- Título: 1・2の三四郎 –Ichi-ni no Sanshirō– (1-2 Sanshirō)
- Autor: Makoto Kobayashi
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Shōnen Magazine
- Años publicación: 1978-83
- Clasificación: shōnen
- Tomos: 20
Esta reseña es un poco peculiar, porque básicamente es el preludio a otra reseña de otro manga que pondré a continuación. Así podréis situaros mejor en contexto y entender mejor la obra que reseñaré justo después. La verdad sea dicha, yo leí antes el manga que reseñaré después, luego me picó la curiosidad y conseguí este para ampliar y ponerme en contexto. Pero lo lógico sería leer primero este, o al menos conocerlo bien, y luego el otro, así que es de esta manera como colgaré las reseñas. Bueno, me explico fatal pero ya lo veréis.
Ichi ni no Sanshirō (1-2 Sanshirō) es quizás el manga más conocido de Makoto Kobayashi, que en Occidente es mucho más famoso por su obra What’s Michael, un manga de humor que va de un gato un poco cabroncete y que personalmente me encanta (algún día tengo que hacer una reseña, por cierto). Kobayashi ganó el premio al mejor autor novel de la editorial Kōdansha, tras lo cual le encargaron que realizara una primera obra serializada que tomara como base la historia que presentó al concurso. Así nació 1-2 Sanshirō, una historia que se publicaría durante 5 años y abarcaría 20 tomos.
La obra consiguió muchísimo éxito y marcó a toda una generación de lectores de la Shōnen Magazine. Aun así, no es nada conocida en Occidente ya que nunca –curiosamente– ha sido adaptada a anime. Mirad si es desconocida que en Wikipedia solo tiene artículo en japonés y en tailandés. Ningún otro idioma.
1-2 Sanshirō es un manga de estos alocados de humor que transcurre en un instituto japonés en el que la mayor parte de los alumnos son chicas. Aun así, el club masculino de rugby tiene un gran éxito, tanto deportivamente como de popularidad entre las chicas, sobre todo gracias al atractivo del guaperas de su capitán, Asuka. El manga empieza con la llegada de una nueva alumna, Shino Hōjō, al instituto. Esta chica, bastante bruta pero que a la mínima se pone a llorar a lo bestia a voz en grito, pronto conoce a Sanshirō Azuma, un chaval muy zafio y brutote.
El caso es que Sanshirō era hasta hace poco uno de los jugadores más destacados del club de rugby, pero tuvo que dejarlo por un accidente que supuestamente provocó él y en el que resultaron gravemente lesionados tres de sus compañeros. Entonces, Sanshirō decide apuntarse al club de judo, del que es único integrante tras la marcha del hasta entonces capitán. Al poco de ocupar Sanshirò el dojo vacante, aparecen Torakichi Minamikōji, capitán y único integrante del club de karate –que a pesar de su careto y su aspecto tosco es aspirante a mangaka shōjo y le encanta Candy Candy XD, un gran éxito del manga y el anime de aquella época–, y Umanosuke Nishigami, capitán y único integrante del club de lucha libre.
Los tres, al principio, se llevan fatal, y se enfrascan en peleas por cualquier tontería. A pesar de todo, tanto Torakichi como Umanosuke resultan ser inesperadamente buenísimos en sus campos: Torakichi realmente se empieza a abrir un camino en el shōjo manga (gana un premio y todo) y Umanosuke es un destacado luchador a nivel nacional en su disciplina. En fin, a partir de estas premisas, y de que los cuatro (Sanshirō, Shino, Umanosuke y Torakichi) deben formar un nuevo club conjunto para evitar que sus clubes se disuelvan y se queden sin local, se va desarrollando el manga, con mucho humor, y también muchas peleas y situaciones absurdas. En medio de todo esto, faltaría más, se encuentra el club de rubgy, con el chuleta de Asuka en cabeza… Por lo visto, el manga se va desarrollando a lo largo que avanza la historia y al parecer acaba centrándose en la lucha libre. Según dicen, la forma de dibujar y representar las llaves de lucha libre en este manga está fantásticamente lograda, lo que hace que se considere uno de los mejores manga sobre esta disciplina que existen.
En fin, a mí me ha parecido un manga muy divertido, la verdad, y no se me ha hecho pesado en ningún momento. Me ha gustado descubrir esta faceta del Makoto Kobayashi debutante. En cuanto a otros detalles, personalmente, me gusta el título, que resulta intraducible. Ichi es “uno”, ni es “dos”, mientras que dentro del nombre del protagonista, Sanshirō, san es “tres” y shi es “cuatro” (rō es un sufijo para nombres masculinos). Así, se puede leer como “un-dos-tres-cuatro-rō”, y también se puede leer como la expresión equivalente a nuestro “uno, dos yyyy… ¡tres!” que en japonés es “ichi ni nooo, ¡san!” No sé, está bien pensado. También me llama la atención que los apellidos de los cuatro protagonistas contienen cada uno el carácter de un punto cardinal. Azuma sería “este”, el hō de Hōjō sería “norte”, el nishi de Nishigami es “oeste” y el minami de Minamikōji es “sur”. Además, esto se corresponde a la manera de hablar de cada uno: Azuma habla de Tokio (al este), Nishigami habla con dialecto de Osaka (al oeste) y Minamikōji usa dialecto de Kyūshū (al sur). Shino Hōjō habla normal, por cierto. No sé si será de Hokkaidō, al norte (donde no se habla ningún dialecto distintivo)… En fin, todos estos son matices intraducibles que, lógicamente, se perderían en una hipotética traducción. Qué lástima, ¿no?
Por cierto, este manga cuenta con una segunda parte, titulada sin demasiadas complicaciones Ichi-ni no Sanshirō 2, publicada entre 1994 y 1998 y recopilada en 6 tomos, y también con una tercera parte, Kakutō Tantei-dan (Grupo de detectives luchadores), publicada entre 2003 y 2006 y recopilada en 5 tomos. En fin, dicho esto, en breve os pondré la siguiente reseña, muy relacionada con esta, que espero que os interese.
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