El blog de Marc Bernabé

MIX

Thursday, September 20th, 2012
  • Título: MIX
  • Autor: Mitsuru Adachi
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Gessan
  • Años publicación: 2012-?
  • Clasificación: shōnen, deportivo, humor
  • Tomos: 1 (en curso)

Ya he dicho más de una vez que disfruté mucho el verano pasado con la lectura de Touch, el gran clásico de Mitsuru Adachi, y lo poco que leído suyo desde entonces (no por falta de ganas, sino de tiempo y prioridades), como Idol A lo he disfrutado considerablemente.

Así que cuando me enteré de que Adachi iba a empezar una nueva serie, y que iba a ser “una especie de secuela de Touch”, corrí a darle una oportunidad. Y a fe que no me arrepiento, porque el material que he leído hasta ahora, equivalente al primer tomo, me ha gustado muchísimo.

La historia se ambienta en el celebérrimo instituto Meisei, solo que en vez de las aulas de bachillerato, estamos en las de secundaria. Han pasado 26 años desde la proeza del Kōshien narrada en Touch, y de los líos con Tatsuya, Kazuya y Minami, y aquella generación de beisbolistas es poco menos que una leyenda, eso sí, ya muy lejana. Desde entonces, el club de béisbol no termina de levantar cabeza y vuelve a formar parte del montón de cientos de clubes escolares de béisbol con resultados mediocres.

¿Tatsuya? No, Tōma

De nuevo tenemos una historia ambientada en un colegio, con el béisbol como telón de fondo, y tres personajes, dos masculinos y uno femenino, pululando por ahí en calidad de protagonistas. Esta vez, sin embargo, los tres personajes son hermanos o, mejor dicho, hermanastros. Los respectivos padres se quedaron viudos cuando ellos eran pequeños y posteriormente se casaron. Ahora, los tres son los hermanos Tachibana, pero solo el guaperas y ligón Sōichirō y la dulce Otomi son hermanos de sangre, mientras que el estoico Tōma es hermanastro de ellos dos, aunque la relación entre ellos es muy cercana, indistinguible de la de unos hermanos de sangre. Por supuesto Sōichirō y Tōma están enrolados en el club de béisbol, dominado por Nikaidō, un tipo más bien mediocre en el béisbol pero que es el líder y titular indiscutible gracias a las generosas donaciones económicas que realiza el ricachón de su padre.

Aún es pronto para adivinar por dónde irán los tiros, pero ya se intuye que habrá tensiones entre Otomi y Tōma… El caso es que el manga es muy bueno, y contiene esa “atmósfera Touch” de tranquilidad, deliciosas bromitas, gran humor, sentimientos medio escondidos y estudiadas pausas. Además de los numerosos guiños que Adachi tiene hacia los fans de Touch (como por ejemplo, llamar Punch al perro que adopta Otomi porque “alguien” (y vemos la silueta de un mangaka) se le apareció en sueños y le dijo que el perro se tenía que llamar así. Aparte, Adachi no para de meter referencias a sus otras obras en forma de bromas, lo que consigue arrancar una sonrisa al fiel lector…

Gracias a un comentario de chibisake, he caído en que no he comentado uno de los aspectos más obvios: ¿funciona Mix como obra independiente o es necesario conocer Touch para seguirla? La respuesta es que funciona perfectamente como obra independiente. Aunque, claro está, haber leído Touch te ayudará a disfrutar mucho más de ella al pillar ciertas referencias que, para alguien que no conoce la gran obra del maestro Adachi, son eso, simples frases, pero que para un fan de Touch son como una apelación directa a su corazoncito friki.

Lo mejor

  • Que no sea una simple secuela de Touch, sino que vaya mucho más allá.
  • La ambientación en el Meisei.
  • El humor.
  • Las referencias internas y los cameos del propio Adachi.

Lo peor

  • El dibujo sencillo de Adachi puede tirar para atrás al que busca un manga espectacular. Una actitud muy idiota, pero que lamentablemente existe. Bueno, ellos se lo pierden.

Ristorante Paradiso

Tuesday, August 14th, 2012
  • Título: リストランテ・パラディーゾ –Ristorante Paradiso–
  • Autor: Natsume Ono
  • Editorial: Ōta Shuppan
  • Revista: Manga Erotics f
  • Años publicación: 2005-06
  • Clasificación: seinen, alternativo
  • Tomos: 1
 

Natsume Ono es una de las autoras alternativas que más rápida y fulgurantemente ha ganado notoriedad en la última década. De hecho, hacía ya años que a mí me llamaban la atención sus obras. No sé exactamente el motivo, tal vez sea porque sus portadas son muy llamativas, así como sus títulos en romaji y a menudo en italiano –como este Ristorante Paradiso, o su primera obra La quinta camera, u otras como Gente, Danza, Tesoro y not simple–. Uno puede comprar una obra porque la portada o el título son curiosos, no digo que no, pero desde luego, si una vez adquirida el contenido no te convence, no comprarás nunca más un manga del mismo autor, ¿verdad? Pues Natsume Ono por fuerza tenía que ser buena, puesto que no solo a lo largo de estos años no he dejado de ver obras suyas destacadas en las librerías, sino que además han sido publicadas también en otros idiomas (no en español, sin embargo) y encima alguna de ellas, sin ir más lejos esta Ristorante Paradiso, se han adaptado a anime (11 episodios, 2009).

Tantos años sin probar a leer a Ono (¡hay tanto por leer en el mundo del manga, deberíais ver mi monstruosa pila de “pendientes de leer”!) y al final por fin me decidí con Ristorante Paradiso. Estamos ante una obra más bien costumbrista, en la que no pasa gran cosa, pero que aun así engancha y consigue que el lector se encariñe de los personajes.

Nicoletta es una joven italiana que vive en un pueblo con sus abuelos y que en un momento dado decide trasladarse a Roma. Lo primero que hace es pasarse por un pequeño restaurante llamado La casetta dell’orso porque lo regenta el marido de su madre, que se divorció de su padre cuando ella era muy pequeña y la dejó al cuidado de sus abuelos. Se ve que la madre, Olga, lo hizo a espaldas de Lorenzo, el propietario del restaurante, cuya única manía en ese momento era que no quería casarse con una mujer que tuviera hijos. Olga, pues, deseosa de casarse con Lorenzo, tomó la decisión de ocultarle a este último la existencia de su hija Nicoletta. Ahora, han pasado los años y Nicoletta ya es toda una joven mujer que, todo hay que decirlo, le guarda bastante rencor a su madre (aunque en realidad es una relación de amor-odio bastante curiosa).

Jovencitas y cincuentones con gafas

Una vez en el restaurante, Nicoletta conocerá a los diferentes (¡y numerosos!) trabajadores del mismo, desde el maître Claudio hasta el chef, pero no se atreverá a presentarse ante Lorenzo como la hija de su esposa, sino como la hija de una muy buena amiga de esta. Nicoletta, intrigada por el extraño ambiente del restaurante, la gran profesionalidad de sus trabajadores (especialmente del educadísimo Claudio), la fidelidad de sus clientas (casi todas mujeres) y el hecho de que todos los trabajadores sean cuarentones o cincuentones y lleven gafas para la vista cansada (?) le llama la atención… El detalle de las gafas, por cierto, fue un capricho que Lorenzo le concedió a Olga, porque al parecer a esta le gustan las gafas en los hombres y algunos trabajadores, que no las necesitan, las llevan igualmente para complacer a la mujer del dueño.

Las páginas del manga van pasando, y Nicoletta se va dando cuenta de que Claudio (que perfectamente podría ser su padre) le gusta de verdad… Él dice estar divorciado, pero lleva aún el anillo de bodas para, según él, “evitar que algunas clientas le incomoden”, pero luego aparece su ex mujer en escena y descubrimos que es muy posible que él todavía esté enamorado de ella, por eso rechaza, muy amablemente, a Nicoletta.

Y así, en un ambiente bastante familiar y peculiar, transcurre este tranquilo manga que, lo vuelvo a decir, puede parecer poca cosa pero consigue algo que muchísimas obras a priori más llamativas no consiguen: enganchar al lector. Este manga, por cierto, tiene una secuela titulada Gente, de 3 tomos, que al parecer narra los hechos que llevaron al establecimiento, por parte de Lorenzo, de La casetta dell’orso.

Lo mejor

  • Un manga tranquilo y fácil de leer.
  • Epítome del gafotakismo.

Lo peor

  • El estilo de dibujo, de corte alternativo, no gustará a todo el mundo. Y la temática tampoco. Pero ellos se lo pierden.

Oyasumi Punpun (Buenas noches, Punpun)

Monday, July 9th, 2012
  • Título: おやすみプンプン –Oyasumi Punpun– (Buenas noches, Punpun)
  • Autor: Inio Asano
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Young Sunday / Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2007-13
  • Clasificación: seinen, costumbrista (?), raruno
  • Tomos: 13

Hay que reconocer que en el mundo del manga hay obras raras. Y obras MUY raras. Esta podría ser perfectamente una de ellas. Porque, otra cosa no, pero rara lo es un rato.

¿De qué va? Pues narra la historia de un tímido chaval llamado Punpun, que va a la escuela y se enamora de una niña nueva que llega. Y luego están sus padres, que tienen problemas de pareja, hasta el punto de que el padre agrede a la madre, lo detienen y lo mandan a la cárcel. En medio de todo el percal, llega el tío “guay” de Punpun, que se instala en la casa para cuidar del chaval, aunque como es bastante joven pasa un poco de todo. Esto más o menos es el hilo conductor de la historia.

Paralelamente, hay varios episodios curiosos, como por ejemplo se descubre que la madre de la niña que le gusta a Punpun está metida en una secta religiosa de lo más rara y aparece en casa del protagonista para intentar convencer a su familia para que colaboren en la causa, lo que origina una alocada discusión que resulta muy divertida y pasada de vueltas.

Vale, y ahora… ¿Qué tiene de tan raro todo esto? De acuerdo que es una historia poco ortodoxa, pero no lo parece tanto, ¿verdad? Hasta la podríamos considerar “normal”. Pues bien, la rareza y maravilla de este manga radica principalmente en el dibujo: mientras que los personajes secundarios y los fondos están dibujados a las mil maravillas, con un nivel exquisito que muy pocas veces he visto en un manga… Punpun y su familia aparecen representados como garabatos de pollitos. Sí, así como lo lees. Es decir, como si fueran pollitos dibujados por un niño de tres años.

Dibujo trabajadísimo y… ¿Pollitos? WTF!!

El contraste resulta brutal, desconcertante, pero a la vez fascinante y a mí me ha recordado a Homohomo Seven. Asimismo, algunas técnicas gráficas muy interesantes hacen también su aparición en las páginas de este manga que, a día de hoy, lleva recopilados siete volúmenes.

No sabría decir si este manga me ha gustado o no. Que me ha desconcertado, seguro. ¿Gustarme? Pues este otro tema. No me ha disgustado, pero tampoco me ha enganchado lo suficiente como para justificar comprar el resto. Lo que sí haré en cuanto tenga la ocasión es comprar Solanin, la anterior obra de este autor, que parece tener muy buena fama.

AÑADIDO

Hoy, 12 de junio de 2015, se ha anunciado que Norma Editorial posee la licencia de este manga y que lo va a lanzar a partir del Salón del Manga de Barcelona. Además, han tenido a bien encargarme a mí su traducción, y ya hace unos días que trabajo en ella. El hecho de poder releer este manga, a un ritmo diferente y con una profundidad mayor, ha provocado que me haya dado cuenta de que en su momento me llevé una imagen equivocada del mismo. Si en su momento me costó entrar en él y no lo disfruté, en esta segunda ocasión, habiendo entrado mejor en él, me parece una auténtica maravilla. No gustará a todo el mundo, eso es cierto, pero por poco que te guste el cómic en general y tengas, pongamos, de 20-25 años para arriba, este manga tiene potencial para convertirse en uno de tus favoritos.

Un caso más que demuestra que las percepciones a la hora de leer pueden cambiar enormemente según el estado físico y anímico del lector. Cuando lo leí (el tomo 1) en su día, apuesto a que estaba muy cansado, o que no era un buen momento para leer un manga como este, porque no conseguí “entrar” en él y me llevé una impresión errónea. Por suerte, he podido corregir dicha impresión y estoy de acuerdo con todos los que dicen que es un manga sublime.

Lo mejor

  • El apartado gráfico es a-pa-bu-llan-te. Precioso.
  • Algunos episodios, como el de la secta, son tronchantes.

Lo peor

  • El experimento de dibujar a Punpun y su familia como pollitos me parece demasiado raro (A posteriori: pero es un experimento genial y desde luego una vez consigues entrar descubres que es en realidad un recurso muy original).
  • No me ha acabado de enganchar.

Sunny

Monday, June 25th, 2012
  • Título: Sunny
  • Autor: Taiyō Matsumoto
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Ikki Comix
  • Años publicación: 2010-?
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 2 (en curso)

Podemos entender el manga de mil maneras, podemos considerar que el principal rasgo del manga japonés es un estilo de dibujo concreto, o incluso unas temáticas en particular (que conste que, como he dicho por activa y por pasiva, no estoy de acuerdo con ninguna de estas dos afirmaciones), pero hay muchísimos autores que se desmarcan totalmente de estos discursos y demuestran que el mundo del cómic japonés es tan amplio que en él caben absolutamente todo tipo de propuestas. Taiyō Matsumoto, autor que visitó el Salón del Manga de Barcelona en 2010 presentando su maravillosa obra Takemitsu Zamurái (Glénat-EDT), es uno de ellos. Por cierto, su visita nos dejó una interesantísima conversación sobre manga y arte en general con el autor hispano-japonés J.M. Ken Niimura (parte 1 / parte 2).

De Taiyō tenemos publicadas en España dos obras: la ya mencionada Takemitsu Zamurái, una maravillosa obra sobre un extraño samurái en la Edo del siglo XVIII y cuyo estilo de dibujo es una especie de mezcla entre el ukiyo-e, autores pictóricos como Picasso y el cómic franco-belga (base del estilo del autor, por otra parte); y Tekkonkinkreet, la historia de dos hermanos en un pintoresco barrio donde ocurren cosas muy extrañas, y que fue adaptado a una fantástica película de anime que, si no habéis visto, os recomiendo encarecidamente.

Sunny es su nueva obra, iniciada tras finalizar Takemitsu Zamurái con 8 tomos, y se trata de una historia totalmente distinta a esta última y, a pesar de todo, indiscutiblemente “suya”. La historia se ambienta en un pasado no tan lejano, calculo por algunas cosas de contexto, de mediados de los años 70, y narra el día a día en una especie de asilo infantil en la zona de Osaka o cercanías (tampoco se deja claro, aunque los personajes hablan en un cerrado dialecto de Kansai/Osaka que, personalmente, me encanta).

El recién llegado Sei y el Sunny que da título al manga

Los chavales del asilo son o bien huérfanos o bien han sido abandonados por sus padres. Algunos no han vuelto a saber de ellos, otros los ven muy de tarde en tarde, aunque lo cierto es que no se cuenta gran cosa sobre su pasado y circunstancias, más que a través de pequeños datos de contexto que se nos van dando con cuentagotas. En cada uno de los capítulos de la obra se nos narra un episodio diferente del día a día, con esa sensibilidad especial que tiene Taiyō, que sabe transmitir tan bien los sentimientos de los niños y es capaz de transportar al lector a su propia infancia. Al ser los niños (algunos de ellos prácticamente bebés, otros ya adolescentes) los protagonistas, no se puede decir que sean historias lacrimógenas –los niños dan importancia a cosas que a los adultos no nos parece que la tengan, y viceversa–, aunque sí es cierto que sus circunstancias son realmente tristes desde el punto de vista de un adulto. Sin embargo, en el asilo Hoshi no ko gakuin (Academia de los niños de las estrellas) son todos como una gran familia. En el patio del asilo tienen un Nissan (o Datsun) Sunny 1200 estropeado, en el que los niños suelen jugar y usar como “base” secreta y escondrijo para cuando se sienten tristes, y que da título a la obra.

Lo mejor

  • El autor nos sitúa perfectamente en la piel de los niños, lo que consigue hacer volver al lector a su propia infancia.
  • El día a día en un asilo infantil. Ciertas escenas nos transmiten bastante tristeza indirectamente.

Lo peor

  • Una obra demasiado “gafotaku” para el público español. Como la maravillosa Takemitsu Zamurái está vendiendo poquísimo, (aunque EDT se ha comprometido a terminar de publicarla), dudo mucho que la veamos publicada por aquí.

Shin’ya Shokudō (Comedor de medianoche)

Wednesday, June 13th, 2012
  • Título: 深夜食堂 –Shin’ya Shokudō– (Comedor de medianoche)
  • Autor: Yarō Abe
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Original
  • Años publicación: 2006-?
  • Clasificación: seinen, alternativo
  • Tomos: 9 (en curso)

A veces apetece leer obras un poco más light, menos pretenciosas (no sé si es esta la palabra, pero ya me entendéis) que las que solemos leer: llenas de aventuras, misterios, emoción, impacto… A veces apetece disfrutar de algo sencillo pero entretenido, con carácter, que permita pasar un buen rato y simplemente, leer por el placer de leer. Pocas obras japonesas de este tipo han llegado a España. Estoy pensando en Yotsuba!, El dulce hogar de Chi y… No sé, poco más, ¿verdad? Creo que con estos dos ejemplos entendéis mucho mejor por dónde quiero ir.

Shin’ya Shokudō es una de estas obras. No nos narra grandes aventuras, ni tampoco tiene elementos impactantes ni cliff hangers, ni tampoco tiene esos visos pretenciosos y/o elitistas de muchas obras de corte alternativo, pero misteriosamente engancha como pocas y siempre consigue lo que debería ser el objetivo primordial de cualquier obra de cómic comercial: entretener al lector.

La obra nos presenta una tasca, aparentemente sin nombre (bueno, sí, en su cortina pone Meshi-ya, es decir, simplemente “Tasca”), conocida entre los parroquianos como “Shin’ya Shokudō”, es decir “Comedor de la madrugada”, debido a su peculiar horario: de 12 de la noche a 7 de la mañana. La tasca está situada en un barrio más bien sórdido, de esos en los que hay mucha vida nocturna (bares, locales de alterne, locales de prostitución, etc.), presumiblemente en la ciudad de Tokio. Su dueño es un hombre taciturno, que siempre va con un cigarrillo en la boca y tiene una notoria cicatriz en el ojo izquierdo que le da un aspecto de persona, digamos, con la que no te gustaría tener problemas. La carta de la tasca solo incluye “menú de sopa de cerdo” y bebidas alcohólicas como cerveza, sake y shōchū, pero el dueño siempre dice a los nuevos clientes que pidan lo que se les antoje, que si tiene los ingredientes a mano se lo preparará.

Una stripper que se pirra por el tarako pero que un día pide kimchi... ¿Qué habrá pasado?

Y así se desarrollan las historias autoconclusivas de este manga, que generalmente nos presentan cada vez un relato basado en uno de los pintorescos clientes que acuden a la tasca, entre los que se incluyen prostitutas, dueños de bares de transexuales, mafiosos yakuza, clientes de los distintos locales de la zona y, por supuesto, gente normal y corriente, de a pie, con sus historias del día a día: la gorda que es incapaz de adelgazar por mucho que haga dieta, el boxeador fracasado, el universitario que intenta sacarse su carrera y se enamora de una chica que trabaja en un local de alterne, etcétera. Todo ello amenizado por historias acerca de la comida (no en vano, el japonés es un pueblo extremadamente gourmet), a veces manjares poco frecuentes, pero la mayoría de las veces comidas muy sencillas, hechas con ingredientes normales y corrientes que se pueden encontrar en cualquier supermercado, que reivindican el valor de lo simple, lo casero, y lo de “toda la vida”, platos que tienen un valor sentimental muy superior al de su valor de mercado.

Son historias con muchísimo corazón, entrañables, que atrapan al lector y lo dejan con ganas de más.

Lo mejor

  • Historias deliciosas sobre la vida en general, narradas a través del filtro de la comida.
  • La típica obra que no es recomendable “devorar”, sino ir dosificando poco a poco, capítulo a capítulo, para saborearla como es debido.
  • Existe un dorama o serie de imagen real (muy exitosa) basado en este manga. Yo no lo conozco, pero si os pica la curiosidad siempre podéis intentar ver algún capítulo.
  • Yo no soy el único que dice que este manga tiene algo especial. No en vano, en el año 2010 fue galardonado con el Premio Manga Shōgakukan al mejor manga seinen y con el Gran Premio de la Asociación Japonesa de Dibujantes de Manga.

Lo peor

  • Puede parecer gafapasta, pero no lo es (tanto). No te dejes engañar.
  • El dibujo puede asustar a más de uno. Sin embargo, es perfecto para la temática del manga.