- Título: MIX
- Autor: Mitsuru Adachi
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: Gessan
- Años publicación: 2012-?
- Clasificación: shōnen, deportivo, humor
- Tomos: 1 (en curso)
Ya he dicho más de una vez que disfruté mucho el verano pasado con la lectura de Touch, el gran clásico de Mitsuru Adachi, y lo poco que leído suyo desde entonces (no por falta de ganas, sino de tiempo y prioridades), como Idol A lo he disfrutado considerablemente.
Así que cuando me enteré de que Adachi iba a empezar una nueva serie, y que iba a ser “una especie de secuela de Touch”, corrí a darle una oportunidad. Y a fe que no me arrepiento, porque el material que he leído hasta ahora, equivalente al primer tomo, me ha gustado muchísimo.
La historia se ambienta en el celebérrimo instituto Meisei, solo que en vez de las aulas de bachillerato, estamos en las de secundaria. Han pasado 26 años desde la proeza del Kōshien narrada en Touch, y de los líos con Tatsuya, Kazuya y Minami, y aquella generación de beisbolistas es poco menos que una leyenda, eso sí, ya muy lejana. Desde entonces, el club de béisbol no termina de levantar cabeza y vuelve a formar parte del montón de cientos de clubes escolares de béisbol con resultados mediocres.
De nuevo tenemos una historia ambientada en un colegio, con el béisbol como telón de fondo, y tres personajes, dos masculinos y uno femenino, pululando por ahí en calidad de protagonistas. Esta vez, sin embargo, los tres personajes son hermanos o, mejor dicho, hermanastros. Los respectivos padres se quedaron viudos cuando ellos eran pequeños y posteriormente se casaron. Ahora, los tres son los hermanos Tachibana, pero solo el guaperas y ligón Sōichirō y la dulce Otomi son hermanos de sangre, mientras que el estoico Tōma es hermanastro de ellos dos, aunque la relación entre ellos es muy cercana, indistinguible de la de unos hermanos de sangre. Por supuesto Sōichirō y Tōma están enrolados en el club de béisbol, dominado por Nikaidō, un tipo más bien mediocre en el béisbol pero que es el líder y titular indiscutible gracias a las generosas donaciones económicas que realiza el ricachón de su padre.
Aún es pronto para adivinar por dónde irán los tiros, pero ya se intuye que habrá tensiones entre Otomi y Tōma… El caso es que el manga es muy bueno, y contiene esa “atmósfera Touch” de tranquilidad, deliciosas bromitas, gran humor, sentimientos medio escondidos y estudiadas pausas. Además de los numerosos guiños que Adachi tiene hacia los fans de Touch (como por ejemplo, llamar Punch al perro que adopta Otomi porque “alguien” (y vemos la silueta de un mangaka) se le apareció en sueños y le dijo que el perro se tenía que llamar así. Aparte, Adachi no para de meter referencias a sus otras obras en forma de bromas, lo que consigue arrancar una sonrisa al fiel lector…
Gracias a un comentario de chibisake, he caído en que no he comentado uno de los aspectos más obvios: ¿funciona Mix como obra independiente o es necesario conocer Touch para seguirla? La respuesta es que funciona perfectamente como obra independiente. Aunque, claro está, haber leído Touch te ayudará a disfrutar mucho más de ella al pillar ciertas referencias que, para alguien que no conoce la gran obra del maestro Adachi, son eso, simples frases, pero que para un fan de Touch son como una apelación directa a su corazoncito friki.
Lo mejor
- Que no sea una simple secuela de Touch, sino que vaya mucho más allá.
- La ambientación en el Meisei.
- El humor.
- Las referencias internas y los cameos del propio Adachi.
Lo peor
- El dibujo sencillo de Adachi puede tirar para atrás al que busca un manga espectacular. Una actitud muy idiota, pero que lamentablemente existe. Bueno, ellos se lo pierden.
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