- Título: バカ姉弟 –Baka kyōdai– (Los hermanos idiotas)
- Autor: Tetsu Adachi
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Young Magazine
- Años publicación: 1999-?
- Clasificación: seinen, slice of life
- Tomos: 5 (en curso)
A menudo compro obras manga concretas porque se han adaptado o se adaptarán al anime, para así poder estar al día de lo que tiene más éxito en Japón. Este es el caso de Baka kyōdai, una obra que además de haber sido daptada al anime (entre octubre de 2009 y junio de 2010), se emitío por Asahi TV en sustitución de Atashi’n chi y, atención, en ella está implicada como productor una persona a la que, a fuerza de vernos por motivos de trabajo, he acabado considerando un amigo con el que salgo por ahí de copas cuando me paso por Tokio. Es la primera obra en la que este amigo participa como productor y al parecer es un trabajo muy duro, así que, a pesar de que no he visto ningún episodio del anime, decidí comprarme el manga para tener una primera impresión de esta serie. Por cierto, aunque el manga se llame Baka kyōdai (Los hermanos idiotas), el anime tiene otro título: Gokyōdai monogatari (Historia de unos hermanos). Supongo que quisieron evitar la palabra “baka” para no dar mala imagen ya con el título.
El argumento es un poco raro: dos hermanos (niña mayor y niño menor) viven prácticamente solos en un barrio. Su madre nunca aparece, al menos en el primer tomo, y por lo que podemos deducir por varias escenas que posiblemente es una trabajadora en una de las zonas de “diversión nocturna” de una gran ciudad, tipo azafata (hostess), bailarina, trabajadora de una soapland, algo así… Ni idea. El caso es que los niños están casi siempre solos y la acción en el manga, dividido en pequeños capítulos autoconclusivos, se limita a contar alguna peripecia de ellos en el barrio, normalmente con la participación de los vecinos o de alguna de las mujeres que podrían ser su madre, que les aprecian y cuidan como si fueran verdaderos hijos.
Así, los niños tienen básicamente una vida independiente y viven un poco a su bola, entrando y saliendo cuando les da la gana y yendo a comer o a dormir a casa de alguna persona conocida del barrio (la gente del barrio les aprecia extrañamente y, especialmente tienen fascinados a los viejos, que les consideran casi bodhisattvas).
El dibujo de este manga es curioso y encima es a todo color. El problema es que a mí personalmente no me gusta mucho, y los diseños de los dos hermanos protagonistas me repelen bastante. Sin embargo, el gran problema de este manga es otro, y es que resulta incomprensible. No sé dónde está la gracia. A menudo comento títulos y digo que están muy bien pero que solo son aptos para japoneses o bien para personas que conozcan muy bien Japón, porque se apoyan mucho en conceptos o situaciones demasiado localistas como para que se puedan comprender fuera de Japón. En el caso de esta obra, y a pesar de que me considero alguien que conoce bien Japón, sus costumbres y la mentalidad de los japoneses, hay algo muy gordo que se me escapa. Porque… ¿Dónde demonios está la gracia? No lo sé, hay muchas historias que resultan totalmente estúpidas, al menos para mí.
Por ejemplo, una historia tomada al azar: La vecina rica del barrio, que siempre va vestida con kimono y trabaja en un restaurante japonés de lujo, les ve con una especie de balsa y les dice que no pueden ir a jugar al lago, que tienen que ir a estudiar caligrafía. Así, van a clase refunfuñando y la vieja profesora les dice que hoy no hay clase, pero que por favor les ayude a cuidar de los viejos de la casa, que están seniles. Van con ellos, y les dan un bizcocho. El viejo lo corta a pedacitos y lo mete en la sopa de miso. Los hermanos flipan con lo seniles que están: ¿a quién se le ocurre meter bizcocho en la sopa de miso? A continuación la vieja les dice que quiere pedirles un favor porque le duelen los hombros. Cambia la escena y vuelve a aparecer la vecina rica, que parece estar en una tienda de kimonos. Le enseñan una tela preciosa, muy cara. El vendedor le dice que la fabrican allí mismo los viejos de la tienda, que aún están en activo. Entran a la otra sala y ven a los dos hermanos trabajando en un telar. Flipan todos. El diálogo es… Vecina (cara de pasmo): Pe… Pero chicos… / Viejos: Son nuestros discípulos. / Hermanos: Ya está. / Viejos: Bienvenida, señora clienta. / Vendedor: Son cinco millones de yenes. Fin de la historia. ¿Dónde está la gracia? Y ojo, porque esta aún tiene cierta gracia y es bastante comprensible comparada con muchas otras…
A mí lo que me sorprende de todo esto no es que el manga sea más o menos bueno, o que sea más o menos incomprensible: en Japón hay obras buenas pero también hay un montón de morralla. Lo que me sorprende es que no solo escogieran esta obra para realizar un anime (algo que solo consiguen unas pocas obras), sino que encima recibió el premio a la excelencia en la 15º edición de los prestigiosos premios Media Arts Festival, en 2003. ¿Realmente es tan buena esta historia? ¿Soy yo tan idiota que no consigo entender lo buena que es? La verdad es que leer este tomo me ha dejado bastante anonadado y lleno de dudas. Yo que me creía un gran conocedor de Japón en general y de manga en particular soy incapaz de ver qué tan buena es esta historia… ¿Qué me pasa, doctor?
Lo mejor
- Un manga a todo color no se ve todos los días
Lo peor
- Es incomprensible
- El diseño de los hermanos protagonistas me parece horroroso
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