El blog de Marc Bernabé

Ginga Tetsudō 999 (Expreso galáctico 999)

Thursday, September 17th, 2009
  • Título: 銀河鉄道999 –Ginga Tetsudō 999– (Expreso galáctico 999)
  • Autor: Leiji Matsumoto
  • Editorial: Shōnen Gahō-sha
  • Revista: Shōnen King
  • Años publicación: 1977-81
  • Clasificación: shōnen, ciencia-ficción
  • Tomos: 18

Tengo en mi biblioteca varios tomos de obras de Leiji Matsumoto, el gran revitalizador de la “space opera” en el manga de los años 70 y autor de obras esenciales del género como Capitán Harlock o Queen Emeraldas, además de diseñador de personajes en la mítica serie de animación Uchū Senkan Yamato (Crucero espacial Yamato), que marcó un antes y un después en la historia del anime. Hasta ahora, sin embargo, no sé muy bien por qué, aún no me había decidido a redactar ninguna reseña. Pues nada, en parte por petición de algunos lectores del blog y en parte porque me apetece, me voy a dar el gustazo de reseñar Ginga Tetsudō 999 (Expreso galáctico 999), seguramente su obra manga más conocida y apreciada en Japón.

Ginga Tetsudō 999 (los números se leen en inglés: “three nine”) está protagonizada por Tetsurō Hoshino, un chico muy pobre que vive en la Tierra en un futuro no especificado en el que la mayoría de las personas han cambiado sus cuerpos humanos por cuerpos mecánicos. Sin embargo, Tetsurō y su bellísima madre (¡esos estilizados y preciosos diseños femeninos de Matsumoto, uffff!) son de los pocos que aún son 100% humanos. En un momento dado, Tetsurō y su madre sufren un ataque de uno de estos humanos mecanizados (ahora los llamaríamos ciborgs, ¿no? ^_^) que mata a la madre y la diseca para decorar su casa. Tetsurō, desorientado y triste, vaga en medio de la nieve y cae tras perder el conocimiento. Más tarde, se despierta en casa de la misteriosa Maetel, una guapísima mujer que se parece mucho a su madre y que le ofrece un billete para subir al mítico Expreso Galáctico 999, que solo parte una vez al año de la Tierra para viajar hasta Andrómeda, haciendo innumerables escalas en su recorrido. El sueño de Tetsurō es conseguir él también un cuerpo mecánico con el que poder vivir indefinidamente, pero no tiene dinero con el que pagárselo. Sin embargo, como existe el rumor de que en una de las paradas del Expreso se regalan cuerpos mecánicos a los viajeros del tren, acepta el ofrecimiento de Maetel.

Tetsurō no entiende por qué Maetel le ofrece semejante valiosísimo billete solamente a cambio de que “deje que ella le acompañe en su viaje”, pero tampoco se lo piensa dos veces al aceptar participar; su anhelo de conseguir un cuerpo mecánico puede más que los peligros que le acecharán en el trayecto. Antes, sin embargo, toma un fusil de casa de Maetel, va a casa del asesino de su madre y se lo carga a él y a todos los que le acompañan, incendiando después su mansión hasta los cimientos. Una vez cobrada su venganza, Tetsurō sube al mítico Expreso Galáctico 999 (un tren que vuela por el espacio y que tiene apariencia de tren antiguo de vapor, aunque es una nave espacial en toda regla) junto a la enigmática Maetel y, juntos, emprenden un viaje que les llevará hasta Andrómeda.

Tetsurō, Maetel y el Expreso Galáctico 999

En el camino, irán parando en varias estaciones, a cuál más variopinta (Marte, Titán, Neptuno, Comet Station, Mefisto…), donde el tren estará estacionado durante un día de cada uno de esos sitios (que puede ir de las poco más de 24 horas de Marte a los más de seis días de Neptuno). En ese tiempo podrán descender libremente del tren y hacer algo de turismo. En cada uno de estos lugares, así como durante el propio trayecto por el espacio, Tetsurō y Maetel sufrirán innumerables peligros, conocerán a muchísimos personajes de todo tipo y tendrán montones de aventuras.

Estamos ante una obra extraña por la peculiar atmósfera que Matsumoto consigue darle, una atmósfera llena de melancolía, misterio y muchísimas cosas sin explicar. ¿Quién es Maetel? ¿Por qué parece tener siempre una respuesta para todo? ¿Por qué acompaña a Tetsurō así por las buenas? ¿Es ella humana? ¿Mecánica? ¿Un fantasma? ¿A qué responden los extraños actos de los diferentes personajes que van apareciendo? Por no decir la que creo que es la pregunta subyacente en todo el manga: ¿realmente vale la pena cambiar un cuerpo humano por otro mecánico? ¿Es el anhelo de Tetsurō algo erróneo? ¿Se arrepentirá Tetsurō de haber deseado tanto un cuerpo mecánico?

No entiendo mucho de arte o sensibilidad japonesa, pero existen un par de nociones estéticas intrínsecas del arte y el pensamiento japonés, el wabi-sabi y el mono no aware. Creo que la segunda noción casa muy bien con la atmósfera y la sensación que despierta Ginga Tetsudō 999 en el lector. El mono no aware es algo así como “la melancolía subyacente en las cosas”, “la empatía hacia lo que es efímero”; y puesto que es complicado explicar este concepto, porque hay que “sentirlo”, os remito a la Wikipedia por si os interesa ahondar más en él (lamentablemente, el artículo no está en español). No conozco un manga que explote más y mejor este sentimiento de melancolía, tristeza y enigma que Ginga Tetsudō 999; es una verdadera maravilla en este sentido. ¿Es realmente un manga de ciencia-ficción? Claro que sí, ya que salen naves espaciales, planetas lejanos, fusiles de rayos y cosas así, pero… Es mucho más que un manga de ciencia-ficción. Es realmente un pozo sin fondo de sensibilidad… Una sensibilidad muy japonesa, añado, y también complicada de comprender y apreciar para un occidental que no haya tenido cierto contacto con Japón.

Cuando hablamos del “expreso galáctico”, es irremediable relacionarlo con Ginga Tetsudō no yoru (La noche del expreso galáctico), el archiconocido y archiquerido (en Japón, claro) cuento del genial novelista Kenji Miyazawa en el que aparece también un tren que vuela por el cielo. Leiji Matsumoto no ha escondido en ningún momento que se inspiró en este cuento, entre otras fuentes, para crear este genial manga. A su vez, una película de Doraemon (en España conocida por el título de Doraemon y el tren del tiempo) está claramente inspirada en Ginga Tetsudō 999.

Ginga Tetsudō 999 cuenta con una primera parte de 18 volúmenes (en su edición original) publicados en la revista Shōnen King de la editorial Shōnen Gahō-sha entre 1977 y 1981, pero Leiji Matsumoto decidió retomar la serie bajo el mismo título y, a partir de 1996, la siguió en la revista Big Gold de Shōgakukan. Más tarde, la serie se mudó a la Big Comics y finalmente se fue publicando aperiódicamente en Internet; actualmente está disponible una edición en 21 tomos (el último publicado en 2005) que imagino que recopila toda la parte clásica y, a partir de ahí, empieza la nueva. Un poco lioso, la verdad. Por cierto, Matsumoto se ve que ha declarado en algún momento que le gustaría concluir la serie en el capítulo número 999 (aún le quedan unos cientos de capítulos, o sea que ya puede ir espabilando ^_^).

Este manga forma parte del “universo Leiji Matsumoto”, en el que distintos personajes como la reina Emeraldas o el capitán Harlock, entre otros, aparecen de vez en cuando con papeles secundarios. Sin embargo, aunque forma parte de este “Leijiverso”, a mí me parece que lo hace de forma bastante tangencial o, como mínimo, de forma menos notoria que en otras obras. Evidentemente, por cierto, este manga fue adaptado al anime en lo que actualmente se considera una serie de culto, y también se han realizado películas de cine (de animación), varios OVA e incluso un musical de teatro, entre otras adaptaciones.

Por su extensión y su antigüedad, considero complicado que veamos esta obra publicada en España, al menos a corto o medio plazo. Quién sabe si algún día el mercado español del manga estará suficientemente maduro como para aceptar (y convertir en rentable, que es otra cosa muy distinta y muchísimo más complicada) la edición de una obra maestra del manga clásico como esta, aunque actualmente el público es todavía muy joven y ávido de “lo último” (aunque sea de calidad discutible) en vez de aceptar y pedir obras inmemoriales como esta simplemente porque “el dibujo se ve anticuado”. Paciencia, paciencia…

Lo mejor

  • Una obra llena de sensibilidad muy especial.
  • Unos diseños femeninos deliciosos.
  • Dibujo clásico pero aún en boga.

Lo peor

  • El evidente machismo que se esconde detrás de la obra de Leiji Matsumoto (no solo en este título, sino en general) y que se manifiesta en frases como “las mujeres no están hechas para X” o “deja que te proteja yo, como buen hombre que soy” y similares.

Kyojin-tachi no densetsu (La leyenda de los gigantes)

Friday, September 4th, 2009
  • Título: 巨人たちの伝説 –Kyojin-tachi no densetsu– (La leyenda de los gigantes)
  • Autor: Yukinobu Hoshino
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Shōnen Jump
  • Años publicación: 1977
  • Clasificación: shōnen, ciencia-ficción
  • Tomos: 1


Antes que nada, gracias mil por los comentarios que estáis poniendo en el anterior post, el del Concurso, porque me están siendo muy útiles y pronto iréis viendo cambios en este blog porque algunas sugerencias me parecen muy buenas. De momento, y hasta que se cierre el concurso el día 15, sabed que los que todavía no hayáis participado podéis hacerlo sin ningún tipo de problema. Yo sigo con los posts y esta vez me he decidido a poner este, y se lo dedico a ale/pepino, que ahora mismo está en plan ci-fi setentero. ¡Espero que te guste, ale!

Hace más de un año y medio, cuando empecé con este blog, reseñé la obra Munakata kyōju ikōroku, una obra sobre un profesor de folklore que va desentrañando misterios del antiguo Japón. Este manga, obra de Yukinobu Hoshino, sigue publicándose hoy en día (lleva 11 tomos, lo que la convierte en la obra más larga de este autor de longeva carrera) y, por supuesto, personalmente sigo leyendo, a medida que salen, los tomos de este impresionante manga que ganó un prestigioso premio Media Arts Festival en 2008.

Si la serie de Munakata es lo más nuevo de Hoshino, esta vez quise indagar en los inicios de este gran autor esencialmente famoso por su obra de ciencia-ficción 2001 sen’ya monogatari (Las dos mil y una noches) –una obra que tendré que releer y reseñar un día de estos–. El manga elegido ha sido esta Kyojin-tachi no densetsu (La leyenda de los gigantes), serializada en la Shōnen Jump en el año 1977, tan solo dos años después de su debut como mangaka.

Este manga es curioso en el sentido de que tiene dos partes muy diferenciadas, pero vinculadas entre sí y ambas relacionadas con períodos glaciares. La primera parte se enmarca en el contexto de la 4ª glaciación, hace 60.000 años, y nos narra la historia de una estirpe de gigantes con poderes mentales –los Titanes–que habitaban en una zona muy concreta de la Tierra donde la gravedad era menor. Ante la amenaza del intenso frío, que podía acabar en breve con toda la avanzada civilización titán, los gigantes deciden construir una especie de pirámides en puntos estratégicos de todo el mundo para realizar un plan increíble que consiste en unir sus mentes y, con la ayuda de las pirámides, que magnifican el efecto, “robar” un gran pedazo del Sol para trasladarlo al espacio entre Júpiter y Marte, creando así un quinto planeta ardiente que se convertirá en un segundo sol que iluminará y calentará de nuevo la Tierra. El plan parece funcionar al principio, pero pronto las cosas se tuercen y el nuevo planeta estalla (lo que origina el actual cinturón de asteroides, se entiende). Los titanes, pues, son diezmados.

Ciencia-ficción clásica de la buena. ¡Este dibujo no parece para nada setentero! Hoshino estuvo realmente adelantado a su tiempo.

La historia se traslada entonces al año 1981, cuando una quinta glaciación amenaza a la Humanidad entera. Es entonces cuando a unos científicos se les ocurre enviar una misión tripulada a Júpiter para montar un tinglado (que también implica pirámides y tal) con el que hacer explotar el enorme planeta para convertirlo en un pequeño sol que ilumine y dé calor a la Tierra. Empieza entonces una saga de ciencia-ficción a lo 2001, odisea del espacio, en la que las cosas empiezan bien en el Prometeus (la nave que va a Júpiter) pero luego se tuercen cosa mala.

La leyenda de los gigantes es una historia de ciencia-ficción clásica, muy de su tiempo, que empieza de forma más bien titubeante, pero que tiene una última parte que va in crescendo y que me enganchó muchísimo. No es ninguna maravilla del manga moderno, y Hoshino aún tenía mucho que pulir en el campo del dibujo para llegar al nivel que alcanzó en los 80 y que sigue teniendo ahora. Aun así, el manga tiene un dibujo que aguanta muy bien el paso del tiempo, al contrario que la mayoría de las demás obras de manga de finales de los años 70, que ahora parecen de lo más anticuadas.

El argumento la verdad es que está bastante cogido por los pelos, es extremadamente fantasioso (¿hacer estallar Júpiter para conseguir un segundo sol?), y también contiene ingredientes típicos de la Guerra Fría (rusos y americanos en plan chungo), por lo que en este aspecto sí es un manga anticuado, como una de esas novelitas “pulp” de ciencia-ficción. También sorprende la premisa de que la Humanidad esté ante la amenaza de una glaciación, algo que a absolutamente nadie se le ocurriría en la actualidad, donde se habla siempre del calentamiento global y la amenaza que representa.

Bueno, un manga interesante, sin más, y bastante curioso para observar la trayectoria de un gran mangaka (que internacionalmente es bastante desconocido) como Yukinobu Hoshino, por el cual rompo una lanza. Alguien debería publicar de una vez Las dos mil y una noches en España, que además es una serie cortita de cuatro tomos. ¿No os parece?

Nanatsu no kao o motsu otoko, Tarao Bannai (Bannai Tarao, el hombre de los siete rostros)

Saturday, August 29th, 2009
  • Título: 七つの顔をもつ男、多羅尾伴内 –Nanatsu no kao o motsu otoko, Tarao Bannai– (Bannai Tarao, el hombre de los siete rostros)
  • Autor: Kazuo Koike (guión), Shôtarô Ishinomori (dibujo), Yoshitake Hisa (historia original)
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Shônen Magazine
  • Años publicación: 1978
  • Clasificación: shônen, misterio
  • Tomos: 5


Al final he tenido que dejar el blog de lado durante dos semanitas, pero por una muy buena causa: ¡mi hija Gemma nació el pasado 20 de agosto! Y esto de ser padre es un oficio absorbente, de verdad XD. Pero bueno, creo que ya todo empieza a volver a su (nuevo) cauce. En fin, vamos allá y retomemos el blog:
No recuerdo en qué librería de segunda mano de Tokio compré este tomo ni cuándo, pero viendo los nombres en la portada entiendo inmediatamente por qué alargué la mano hacia el libro y me hice con él sin pensarlo dos veces. No es para menos: en el guión tenemos a uno de los guionistas más prestigiosos del manga de todos los tiempos, Kazuo Koike (El lobo solitario y su cachorro, Lady Snowblood, Hanzo el camino del asesino…), mientras que a los lápices tenemos al mismísimo “rey del manga” Shōtarō Ishinomori. ¿Qué amante del manga clásico querría perderse una colaboración de este nivel?
Lo curioso es que esta obra no aparece apenas mencionada en las bibliografías ni de Koike ni de Ishinomori (salvo en las bibliografías más completas, claro). ¿Entonces qué pasa? Después de leer el cómic, tengo que decir que no es ninguna maravilla en ninguno de los dos aspectos, ni en el guión ni en el dibujo, pero tampoco me ha parecido tan malo como para merecer que la Historia se olvide de él. De hecho, tiene detalles muy buenos y se deja leer de forma bastante trepidante, lo que ojalá muchos manga de hoy en día pudieran decir.
Las aventuras del detective Bannai Tarao (vaya apellido más desafortunado, por cierto XD) son una serie de novelas creadas por Yoshitake Hisa a partir de la posguerra y que obtuvieron mucho éxito durante los años 50, cuando fueron adaptadas a la pantalla grande. Koike e Ishinomori quisieron rendir homenaje a este carismático personaje y le dedicaron este manga en 1978, ya años después de su gran “boom”.

La famosa frase trademark de Tarao: “A veces soy chófer tuerto, a veces marinero de ultramar, a veces gran magnate, a veces bien vestido caballero de mediana edad, a veces cocinero chino, a veces misterioso cazador, y a veces el detective Bannai Tarao… Y sin embargo, mi verdadera identidad… ¡Es la del mensajero de la justicia y la verdad: Taizō Fujimura!”

El manga nos cuenta las tribulaciones de un envejecido Bannai Tarao que busca desesperadamente a algún joven digno de convertirse en el segundo Bannai Tarao. Un día conoce a Junpei Shitai, un joven muy impulsivo y testarudo, y decide investigarle para ver si se corresponde con la idea que tiene del que debería ser su sucesor. A pesar de lo brusco que es y los aparentes problemas de carácter que tiene Junpei, Tarao decide finalmente que este chico es su sucesor ideal… Y se enfrasca en la tarea de atraerle hacia sí y convencerle de que herede su puesto, el puesto del prestigioso detective de las “siete caras” (siete disfraces con los que es capaz de camuflarse en cualquier entorno).
Junpei es más tozudo que una mula y no se deja convencer por Tarao y así empieza un tremendo estira y afloja entre los dos. Al final del primer tomo, por fin Tarao convence a Junpei para ser su sucesor y… la verdad es que en este punto me quedé con ganas de más, pero como solo tengo el primer tomo no sé cómo sigue. En fin, a ver si algún día tengo la oportunidad para ver cómo sigue el manga.
La verdad es que me ha gustado el manga, sí. Me ha parecido entretenido, bien narrado (cómo no, viniendo de la mente de Koike) y bien dibujado para la época. No entiendo cómo aparentemente no consiguió gran repercusión en su momento…

Shinpika Mizuki Shigeru-den

Wednesday, August 12th, 2009
  • Título: 神秘家水木しげる伝 –Shinpika Mizuki Shigeru-den– (Autobiografía del “misteriorista” Shigeru Mizuki)
  • Autor: Shigeru Mizuki
  • Editorial: Kadokawa Shoten
  • Revista: Kai
  • Años publicación: 2006-07
  • Clasificación: seinen, autobiografía
  • Tomos: 1

No creo que, después de haber leído la Autobiografía de Shigeru Mizuki, hubiese reparado nunca en esta obra, una de las más recientes del veteranísimo autor. Pero resulta que los tres tomos de la Autobiografía los conseguí en una subasta por internet y que este tomo venía como regalo extra del subastador. Así, sin comerlo ni beberlo, acabó en mi casa y me lo leí después de terminar los tres tomos de la biografía.
Estamos, de nuevo, ante una obra autobiográfica de Mizuki, la enésima después de Nonononbaa to ore y Mizuki Shigeru-den, y básicamente cuenta lo mismo que esta última. Pese a todo, a mí me ha gustado mucho leerla ya que, a pesar de el contenido es muy parecido, esta obra lo cuenta todo de forma más resumida (son 350 páginas, frente a las 1500 de la autobiografía) y por lo tanto más fácil de digerir.

Mizuki dibujando manga con su mujer embarazada de su primera hija

También incorpora algunos elementos de fantasía, como fantasmas corriendo por ahí, y sobre todo subsana uno de los defectos que le encontré a la autobiografía extensa. Aquí sí, cuenta Mizuki cómo empezó a dibujar, por qué se sintió atraído por el dibujo y por qué decidió hacerse dibujante. Además, como es una obra realizada un par de años después de la autobiografía, hacia el final cuenta cosas como la inauguración del museo y la calle en su honor en su pueblo, Sakai-Minato (que en la autobiografía relata de forma bastante circunstancial), y también comenta lo del premio que ganó en Angoulême por Nonnonbaa to ore.
El máximo defecto que se le puede achacar a esta obra es que, claro está, por su corta extensión no se recrea demasiado en según qué cosas y pasa muy por encima de un suceso a otro de su vida, pero como biografía resumida la verdad es que está muy bien.
Si me dijeran que alguien quiere publicar en España la autobiografía de Mizuki y me pidieran que eligiera entre esta obra o Mizuki Shigeru-den, la verdad es que no sé qué haría. Por un lado, la autobiografía es extensísima y detalladísima, muy interesante, pero son 3 tomos de 500 páginas, con lo que el coste de producción se dispararía y, dependiendo de las ventas que obtuviera, si fueran bajas sería un negocio ruinoso. Por otro, este libro es menos interesante pero es un solo tomo, por lo que sería más fácil de amortizar. Hmmm, ¿vosotros qué haríais?

Kappa Sen’ichi ya (Las mil y una noches kappa)

Monday, August 10th, 2009
  • Título: 河童千一夜 –Kappa Sen’ichi ya– (Las mil y una noches kappa)
  • Autor: Shigeru Mizuki
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 1986 (esta edición)
  • Clasificación: shōnen, seinen
  • Tomos: 1


Probablemente, si sois asiduos a la lectura de manga, conoceréis la figura de los kappa, estos seres que viven en pantanos y ríos de aguas claras, que tienen apariencia de tortugas, con membranas entre los dedos, una coraza a la espalda y un peinado en plan fraile budista. En plena coronilla, tienen una especie de “plato” que siempre debe estar lleno de agua, porque si se vacía, el kappa morirá. A los kappa les encantan los pepinos y luchar al sumo, entre otros tópicos que se repiten a la saciedad en los manga y anime. En fin, si queréis información más detallada, os remito a la Wikipedia.
Una de las obras más conocidas de Shigeru Mizuki, el maestro manga del folklore y los seres sobrenaturales de Japón, es Kappa no Sanpei, es decir, Sanpei el kappa. Aún no he podido leer Sanpei, por lo que nada puedo decir de ella, pero hace años cayó en mis manos este libro sobre kappa también dibujado por Mizuki, aunque hasta hace muy poco no había encontrado el momento para leerlo. Este libro es el primero de una serie de cuatro publicados por Kōdansha a mediados de los años 80, y cada uno de ellos tenía la particularidad de ser una recopilación de historias cortas relacionadas con un tema o un ser sobrenatural en concreto. Así, el tomo 1 va sobre kappa.
Lamentablemente, en ninguna parte aparece la fecha ni la revista original de publicación de las historias recopiladas en este libro, pero por lo que he podido investigar, muchas de ellas fueron publicadas en tomo por primera vez en 1970 por la editorial Futabasha, así que se puede deducir que son historias creadas durante los años 60 en varias revistas.

Historias de kappa

Ha sido bastante sorprendente leer este grueso tomo de 367 páginas porque la imagen de los kappa que da Mizuki es muy diferente a la imagen que se fomenta actualmente de ellos. Me explico, en la amplia mayoría de las obras en las que aparecen kappa creadas en los últimos años, se nos presenta a estos seres como personajillos adorables, monísimos y muy inocentes. Esto no significa necesariamente que sean obras malas, sino que la imagen que dan de los kappa es muy diferente a la visión tradicional de ellos.
Por cierto, aprovecho para recomendaros la peli de anime El verano de Coo, que ha sacado recientemente Selecta Visión. La verdad es que es cosa fina, una película maravillosa que me temo pasará desapercibida pese a su grandísima calidad. El verano de Coo, con un planteamiento muy Ghibli, está protagonizada por un adorable kappa.
La imagen tradicional de los kappa, en contraposición, es la de peligrosos seres que, a la que te despistas, te atrapan y te succionan las entrañas por el agujero del culo. Como veis muy lejos de los kappa actuales. Pues bien, en estas obras de Mizuki no es ni una cosa ni la otra: los kappa son feos y bastante tontuelos, pero no tienen ni pizca de maldad y acaban a menudo siendo víctimas de los humanos, que se aprovechan de ellos o directamente los matan. Se trata de un punto de vista intermedio entre la visión tenebrosa que se tenía de ellos hasta el siglo XIX y la imagen adorable que se fomenta actualmente, lo que es bastante curioso ya que podríamos decir que Mizuki es como el “eslabón” que une a las dos tendencias de presentar a estos seres.
Las historias en sí están bastante bien, algunas son mejores y otras peores, pero en general tienen una pátina bastante oscura y tenebrosa que hace que la obra se quede más en el terreno del seinen que del shōnen. El tomo se complementa con un par de historias no relacionadas con los kappa, pero también muy interesantes.