¡Un manga de Godzilla! ¿How cool is that?
  • ¡Tiros, mísiles, destrucción, rugidos!
  • El dibujo de Godzilla está muy logrado.

Lo peor

  • Un poco demasiado infantil para mi gusto.
  • El diseño de personajes es bastante anticuado.

Jinzô Ningen Kikaider (Kikaider, el humano artificial)

Monday, September 1st, 2008
  • Título: 人造人間キカイダー -Jinzô Ningen Kikaider- (Kikaider, el humano artificial)
  • Autor: Shôtarô Ishinomori
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Shônen Sunday
  • Años publicación: 1972-74
  • Clasificación: shônen
  • Tomos: 6


Se suele decir que, si no hubiese existido Osamu Tezuka, el título de “dios del manga” habría recaído en Shôtarô Ishinomori (1938-98). No cabe duda que su prodigiosa capacidad para contar historias, así como su prolífica carrera (de hecho, tiene el Récord Guinness de dibujante de cómics con más títulos editados, tras la edición en 2005 de sus obras completas, que abarcan un total de 500 tomos) tuvo una gran influencia en las generaciones posteriores. No en vano, a Ishinomori le llamaban “el rey del manga”. Ya veremos más cosas de Ishinomori en este blog; ahora no es tanto el momento para centrarnos en el mangaka, sino en el manga.
Reseño en esta ocasión Jinzô Ningen Kikaider (Kikaider, el humano artificial), una de sus obras “menores”, por pura curiosidad personal. Efectivamente, este mes de septiembre Planeta deAgostini comienza la publicación de Kikaider 02, una obra de siete tomos dibujada por Meimu que está basada en este manga que reseño ahora (es una especie de remake actualizado), y de cuya traducción me encargo yo mismo. No puedo decir que Kikaider 02 sea una de mis obras predilectas ni que lo esté pasando especialmente bien con su traducción,. Pero hay algo con esta obra que me ha dejado una pequeña espina clavada. Normalmente, los cómics de Planeta deAgostini se complementan con uno o más artículos que dan información acerca del entorno de la serie, su autor, etc. Pues bien, algunas veces estos artículos son bastante accesorios, ya que o bien la obra de turno no la necesita, o bien el artículo que se acaba describiendo no aporta nada nuevo al lector. En mi opinión, sin embargo, si hay una obra que necesita un artículo complementario, esta es Kikaider 02, pero lamentablemente, por motivos de paginación, no había espacio para él. Personalmente, creo que el lector que lea Kikaider 02 sin tener ni idea de lo que le rodea se perderá parte de la película, así que este post es más o menos algo que puede sustituir a ese inexistente artículo complementario.
Kikaider 02, el manga publicado por Planeta, contiene un escrito de Shôtarô Ishinomori a modo de introducción y también varios extras, como un par de largas entrevistas en los dos primeros tomos o varios escritos de homenaje escritos por personalidades del mundo del cómic y la animación relacionadas con el mundo de Ishinomori. Todos estos escritos se dedican a loar a Kikaider, tanto el manga original como su adaptación a serie de imagen real para televisión. ambos perfectos desconocidos en España. Todo esto me picó y me instó a conseguir el primer tomo de la obra original para leerlo.

Kikaider contra el robot mantis

Kikaider, el manga original, es una obra muy de su tiempo, con un estilo muy “Ishinomoriesco” y un dibujo muy tezukiano, como todo lo producido por Shôtarô Ishinomori durante los años 60 y gran parte de los 70 (no en vano, Ishinomori fue un gran admirador de Tezuka y también, cómo no, fue uno de los mangaka que vivieron en los “apartamentos del manga” Tokiwa-sô en la primera mitad de los años 50). Pero Kikaider destaca por ser una obra muy oscura y que plantea dilemas muy interesantes relacionados con la ciencia-ficción: ¿Se pueden construir robots “buenos”? ¿Qué es exactamente la “bondad”? ¿Un robot que consiga ser lo más parecido a un humano puede ser “feliz”? Todo esto subyace por debajo de una obra de ciencia-ficción al uso, con luchas entre robots (no gigantes, por cierto) y con una malvada organización que quiere destruir el mundo.
La historia está protagonizada por Mitsuko y Jirô. Ella es la hija de un prestigioso doctor en robótica, el doctor Kômyôji, que hace unos años perdió a su hijo Ichirô y que, para compensarlo, se empeña en crear a un hombre artificial al que pone de nombre Jirô (un poco como el doctor Tenma con su hijo Tobio y Astroboy, pero bastante más oscuro). Pero las cosas se tuercen y el doctor Kômyôji, engañado, acaba aliándose con el malvado profesor Gill Herbert, líder de la malvada organización DARK, para el cual construye trece robots con características similares a las de varios animales en peligro de extinción (un rinoceronte, una mantis, etc.) En cualquier caso, las cosas se lían, ya que al doctor Kômyôji le da por construir, a escondidas de Herbert, ese robot especial al que llama Jirô, y al que dota con un “circuito de la bondad” (el “Géminis”) que le impedirá acatar órdenes malvadas. Lo que Kômyôji no contempla es que las cosas se torcerán, el laboratorio en el que trabaja estallará y el Géminis de Jirô no funcionará del todo correctamente. Así, Jirô queda solo y desamparado y, al lado de Mitsuko, tendrá que huir constantemente de los trece robots enemigos y en ocasiones luchar con ellos. Cuando se transforma en modo de batalla, pero, la anomalía en el Géminis provoca que no pueda cambiar por completo y se convierte en Kikaider, un grotesco ser mecánico imperfecto y asimétrico.
Ciertamente, Kikaider 02 se entiende mejor si uno lee antes Kikaider, por varios motivos, casi todos ellos bastante sutiles. Kikaider 02 es una obra pensada originalmente para un público eminentemente cuarentón, que siguió las aventuras del personaje en su versión manga o televisiva en los años 70 y que se sirve del efecto nostalgia para vender. Por lo tanto, Meimu, no sé si consciente o inconscientemente, da varias cosas por sabidas que en Japón seguramente pasan desapercibidas, pero que en España, un terreno “virgen” en lo referente a Kikaider, se convierten en un problema. Aparte, la idea de una organización malvada que quiere conquistar el mundo y un robot que lucha contra ella podía “colar” muy bien en los años 70, pero actualmente, la verdad, a mí me parece pueril y manida. Es cierto que Meimu hace un trabajo encomiable al intentar adaptar el entorno de Kikaider a una problemática más actual y plausible (la contaminación ambiental, la filosofía en general, etc.), pero a mí el rollo de “malvados que quieren conquistar el mundo”, en una obra actual, me parece bastante anticuado.
Otras cosas que me habría gustado comentar en ese hipotético artículo para Kikaider 02, si me lo hubiesen encargado, aparte de explicar qué es Kikaider, de dónde viene, quién fue Shôtarô Ishinomori y qué hizo, qué papel desempeñaron las series sentai en la tele japonesa (y, por extensión, en toda una generación) de los años 70 a la estela de Kamen Rider (también creación de Ishinomori, por cierto), son cosas más bien lingüísticas. Por un lado, en el manga Kikaider 02 nunca -excepto en la presentación de personajes- se nombra al personaje como “Kikaider” (es o bien Jirô o bien el “Cero dos”), ni tampoco a su antagonista como “Hakaider”. Pues bien, el nombre de estos personajes deriva de las palabras japonesas “kikai” (máquina) y “hakai” (destrucción). Y también otro dato importante para entender mejor la historia es el nombre de tres de sus personajes: Ichirô (hijo mayor del doctor Kômyôji, muerto), Jirô (el humano artificial 02) y Saburô (el humano artificial también conocido como Hakaider). Estos tres nombres son típicos nombres masculinos dados al primer, segundo y tercer hijo, respectivamente, de la misma familia. Me parecen datos importantes que no se han dado.
En definitiva, me ha gustado bastante comparar el manga original de Kikaider con su adaptación moderna, ya que he podido entender mucho mejor el contexto de la obra que estoy traduciendo y lo que significa para el público al que originalmente está dirigida.