El blog de Marc Bernabé

Manga Michi dai-ni bu (El camino del manga. Parte II)

Thursday, January 14th, 2010
  • Título: まんが道 第二部 –Manga Michi dai-ni bu– (El camino del manga. Parte II)
  • Autor: Fujiko Fujio Ⓐ
  • Editorial: Chūō Kōronsha
  • Revista:
  • Años publicación: 1986-88
  • Clasificación: shōnen, seinen, metamanga, biografía
  • Tomos: 2

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Aunque Manga Michi fue dado por concluido en 1982 cuando en la historia ya se habían reunido todos los integrantes famosos de los apartamentos Tokiwa-sō, los fans siguieron pidiendo a su autor que no les dejara en la estacada. Con motivo del éxito de la serie televisiva de imagen real basada en Manga Michi que se emitió a mediados de los años 80 en la cadena pública nacional NHK, Fujiko Fujio, que por entonces eran todavía un dúo, decidieron continuar con la historia allí donde la dejaron; de allí que iniciaran esta segunda parte.

El método de publicación de esta obra es bastante peculiar, ya que no se fue publicando en una revista como es lo habitual en Japón, sino que se publicó por partes como extra de cada uno de los tomos de la colección Fujiko Fujio Land, que no es otra cosa que la primera y única colección de “obras completas” del dúo. Digo que es única porque en aquel entonces todavía se consideraban un dúo creativo y por lo tanto en esa colección conviven obras como Ninja Hattori-kun y Manga Michi junto a obras como Doraemon o Kiteretsu. En 1987 decidieron separarse y darse a conocer como Fujiko F. Fujio y Fujiko Fujio Ⓐ. Desde entonces se han publicado algunas recopilaciones de “obras completas”, pero siempre por separado. Tenemos por ejemplo la colección Fujiko Fujio Ⓐ Land y la reciente publicación (aún están en ello, empezaron en julio de 2009), por parte de Shōgakukan, de Fujiko F. Fujio Daizenshū (Gran colección completa de Fujiko F. Fujio).

En fin, mejor que no me vaya por las ramas. El caso es que Manga Michi Parte II se publicó básicamente en respuesta a las peticiones de los lectores y también, cómo no, para aprovechar el tirón de la serie televisiva. La lástima es que duró relativamente poco, ya que en 1988, con la conclusión de las obras completas y seguramente en medio de una época difícil debido a la reciente separación del dúo, se dio por terminada con un total de dos volúmenes recopilatorios.

En cuanto al contenido de la obra en sí, la verdad es que es muy similar a Manga Michi I: el estilo de dibujo es muy parecido y la manera de contar las cosas también (con la intercalación en medio de la narración de las diferentes historietas que iban creando, algo que constituye un documento muy valioso), así que no sé muy bien qué contar de nuevo.

En Manga Michi II, Shōtarō Ishimori (después conocido como Shōtarō Ishinomori) y Fujio Akatsuka ya viven definitivamente en los apartamentos Tokiwa-sō y cobran una importancia especial en el desarrollo de la historia, en detrimento de Hiroo Terada, AKA Tera-san, que de tener un papel fundamental en la primera parte de Manga Michi, aquí casi ni aparece, el pobre. En estos dos tomos se nos narra básicamente el arduo camino que tuvieron que recorrer los dos personajes, Michio Maga y Shigeru Saino, para recuperar la confianza de los distintos editores de las varias editoriales después del brutal bajón que tuvieron en la última parte de Manga Michi I, cuando desastrosamente fallaron en múltiples entregas a la vez y fueron prácticamente tachados de “parias” por casi todas las editoriales.

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Esto es genial: se van a comer sushi con el vividor Ishimori y el “paso de todo” Akatsuka a Ginza y les meten un buen sablazo. XD

Así, en Manga Michi II los protagonistas pasan épocas de muchas penurias económicas (como no les dan trabajo, no tienen dinero para vivir) y constantemente se comparan con Shōtarō Ishimori, que está consiguiendo muchísimo éxito y además es un torrente creativo de velocidad suprahumana (no en vano tiene el récord Guinness de autor de cómic más prolífico del mundo). Estas comparaciones, lejos de estar llenas de envidia, lo que hacen es motivarles a trabajar más y más para recuperarse y volver a estar en primera línea.

Por cierto, un inciso: es curioso esto de las diferencias culturales, ¿verdad? En España, cuando nos comparamos con alguien que es a todas luces mejor que nosotros, lo que solemos hacer es caer en la envidia ruin y destructiva, así como en el desprestigio y el descrédito (“sí, trabaja mucho y tal, pero seguro que no tiene vida propia” o “en realidad es un infeliz” o “tendrá mucho dinero, pero para conseguirlo ha tenido que pisotear a este y a ese otro; es un cabrón”, etcétera). En Japón, al menos por lo que se puede ver en tantos manga y anime, así como en la vida real, en general la gente piensa de manera muy distinta: el éxito de otro no es algo a envidiar y a desacreditar, sino un motivo para motivarse uno a seguir adelante, un espejo en el que mirarse. Mientras aquí decimos “Si mi vecino ha conseguido un buen trabajo y ha podido hacer tal o cual cosa (comprarse un buen coche, hacer la vuelta al mundo, celebrar una boda por todo lo alto, lo que sea) es porque es un hijo de puta y ha pisoteado a los demás y actúa a mala fe; a la que pueda le voy a hacer la zancadilla, por cabrón”, en Japón dicen “Si mi vecino ha conseguido un buen trabajo y ha podido hacer tal o cual cosa yo no voy a ser menos: ¡trabajaré duro y llegaré a hacer lo mismo que él!”. En fin…

Al igual que ocurría con Manga Michi I, esta obra nos deja bastante colgados, ya que termina cuando Michio Maga y Shigeru Saino han conseguido por fin salir del atolladero y volver a contar con la confianza de varias editoriales que les habían marginado, gracias sobre todo a que por fin cosechan su primer éxito con el manga Rocket-kun. Así, por varios indicios, como el hecho de que Ishinomori y Akatsuka estén viviendo en el Tokiwa-sō, al que se mudaron en abril de 1956, y la salida de Shin’ichi Suzuki, en 1956 –en el mes de mayo, como he encontrado en una fuente–, deduzco que en Manga Michi II se nos narra solamente un mes o, a lo sumo, dos meses del año 1956, y luego vuelve a dejar la historia allí mismo.

Lo mejor

  • Poder seguir disfrutando de las “aventuras” de Michio Maga y Shigeru Saino
  • El papel de Shōtarō Ishimori y Fujio Akatsuka, así como las varias anécdotas que se cuentan sobre ellos
  • La historia de Shin’ichi Suzuki, que decide abandonar el manga y por tanto el Tokiwa-sō, pero lo hace porque encuentra la pasión de su vida, que es la animación

Lo peor

  • Que vuelva a dejar colgada la historia (aunque luego la continúe en Ai… Shirisomeshi koro ni…)
  • Que el papel de Hiroo Terada haya sido relegado a un segundo (o tercer) plano

Manga Michi Special (El camino del manga especial)

Wednesday, January 13th, 2010
  • Título: まんが道スペシャル –Manga Michi Special– (El camino del manga especial)
  • Autor: Fujiko Fujio Ⓐ
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: CoroCoro Comic
  • Años publicación: 1986
  • Clasificación: shōnen, seinen, metamanga, biografía
  • Tomos: ninguno

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Esta es la secuela de Manga Michi más peculiar que existe, puesto que consta solamente de un capítulo publicado en 1986 (cuatro años después del fin de Manga Michi original y unos meses antes del inicio de Manga Michi II) de forma especial para la revista infantil CoroCoro Comic, donde se publicaron y/o se siguen publicando obras celebérrimas del dúo creativo Fujiko Fujio como por ejemplo Doraemon, Hattori el ninja, Kiteretsu o Kaibutsu-kun.

Este capítulo nunca fue recopilado en tomo y quedó inédito, hasta que en 2007 apareció dentro del volumen 5 de la colección CoroCoro Densetsu (Leyendas de CoroCoro), una colección que, en conmemoración de los 30 años de la revista, recopiló en 10 tomos algunos de los mejores capítulos de las diferentes series que han ido pasando por sus páginas a lo largo de los años. Esta colección se compone de tomos gruesos, prácticamente una revista, y un par de tomos enteros (números 1) de las series más destacadas. En el caso de este tomo 5 se recogen las mejores series de 1985-1986 con un capítulo de cada, y además se ofrecen íntegros los tomos 1 de Ganbare Kickers (de fútbol) y Amai zo! Dango (de humor y acción), en un formato más pequeño que el habitual y sin sobrecubiertas. Yo desconocía esta colección hasta que me enteré de que Manga Michi Special aparecía en el volumen 5 de la misma, y debo decir que me ha sorprendido bastante ya que me parece muy interesante para cualquiera que se interese en la historia reciente del manga infantil: ¡en solo 10 entregas se cubre un montón de información resumida que abarca 30 años!

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Aquí tenemos a Ishinomori (viñeta 2) y a Akatsuka (última viñeta)

Ehm… Efectivamente, como podéis deducir me compré este tomo solo por Manga Michi Special, y de momento no me he leído el resto del libro ni sus suplementos. Completista que es uno. En cualquier caso, no me arrepiento de haber comprado este material por las 30 páginas escasas que abarca el capítulo de Manga Michi (un capítulo bastante prescindible, la verdad, ya que no cuenta casi nada nuevo), porque justo después se incluyen 15 páginas en las que el maestro Fujiko Fujio Ⓐ hace un repaso a su carrera en primera persona y además al final se marca un homenaje muy emotivo a su malogrado compañero Fujiko F. Fujio y a su gran maestro Osamu Tezuka. Solo por estas páginas ya valía la pena.

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Las páginas complementarias explican interioridades sobre Fujiko Fujio

En cuanto al capítulo en sí, me parece extraño porque parece haber un salto temporal bastante grande entre el final de Manga Michi y este, ya que aquí tanto Shōtarō Ishinomori como Fujio Akatsuka aparecen viviendo en los apartamentos Tokiwa-sō como si fuera lo más normal del mundo, mientras que al final de Manga Michi ni siquiera se había hablado de la posibilidad de que se mudasen. Aparte de esto, se trata de una especie de resumen de la vida en el Tokiwa-sō y una presentación de los varios dibujantes involucrados, como Tezuka, Terada, Ishinomori, etcétera. En definitiva, interesante pero solo recomendado para muy-completistas.

Lo mejor

  • Una historia de Manga Michi muy poco conocida
  • Las 15 páginas adicionales que Fujiko Fujio Ⓐ creó especialmente en 2007 para complementar la historia
  • Realiza una especie de resumen

Lo peor

  • El salto temporal entre Manga Michi y este capítulo. ¿Cómo decidieron Ishinomori y Akatsuka mudarse?
  • Aunque resulta interesante, es perfectamente prescindible

Manga Michi (El camino del manga)

Thursday, January 7th, 2010
  • Título: まんが道 –Manga Michi– (El camino del manga)
  • Autor: Fujiko Fujio Ⓐ
  • Editorial: Akita Shoten / Shōnen Gahō-sha
  • Revista: Shōnen Champion / Shōnen Gahō
  • Años publicación: 1970-72 / 1977-82
  • Clasificación: shōnen, seinen, metamanga, biografía
  • Tomos: 1 + 19

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Ya me imagino que puedo hacerme muy pesadito con el tema de las biografías de autores de manga, sí, pero es que durante el último año me ha dado un ramalazo muy fuerte por estos temas. Supongo que es porque estoy muy metido en la historia del manga en general debido a que estoy redactando el guión de La historia del manga, hasta ahora publicada en la revista B’s LoG, una obra de la que estoy muy contento y satisfecho de cómo está quedando. Así, llevo meses leyendo obras históricas del manga y también biografías de autores y la verdad es que no me canso. Por supuesto, la mayoría de lo que leo también lo comento aquí, de ahí que en este último año salga tanta obra viejuna en este humilde blog.

Después de leer tantas biografías, como la de Yoshihiro Tatsumi o la de Shigeru Mizuki, me parecía una vergüenza no haber leído la “biografía manga” por antonomasia, la primera que hubo y la que marcó escuela: Manga Michi (el camino del manga). Corrijo: no haber leído entera esta obra, pues hace años adquirí el primer tomo de una de las varias ediciones que tiene y lo leí con gran interés, aunque no pasé de allí por el motivo de siempre: demasiados tomos y demasiado poco tiempo. No obstante, esta vez me lié la manta a la cabeza y me decidí a leerla entera porque considero que menudo “estudioso del manga” soy si no he leído una obra tan capital como esta. Para ello, investigué para encontrar la edición más compacta posible de la obra (y que no fuera edición de bolsillo, que no me gusta nada), así que finalmente di con una edición en 4 enormes tomos de unas mil páginas cada uno editada entre 1986 y 1987 por la editorial Chūō Kōronsha, que además contiene las tres primeras sagas, Asunaro-hen, Risshi-hen y Seiun-hen.

Maga y Saino conocen a "dios" Tezuka. Ojo a la representación gráfica "resplandeciente" que hacen de él, ¡es tronchante!

Maga y Saino conocen a "dios" Tezuka. Ojo a la representación gráfica "resplandeciente" que hacen de él, ¡es tronchante!

¿Y de qué va Manga Michi? Pues es la historia de dos chicos, Michio Maga y Shigeru Saino, desde que se conocen en la escuela primaria hasta que empiezan a obtener éxito como dibujantes de manga. El autor dice que la obra está “inspirada” en su propia vida, pero da la sensación de que es mucho más que eso: más que “inspirada”, a mí me parece una autobiografía en toda regla. Seguramente hay episodios totalmente inventados o exagerados, que no tienen nada que ver con lo que ocurrió en la realidad, pero en general la obra se me antoja un auténtico relato autobiográfico por varios motivos. Los nombres de los protagonistas son distintos a los reales: así, Michio Maga, que es el que relata la historia, es en realidad Motoo Abiko (conocido con su nom de plume de Fujiko Fujio Ⓐ); Shigeru Saino sería por supuesto su compañero Hiroshi Fujimoto (es decir, Fujiko F. Fujio, el autor de Doraemon). En cuanto a su pseudónimo como autores, en Manga Michi se hacen llamar primero Shigemichi Ashizuka (Fujio Ashizuka en la realidad) y luego lo cambian a Shigemichi Masai (o sea, los Fujiko Fujio en la realidad). Aparte de estos cambios de nombres en los protagonistas, el resto de “personajes” de la historia aparecen con sus nombres reales.

¡Y menudos personajes! Entre ellos destaca por supuesto la figura de Osamu Tezuka, el “dios del manga”, pero también aparecen Hiroo Terada (un día hablaré más sobre él, cada vez me cae mejor este hombre, el gran olvidado de la historia del manga, pobre), Fujio Akatsuka, Shōtarō Ishinomori, Jirō Tsunoda, etcétera, es decir, grandes nombres del manga de los años 50, los que hicieron del cómic japonés la gran industria del entretenimiento que es hoy.

Maga y Saino dibujando. A la izquierda, una muestra del manga que dibujan en ese momento (y que es un manga real que Fujiko Fujio hicieron en aquella época). Hay un montón de páginas de muestra como esta, a veces historias enteras.

Maga y Saino dibujando. A la izquierda, una muestra del manga que dibujan en ese momento (y que es un manga real que Fujiko Fujio hicieron en aquella época). Hay un montón de páginas de muestra como esta, a veces historias enteras. El scan es malillo porque cuesta un montón abrir bien estos libros tan gruesos para escanearlos.

Manga Michi empieza, como ya he dicho, contando el encuentro entre Maga y Saino y el inicio de su gran pasión con el manga en la pequeña ciudad provinciana de Takaoka, en la fría prefectura de Toyama. Su gran pasión se consolida gracias al descubrimiento, por pura casualidad, de la revolucionaria Shintakarajima (La nueva isla del tesoro) de Osamu Tezuka y Shichima Sakai. A partir de entonces, ambos desarrollan auténtica pasión por Tezuka y empiezan a cartearse con él, llegando incluso a ir a visitarle expresamente a su casa de Takarazuka antes de que se mude a Tokio. Luego, la obra sigue contándonos las peripecias de ambos chicos, que van presentándose a varios concursos y van evolucionando como autores de manga amateur, siempre trabajando juntos bajo el pseudónimo “Shigemichi Ashizuka” –Shigemichi por la combinación de sus nombres, Shigeru y Michio, y Ashizuka (que se escribe 足塚 pie-túmulo) en homenaje a su admirado Tezuka (手塚 mano-túmulo) –. La historia se centra en este punto sobre todo en Maga, que al terminar el instituto empieza a trabajar en un periódico, donde trabaja realizando ilustraciones para anuncios y cosas así. Un trabajo que deja al cabo de un tiempo para perseguir su sueño, junto con Saino, de ser dibujante profesional de manga.

Así, ambos se mudan a Tokio para empezar su trayectoria profesional y empiezan a vivir y trabajar en una minúscula habitación de dos tatami (¡poco más de 3 metros cuadrados!), en casa de unos familiares lejanos. Al cabo de un tiempo, Tezuka, que se había mudado un tiempo antes a Tokio desde Takarazuka y había estado viviendo en un edificio de apartamentos llamado Tokiwa-sō (donde uno de sus vecinos es el también mangaka Hiroo Terada), decide mudarse y les ofrece a Maga y Saino trasladarse a vivir a su hasta entonces apartamento. Ambos, contentísimos, aceptan (¡van a vivir donde vivió su gran maestro, el “dios del manga”!), pero poco después se dan cuenta de que no tienen los 30.000 yenes que hay que dejar en depósito al dueño del inmueble. Tezuka, sin embargo, decide no retirar el depósito que él había dejado al entrar a vivir para que los dos jóvenes puedan hacer el traslado sin problemas (meses más tarde, cuando empiezan a ganar algún dinero, Maga y Saino le devuelven los 30.000 yenes al gran maestro). De este modo, los dos empiezan a vivir en los míticos apartamentos Tokiwa-sō junto a Terada (al que llaman cariñosamente Tera-san, y que se convierte en una especie de “hermano mayor” para ellos). ¡Ahora disponen de un apartamento enorme, ni más ni menos que de cuatro tatamis y medio (¡Casi siete metros cuadrados!) –irony mode OFF–.

Una vez en el Tokiwa-sō, la carrera de Saino y Maga empieza a despegar, y junto a Tera-san y otros dibujantes forman el Shin Manga-tō (Nuevo partido manga) como vía para desarrollar nuevos proyectos. Al cabo de un tiempo, el también dibujante Shin’ichi Suzuki se muda también al Tokiwa-sō, que empieza a convertirse en los míticos “apartamentos del manga”. Ya hacia el final de Manga Michi, aparecen dos jóvenes y prometedores dibujantes llegados también desde provincias: Shōtarō Ishimori (antes conocido como Shōtarō Onodera y después como Shōtarō Ishinomori) y Fujio Akatsuka, que después entrarían también a vivir en Tokiwa-sō. Sin embargo, Manga Michi se da por concluido antes de que Ishimori y Akatsuka entren a vivir en los apartamentos, qué lástima. Así, puedo calcular que el período que se narra en Manga Michi abarca desde 1945 hasta finales de 1955 o principios de 1956, ya que Ishimori y Akatsuka se mudaron al Tokiwa-sō en abril de 1956.

Maga y Saino dibujando a toda caña en el Tokiwa-sô

Maga y Saino dibujando a toda caña en el Tokiwa-sō

Manga Michi empezó entre 1970 y 1972 como un pequeño extra serializado de dos páginas en una sección llamada Manga Kyōshitsu (Aula Manga) en la que el autor enseñaba a dibujar manga. Con ese material, publicado en la revista Shōnen Champion de la editorial Akita Shoten, se acabó publicando un solo tomo: es la parte actualmente conocida como Asunaro-hen (Saga “El día de mañana vamos a ser…”), y que tiene un estilo de dibujo bastante caricaturesco e infantil. Más tarde, en 1977, y con un dibujo mucho más sobrio que la Saga Asunaro-hen, Fujiko Fujio Ⓐ inició de nuevo la empresa de contar su biografía en forma de manga, y esta vez eligió las páginas de la revista Shōnen Gahō para hacerlo, una empresa que continuaría hasta 1982, cuando dio conclusión a la historia, que se recopiló en 19 tomos repartidos en dos sagas: la Risshi-hen (Saga de la determinación) y la Seiun-hen (Saga de la ambición). Este material hasta aquí es lo que se considera el “Manga Michi clásico” y el que se recopila en los 4 mega-tomos que he leído.

Por si fuera poco, sin embargo, la historia no acaba así, ya que más adelante, a finales de los años 80, Fujiko Fujio Ⓐ siguió con la historia en la llamada “Segunda parte”, que publicó por entregas al final de los tomos recopilatorios de sus obras completas. Esta segunda parte cuenta con dos tomos. Y ya para terminar, desde 1997 el autor se dedica a explicar más anécdotas de su vida, en lo que se considera la secuela de Manga Michi: la obra Ai… Shirisomeshi koro ni…, publicada en la revista Big Comic Zōkan y aún abierta con 9 tomos; en los próximos días publicaré las reseñas de estas otras obras. Además, a finales de los 80 se realizaron dos series de televisión con actores de carne y hueso basadas en Manga Michi.

Manga Michi no es solo interesante porque cuenta la historia de dos chavales aficionados al manga que deciden ir en pos de su gran sueño de ser dibujantes de cómic en una época en la que el manga no tenía, ni de lejos, el estatus que tiene ahora. A mí también me parece interesantísimo porque, intercaladas entre las páginas de la historia, se pueden leer extensas muestras de los trabajos que iban realizando Maga y Saino como autores, desde sus primeros gags y tiras que enviaban a concursos como dibujantes amateur a obras autoconclusivas o serializaciones que realizaron durante sus primeros años en Tokio, pasando por supuesto por la mítica obra Utopia (firmada por Fujio Ashizuka), considerada la obra con la que debutaron y que actualmente es el segundo libro de manga más buscado y cotizado en el mercado de libro antiguo, solo superado por el Shintakarajima de Tezuka y Sakai. Además, también se incluyen documentos como las cartas que enviaron y recibieron de Tezuka, entre otros, e interioridades de las editoriales y revistas de la época. Poder leer estas muestras es realmente interesante y hace de esta obra, Manga Michi, un verdadero tesoro.

Los 4 mega-tomos de Manga Michi puestos al lado de un 666 Satan de Glénat

Los 4 mega-tomos de Manga Michi puestos al lado de un 666 Satan para comparar

Lo mejor

  • Historia muy interesante y contada con el máximo detalle. Probablemente –esto es una deducción mía– el autor siempre ha llevado un diario y ha basado Manga Michi en él; de hecho, a veces aparecen fragmentos del diario, lo que hace que la historia cuente con una cantidad de detalle ingente.
  • Las muestras de manga auténtico intercaladas en la historia. ¡Verdaderos tesoros de la historia del manga!
  • La absoluta devoción y admiración que demuestran Maga y Saino por Tezuka, y la manera con que lo pintan. A veces da risa y todo de lo exagerado que llega a ser. ¡Pero es que Tezuka merece eso y más!
  • Se reivindica la figura de Hiroo Terada, un personaje esencial en el manga de los años 50, no tanto por su obra (que no llegó a destacar demasiado) sino por su papel como elemento aglutinador y “portador de buen rollo” entre los habitantes del Tokiwa-sō. Es posible que, de no haber sido por los ánimos de Tera-san, algunos de los grandes padres del manga hubieran abandonado sus carreras tras haber sufrido algún gran revés, como cuando en la historia Maga y Saino sufren una enorme pájara y no consiguen llegar a tiempo con un montón de fechas de entrega, lo que les granjea el recorte de todas sus series y el rechazo de casi todas las editoriales y revistas de la época.
  • Me entraron unas ganas irrefrenables de volver a pasear por los alrededores de donde estaba el Tokiwa-sō y en mi viaje a Tokio de diciembre pasado pude hacerlo… ¡Y con resultados magníficos (ya veréis el vídeo)!

Lo peor

  • Al contar la historia con tanto detalle, a veces la acción resulta demasiado lenta.
  • Solo abarca unos diez años de la historia de Maga y Saino. Me habría gustado leer más sobre su vida, y sobre todo sobre su época de más éxito: el inicio de Doraemon, Ninja Hattori-kun y todo esto.
  • No me gusta que sea “semi” autobiográfica y que el autor cambiara su nombre real y el de su compañero Hiroshi Fujimoto por otros nombres. Hubiera preferido una autobiografía en toda regla y no tener dudas sobre qué es lo que ocurrió en realidad y qué es lo que se ha sacado el autor de la manga para esta obra.
  • Por lo anticuado del estilo de dibujo, la temática alejada de la acción pura y dura y basada en “los buenos viejos tiempos” (del Japón de la posguerra) y su gran extensión, me parece prácticamente imposible que algún día podamos ver Manga Michi publicada en Occidente.

Kawaita kisetsu (La estación seca)

Thursday, December 10th, 2009
  • Título: 乾いた季節 –Kawaita kisetsu– (La estación seca)
  • Autor: Yoshihiro Tatsumi
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Young Champion
  • Años publicación: 1990
  • Clasificación: seinen, slice of life
  • Tomos: 2

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La historia de estos dos tomos de Kawaita kisetsu es curiosa. Resulta que un amigo me pidió si podía encontrar el título y fecha originales de publicación del tomo Venga, saca las joyas, de Yoshihiro Tatsumi, que editó en 2004 Ponent Mon. No tuve suerte y aún hoy no he conseguido averiguar este dato (si alguien lo tiene, que lo ponga en los comentarios, por favor), pero en mi búsqueda fui a parar a la web oficial de Yoshihiro Tatsumi. En esa web hay un apartado de “venta”, y quedé sorprendidísimo al ver que varios ejemplares firmados por Tatsumi u otros autores estaban disponibles por muy poco dinero… Ni corto ni perezoso, decidí comprar los dos tomos de Kawaita kisetsu que allí se ofrecían, con sendos magníficos dibujos y firmas de Tatsumi, por lo que rellené el formulario y lo envié por e-mail. Al día siguiente, ¡tenía un mail del propio Tatsumi! Qué fuerte… Al cabo de poco recibí los tomos y a día de hoy sigo escribiéndome con él, a ver si le puedo conocer en persona un día de estos (en este último viaje no ha podido ser porque justo está en Singapur, ya que están rodando una película basada en su obra).

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

No conocía Kawaita kisetsu, pero este feliz acontecimiento me ha permitido poder leer una obra muy “Tatsumi”. Se trata de historias autoconclusivas, muy del estilo de este autor, que se publicaron en 1990 en las páginas de la revista Young Champion. Son duras, con actos de violencia, sexo prácticamente explícito, perversiones incluso; páginas llenas de ese ambiente deprimente y ese sabor amargo del Japón más sórdido, el Japón de los bares de baja ralea, los antros de perversión de Kabuki-chō, las prácticas ilegales, etcétera.

Se trata de una obra muy “de su tiempo”. A finales de los años 80, cuando la burbuja económica japonesa estaba más hinchada que nunca, se sucedieron actos realmente feos de mobbing inmobiliario. Así, los yakuza y demás gente de mal hacer se dedicaron a atosigar a personas que toda la vida había estado viviendo en un lugar X, durante generaciones, para que se fueran de allí, dejando vía libre a la compra de esos terrenos y a su posterior venta a precios astronómicos a constructoras y similares. Vamos, exactamente lo mismo que ha ocurrido en España en estos últimos años, cuando la especulación inmobiliaria estaba a la orden del día, qué os voy a decir (los españoles hemos sido tan gilipollas de, teniendo el precedente de Japón relativamente fresco, seguir exactamente el mismo camino, de ahí la crisis actual, que en Japón duró más de diez años (leed, leed, este artículo de Wiki y veréis la que nos espera, los políticos van diciendo que ya empezamos a salir de la crisis, pero hm… No sé, no sé – Traducción de Google, aquí). En Kawaita kisetsu, pues, encontramos historias en este contexto de los “locos años 85-90 (aprox.)” de la burbuja económica japonesa, pero no historias de éxito, que sería lo más normal, sino historias de perdedores, víctimas y gente de baja ralea.

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Muchas de las historias transcurren en barrios sórdidos de mala vida.

A mí personalmente me encanta este estilo Tatsumi, así que he devorado los dos tomos, que contienen un total de 19 historias, en un santiamén. ¡Y encima firmados y con dibujazos! Directamente pasan al lugar de honor de mi colección, faltaría más.

Lo mejor

  • El ambiente sórdido que Tatsumi imprime a sus historias
  • El hecho de que, pese al contexto de euforia económica que se vivía aún en 1990, este manga sea tan oscuro
  • El humor que hay en algunos momentos

Lo peor

  • A veces el dibujo de Tatsumi flojea un poco
  • Que las nuevas generaciones no sepan apreciar el arte y la maestría de Tatsumi

Tsuri baka nisshi (Diario de un loco por la pesca)

Tuesday, December 1st, 2009
  • Título: 釣りバカ日誌 –Tsuri baka nisshi– (Diario de un loco por la pesca)
  • Autor: Jūzō Yamasaki (guión) / Ken’ichi Kitami (dibujo)
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Original
  • Años publicación: 1979-?
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 75 (en curso)

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Tsuri baka nisshi es otro de esos manga “eternos” tan queridos por los japoneses y que prácticamente todo el mundo en el país del sol naciente conoce. Al igual que ocurre con KochiKame u Oishinbo, Tsuri baka nisshi es uno de esos tebeos que te encuentras siempre en los garitos de comida rápida tipo ramen, soba, donburi y tal, para leer mientras llenas la barriga de rica y sencilla comida sin pretensiones.

En publicación desde 1979, actualmente llevan ya recopilados 75 tomos de esta historia medio costumbrista, medio de humor sobre las andanzas de un chupatintas japonés que un buen día descubre el mundo de la pesca gracias a su jefe y acaba volcándose de pleno en ella, hasta llegar a cotas absurdas. El humor de este manga es muy suave y de tipo “cariñoso”; es decir, en general uno no se ríe a carcajadas ni hay chistes en especial, sino que son situaciones llevadas un poco al extremo con el único objetivo de entretener al lector y hacerle pasar un buen rato.

Densuke Hamasaki es un relativamente joven empleado de una constructora japonesa que tiene una vida de lo más normal: vive con su esposa embarazada en un piso bastante destartalado y la verdad es que no hace gran cosa aparte de trabajar, ya que no tiene ninguna afición destacable. Esto juega bastante en su contra en una sociedad como la japonesa, donde por ejemplo ir a jugar al golf los domingos con los jefes o con posibles clientes de otras empresas puede hacer (o podía, al menos en los años 80) que se te considere seriamente para un ascenso. Por eso su mujer le empuja bastante para que se busque una afición, ya que a ella le gustaría vivir un poco mejor. Recordemos que la serie empieza en el Japón de los primeros años 80 y que por lo tanto todos los estereotipos de la época se cumplen, entre ellos el de “el hombre gana el pan y la mujer se queda en casa y cuida de los niños”.

El jefe de sección de Hamasaki es un tío bastante borde que siempre llama “Hamazaki” al chico (lo cierto es que lo más normal sería que los kanji de su apellido se leyeran Hamazaki, con “z”, pero en su caso no es así – imagino que es lo mismo que siempre le pasa al autor, que se llama Yamasaki en vez de lo que sería más normal, “Yamazaki”, e supongo que es por eso que firma en hiragana (やまさき yamasaki) en vez de con kanji (山崎), ya que el 100% de los japoneses lo leería por defecto “Yamazaki”.). En fin, que un buen día, el jefe, que se llama Sasaki, invita a Hamasaki a ir de pesca porque no consigue que nadie más le acompañe. Y es que lo que en realidad desea es a un acompañante porque ha invitado a la dueña de un bar que él frecuenta, que irá con una amiga fea, y necesita que alguien le quite a la fea de encima para ver si se puede ligar a la dueña (y sí, está casado). En la primera salida de Hamasaki, resulta que tiene la suerte del principiante y pesca un montón de peces ante el jefe, que no puede contener la rabia ante la humillación sufrida a manos de ese novato de pacotilla, con lo que surge una insana rivalidad.

Este Hamasaki es un auténtico pirado por la pesca

Este Hamasaki es un auténtico pirado por la pesca

El episodio hace que Hamasaki descubra la pasión por la pesca, que llevará a sus últimas consecuencias, como por ejemplo cuando, en el momento de nacer su primer hijo, se obsesiona con pescar una carpa gigante muy escurridiza, a la que persigue desde hace semanas, hasta el punto de que llega tarde al hospital, cuando el niño ya ha nacido (eso sí, el tío consigue pescar la carpa). Y así, cuando la mujer le pregunta qué nombre quiere ponerle al niño, él dice lo primero que le viene a la mente, que es Koitarō (koi significa “carpa”, mientras que “tarō” es un sufijo muy habitual para nombres de primeros hijos varones). A la mujer, que ignora que su marido ha estado pescando mientras ella sufría en la sala de partos, le gusta el nombre ya que la figura de la carpa se asocia a la fuerza y al vigor… Y bueno, así siguen las andanzas del gañán de Hamasaki, siempre relacionadas con el mundo de la pesca pero que en general tienen más que ver con el día a día y las situaciones tontuelas.

Tsuri baka nisshi es extremadamente famosa en Japón no solo por el manga, sino también por las películas de imagen real basadas en ellas. Estas películas están muy ligadas a Tora-san en la psique japonesa, puesto que al principio (finales de los 80) las pelis de Tsuri baka nisshi se produjeron para que sirvieran como “teloneras” para las de Tora-san, aunque pronto se independizaron. Y tras la muerte de Kiyoshi Atsumi, el prota de Tora-san, se convirtieron en las películas insignia de la mítica productora Shōchiku. Así, el muy chabacano actor Toshiyuki Nishida interpreta a Hamasaki (apodado Hama-chan) en una serie de películas que consta de 20 secuelas y… Se acabó, porque la 20º película (O sea, Tsuri baka nishi 20), que se estrena el 26 de diciembre de 2009, será la última.

El manga en sí me ha gustado bastante, es entretenidillo y, sobre todo, me gusta por la misma razón que me gustan otras series del mismo tipo: porque me interesa el fenómeno sociológico que suscita en Japón y me gusta mucho entrar en él para investigarlo. Y en este sentido ha sido un placer conocer Tsuri baka nisshi, aunque sea de refilón ya que solo he leído el tomo 1. También me gusta el guión, porque combina las viñetas de toda la vida con textos de narración bastante jocosos, lo que crea un efecto bastante particular y original (dentro del mundo del manga, donde no abunda este tipo de recurso).

La pesca, por cierto, es una afición muy común en Japón. Aunque parece que en los últimos años ha pasado un poco de moda, durante los 80 y los 90 muchos japoneses se iban a pescar para relajarse y abundan las piscinas y estanques privados, en las ciudades, donde por un módico precio uno puede ir con su caña de pescar a pasar el rato (eso sí, en general uno no se puede llevar los peces que pesca, sino que los tiene que devolver al agua). Si digo que ha pasado un poco de moda es porque cuando yo fui a Japón por primera vez, en el año 1999, me sorprendí mucho al ver un montón de tiendas de pesca por todos lados, pero últimamente no veo tantas, ni mucho menos. Y, por cierto de nuevo, este no es el único manga de pesca que existe: hay un shōnen extremadamente famoso llamado Tsurikichi Sanpei (Sanpei el pescador) que tuvo un éxito tremendo en su momento.

Dedico esta entrada a Roger de ComerJaponés, ya que en nuestro encuentro en el Koyuki (entrevista aquí y aquí) le llamó la atención los montones de tomos de Tsuri baka nisshi que tiene el dueño en las estanterías (ver foto 1 en el primer link y la última foto del segundo link) y le prometí que reseñaría esta obra. A Roger le hace gracia, por cierto, que cada tomo está titulado con el nombre de un pez diferente (el tomo 1 es メダカの巻 Medaka no maki. Medaka es un tipo de pescado desconocido por estos lares, mientras que “no maki” significa “historia de” y es un sufijo bastante habitual para indicar “tomo” o “capítulo”). En la contracubierta de cada tomo aparece una foto del pez en cuestión con una explicación sobre su hábitat y tal y otra explicación sobre los trucos para pescarlo. La verdad es que resulta interesante, sí.

Lo mejor

  • Un clásico entre clásicos.
  • Una lectura entretenida.
  • Una ventana a la vida de un japonés cualquiera en el Japón de los primeros años 80.
  • El estilo del narrador.

Lo peor

  • El estilo de dibujo es más bien sencillo (aunque pega muy bien con el tono del manga, todo hay que decirlo).
  • El protagonista de las películas de Tsuri baka nisshi nunca me ha caído bien.