- Título: カベルイマジンズ –Kabel Imagines–
- Autor: Beneyto
- Editorial: Kôdansha
- Revista: Afternoon
- Años publicación: 1995
- Clasificación: seinen, surrealista
- Tomos: 1
Este es el último de los tres tomos publicados a partir de obras creadas por autores españoles expresamente para el mercado japonés y serializadas en revistas de manga de la editorial Kôdansha durante los años 90. Recordémoslo, los otros dos fueron Kami no ude (de Brocal Remohí) y Rosario (de Maldonado). Para más información sobre el proyecto de Kôdansha, busca en la parte derecha del blog, concretamente en el apartado “Manga Morning Fellowship” y accederás a una investigación que llevo unos meses realizando para intentar averiguar más acerca de este interesante pero fallido proyecto.
Kabel Imagines fue publicado de forma irregular en las páginas de la revista mensual Afternoon, concretamente en los números de febrero, marzo y abril de 1993, febrero, abril y mayo de 1995 y enero de 1996. La fecha de salida al mercado del volumen recopilatorio que reseño es el 18 de diciembre de 1995. En el aspecto formal, se trata de un tomo bastante curioso, primero porque tiene sobrecubiertas metalizadas con efectos dorados que la hace realmente bonita, y luego porque el papel interior es de mucha mayor calidad de lo que nos tienen acostumbrados los manga japoneses. Aparte de una primera página a color, el resto de las páginas están impresas en blanco, negro, escala de grises y escala de amarillos-naranjas, sin que ningún otro color se utilice. El efecto del blanco y negro con toques amarillos es bastante curioso. Todos estos detalles hicieron que el precio, sin embargo, se disparara bastante, ya que, con 1500 yenes, costaba casi el triple que un tomo normal de la época de su mismo tamaño, a pesar de contar con solo 160 páginas, unas 40 menos de lo habitual.
Aparte de lo rompedor de su diseño y su calidad formal, ¿de qué va el cómic? Sinceramente, no lo sé explicar muy bien. El protagonista es un personajillo llamado Kabel: cuenta el autor en el epílogo que se le ocurrió el personaje viendo un huevo. Como el pobre huevo le parecía muy frágil, le puso un casco. Para que pudiera ver perfectamente en caso de meterse en problemas, le puso un solo ojo. Luego, le dio un cuerpo para que se pudiera mover y le puso en un mundo “irreal pero tangible” y se puso a imaginar. Así, primero Kabel se presenta al lector y le da una pequeña introducción a su mundo. Por lo visto, la idea es que el autor crea a Kabel y le deja a sus anchas, para que haga lo que desee. Así, el muñeco se encamina a la mesa de trabajo de su creador y ve los mundos cósmicos que ha imaginado, así que se le ocurre… ¡Que irá a visitarlos! Pero necesita un transporte. Así, el creador le proporciona una especie de nave, de nombre “Hongo”. A partir de este momento, empezará la surrealista aventura de Kabel, que viajará por el espacio e interactuará con todo tipo de seres, a cual más raro, metiéndose en líos y solucionando problemas de maneras francamente extrañas.
Además, Beneyto obsequia al lector con pequeñas frases de corte pseudo-filosófico al margen de la mayoría de las hojas, como por ejemplo “utiliza los 10 dedos de tu cerebro” o “el hipopótamo va lento porque no tiene neumáticos” o “la gran bóveda craneal guarda un universo en miniatura, por lo menos”. Estas frases aparecen en español y también traducidas al japonés. Por cierto, he detectado algunos errores de comprensión y traducción en el japonés (en un momento dado, por ejemplo, confunde “hierro” con “hielo”, me ha hecho mucha gracia). Aunque no me extraña, la pobre traductora debía volverse loca con estas frasecitas.
Si cayera en manos de un gafapasta, probablemente definiría a este manga como “un onírico viaje por la surrealista mente de un creador inquieto, en el que los sofismas de la volátil realidad de nuestro día a día se confunden con el ‘yo’ del lector” o algo así, si es que la frase significa algo. Yo soy más pragmático y debo confesar que no he entendido nada de lo que el cómic quiere transmitir, si es que quiere transmitir algo. Un lector menos respetuoso que yo diría que “parece el resultado de un mal tripi” (de buen rollo). Francamente, es una cosa muy rara, pero no deja de ser curiosa.
Por lo que hemos visto, Kôdansha realizó varios experimentos, al menos en lo referente a autores españoles: por un lado, probó con autores consagrados en el campo del cómic, verdaderos veteranos como Jaime Brocal Remohí. Por otro lado, fichó a jóvenes promesas para intentar moldearlas a su gusto, como Maldonado o Ippólito. Finalmente, parecieron querer experimentar con cosas nunca vistas antes en Japón, arte de vanguardia aplicado al cómic, y para ello publicaron algún material de Cuttlas de Calpurnio y ficharon a este Juan Carlos Beneyto. ¿Pero quién es Juan Carlos Beneyto, un desconocido en el mundo del cómic? Por lo que he podido averiguar, es un pintor y escultor que lleva en activo desde 1982, realizando obras de corte vanguardista. Aquí por ejemplo podemos ver una galería de obras suyas. No deja de ser curioso el método de ensayo y error que siguieron en Kôdansha para ver si encontraban nuevos caminos en el cómic. Lamentablemente, en lo referente a autores no japoneses, todos los experimentos resultaron fallidos.
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