El blog de Marc Bernabé

Embalming –The another tale of Frankenstein–

Wednesday, April 1st, 2009
  • Título: エンバーミング Embalming –The another tale of Frankenstein–
  • Autor: Nobuhiro Watsuki
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Jump SQ
  • Años publicación: 2007-?
  • Clasificación: shōnen, seinen
  • Tomos: 1 (en curso)

Embalming, el nuevo manga de Nobuhiro “Rurouni Kenshin” Watsuki después de Busō Renkin, tuvo el honor de protagonizar la primera portada de la nueva y exitosa revista de Shūeisha Jump SQ, en el mercado desde noviembre de 2007, una revista cuyo elenco de mangaka es realmente apabullante y que cuenta con una calidad, al menos gráfica, deliciosa. Sin duda alguna, se trata de una digna hermana mayor de la Shōnen Jump.
La verdad es que Watsuki parece ser el típico caso de mangaka cuya primera obra determina toda su carrera, ya que desde que consiguió el éxito indiscutible con Rurouni Kenshin ninguna otra de sus historias ha conseguido tener mucho éxito. Embalming, en mi opinión, no es ninguna excepción ya que, a pesar de estar muy bien dibujado, con el atractivo estilo de Watsuki, el argumento no acompaña mucho.
La acción de este manga transcurre en una Europa imaginaria de finales del siglo XIX, una Europa en la que Victor Frankenstein existió en la realidad y tuvo éxito en sus experimentos de crear un hombre artificial, el monstruo de Frankenstein. Así, en este mundo, la tecnología para crear estos seres (llamados “Frankensteins” en el manga) existe y es utilizada con cierta profusión. Al parecer, Embalming narra varias historias separadas que tienen que ver con los Frankensteins, aunque el tomo 1, que es el que me he leído, está casi íntegramente dedicado a una sola de estas historias, la de Fury Flatliner, un joven que de niño sufrió el ataque de un Frankenstein junto a su amigo Allen y que posteriormente es adoptado como sirviente por la familia Weiss junto a Allen.

En lo que se refiere a dibujo, Watsuki está evolucionando muy bien

A mí la historia me pareció más bien confusa y la verdad es que se me hizo pesada de seguir. No llega a estar mal y seguramente tendrá sus fans, pero no me pareció muy original ni especialmente bien narrado, aunque es cierto que el dibujo de Watsuki es muy atractivo y a los fans de su arte les encantará. Por cierto, al término de cada episodio se incluyen extensas notas de Watsuki sobre los personajes y el argumento, así como “conversaciones” entre los personajes en las que se aclaran varios aspectos sobre la cultura europea de finales del siglo XIX (desde el punto de vista de un traductor, una verdadera pesadilla XD). En definitiva, en mi opinión este es un manga más, en absoluto destacable, pero que debido a su temática de acción, su atractivo dibujo y el nombre de su autor, seguramente llegará a Europa y posiblemente gozará de una versión animada.

Gekiga Hyōryū (A la deriva en el gekiga)

Thursday, March 26th, 2009
  • Título: 劇画漂流 –Gekiga Hyōryū– (A la deriva en el gekiga)
  • Autor: Yoshihiro Tatsumi
  • Editorial: Seirin Kōgeisha
  • Revista: Mandarake manga mokuroku / Mandarake ZENBU
  • Años publicación: 1995-2006
  • Clasificación: seinen, autobiografía
  • Tomos: 2

Como buen aficionado a la historia del manga no pude evitar emocionarme cuando me enteré de que en noviembre y diciembre de 2008 se puso a la venta la recopilación en dos tomos de la autobiografía de Yoshihiro Tatsumi, esta Gekiga Hyōryū que fue publicada por entregas entre 1995 y 2006 en los catálogos de manga vintage de la famosa tienda Mandarake. Por cierto, la edición de los tomos conmemora el 50º aniversario de la palabra gekiga (luego explico de qué va esto). Por supuesto, no tardé en hacerme con ella y aquí está mi reseña.
Vivimos tiempos felices los amantes del manga clásico, ya que además, en este mes de marzo se ha puesto a la venta en Japón la tan esperada recuperación de la mítica Shin-Takarajima, La nueva isla del tesoro. Me refiero a la original, la de Shichima Sakai y Osamu Tezuka (en contraposición al “remake” que Tezuka hizo a principios de los años 80 para que se incorporara a sus obras completas y que editó Glénat en España hace un par de años). Por supuesto, esta edición de Shin-Takarajima, la primera desde que se lanzó el manga en 1945, también forma parte de mi colección… concretamente, la edición de lujo (porque han salido dos, la normal y la de lujo, que cuesta 8.000 yenazos pero es… ¡Un peazo lujo!). A ver cuándo tengo un rato para saborear Shin-Takarajima y compararla con el remake ochentero de Tezuka. No dudéis que cuando lo haga aquí habrá la correspondiente reseña.
En fin, no me voy más por las ramas. Empecemos por hablar de quién es Yoshihiro Tatsumi, ¿os parece? En Japón, Tatsumi no es un autor demasiado conocido, la verdad, ni en Occidente tampoco, pero por supuesto tiene sus seguidores. Este histórico autor empezó a trabajar durante los años 50 y destacó por ser uno de los primeros dibujantes que quisieron desmarcarse del manga eminentemente infantil de aquella época para empezar a crear algo que fuera más allá, algo que pudieran disfrutar lectores más adultos. Y fue el que inventó la palabra “gekiga” (dibujos dramáticos), un término que estuvo muy en boga durante los años 60 y 70 pero que luego cayó en desuso y ahora solo se usa para las obras de corte adulto de autores de los años 60 y 70 (por ejemplo, El lobo solitario y su cachorro es un ejemplo perfecto de lo que la palabra gekiga define en el Japón actual).
En los años 50, la palabra “manga” era sinónimo de cómic para niños, de trazo infantiloide y trama simplona (los que hayáis leído Astroboy, por ejemplo, tenéis un buen ejemplo de lo que era un “manga” en la época, y pongo Astroboy como ejemplo porque es prácticamente el único ejemplo que tenemos editado en España de una obra de entonces). Ahora esta percepción ha cambiado mucho y “manga” designa al cómic en general, sea para niños, para jóvenes, o incluso pornográfico. Pero en aquella época, Tatsumi y sus compañeros no querían que sus obras quedaran etiquetadas con la palabra “manga”, ya que ellos hacían “manga que no es manga” (un poco como la reticencia actual de algunos autores a llamar “cómic” a su arte para usar en cambio la expresión “novela gráfica”). Así, para diferenciar su arte de lo que hacían los demás autores de la época, Tatsumi decidió acuñar el término gekiga, una palabra que significa literalmente “dibujos dramáticos”. Pero como he dicho antes, esta palabra cayó en desuso durante los años 80 y pasó a ser sustituida por el término “seinen manga”, es decir, “manga para público adulto”.

El adolescente Tatsumi va a visitar a su admirado Osamu (“dios”) Tezuka, cuando este todavía vivía en la casa de sus padres y apenas acababa de debutar

El gekiga se caracteriza por un trazo realista que huye de los típicos ojos grandes y caricatuzaciones, así como por argumentos muy trabajados y a menudo llenos de dureza, violencia, sexo e incluso de consideraciones de tipo político. Es decir, absolutamente nada que ver con Astroboy y su tropa.
En Gekiga Hyōryū, Tatsumi nos narra una parte de su vida que va desde el fin de la II Guerra Mundial en 1945 hasta principios de los años 60, y lo hace a través de 800 páginas repletas de datos y anécdotas divididas en dos gruesos tomos. A pesar de que es una autobiografía, Tatsumi no utiliza su propio nombre en el cómic, sino que el protagonista se llama “Hiroshi Katsumi”, lo que a mí francamente me parece muy raro, máxime cuando casi todos los demás personajes de la historia sí aparecen con su nombre real. Pero bueno, sus razones tendría…
En el cómic se nos narran por ejemplo los primeros pasos de Tatsumi en el mundo del manga, cómo se quedó alucinado con las obras de Osamu Tezuka en su adolescencia, cómo conoció al propio Tezuka, cómo empezó a publicar algunas historias, etc. Luego pasa a la fundación de la mítica revista-compilación Kage y a su pugna por crear “manga que no es manga” (o sea, lo que luego bautizaría como “gekiga”). Todo esto amenizado con numerosas notas y aclaraciones sobre la sociedad y política japonesa de cada época que trata, lo que resulta muy interesante para contextualizar lo que nos cuenta. En la historia vemos cómo va evolucionando la manera de pensar y de considerar el manga de Tatsumi, a la vez que el propio mercado del manga iba cambiando, sobre todo gracias a la eclosión de las librerías de alquiler (kashi hon’ya), que se alimentaban de los autores y de las editoriales que surgieron a su estela y que generaron un gran mercado en la época.

Puntos a favor:

  • Me ha parecido una obra muy entretenida e interesante y la he devorado.
  • Los numerosos datos que ofrece sobre historia, sociedad y política de la época, que ayudan a contextualizar lo que nos cuenta.
  • ¡¡¡¡Tatsumi es de Osaka y vivía en Hotarugaike, justo al lado de donde vivía yo durante mis tres años en Osaka!!! Las viñetas donde salen los trenes Hankyū, el Hospital Toneyama y toda esa zona me han encantado.
  • Casi todo el manga está en dialecto de Kansai cerrado. Me encanta el dialecto de Kansai.

Puntos en contra:

  • Tiene que gustarte el manga clásico y la historia en general para disfrutar este manga.
  • El manga se acaba justo al entrar los años 60. ¿Qué hay del resto de la vida de Tatsumi?
  • El protagonista se llama Hiroshi Katsumi en vez de Yoshihiro Tatsumi. ¿¡Por qué!?
  • La historia se centra casi exclusivamente en la faceta de Tatsumi como mangaka. Casi no se nos cuenta nada acerca de actividades, sentimientos o problemas fuera de lo que es el mundo del manga.

Por cierto, en primicia os diré que en la solapa de los tomos, donde ponen la biografía de Tatsumi y tal, se dice que “desde incluso antes de que se publicaran estos dos tomos en Japón, se ha decidido ya su publicación en inglés y español, y se espera que se vayan definiendo otras ediciones internacionales muy pronto”. ¿En español? Fíjate, habré descubierto una primicia de alguna editorial sin comerlo ni beberlo. Tiene pinta de Ponent Mon, ¿no? ¿O será La Cúpula, que ha editado algunas obras de Tatsumi? Chi lo sa

Jōdo Shinshū Manga Butsuji Nyūmon (Introducción manga al culto budista del Jōdo Shinshū)

Monday, February 9th, 2009
  • Título: 浄土真宗マンガ仏事入門 –Jōdo Shinshū Manga Butsuji Nyūmon– (Introducción manga al culto budista del Jōdo Shinshū)
  • Autor: Tetsuei Okahashi (guión) y Kenji Hironaka (dibujo)
  • Editorial: Hongwanji Shuppan
  • Revista: Daijō
  • Años publicación: 1993-97
  • Clasificación: educativo
  • Tomos: 1

Antes de empezar, me gustaría deciros que estos días he estado pensando en el tema de los macrones y al final he decidido aplicarme el cuento y usarlos en este blog. El método ha sido tan sencillo como montarme una sencillísima macro de Word que sustituya automáticamente ô/û/Ô/Û por sus equivalentes en macrón y pasarla por el texto antes de subirlo. La pregunta obvia es… ¿Cómo no se me había ocurrido antes? En fin, disfrutad de mis textos con macrón con una reseña… Ehm… Peculiar.
Porque mira que con frecuencia reseño obras frikis en este vuestro humilde blog, pero me temo que el manga de esta vez se lleva la palma en lo referido a frikismo, porque se trata nada menos que un manga educativo en el que se explican varios aspectos del culto religioso de la rama Jōdo Shinshū del budismo japonés. ¡Casi nada!
En mi último viaje a Japón en enero, como me pasé por Kioto me entraron ganas de ver si la gran reforma del templo Nishi Honganji había terminado ya, puesto que en el año 2000, cuando vivíamos en Kioto, empezaron unas obras enormes con las que cubrieron todo el templo con una enorme estructura con la que desmontarían todo el enorme tejado y restaurarían el conjunto monumental, uno de los más impresionantes de Japón. El caso es que antes de empezar a desmontarlo todo dejaron que durante una semana o dos el que quisiera podía reservar una visita guiada para ver el andamio y el tejado desde dentro, y ahí que fuimos (fue impresionante). En resumen, nueve años después, las obras en el templo principal que quedó prácticamente desmontado ya han finalizado, pero aún queda mucho trabajo que hacer en los alrededores y ahí siguen trabajando.
El caso es que ahí mismo había una pequeña librería y, como a mí los libros me gustan poco, pues decidí meterme a ver qué había. Para resumir un poco era una librería que solo vendía libros relacionados con la rama Jōdo Shinshū del budismo. Y entre ellos, ¡patam! un manga. Me llamó tanto la atención que no pude evitar comprarlo, friki que es uno.
El libro es una recopilación de pequeñas historietas de cuatro páginas que fueron publicadas mes a mes en la revista Daijō (Gran vehículo)de la editorial Hongwanji Shuppan, brazo editorial del Jōdo Shinshū, entre 1993 y 1994. Sus autores son un monje encargado de un templo en Osaka, que se encarga del guión, y un fiel de Yamaguchi que hace el dibujo.

El sabiondo Dai enseñándonos cómo rezarles a los muertos – The Jōdo Shinshū way

El libro se divide en tres partes “Culto budista”, “Funerales” y “El altar familiar”. En “Culto budista” se nos explican las bases de la religión y la filosofía que predica el Jōdo Shinshū dentro del budismo, como por ejemplo quién fue el fundador de la rama, cómo usar el rosario para rezar, de dónde salen los sutras, cómo comportarse en el templo, etcétera. En “Funerales” se explica cómo vestir al muerto, cómo organizar el velatorio y cosas así, sobre todo centrándose en las diferencias que hay entre la práctica del Jōdo Shinshū y otras ramas budistas. Finalmente, “El altar familiar” detalla cosas sobre los butsudan o pequeños altares que se colocan en las casas de los fieles para rezar y todo esto, haciendo especial hincapié en las diferencias que hay con otras ramas del budismo que existen en Japón.
El conductor de todo esto, y aquí está lo más friki, es Dai, un chavalín que es hijo del monje principal de un pequeño templo de vecindario y que se encarga de responder a las preguntas sobre budismo y culto de sus compañeros y sus vecinos. O sea, un niño sabiondo y repelente que sabe perfectamente cómo rezar, qué ponerle al Buda Amida en el altar según la festividad o rito que toque celebrar y todo eso. Da un poco de repelús, la verdad, ver al amigo Dai siempre con una sonrisita de santurrón y con una respuesta para todo. El estilo de dibujo, además, es una mezcla entre Tezuka y Fujiko Fujio, lo que aumenta la sensación de repelús.
Pero aun así, a mí me ha parecido una lectura muy interesante. No tengo mucha idea de culto budista. Lo único que sabía es que efectivamente existen varias ramas (o “sectas”, pero yo prefiero llamarlas “ramas”) del budismo, de las cuales el Jōdo Shinshū (o “Nueva rama de la tierra pura”) era una de ellas. Y he aprendido bastante, vamos, sobre todo de filosofía suya. El caso es que los del Jōdo Shinshū creen que cuando uno muere se va directo a la “tierra pura”, una especie de edén donde mora el buda Amida. Y basándose en esta certeza, pues lo organizan todo alrededor. Por ejemplo, un funeral no es tanto una situación triste, sino una despedida de un familiar o amigo que pasa a mejor vida, ya que a partir de ese momento vivirá al lado del buda Amida en la tierra pura. Por eso, los altares caseros del Jōdo Shinshū no están pensados para rezar por las almas de los muertos, sino para rezar ante el buda Amida, en cuyo alrededor retozan los muertos felizmente. Por lo tanto, no se colocarán retratos de los difuntos en los altares (como se hace habitualmente en las casas japonesas de otras ramas budistas), sino como mucho el libro familiar en el que figuran los nombres de los difuntos, y cosas así. La verdad, una lectura muy friki (porque hay que tener ganas, oye) pero a la vez interesante e instructiva.
Como veis, existen manga de casi cualquier cosa y el manga educativo o divulgativo es un género más del cómic japonés. De hecho, uno puede estudiar casi cualquier cosa a través de manga, ya que si se busca bien se pueden encontrar muy buenas obras introductorias a la historia, las letras o la ciencia en forma de manga. Y francamente es mucho más ameno y placentero aprender a través del manga que a través de áridos libros sin ningún diagrama o dibujo. La verdad, cuando leo algún manga educativo siempre me quedo mejor con los conceptos que si usara un libro normal y corriente. Da que pensar, ¿no? ¿Para cuándo las editoriales occidentales verán el potencial de la educación a través del cómic y lo usarán como una herramienta más? Solo basta tener a un especialista de una materia –que esté mínimamente versado en cómic, claro- y un dibujante medianamente decente para hacer libros de este tipo. ¿No os parece que estaría muy bien estudiar la desamortización de Mendizábal, por decir algo, en cómic en vez que con esos libros de texto soporíferos?

Cesare

Wednesday, January 21st, 2009
  • Título: チェーザレ –Cesare–
  • Autor: Fuyumi Souryo
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2005-?
  • Clasificación: seinen, histórico
  • Tomos: 6 (en curso)

Toca comentar un manga histórico increíblemente bien documentado y trabajado. Cesare, hakai no sôzôsha (Cesare, il creatore che ha distrutto), es un sorprendente manga en muchos aspectos. Primeramente, su aspecto externo resulta chocante en las estanterías de venta de manga, ya que, como se puede ver en el escaneo de la portada, más sobrio no puede ser: todo blanco y con las letras del título en negro. Punto. Si no fuera por la faja adicional que han puesto, con una ilustración a color del interior, difícilmente podríamos deducir que se trata de un manga (sin abrirlo, se entiende).
Cesare es una obra creada por Fuyumi Souryo, conocida entre los círculos otaku por la obra Mars y, debido al gran detallismo en documentación (tanto de hechos como de aspectos del tipo ropajes, herramientas, aspecto de las ciudades y demás) se publica a trompicones en la revista seinen de Kôdansha Morning desde 2005. Actualmente cuenta con seis tomos.
Esta obra se basa en la vida de Cesare Borgia (o César Borja), noble de origen español y figura importantísima en el Renacimiento italiano en la época a caballo entre los signos XV y XVI, aunque la historia se cuenta desde el punto de vista del joven florentino Angelo da Canossa. Todo empieza cuando Angelo, tras recibir una beca de la familia Medici, entra a estudiar a la Universidad Sapienza, en Pisa. Allí, los estudiantes deben dividirse en grupos según su origen, y Angelo por supuesto entra al “grupo fiorentino”. Sin embargo, desde el primer día, y sin que haya mala intención por su parte, se gana mala fama entre sus compatriotas debido a una supuesta falta de respeto hacia Giovanni de Medici, el líder de los florentinos e hijo del hombre que se ha convertido en su mecenas y le ha permitido entrar a la universidad. Es en este momento cuando la figura de Cesare, líder del “grupo español”, acompañado de su lugarteniente Michelotto (Miguel) aparece para ayudar a Angelo, lo que representa el inicio de su relación de amistad y camaradería, para desespero de su amigo y confidente Roberto, que le ayuda a comprender las situaciones y los diferentes rifirrafes políticos que hay.

Angelo con Cesare. Un poco gays, ¿no? XD

En medio de todo esto, Souryo nos deleita con sus extensísimos conocimientos sobre el Renacimiento y la situación de los estudiantes en la Universidad de Pisa, así como sobre la biografía de Cesare Borgia, los Medici y todo este percal. Todo está extraordinariamente documentado, como evidencia la extensa bibliografía que se incluye como extra al final del tomo, y comprobado y corregido por el especialista en el campo Motoaki Hara. De hecho, la historia sigue el hilo trazado por la biografía de Cesare Borgia realizada por el especialista más importante en este campo, Gustavo Sacerdote. Es cierto que a veces la lectura puede hacerse bastante espesa, sobre todo en japonés –con tantos nombres italianos, españoles, alemanes y franceses escritos en el silabario katakana– pero resulta muy interesante. Supongo que en una traducción a cualquier lengua occidental escrita en alfabeto romano, en este aspecto en concreto se mejorará considerablemente la legibilidad de la obra.
Por lo que se ve, Cesare se está publicando en Italia (Souryo y Hara fueron invitados a la feria de Lucca 2007 con motivo de la publicación de este título), y no me extrañaría que en un futuro no demasiado lejano tuviésemos también una versión en español, ni que sea porque el solo hecho de que el protagonista de la obra es una figura histórica perteneciente a una familia noble española tan famosa como los Borgia. Por supuesto, este hecho puede estimular mucho la curiosidad del público lector y de los medios. A mí me ha parecido una obra muy interesante, muy bien documentada, y excelentemente dibujada (todos los personajes son muy bishônen, eso sí –dudo que en la realidad fueran todos tan guapos– pero se puede perdonar).

Zipang

Thursday, October 23rd, 2008
  • Título: ジパング -Zipang-
  • Autor: Kaiji Kawaguchi
  • Editorial: Kôdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2000-?
  • Clasificación: seinen, bélico
  • Tomos: 36 (en curso)

Tengo el blog muy abandonado este mes, que está siendo más caótico y ocupado de lo que había previsto. En fin, supongo que ya me resarciré en noviembre, de momento sigamos reseñando las obras más famosas de Kaiji Kawaguchi, uno de los autores invitados a este XIV Salón del Manga, un verdadero peso pesado del seinen.
Con Zipang, Kawaguchi quiso seguramente seguir la estela de su éxito más sonado hasta el momento, The Silent Service, y volvió a meterse de lleno en el tema bélico, esta vez con un argumento que muy novedoso no es, pero que es resultón y, si está bien llevado (como es el caso), puede convertir a un manga que en principio podría ser mediocre en un muy buen manga.
El argumento no es nada complicado de explicar, es tan sencillo como que el gobierno japonés manda a una pequeña flota de las Fuerzas de Autodefensa (FF.AA.) de Japón a una misión de mantenimiento de paz en Ecuador (un tema muy polémico ya que, en teoría, según estipula la Constitución, las FF. AA. solo pueden entrar en combate para defender a Japón de un posible ataque, con lo cual cualquier operación que incluya un potencial conflicto en el extranjero es vista con mucho recelo por el público japonés). La flota, entre la que se encuentra la fragata Mirai, un barco de guerra equipado con tecnología AEGIS último modelo, zarpa pues rumbo a Sudamérica ante la crítica mirada de los manifestantes que exigen que la operación se cancele.
En un momento dado, la flotilla se topa con una fuerte tormenta, un rayo impacta sobre el Mirai (el nombre significa “futuro”) y, sin comerlo ni beberlo, ¡se topan de bruces con el legendario Yamato, buque insignia de la Armada Imperial japonesa durante la II Guerra Mundial! Poco después, los tripulantes del Mirai descubren que se encuentran en una zona con muchísima concentración de barcos y aviones, que parecen pertenecer a dos bandos opuestos, y que están en plena batalla.
¡Por un desconocido fenómeno, el Mirai se ha trasladado a junio de 1942, en plena batalla de Midway entre la Armada Imperial japonesa y la flota de los Estados Unidos! La batalla de Midway fue importantísima en el devenir de la II Guerra Mundial porque marcó un antes y un después. Hasta ese momento, la maquinaria japonesa de guerra había pasado como una apisonadora imparable por ahí donde ponía la vista, pero en Midway los Estados Unidos consiguieron pararles los pies por primera vez. A partir de esa batalla, todo iría cuesta abajo: un camino descendente que desembocaría en el bombardeo intensísimo de Japón por parte de los Estados Unidos y en la terrible batalla de Okinawa, y que culminaría con las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Cuando la tripulación del Mirai aún está intentando asimilar lo ocurrido, encuentran un avión derribado, a punto de hundirse, con un superviviente a bordo, un joven oficial llamado Takumi Kusaka, teniente comandante de la Armada Imperial japonesa. Así pues, el primer dilema es: ¿salvan al joven oficial de una muerte segura o le dejan morir ahí mismo? Si le salvan, ¿cambiarán el curso de la Historia? ¿Deben inmiscuirse o no? Al final, después de una discusión a bordo, se decide salvar a Kusaka, que a partir de entonces se incorporará como personaje habitual en la historia.

Un ejemplo de la maestría gráfica y narrativa de Kawaguchi


El siguiente dilema, claro está, es: con un barco del siglo XXI equipado con la última tecnología bélica es posible acabar con cualquier acorazado e incluso portaaviones de los años 40… ¿Deben utilizar esta baza a su favor o bien deben mantenerse al margen? Si se mantienen al margen, ellos conocen perfectamente lo que ocurrió y saben que no intentar detener la ceguera japonesa a tiempo provocará millones de muertes de sus compatriotas…
Así empieza pues esta historia, que como ya he dicho antes es bastante manida (lo del viaje en el tiempo y las dudas sobre si inmiscuirse o no en la historia lo hemos visto/leído en infinidad de ocasiones), pero que resulta muy trepidante en manos de un maestro como Kawaguchi, que no se corta a la hora de incluir temática patriótica japonesa en su obra. Este es un terreno muy resbaladizo, ya que cualquier historia que hable de la II Guerra Mundial, según como se enfoque, puede llegar a ser considerada “de extrema derecha” por el público y por lo tanto perder inmediatamente el apoyo de los lectores e incluso ganarse su desprecio. Pero no, Kawaguchi consigue esquivar (a veces por los pelos) la temática más radical del “gran Japón” y realiza una historia muy bien hilvanada que no se emborracha (en demasía) en discursitos de exaltación de la raza japonesa.
Debido a su calidad y al apoyo del público y la crítica, Jipang consiguió un premio Kôdansha y además se ha adaptado a un anime de 26 episodios (que adapta solamente una parte del manga). El dibujo de Zipang es mucho más claro y estilizado que en The Silent Service, se nota una evolución muy positiva en el estilo de Kawaguchi que acerca el dibujo (sobre todo de los barcos y aviones, tanto modernos como antiguos) a cotas de belleza y realismo dignas de Naoki Urasawa.
En su momento yo me leí más o menos hasta el tomo 5 y la verdad es que la historia me encantó y siempre he querido seguir leyéndola. Kawaguchi la lleva muy bien y sabe cómo sorprender al lector y mantenerle en vilo. Igual cuando se termine me agencio un día la serie completa y me la ventilo toda seguida, ya veremos.
El caso es que ocho años después de su inicio sigue publicándose en las páginas de la revista Morning y lleva ya la friolera de 36 tomos… Como ya dije en la reseña de The Silent Service, Kawaguchi será muy bueno, pero sus historias más conocidas y exitosas son tan largas que francamente hay que tener narices para arriesgarse a traerlas a nuestro país. Los franceses, sin embargo, parecen más atrevidos en este sentido (también tienen un mercado del manga infinitamente mayor) y la editorial Kana ha publicado ya los 15 primeros tomos. En fin, ¿quién sabe? A ver si algún día podemos leerla en castellano, ¿no? ¡La esperanza es lo último que se pierde!