- Título: Naked Star
- Autor: Oh! Great
- Editorial: Core Magazine
- Revista: Varias
- Años publicación: 2004
- Clasificación: Pornográfico (hentai)
- Tomos: 1
Debo decir que no soy consumidor de este tipo de productos (ahora saldrá el típico que dirá “sí, claro, lo dice para quedar bien”), pero hace tres o cuatro años tuve la gran suerte de trabajar para el Festival de Cine Erótico de Barcelona, encargándome de interpretar al autor japonés de cómic pornográfico Chiyoji (Miss 130, El príncipe del manga, etc.). Chiyoji y su esposa son un matrimonio increíblemente afable, muy mundanos ambos, con dos hijas ya veinteañeras y que llevan una vida completamente normal, pese a las obras que él dibuja con su esposa como ayudante.
Era muy divertido verles alucinar, boquiabiertos, en medio del Festival, con los espectáculos pornográficos en vivo y los vídeos ultra-X que se pasaban por las pantallas del mismo, así como en la ceremonia de entrega de premios, sentados al lado de gente como Rocco Sifredi o Celia Blanco. Realmente, pese a dedicarse a la pornografía (para comer, porque la afición artística de Chiyoji, en lo que es un crack, es la nihonga), parecían más bien una pareja cincuentañera normal y corriente flipando ante todo el pantagruélico espectáculo carnal que se desenvolvía ante sus ojos.
En cualquier caso, el hecho de conocer a Chiyoji, y de leer algunas recopilaciones de cómic erótico-pornográfico que me regaló cuando fui a visitarle a su casa (aparte de varios originales suyos y un montón de ejemplares antiguos de Yoshiharu Tsuge -¡uno incluso firmado!-, Yoshihiro Tatsumi, Yû Takita, etc. que guardo como oro en paño) me hizo interesarme un poco por este mundo. Cabe decir que la mayoría del manga pornográfico publicado en Japón me parece pura basura, esto que quede claro. Abundan el dibujo malillo, las historias manidas, las situaciones asquerosas y muchas auténticas aberraciones vomitivas en forma de “lolicon”. Hay tiendas en Akihabara que son verdaderos antros de perversión del manganime y videojuego porno, realmente enfermizas y perturbadoras.
Pero a veces encuentras curiosidades como esta que presento: Naked Star. Lo encontré por casualidad en una tienda de segunda mano, cómo no. Iba a la caja a pagar unos tomos que había encontrado y sin querer pasé por la zona “para adultos”; no sé cómo, mis ojos se detuvieron en los kanji 大暮維人 que figuraban en el lomo de uno de esos tomos. Y, mira por dónde, ese nombre me sonaba: “Oogure Ito, ¿de qué me suena?” pensé. “Estos kanji los tengo vistos de antes”. Cogí el tomo y vi la romanización “Oh! Great” en la portada. Pues claro, ¡”Oh! Great” es la forma elegida por el amigo 大暮 維人 (Oogure Ito) de romanizar su nombre! Oh! Great, para los despistados, es el creador de grandes éxitos del manga shônen actual como Tenjô Tenge (Del cielo al infierno) o Air Gear, ambos editados en España por Norma Editorial. Cabe decir que ninguna de estas dos obras me gustó. Sinceramente, las dos las encontré horrendas. El dibujo: espectacular, precioso, una pasada… El argumento: pura bazofia (en mi humilde opinión y respetando a la gente a quien le guste).
Desconocía que Oh! Great se dedicara también a la pornografía y me pareció realmente curioso, así que lo compré. El libro es básicamente una recopilación de historias cortas e ilustraciones de este autor publicadas en varios medios, como dôjinshi, revistas de manga pornográfico o revistas shônen o seinen. Curiosamente, no todo el libro es hentai, sino que casi la segunda mitad la copan dos historias publicadas en la Shônen Ace y en la Ultra Jump Megamix que son típicos shônen de Oh! Great, es decir, con acción, violencia y tías buenas.
Ahora bien, la primera mitad y pico es bastante depravada. El libro empieza con varias ilustraciones a todo color de corte erótico, con chicas cañón muy ligeras de ropa dibujadas al estilo Oh! Great. Luego, empieza la caña con tres historias cortas —The Beautiful World, one self y Hane— bastante fuertes a nivel porno. A continuación, una curiosidad: Shabon, una historia también hentai que Oh! Great quiso publicar de modo que nadie pudiera adivinar que era suya. Cambió su estilo considerablemente y lo hizo más bien “à la nouvelle manga”. Le quedó realmente curioso y, efectivamente, es casi imposible adivinar que es una obra suya si no te lo dicen.
Luego, otra curiosidad: Shiborinbô Shôgun, una serie de textos ilustrados en los que el autor explica diversos conceptos o estilos tales como el bondage, el sadomasoquismo, y otras cosas que más vale no mentar aquí por lo enfermizas que son. Cierra el bloque porno del libro una historia en dos partes titulada Necroman que es otro festival de sexo a lo bestia en la que dos chicas son violadas (no del todo contra su voluntad) en grupo en un autobús, luego aparece una especie de bestia que se carga a los violadores disparando por la polla (???) y finalmente la historia finaliza con que a una de las chicas de repente le surge un pene (?????) con el que se tira a su amiga, y finalmente eyacula y eyacula hasta secársele todo el cuerpo y morir (????????). Incomprensible.
A partir de aquí, cierran en libro las dos historias más bien larguitas de corte normal shônen -seinen con grandes dosis de violencia y típicamente Oh! Great, es decir, de gran dibujo pero de guión aborrecible: West Side Story y S -song of sapphire star-.
En conclusión, para mi gusto es un cómic totalmente prescindible, pero que me alegro de tener en mi colección como elemento curioso, porque realmente es raro que un autor shônen de éxito se dedique o se haya dedicado también al hentai, al menos firmando con el mismo nombre en las dos facetas.
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