El blog de Marc Bernabé

Buchō Shima Kōsaku (Jefe de departamento Kōsaku Shima)

Tuesday, March 18th, 2014
  • Título: 部長島耕作 –Buchō Shima Kōsaku– (Jefe de departamento Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 1992-2002
  • Clasificación: empresarial
  • Tomos: 13

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Hace tiempo que no me decido a escribir reseñas para este blog, y la respuesta a eso está en que apenas leo tomos sueltos de manga porque… ¡estoy absolutamente enganchado a las aventuras de Kōsaku Shima! Ya os hablé hace poco de esta saga del salaryman más famoso del manga, y os conté que había empezado a leer su primera serie, Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima) y que me tenía en vilo. Pues bien, en cuestión de poco tiempo me leí los 17 tomos de que consta esta serie e inmediatamente pasé a su secuela, esta Buchō Shima Kōsaku (Jefe de departamento Kōsaku Shima).

En estos momentos me encuentro ya leyendo el tomo 9 (de 13), por lo que podéis imaginar que sigo totalmente fascinado por las aventuras de este ejecutivo en su empresa, la ficcional Hatsushiba. Os comenté en Kachō que me sorprendía mucho el aspecto erótico de la serie, y es que Shima no paraba de conquistar a mujer tras mujer, pero eso solo fue en los 6 o 7 primeros tomos de la serie. Más adelante, la mujer de Shima decide divorciarse de él y es en ese momento cuando él decide, aunque no de forma argumentada ni aparentemente consciente, sentar un poco la cabeza. A partir de entonces, no solo Shima deja de tener relaciones sexuales con mujeres de todo tipo, sino que incluso decide conscientemente evitar las insinuaciones que recibe. Es un poco como si Hirokane, el autor, hubiera sido muy criticado por este aspecto y hubiese querido redimir un poco al personaje y darle una pátina más respetable. La única relación un poco fija de Shima es con Kumiko Ōmachi, una chica que había sido su subordinada y que se descubre que es la hija del amante del fundador de su empresa, ya fallecido. Esta ex amante es muy rica, posee muchas acciones de la Hatsushiba, con lo que su hija Kumiko resulta ser no solo un gran partido, sino también fuera del alcance realista de Shima. Aun así, ambos van manteniendo cierta relación a distancia, relativamente libre pero estable, en la que impera el amor mutuo. De hecho, el amor que siente Shima por Kumiko es el principal motivo por el que evita conscientemente liarse con otras mujeres, ya que decide, de nuevo de forma no argumentada, declinar todas las insinuaciones para serle fiel a la joven (que por cierto casi podría ser su hija).

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El supersalaryman Shima partiendo la pana en La France.

Varios éxitos de Shima en su andadura como jefe de sección provocan pues que ascienda a jefe del departamento de promoción general de la empresa, puesto en el que destaca mucho por su excelente hacer. Sin embargo, más tarde explota la burbuja económica japonesa y unos años después el actual director general de la Hatsushiba, el señor Nakazawa (del que Shima es gran confidente), decide retirarse. Previendo que su retirada va a conllevar ciertos problemas a Shima, Nakazawa le propone trasladarle a la empresa filial Hatsushiba Trading, que se dedica principalmente al comercio de vinos de gran calidad desde Francia a Japón.

Así, la primera parte de Buchō Shima Kōsaku es una especie de excusa para que Kenshi Hirokane, el autor, hable largo y tendido sobre su pasión de la época, los vinos franceses. Vemos a Shima negociando la adquisición de caros vinos en Francia, así como participando en subastas en casas londinenses como la Sotheby’s (no sale ese nombre, pero vamos, se sobreentiende). Como no podía ser de otra forma, Shima consigue, con la ayuda de Kumiko y otras carambolas de la vida, hacerse con la distribución exclusiva de un vino que aún no ha salido al mercado pero que resulta ser una auténtica gallina de los huevos de oro. Shima, de nuevo, consigue apuntarse otro éxito en su haber, a pesar de que al principio no sabe nada de vinos. Pero eso lo usa Hirokane como excusa para contarnos la vida y milagros de los vinos franceses, desde las particularidades de su región de origen (Burdeos, Borgoña, etcétera) hasta comentarios sobre las marcas más prestigiosas y las mejores añadas.

Más tarde, y esta es la tesitura en la que me encuentro ahora, mandan a Shima a una empresa filial que se dedica al negocio de la música: Sunlight Records. Que está muy afectada por la crisis y los malos vicios acumulados desde hace muchos años, por lo que la misión del super salaryman consiste en realizar una desagradable e ingrata reestructuración empresarial extensiva para hacerla viable. Con Japón en plena crisis galopante, Shima se ve obligado a investigar los malos vicios de esta empresa, identificar a los empleados más nocivos y darles la ingrata noticia de que van a tener que ir al paro. Paralelamente, destacan sus esfuerzos por conseguir nuevos éxitos para la discográfica, desde “reinventar” a una veterana y ya un poco pasada de moda cantante de enka para volver a colocarla en el candelero hasta descubrir a una nueva cantante, muy joven (¡que resulta ser hija suya, de la época en la que tuvo una amante en Estados Unidos!), en un caso que a mí me recuerda sobremanera al de la famosa Hikaru Utada. No me cabe duda de que Hirokane se inspiró en Utada para realizar esta saga de la joven cantante, ya que además concuerda perfectamente en el tiempo: si Utada fue lanzada al estrellato en 1999, la saga de esta chica empieza sobre el año 2000 en las páginas del manga.

De nuevo, se trata de una serie de manga bastante espesa, con bastante diálogo especializado, pero que a mí ha conseguido fascinarme. En parte, es un viaje por la economía japonesa, empezando por la época de la gran burbuja, donde todo era Jauja (la serie Kachō) y ahora por la época en la que los japoneses debían apretarse el cinturón y pagar por los excesos cometidos (la serie Buchō). De momento seguiré leyendo y posiblemente dentro de unos días o semanas leáis una próxima reseña, esta vez sobre la siguiente saga, Torishimariyaku Shima Kōsaku (Gerente Kōsaku Shima).

Lo mejor

  • Un viaje por la economía japonesa de los últimos 30 años.
  • Muchos detalles sobre temas variados, en este caso sobre vinos y la industria de la música.

Lo peor

Igual el tema del vino se le fue demasiado de las manos a Hirokane; la obra pasó de ser un manga sobre un oficinista a ser un manga sobre vinos. Afortunadamente, pudo corregir la trayectoria.

Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima)

Tuesday, January 28th, 2014
  • Título: 課長島耕作 –Kachō Shima Kōsaku– (Jefe de sección Kōsaku Shima)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 1983-1992
  • Clasificación: empresarial, salaryman manga
  • Tomos: 17

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Hacía muchísimo tiempo que quería leer las andanzas de Kōsaku Shima, uno de los oficinistas salaryman más famosos del manga japonés, si no el más famoso. De hecho, ya había leído suelto algún tomo, pero de etapas posteriores, no de la primera serie, y siempre me había llamado poderosamente la atención por muchos motivos que expondré durante esta reseña.

Hace ya un montón que conseguí en una subasta de internet, por poco precio, los 17 tomos de los que se compone Kachō Shima Kōsaku, es decir, la serie con la que se inauguraría la gran saga de este personaje, y por fin me he decidido a empezar con ella… Y, desde luego, no me está defraudando, ¡de hecho estoy enganchadísimo y he devorado 6 tomos en cuestión de poco tiempo!)

¿Por qué me llama la atención la serie Shima Kōsaku? Primero, porque narra las aventuras y desventuras de un oficinista japonés en una gran empresa, aderezadas, eso sí, por numerosos escarceos amorosos y aventurillas por el estilo. Segundo, porque Kōsaku Shima no se ha quedado en el puesto de kachō (jefe de sección), sino que ha ido subiendo en el escalafón a través de los años (¡prácticamente en tiempo real!), e incluso se han realizado ya un par de precuelas. Contando que Shima nació (ficticiamente, se entiende) el 9 de septiembre de 1947, en estos momentos tiene 66 años y va camino de los 67.

A lo largo del tiempo, Shima ha protagonizado las siguientes series…

  • Gakusei Shima Kōsaku (Estudiante Kōsaku Shima) 2014-en curso – ningún tomo todavía
  • Young Shima Kōsaku (Joven Kōsaku Shima) 2001-2010 – Sin rango 4 tomos, como “encargado”, 4 tomos.
  • Kakarichō Shima Kōsaku (Líder de grupo Kōsaku Shima) – 2010-2013 – 4 tomos.
  • Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima) 1983-1992 – 17 tomos (la que reseñamos ahora)
  • Buchō Shima Kōsaku (Jefe de departamento Kōsaku Shima) 1992-2002 – 13 tomos
  • Torishimariyaku Shima Kōsaku (Director administrativo Kōsaku Shima) 2002-2005 – 8 tomos
  • Jōmu Shima Kōsaku (Director administrativo ejecutivo Kōsaku Shima) 2005-2006 – 6 tomos
  • Senmu Shima Kōsaku (Director ejecutivo Kōsaku Shima) 2006-2008 – 5 tomos
  • Shachō Shima Kōsaku (Presidente Kōsaku Shima) 2008-2013 – 16 tomos
  • Kaichō Shima Kōsaku (Presidente honorífico Kōsaku Shima) 20013-en curso – 1 tomo

En resumidas cuentas, desde hace ya más de 30 años, el autor Kenshi Hirokane nos está contando el avance de un ejecutivo en una empresa japonesa en tiempo real, y encima también va sacando tiempo para realizar precuelas, con lo que, a la postre, lo que vamos a tener cuando finalice la serie va a ser prácticamente la vida entera de un hombre. Si ahora acaba de empezar a narrarnos su etapa universitaria, no es descabellado pensar que igual cuando la termine de contar empezará a narrarnos su adolescencia, su infancia, etcétera, mientras a la par nos cuenta sus progresos en el momento “actual”, en tiempo real.

Recientemente, Shima fue nombrado presidente de su empresa tras una larga etapa como director general. El puesto de kaichō (presidente) es el más elevado al que podría aspirar dentro de su empresa, por lo que un posible siguiente paso sería el de, tal vez, manteniendo su puesto de kaichō dentro de la empresa, presidente del Keidanren, la asociación de empresarios japonesa equivalente a la CEOE española. Esto es lo que me respondió el propio autor, Kenshi Hirokane, cuando le entrevisté y le pregunté adónde podría llegar Shima, sugiriendo que tal vez a primer ministro de Japón. Su respuesta fue que no ve a Shima metiéndose en política general (política empresarial sí, de hecho toda la historia es una gran lucha política en la que los diferentes ejecutivos de la empresa se apuñalan y/o alían entre sí), pero sí lo veía como presidente del Keidanren. Veremos si eso se cumple y hasta dónde está dispuesto Hirokane a contarnos sobre la vida de Shima. ¿No os parece fascinante que exista una obra de cómic que cuente TODA la vida de una persona? A mí me deja con la boca abierta.

Kacho Shima Kosaku

¡Ay. Shima, que tu jefe te ha pillado montándotelo con la rubia en tu despacho!

Kachō Shima Kōsaku, es decir, la historia que empieza con el nombramiento de Shima como jefe de sección, es la primera históricamente hablando, y empezó en 1983. Shima es al principio de este manga un salaryman de unos 37 años que consigue que le nombren kachō, algo que a esa edad tan joven es bastante prestigioso en el contexto de la empresa, en su caso la fabricante de productos electrodomésticos y electrónicos Hatsushiba. Todo indica, por cierto, que la Hatsushiba es una especie de clon en manga de Panasonic (Matsushita en su nombre japonés), que se enfrenta a rivales como la Solar (Sony) o la Goyō (Sanyo) en el competitivo mercado japonés. De hecho, el propio autor Kenshi Hirokane trabajó durante unos años como salaryman en la propia Panasonic, lo que da cierto realismo a la historia.

El caso es que Shima es el típico salaryman de la llamada “generación baby boom” (dankon no sedai), los nacidos justo después de la II Guerra Mundial, un montón de gente que ha llevado las riendas del país japonés desde los años 80 y que, en estos momentos, supone un gran problema porque ya está a las puertas de la jubilación, cuando no ya jubilados, lo que implica mucha gente nueva cobrando generosas pensiones para muchos menos cotizantes que se las deben sufragar.

En todo caso, el típico salaryman de esa época era el que consideraba a la empresa como su familia, ya que todo giraba alrededor de ella, hasta el punto de pasar de “la propia familia” (en su caso, su mujer Keiko y una hija de unos 6 o 7 años, Nami). Las aventurillas de Shima en su serie incluyen, además de compromisos empresariales como salir de copas con los jefes, clientes o compañeros, o de ir a jugar al golf para hacer contactos, numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres. Desde compañeras de la oficina hasta “hostess” de local de alterne, pasando también por prostitutas (en Japón el que un hombre se acueste pagando con una mujer no está ni de lejos tan mal visto como en Occidente, o al menos en la época de Shima, ya que el tema en estos primeros tomos del manga, ambientados en tiempo real en los años 80, se trata con total y absoluta normalidad), clientas y/o proveedoras y básicamente cualquier mujer medianamente guapa que se le ponga a tiro. Shima no es un playboy, al menos no va de playboy, pero tiene cierto magnetismo y siempre acaba ligando.

Llevo unos 6 tomos leídos y también resulta interesante el hecho de que Shima tiene una alta movilidad dentro de la empresa: primero le mandan a Nueva York para pasar un año, hecho que le distancia aún más de su mujer, que se llega a buscar un amante (cosa que cabrea a Shima, que solo “sospecha de”, hasta el punto de plantearse pedir el divorcio y contratar a un detective privado, sin pararse a pensar ni un segundo –solo hasta que su amante de turno se lo sugiere– que él se ha follado a todo ser viviente sin remordimientos, ¿por qué le cabrea que su mujer tenga un amorío entonces?). En Nueva York, Shima tiene por supuesto una amante americana, rubia y guapísima, aunque la tiene que “compartir” con un hombre negro en una extraña relación triangular. Más tarde, Shima vuelve a la empresa madre en Tokio, se divorcia de su mujer (es ella quien se lo pide) y ahora mismo estoy en un momento en el que, tras un fuerte vaivén político en el seno de la empresa, que se cobra la cabeza de su superior, le envían a Kioto a trabajar en una de las fábricas de pequeños electrodomésticos de la Hatsushima. En Kioto, por supuesto, Shima tendrá escarceos con mujeres de la antigua capital, recatadas, vestidas con kimono y de antigua profesión… geisha, por supuesto.

Cosas que chocan de esta primera etapa: el papel de la mujer en la empresa. Básicamente mujeres florero que se ocupan de hacer el té y sacar fotocopias, y que a la que su novio le pide en matrimonio se largan sin más de la empresa, recibiendo felicitaciones de sus compañeros. El machismo brutal también presente en las relaciones fuera de la oficina, con los salarymen metiéndose en bares de alterne o directamente yéndose de putas. El politiqueo intenso en el seno de la empresa, con las diferentes habatsu (facciones) enfrentadas entre sí y las presiones para formar parte de un habatsu o de otro, algo que contribuye a marcar la carrera del oficinista, ya que si el jefe de su habatsu triunfa, entonces él también triunfará, pero si la caga (como le ocurre a Shima muy a su pesar, ya que rehúye pertenecer a ninguna facción, cosa que cabrea mucho a sus “líderes” pretendientes) puede significar que te manden a provincias (en esa época no se despedía a nadie en Japón, sino que se mandaba al “castigado” a un puesto de poca responsabilidad o incluso se le relegaba a puestos sin ningún tipo de peso, lo que creó los llamados madogiwa-zoku (tribu de al lado de la ventana), gente que simplemente calentaba su silla sin producir nada, eso sí, cobrando por supuesto su sueldo).

Muchísimas cosas más podría comentar sobre esta obra, pero creo que lo voy a dejar aquí y tal vez, si cuando acabe la serie de Kachō paso a la de Buchō (jefe de departamento), cuando reseñe esta seguramente tendré más chicha para comentar. A mí, desde luego, ya habéis visto que la serie me está encantando y ojalá la pudiera leer entera, pero de momento son 76 tomos disponibles entre todas las sagas y el tiempo del que dispongo es muy limitado y me gusta tener variedad en mi lectura, así que… Ya veremos.

Lo mejor

  • La vida entera de un oficinista japonés en manga. ¡Fascinante!
  • Historias entretenidas, un gran culebrón para lectores adultos masculinos.

Lo peor

  • El machismo y algunos detalles que a veces entonemos un gran WTF durante la lectura, pero son cosas de la mentalidad japonesa de la época, no podría decir que son un punto flaco de este manga, casi al contrario. Resulta interesantísimo.