El blog de Marc Bernabé

Bōken shōnen (Chico aventurero)

Wednesday, February 5th, 2014
  • Título: 冒険少年 –Bōken shōnen– (Chico aventurero)
  • Autor: Mitsuru Adachi
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Original
  • Años publicación: 1998-2005
  • Clasificación: costumbrista, historias cortas
  • Tomos: 1

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Tras leer algunas de las historias más representativas de Mitsuru Adachi, autor que me parece entrañable, me apetecía leer algo distinto suyo. Y si sus obras son principalmente para público juvenil, de muchos tomos y generalmente de temática comedia romántica con el deporte como telón de fondo, desde luego Bōken shōnen no puede ser más atípico en su obra: este es un tomo único que recopila siete historias cortas publicadas en una revista para público adulto y de temáticas variadas, pero todas ellas con cierto regusto adulto.

Boken Shonen de Mitsuru Adachi

Una de las bonitas páginas a color con las que empieza cada una de las historias.

No voy a reseñar cada historia, sino que prefiero expresar mi opinión global sobre el tomo. La verdad es que esperaba más de esta lectura y, aunque no puedo decir que me haya decepcionado en su totalidad, sí que pensaba que Adachi daría para más en el campo de la historia corta para adultos. Hay alguna historia que me ha gustado, y alguna, como por ejemplo la última, que realmente ha llegado a mí, pero otras son bastante anodinas e incluso hay un par que, sorprendentemente para ser de Adachi, tienen una narración bastante confusa y cuestan de seguir.

Eso sí, en el plano gráfico Adachi se ha esmerado mucho en este caso, ya que todas las historias cuentan con una calidad de dibujo bastante superior a la habitual y se inician con preciosas páginas a color. En este aspecto, el tomo es una gozada y es más que digno de figurar en lugar preferente en la estantería de cualquier aficionado a este autor.

Lo mejor

  • El plano gráfico y las páginas a color.
  • Alguna historia que está realmente bien.

Lo peor

  • Globalmente, esperaba más de Adachi en este campo.

Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima)

Tuesday, January 28th, 2014
  • Título: 課長島耕作 –Kachō Shima Kōsaku– (Jefe de sección Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 1983-1992
  • Clasificación: empresarial, salaryman manga
  • Tomos: 17

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Hacía muchísimo tiempo que quería leer las andanzas de Kōsaku Shima, uno de los oficinistas salaryman más famosos del manga japonés, si no el más famoso. De hecho, ya había leído suelto algún tomo, pero de etapas posteriores, no de la primera serie, y siempre me había llamado poderosamente la atención por muchos motivos que expondré durante esta reseña.

Hace ya un montón que conseguí en una subasta de internet, por poco precio, los 17 tomos de los que se compone Kachō Shima Kōsaku, es decir, la serie con la que se inauguraría la gran saga de este personaje, y por fin me he decidido a empezar con ella… Y, desde luego, no me está defraudando, ¡de hecho estoy enganchadísimo y he devorado 6 tomos en cuestión de poco tiempo!)

¿Por qué me llama la atención la serie Shima Kōsaku? Primero, porque narra las aventuras y desventuras de un oficinista japonés en una gran empresa, aderezadas, eso sí, por numerosos escarceos amorosos y aventurillas por el estilo. Segundo, porque Kōsaku Shima no se ha quedado en el puesto de kachō (jefe de sección), sino que ha ido subiendo en el escalafón a través de los años (¡prácticamente en tiempo real!), e incluso se han realizado ya un par de precuelas. Contando que Shima nació (ficticiamente, se entiende) el 9 de septiembre de 1947, en estos momentos tiene 66 años y va camino de los 67.

A lo largo del tiempo, Shima ha protagonizado las siguientes series…

  • Gakusei Shima Kōsaku (Estudiante Kōsaku Shima) 2014-en curso – ningún tomo todavía
  • Young Shima Kōsaku (Joven Kōsaku Shima) 2001-2010 – Sin rango 4 tomos, como “encargado”, 4 tomos.
  • Kakarichō Shima Kōsaku (Líder de grupo Kōsaku Shima) – 2010-2013 – 4 tomos.
  • Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima) 1983-1992 – 17 tomos (la que reseñamos ahora)
  • Buchō Shima Kōsaku (Jefe de departamento Kōsaku Shima) 1992-2002 – 13 tomos
  • Torishimariyaku Shima Kōsaku (Director administrativo Kōsaku Shima) 2002-2005 – 8 tomos
  • Jōmu Shima Kōsaku (Director administrativo ejecutivo Kōsaku Shima) 2005-2006 – 6 tomos
  • Senmu Shima Kōsaku (Director ejecutivo Kōsaku Shima) 2006-2008 – 5 tomos
  • Shachō Shima Kōsaku (Presidente Kōsaku Shima) 2008-2013 – 16 tomos
  • Kaichō Shima Kōsaku (Presidente honorífico Kōsaku Shima) 20013-en curso – 1 tomo

En resumidas cuentas, desde hace ya más de 30 años, el autor Kenshi Hirokane nos está contando el avance de un ejecutivo en una empresa japonesa en tiempo real, y encima también va sacando tiempo para realizar precuelas, con lo que, a la postre, lo que vamos a tener cuando finalice la serie va a ser prácticamente la vida entera de un hombre. Si ahora acaba de empezar a narrarnos su etapa universitaria, no es descabellado pensar que igual cuando la termine de contar empezará a narrarnos su adolescencia, su infancia, etcétera, mientras a la par nos cuenta sus progresos en el momento “actual”, en tiempo real.

Recientemente, Shima fue nombrado presidente de su empresa tras una larga etapa como director general. El puesto de kaichō (presidente) es el más elevado al que podría aspirar dentro de su empresa, por lo que un posible siguiente paso sería el de, tal vez, manteniendo su puesto de kaichō dentro de la empresa, presidente del Keidanren, la asociación de empresarios japonesa equivalente a la CEOE española. Esto es lo que me respondió el propio autor, Kenshi Hirokane, cuando le entrevisté y le pregunté adónde podría llegar Shima, sugiriendo que tal vez a primer ministro de Japón. Su respuesta fue que no ve a Shima metiéndose en política general (política empresarial sí, de hecho toda la historia es una gran lucha política en la que los diferentes ejecutivos de la empresa se apuñalan y/o alían entre sí), pero sí lo veía como presidente del Keidanren. Veremos si eso se cumple y hasta dónde está dispuesto Hirokane a contarnos sobre la vida de Shima. ¿No os parece fascinante que exista una obra de cómic que cuente TODA la vida de una persona? A mí me deja con la boca abierta.

Kacho Shima Kosaku

¡Ay. Shima, que tu jefe te ha pillado montándotelo con la rubia en tu despacho!

Kachō Shima Kōsaku, es decir, la historia que empieza con el nombramiento de Shima como jefe de sección, es la primera históricamente hablando, y empezó en 1983. Shima es al principio de este manga un salaryman de unos 37 años que consigue que le nombren kachō, algo que a esa edad tan joven es bastante prestigioso en el contexto de la empresa, en su caso la fabricante de productos electrodomésticos y electrónicos Hatsushiba. Todo indica, por cierto, que la Hatsushiba es una especie de clon en manga de Panasonic (Matsushita en su nombre japonés), que se enfrenta a rivales como la Solar (Sony) o la Goyō (Sanyo) en el competitivo mercado japonés. De hecho, el propio autor Kenshi Hirokane trabajó durante unos años como salaryman en la propia Panasonic, lo que da cierto realismo a la historia.

El caso es que Shima es el típico salaryman de la llamada “generación baby boom” (dankon no sedai), los nacidos justo después de la II Guerra Mundial, un montón de gente que ha llevado las riendas del país japonés desde los años 80 y que, en estos momentos, supone un gran problema porque ya está a las puertas de la jubilación, cuando no ya jubilados, lo que implica mucha gente nueva cobrando generosas pensiones para muchos menos cotizantes que se las deben sufragar.

En todo caso, el típico salaryman de esa época era el que consideraba a la empresa como su familia, ya que todo giraba alrededor de ella, hasta el punto de pasar de “la propia familia” (en su caso, su mujer Keiko y una hija de unos 6 o 7 años, Nami). Las aventurillas de Shima en su serie incluyen, además de compromisos empresariales como salir de copas con los jefes, clientes o compañeros, o de ir a jugar al golf para hacer contactos, numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres. Desde compañeras de la oficina hasta “hostess” de local de alterne, pasando también por prostitutas (en Japón el que un hombre se acueste pagando con una mujer no está ni de lejos tan mal visto como en Occidente, o al menos en la época de Shima, ya que el tema en estos primeros tomos del manga, ambientados en tiempo real en los años 80, se trata con total y absoluta normalidad), clientas y/o proveedoras y básicamente cualquier mujer medianamente guapa que se le ponga a tiro. Shima no es un playboy, al menos no va de playboy, pero tiene cierto magnetismo y siempre acaba ligando.

Llevo unos 6 tomos leídos y también resulta interesante el hecho de que Shima tiene una alta movilidad dentro de la empresa: primero le mandan a Nueva York para pasar un año, hecho que le distancia aún más de su mujer, que se llega a buscar un amante (cosa que cabrea a Shima, que solo “sospecha de”, hasta el punto de plantearse pedir el divorcio y contratar a un detective privado, sin pararse a pensar ni un segundo –solo hasta que su amante de turno se lo sugiere– que él se ha follado a todo ser viviente sin remordimientos, ¿por qué le cabrea que su mujer tenga un amorío entonces?). En Nueva York, Shima tiene por supuesto una amante americana, rubia y guapísima, aunque la tiene que “compartir” con un hombre negro en una extraña relación triangular. Más tarde, Shima vuelve a la empresa madre en Tokio, se divorcia de su mujer (es ella quien se lo pide) y ahora mismo estoy en un momento en el que, tras un fuerte vaivén político en el seno de la empresa, que se cobra la cabeza de su superior, le envían a Kioto a trabajar en una de las fábricas de pequeños electrodomésticos de la Hatsushima. En Kioto, por supuesto, Shima tendrá escarceos con mujeres de la antigua capital, recatadas, vestidas con kimono y de antigua profesión… geisha, por supuesto.

Cosas que chocan de esta primera etapa: el papel de la mujer en la empresa. Básicamente mujeres florero que se ocupan de hacer el té y sacar fotocopias, y que a la que su novio le pide en matrimonio se largan sin más de la empresa, recibiendo felicitaciones de sus compañeros. El machismo brutal también presente en las relaciones fuera de la oficina, con los salarymen metiéndose en bares de alterne o directamente yéndose de putas. El politiqueo intenso en el seno de la empresa, con las diferentes habatsu (facciones) enfrentadas entre sí y las presiones para formar parte de un habatsu o de otro, algo que contribuye a marcar la carrera del oficinista, ya que si el jefe de su habatsu triunfa, entonces él también triunfará, pero si la caga (como le ocurre a Shima muy a su pesar, ya que rehúye pertenecer a ninguna facción, cosa que cabrea mucho a sus “líderes” pretendientes) puede significar que te manden a provincias (en esa época no se despedía a nadie en Japón, sino que se mandaba al “castigado” a un puesto de poca responsabilidad o incluso se le relegaba a puestos sin ningún tipo de peso, lo que creó los llamados madogiwa-zoku (tribu de al lado de la ventana), gente que simplemente calentaba su silla sin producir nada, eso sí, cobrando por supuesto su sueldo).

Muchísimas cosas más podría comentar sobre esta obra, pero creo que lo voy a dejar aquí y tal vez, si cuando acabe la serie de Kachō paso a la de Buchō (jefe de departamento), cuando reseñe esta seguramente tendré más chicha para comentar. A mí, desde luego, ya habéis visto que la serie me está encantando y ojalá la pudiera leer entera, pero de momento son 76 tomos disponibles entre todas las sagas y el tiempo del que dispongo es muy limitado y me gusta tener variedad en mi lectura, así que… Ya veremos.

Lo mejor

  • La vida entera de un oficinista japonés en manga. ¡Fascinante!
  • Historias entretenidas, un gran culebrón para lectores adultos masculinos.

Lo peor

  • El machismo y algunos detalles que a veces entonemos un gran WTF durante la lectura, pero son cosas de la mentalidad japonesa de la época, no podría decir que son un punto flaco de este manga, casi al contrario. Resulta interesantísimo.

Takeo-chan bukkairoku (Crónicas de los sucesos raros de Takeo)

Tuesday, January 21st, 2014
  • Título: タケヲちゃん物怪録 –Takeo-chan bukkairoku– (Crónicas de los sucesos raros de Takeo)
  • Autor: Minoru Toyoda
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Gessan
  • Años publicación: 2012-en curso
  • Clasificación: comedia, fantasía
  • Tomos: 5 (en curso)

Takeo chan Bukkairoku

Conocí al autor Minoru Toyoda gracias al dibujante Ken Niimura (¡leed Henshin! – bueno, ahora solo está en japonés, pero no tardará en estar disponible en castellano, seguro), que me recomendó muy encarecidamente su obra Raburoma la última vez que estuve de visita en su casa, y que encima tuvo a bien no solo regalarme el primer tomo en ese momento, sino que encima a posteriori se preocupó de conseguirme los restantes cuatro tomos y mandármelos por correo. Solo hace falta leer la reseña que hice en su momento de este manga para saber que me encantó.

Así pues, es normal que haya esperado con ganas la ocasión de hincarle el diente a su obra más reciente, Takeo-chan bukkairoku (Crónicas de los sucesos raros de Takeo), una ocasión que por fin ha llegado. Y, como no podía ser de otra manera, también he disfrutado muchísimo de su lectura.

El estilo gráfico de Toyoda es bastante peculiar, muy poco preciosista y bastante caricaturesco. Algunos pueden llegar a decir que es un dibujo “feo” o incluso “malo”, pero un ojo avezado ve enseguida que no es así. Cierto, no estamos ante un Takehiko Inoue, pero de lo que se trata en una buena historia es de meter al lector en la historia y no tanto de deleitarle la mirada. Cuántos mangas habré leído con un dibujo increíble pero que no consiguen enganchar, o de narración confusa y comprensión difícil… Toyoda es todo lo contrario: el dibujo no es espectacular, pero la historia te atrapa rápidamente y te sorprendes a ti mismo pasando página tras página con una sonrisa en la boca. De eso se trata.

Takeo chan Bukkairoku

Takeo en la casa encantada…

La historia nos cuenta las andanzas de una chica, Takeo, que pronto descubrimos que, por algún motivo, es una gafe redomada. Siempre le pasan cosas: tropieza, le caen macetas encima, casi la atropellan continuamente, los pájaros le cagan en la cabeza… Por eso, ya sabiéndolo, siempre va con casco, gafas protectoras y protectores de codos y rodillas. El manga empieza cuando Takeo, originaria de Hiroshima, llega a Tokio para empezar su vida como estudiante de bachillerato, ya que piensa que así causará menos molestias a sus padres.

La mala suerte de Takeo la persigue hasta el punto de que, in extremis, se queda sin plaza en la residencia estudiantil donde tenía que vivir, y acaba en una especie de mansión antigua, muy decrépita, que parece realmente una casa encantada… Y, efectivamente, ¡así es! La casa está habitada por todo tipo de seres sobrenaturales yōkai, que intentan asustarla… en vano. Al final, los yōkai, que terminan haciéndose amigos suyos, descubren que la mala suerte de Takeo se debe a algún tipo de maldición, y que la única forma de darle algo de solaz es provocando un instante de felicidad en ella… Como el cúmulo de “desgracia” que surge de ella cuando consigue un momento de felicidad es un manjar exquisito para los yōkai, estos se desvivirán para intentar contentarla…

Lo mejor

  • El cómic engancha muchísimo y enseguida coges cariño tanto a Takeo como a los yōkai.
  • Las diferentes peripecias están muy bien narradas, el estilo de Toyoda es realmente entrañable.

Lo peor

  • Lo de siempre: que mucha gente ni se acerque o interese por un manga tan bueno como este por el único motivo de que el dibujo “no les gusta” (y repito, esta es una sensación que puedes tener en el primer momento, pero a las dos páginas te olvidas y te metes en la historia. En serio, probadlo con historias semejantes publicadas en castellano, no os arrepentiréis. ¡El dibujo no lo es todo!)

Mirai no omoide (Recuerdos del futuro)

Thursday, January 16th, 2014
  • Título: 未来の想い出 –Mirai no omoide– (Recuerdos del futuro)
  • Autor: Fujiko F Fujio
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic
  • Años publicación: 1991
  • Clasificación: viajes en el tiempo, costumbrista
  • Tomos: 1

Mirai no omoide cover

Me apetecía leer algo de Fujiko F. Fujio (1933-96), creador, entre muchos otros personajes, de Doraemon, que fuera cortito y algo diferente a las temáticas infantiles que siempre había tocado, cuando me topé con este tomo único que ciertamente sí parecía distinto. Y efectivamente no me equivoqué, porque distinto lo es bastante.

Esta es la historia de un mangaka veterano, llamado Rihito Nando, que un día descubre que ya ha dejado de ser el autor exitoso al que todas las editoriales se disputaban, ya que la única serie que está llevando en una revista en estos momentos es cortada al cabo de pocos episodios por no gozar del favor de los lectores. Un día, Nando decide ir a jugar al golf con otros dibujantes y editores con la idea de intentar convencer a algún editor para que le deje proponer alguna serie, y allí se da cuenta también de que un antiguo ayudante suyo es ahora una verdadera estrella del manga que le ha dejado atrás. Jugando al golf, sufre una especie de ataque al corazón y… ¡cuando vuelve a despertar, se encuentra con que ha retrocedido 20 años atrás en el tiempo, que vuelve a ser joven y tiene que empezar de nuevo!

Nando, pues, que olvida todo lo que vivió en los años desde su debut hasta su supuesta muerte, obtiene una segunda oportunidad y… básicamente, hace exactamente lo mismo que hizo la primera vez: trabajar duro en sus primeros años, junto a sus amigos y compañeros de profesión viviendo una vida muy modesta en un pequeñísimo y modestísimo apartamento, y conociendo el amor, y finalmente consiguiendo la fama con una serie y un personaje, Zashiki Boy, que se hacen extremadamente populares, todo esto viviendo una vida de trabajo, trabajo y más trabajo.

Mirai no omoide

El manga Zashiki Boy parece gustar a la editorial, que está dispuesta a publicarlo.

Sin embargo, una serie de decisiones se vuelven en su contra y, cuando llega el momento, se da cuenta de que ha vuelto a vivir la misma vida que la última vez, sin haber hecho nada para remediar las cosas con las que no estaba satisfecho, como por ejemplo evitar la muerte de su novia (con lo que más tarde se tendría que casar con otra mujer casi por obligación, sin que ella llegara a hacerle feliz a él) o trabajar en intentar no ser un “one hit wonder” con una sola serie exitosa, o vivir una vida de mucho trabajo y poco ocio y tiempo para hacer lo que realmente le gusta hacer a pesar de tener el dinero para hacerlo y mucho más.

La vida, entonces, le da una tercera oportunidad, y esta vez sí, se conjura para salirse con la suya… ¿Lo conseguirá?

Ciertamente, estamos ante un manga de ficción pero que me parece que tiene unas fuertes dosis de autobiografía del autor. No solo el aspecto del personaje Rihito Nando se parece muchísimo a Fujiko F Fujio, sino que encima la trayectoria (inicios modestos en un apartamento que recuerda sobremanera al Tokiwa-sō, un éxito sonado en forma de personaje que cae bien a los niños (Zashiki Boy = Doraemon), etcétera) me parecen indicativos suficientes para afirmar que estamos ante una especie de pseudoautobiografía. No sé hasta qué punto es autobiográfico, porque entendido como tal en su práctica totalidad denotaría que Fujiko F Fujio se arrepentía un poco en sus últimos años de vida de haber creado a un personaje como Doraemon, capaz de eclipsar casi toda su obra y a su propia persona (y no creo que fuera así en la realidad), o que no estaba satisfecho con su vida familiar y que se arrepentía de no haberse casado con una chica que en su juventud le robó el corazón o que (y esto sí puede perfectamente ser) habría preferido dedicar menos tiempo a trabajar y más a vivir la vida de la forma en la que le habría gustado.

En todo caso, aunque la temática del manga es un poco manida, lo cierto es que se disfruta bastante, y aún más si conoces la trayectoria del autor y te das cuenta de las similitudes entre el argumento y su propia biografía. Además, el tomo se completa con una interesante historia pseudodocumental titulada El nacimiento de Doraemon, donde el propio autor nos narra cómo surgió su personaje estrella, una de los iconos más reconocibles mundialmente del manganime japonés.

Lo mejor

  1. Los toques autobiográficos.
  2. La historia de El nacimiento de Doraemon.

Lo peor

  • La premisa del argumento está un poco vista.
  • Que esta fuera la última historia original que Fujiko F Fujio creara en su vida (en los años posteriores hasta su muerte en 1996 estuvo trabajando en Doraemon y continuaciones de otras series).

Henshin (Transformación)

Friday, January 10th, 2014
  • Título: ヘ/ン/シ/ン –Henshin– (Transformación)
  • Autor: J.M. Ken Niimura
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Ikki Para
  • Años publicación: 2013
  • Clasificación: historias cortas, fantasía, costumbrista
  • Tomos: 1

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No puedo ser imparcial en la reseña de este manga, puesto que es obra de un buen amigo, el autor hispanojaponés J.M. Ken Niimura. Ken, hijo de padre japonés y madre española, se crió enteramente en España hasta que sus inquietudes le instaron a irse por ahí a hacer mundo: primero a Bélgica, en un Erasmus de Bellas Artes, luego a París, más tarde una temporada en la parte francófona de Canadá y ahora mismo en el país de su padre y sus abuelos paternos: Japón.

Ken y yo nos conocimos hace un montón de años, unos 15 o así, cuando ambos estábamos colaborando para la revista Dokan: yo con mi curso de japonés (embrión del libro Japonés en viñetas, en el que él colaboró como ilustrador, por cierto), y él con ilustraciones varias. Aún recuerdo esa pequeña historia que realizó y envió a la revista por primera vez; creo que tenía solo 17 años o así, pero esa historia tenía ya un dibujo y un argumento que atrapaban. Fue a raíz de esa historia que Mary Molina, entonces redactora jefa de la revista, decidió ficharle para encargarle ilustraciones de vez en cuando, y fue así como nos conocimos y trabamos amistad.

En el primer párrafo he detallado un poco el “currículum vital” de Ken y los países en los que ha vivido porque es un dato que resulta esencial para entender a este autor. Si bien su base mental y cultural es española, por motivos obvios tuvo siempre un contacto muy cercano con la cultura japonesa, y está claro que su primerísima influencia fue el manga y el anime de Japón, imagino que también con no poca influencia del cómic eminentemente español de la escuela Bruguera que todos hemos leído en nuestra infancia (Mortadelo, Zipi y Zape, Anacleto…, estas cosas).

Así, durante su primera época Ken tenía un estilo eminentemente manga, que pronto variaría un poco al entrar a estudiar Bellas Artes y participar en un Erasmus que le mandó nada menos que a Bélgica, cuna del cómic europeo de “línea clara” (Tintín y sus “compañeros”, para que nos entendamos). Ese contacto con el cómic europeo y sus autores se acentuó más tarde cuando se desplazó a París. En esta etapa “francófila” incorporó claras influencias del cómic francobelga en su arte. Pero más tarde, Ken también se vio situado en el Nuevo Mundo, concretamente en Canadá, donde imagino que de nuevo absorbería influencias y conseguiría contactos y conocidos que le arrastrarían un poco hacia el cómic americano. De hecho, llegó a publicar una historia corta de Spiderman en la editorial Marvel, y su obra hasta el momento más exitosa es Soy una matagigantes, publicada originalmente en Estados Unidos y guionizada por el prestigioso Joe Kelly. Finalmente, desde hace un par de años, Ken se encuentra en Tokio intentando abrirse paso en la industria del manga, algo francamente MUY DIFÍCIL (como se puede comprobar viendo este vídeo). Y lo está consiguiendo, hasta el punto de haber conseguido una serialización, esta Henshin, que se publicará en forma de tomo dentro de un par de meses en Japón, en el seno nada menos que de la editorial Shōgakukan, una de las “tres grandes” editoriales de manga.

Todo esto me lleva a dos reflexiones:

  1. No conozco a ningún autor tan “global” como Ken, con influencias de todo el cómic importante en el mundo (europeo, japonés, americano, español y seguramente argentino e italiano…), y que a pesar de eso ha conseguido un estilo único, perfectamente suyo, que incorpora un poco todas estas influencias. Es el “mestizo comiquero” más formidable que me puedo imaginar.
  2. Tampoco conozco a ningún autor que haya conseguido publicar en las principales industrias del cómic del mundo “desde dentro”. Ken ha publicado en España, en Francia, en Estados Unidos y ahora en Japón. Y no me refiero a traducciones de sus obras, sino a hacerlas específicamente para cada uno de esos mercados, usando los formatos específicos para esos mercados (álbum, comic book, novela gráfica y ahora tomo de manga).

¡¡BRUTAL, KEN!!

Henshin de Ken Niimura

Ken (el de las gafas) con invitados en su propia casa (la disposición del piso es real XD)

Dicho esto, voy a reseñar el manga que ha realizado Ken, siempre refiriéndome a “manga” con mi propia definición de “cómic hecho en Japón, pensado en su origen para el público japonés y con métodos editoriales japoneses”, en la que Henshin encaja perfectamente.

Estamos ante una obra originalmente publicada en la revista online Ikki Para de forma gratuita (de hecho, si queréis podéis leerla entera aquí si sabéis japonés. Y si no, pues esperad unos pocos meses porque no creo que tarde mucho en publicarse en España).

Cuenta con un total de 12 historias autoconclusivas que pueden versar sobre casi cualquier cosa: algunas son bastante fantásticas, otras costumbristas, otras simplemente se basan en experiencias y relatos del día a día del propio autor… Pero todas ellas tienen “algo”, una pizca de gracia, de ingenuidad, de mala leche (¡ese capítulo 5, por dios!), de cariño y buen gusto que consiguen atrapar al lector. Aunque al principio fui siguiendo la serialización de forma mensual, es cierto que los últimos meses, por varias circunstancias, no estuve atento a las actualizaciones. Hace muy poco, sin embargo, decidí leer todo el material, los 12 capítulos, y me sorprendí a mí mismo devorándolos con avidez, capítulo tras capítulo, hasta el punto de que tuve que parar porque estaba notando que debía dejar un poco más de tiempo para “digerir” lo que estaba leyendo. Si fuera por mí, lo habría leído del tirón, y de hecho voy a hacerlo un día de estos para encontrar más cosas ocultas, buscar cabos que atar (la primera historia y la última, sin ir más lejos, están interrelacionadas) y darme cuenta de matices que en una lectura rápida seguramente se me han pasado.

Todo ello con el estilo gráfico y argumental de Ken, un autor que aglutina todo lo bueno de los diferentes estilos del cómic mundial… Aunque tiene el “defecto” (que para mí no lo es, ojo), de ser bastante “gafapasta” y “underground” (el capítulo 10 –perfectamente disfrutable sepas japonés o no porque es mudo– es de lo más “gafotaku” que existe, por cierto), motivo por el que muchos potenciales lectores seguramente no le darán una oportunidad a este libro cuando salga publicado. Ellos se lo pierden.

Lo mejor

  • ¡El primer manga de Ken!
  • Historias autoconclusivas muy variadas pero todas con un toque entrañable.

Lo peor

  • Que mucha gente, al ver el dibujo “poco manga” de Ken, no le dé una oportunidad. De cualquier modo, esta no es una historia para adolescentes amantes del shōnen comercial, así que tampoco es grave.