El blog de Marc Bernabé

Fecha de la primera emisión de Dragon Ball

Monday, January 18th, 2010

A raíz del post anterior, hace un rato he recibido una pregunta mediante el servicio formspring (cualquiera puede lanzarme preguntas a través de este servicio, así que ya sabéis) referente a la primera fecha de emisión de Dragon Ball en España.

Según el usuario que me plantea la pregunta (no sé su nombre, me la ha enviado anónimamente), sus datos dicen que Dragon Ball empezó a emitirse en Galicia, con el título As Bolas Máxicas, el día 8 de febrero de 1990. Y la pregunta era: “ya que en el artículo de Oleguer Sarsanedas de Bola de Drac serie blanca nº 1 se menciona que este anime empezó a emitirse en TV3 en “febrero de 1990″, ¿conoces el día exacto?”

En este momento le he dicho que no, que ni idea, pero… Al cabo de un rato se me ha ocurrido ver si podía averiguarlo mediante el magnífico servicio de hemeroteca de La Vanguardia. ¡Y bingo!

Así, podemos ver que el 23 de febrero de 1990 (viernes) se emitió Dr. Slump y… Al lunes siguiente, 26 de febrero, empezó Dragon Ball.

Además, en los comentarios, COSMO nos recuerda que Dragon Ball se emitió también por aquellas fechas en la televisión vasca (ETB) con el título Dragoi Bola, y establece como fecha de su estreno, basándose en la hemeroteca del Diario de Navarra, el 21 de febrero de 1990. ¡Gracias COSMO por el dato!

Con lo cual zanjamos la polémica de “¿Dónde fue antes? ¿Galicia, Euskadi o Catalunya?”

El resultado:

  • 1. TVG (8 de febrero 1990)
  • 2. ETB (21 de febrero 1990)
  • 3. TV3 (26 de febrero 1990)
  • ¡Gana Galicia por un par de semanas!

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    Dragon Ball – Serie blanca nº 1

    Monday, January 18th, 2010

    Allá en 1992, cuando Dragon Ball era una auténtica fiebre en todos los territorios en los que se emitía en España, Planeta deAgostini pudo por fin lanzar el manga original de Akira Toriyama, y lo hizo simultáneamente en castellano y catalán. El formato era muy primitivo, pequeños fascículos grapados que se leían enseguida, pero eso no impidió que la edición de Dragon Ball en España fuera un éxito rotundo.

    Aún recuerdo con gran cariño aquel día en el que entré en la librería-kiosco de mi pueblo y vi la pila de comic-books del primer número de Dragon Ball. ¡No me lo podía creer! ¡Por fin salían los cómics de Goku! Por supuesto, como tantísima otra gente, me convertí en seguidor de la serie y ninguna semana faltaba a mi cita con ella.

    A menudo recuerdo con cariño los artículos “Manga Manía” firmados por Alfons Moliné, al que ahora me congratulo de poder contar entre mis amigos. Aquellos artículos, y otros que amenizaban los comic-books de Dragon Ball, me abrieron una ventana valiosísima a Japón, un país y una cultura que siempre me habían fascinado, por lo que siempre los leía y releía con avidez.

    El otro día estuve buscando unos libros metidos en cajas y encontré mi colección de la Serie Blanca de Dragon Ball, y decidí traerme a casa unos cuantos números para escanear estos artículos y colgarlos, a ritmo de un número por semana, en este blog, para compartirlos y recordarlos entre todos. Esta colección de Dragon Ball, sin embargo, se distribuyó solo en catalán en Catalunya (o sea, en Catalunya no era posible conseguirla en castellano), mientras que en el resto del estado español solo estaba disponible la versión castellana. Así, la mía es la versión catalana y pensaba ponerla tal cual y pediros colaboración a vosotros para conseguir la española. Sin embargo, antes de hacerlo hice un pequeño llamamiento vía Twitter (recordad que podéis seguir mis andanzas twittereras aquí), al que muy amablemente respondió algogoku, que escaneó raudo y veloz los artículos de la versión española, por lo que ahora os los puedo ofrecer también. Además, ¡también me mandó un scan de la fotocopia original de Allarga’t bastó màgic!

    ¡Cabe decir, por cierto, que estoy muy sorprendido porque en los comic-book de Dragon Ball hay artículos en la versión catalana que no figuran en la castellana, y viceversa! Resulta francamente interesante hacer la comparación.

    Antes de dejaros los scans, sin embargo, quiero agradecer a Alfons Moliné y a Carles Santamaria, autores de muchos de los artículos que publicaré aquí, por darme su permiso al consultarles sobre este pequeño proyecto mío. Y, por cierto, como veo que en la versión castellana se publican muchos artículos de Cels Piñol (en la catalana no, curiosamente), también le pediré permiso a él.

    ¡Vamos allá!

    VERSIÓN ESPAÑOLA

    Portada nº 1 serie blanca (español)

    Portada nº 1 serie blanca (español)

    Carta de Akira Toriyama

    Carta de Akira Toriyama

    Artículo de Alfons Moliné

    Artículo de Alfons Moliné

    VERSIÓN CATALANA

    Portada

    Portada nº 1 serie blanca (català)

    Carta de Akira Toriyama

    Carta de Akira Toriyama

    Texto de Oleguer Sarsanedas

    Texto de Oleguer Sarsanedas

    ¿Qué os ha parecido este viaje por la nostalgia? ¿Me acompañaréis cada lunes? ¡Pues os espero aquí sin falta! ¡Y espero vuestros comentarios!

    Tetsujin Gamma (Gamma, el hombre de hierro)

    Thursday, November 19th, 2009
    • Título: 鉄人ガンマ –Tetsujin Gamma– (Gamma, el hombre de hierro)
    • Autor: Yasuhito Yamamoto
    • Editorial: Kōdansha
    • Revista: Morning
    • Años publicación: 1992-95
    • Clasificación: seinen, humor
    • Tomos: 10 + 3

    gamma1

    No me permito muchas excepciones a mis propia regla según la que no comentaré manga que haya sido licenciado o publicado en España, pero esta vez me apetece hacer una por dos motivos: 1) se trata de una obra bastante mítica, publicada parcialmente en nuestro país hace ya unos catorce años (!) y demandada por algunos lectores, por lo que me pica la curiosidad por leerla y saber cómo es ya que en su momento no la leí –un caso similar al de mi reseña de Regreso al mar–; y 2) nos permite al Capi de la Arcadia y a Ale de Pepinismo realizar una “triple reseña al unísono”, un experimento siempre interesante.

    Recordad, las “reseñas al unísono” consisten en que otro blogger (esta vez dos) y yo leemos una misma obra manga, escribimos una reseña cada uno con su estilo y bajo su punto de vista particular y, sin habérnoslas mostrado previamente (las reseñas, mal pensados), las publicamos simultáneamente, el mismo día a la misma hora, en nuestros respectivos blogs. Ya hice esto con Jesús de Entomoblog con Yoshimi Yoshida, el detective de insectos, y con Roger de ComerJapones con Oishinbo, y ahora es un gran honor hacerlo con El Capitán de La Arcadia de Urías y Ale de Pepinismo.

    Y aquí tenéis sus reseñas, recién saliditas del horno, por si os interesa comparar (muy recomendable): Gamma en Pepinismo / Gamma en Arcadia.

    Bueno, vamos a la reseña en sí: como he dicho antes, Gamma, el hombre de hierro, fue publicada en España prácticamente en los albores del manga en nuestro país, concretamente entre 1995 y 1996 por Norma Editorial, en 11 números de formato prestigio (56-64 páginas) que abarcaron los tomos japoneses 1 a 3. A partir de aquí, presumiblemente las bajas ventas les obligaron a cortar la serie, en un caso idéntico a tantísimas otras series manga a mediados de los años 90 cuando, en pleno boom de Dragon Ball, las editoriales se animaron a sacar todo tipo de series en una especie de “fiebre del oro manguero”. El problema es que ni los editores muchas veces sabían exactamente qué es lo que estaban sacando, ni conocían a su público, ni tampoco el público estaba dispuesto a consumir gran cosa más allá de Dragon Ball, por lo que muchas series que vieron la luz en aquel momento fueron inevitablemente cortadas a medias.

    Gamma antes...

    Gamma antes…

    Durante la primera década del siglo XXI hemos visto cómo algunas de esas series cortadas eran recuperadas y publicadas en su totalidad, pero aún quedan muchas, como esta misma o la tan demandada 3×3 Ojos, que siguen en ese limbo. El caso es que Gamma seguramente se vendió muy poco, cierto, pero los pocos lectores que la compraron le tienen un gran cariño y de vez en cuando se oyen voces suspirando por su recuperación.

    Teruo Gamma es encargado en un supermercado normal y corriente de Japón. A pesar de su físico ciertamente enorme, que le permitiría sin duda dedicarse a otro tipo de trabajo, y su cara absolutamente fea, él intenta trabajar como cualquier otro empleado de supermercado: es decir, se dedica a reponer productos en las estanterías, realizar actos de promoción como por ejemplo freír unas salchichas delante de la gente para dárselas a degustar, atender a los clientes que buscan algún producto en concreto y no lo encuentran, etcétera… Gamma es también totalmente normal en el plano personal: vive en un modesto bloque de pisos, está casado (con una mujer muy guapa y cariñosa, eso sí), y tiene un hijo…

    Hasta aquí, todo normal. El único problema de Gamma, al menos desde mi punto de vista, es que es un hombre normal y corriente que además es perfectamente honrado y quiere genuinamente a su mujer. El caso es que a veces Gamma se ve un poco acorralado, o se mete en líos (muy inocentes) de faldas y claro, entonces surge la bestia que tenemos todos los hombres en nuestro interior, una bestia llamada “instintos animales” a la que cuesta poner riendas…

    Y aquí es cuando empieza el “festival del humor”, porque cuando Gamma se quita la ropa revela un cuerpo digno de un culturista, espectacular y lleno de músculos, algo que contrasta enormemente con su feísima cara y su carácter más bien pusilánime. Y no solo eso, sino que además también su carácter, o modo de expresarse, cambia radicalmente tras la “transformación”. Y este contraste es el que alimenta a este manga, que se nutre de situaciones más bien normales (OK, muy exageradas pero al fin y al cabo no son del todo increíbles) llevadas al extremo.

    ...Y Gamma después.

    …Y Gamma después.

    El manga se compone de capítulos autoconclusivos, más o menos ligados entre ellos, por lo que se hace muy ameno de leer. Y todos los capítulos tienen más o menos la misma estructura: un inicio normal en el que se nos presenta el día a día de Gamma (algún capítulo es flashback, otros transcurren en el presente), una situación extrema que pone a Gamma contra las cuerdas y luego, ¡pam! viñeta espectacular de Gamma arrancándose la ropa y mostrando sus poderosos músculos (y alguna escena en la que, con alguna excusa, se nos muestra a una mujer desnuda) y su metamorfosis en “hombre de hierro” y desarrollo de la acción exagerada hasta el final, cuando todo vuelve a la normalidad y el protagonista se arrepiente muchísimo de lo que acaba de hacer.

    Estamos ante un seinen manga muy “90s” y a mí personalmente me ha distraído mucho. A ver, no me ha parecido un título tan brillante como podría parecer por la nostalgia con el que lo recuerdan y lo piden sus fans españoles (en Japón ya ni se acuerdan de él, de hecho), pero se deja leer y es muy entretenido, la verdad. Actualmente, con el clima de crisis que se respira y los batacazos que se han dado algunas editoriales españolas con títulos seinen que no sean de samuráis, dudo mucho que ninguna editorial apueste por Gamma, pero quién sabe si dentro de unos años, cuando vuelvan las vacas gordas, alguien la recupera. Visto ahora, 10 tomos (más una secuela de tres tomos llamada Gamma –The γ–) tampoco es una cantidad tan desmesurada.

    Lo mejor

    • El contraste entre el carácter y el físico de Gamma
    • Comedia costumbrista muy noventera
    • La mujer de Gamma, muy guapa y dulce
    • El hecho que las historias sean autoconclusivas

    Lo peor

    • Hay aspectos de este título que me gustan más y me gustan menos, pero soy incapaz de encontrar algo digno de entrar en esta categoría de “lo peor”. A lo sumo, que es un manga bastante del montón (de la parte superior del montón, eso sí, pero del montón en definitiva).

    Un texto histórico sobre manga

    Wednesday, November 18th, 2009

    Había oído hablar de una mítica colección de 48 fascículos, recopilados y encuadernados en 4 volúmenes, llamada La historia de los comics y editada por Josep Toutain a principios de los años 80, básicamente de boca de Antoni Guiral, uno de las personas que más saben de cómic en España. Fue en la presentación de la colección de Del tebeo al manga: una historia de los cómics (Panini), un pedazo de colección impresionante que cualquier amante del cómic debería hacerse (actualmente van por el tomo 6 de 12 y van sacando un tomo cada 4 o 5 meses). En esa presentación Guiral y el editor Alejandro Martínez Viturtia destacaron que desde La historia de los comics de Toutain, hacía ya más de 20 años, no había habido ningún intento de volver a realizar un trabajo similar ni de actualizarlo, de lo que se lamentaban. Por eso decidieron embarcarse en el proyecto Del tebeo al manga.

    Como suelo hacer, dejé esta información aparcada en mi mente y seguí con mi vida. Y así, de vez en cuando oía hablar sobre la mítica La historia de los comics de Toutain y ya la sabía ubicar, ya sabía de qué estaban hablando (aunque no lo hubiera visto nunca). Recientemente, sin embargo, y en relación a mi faceta recientemente descubierta de “arqueólogo del manga”, pude ver esta colección con mis propios ojos. Aparte de quedar asombrado de la impresionante calidad y rigurosidad de la obra (¡realizada a principios de los 80, sin internet ni nada de eso!), me sorprendió encontrarme un texto sobre el manga. Escrito por Hisao Kato en 1983, son solo 8 páginas dentro de una colección que abarca más de 1300. Originalmente se publicó en el fascículo 45, por lo que está incluido en el volumen 4 del encuadernado. Seguramente es el primer texto sobre manga aparecido en España.

    Historia de los Comics (4501)

    El fascículo 45, con portada de Dômu, de Katsuhiro Otomo

    Son solo 8 páginas, pero contienen una gran cantidad de información, extremadamente condensada. Da la sensación de que Kato escribió mucho más pero que los editores metieron las tijeras. Es muy curioso leer este artículo actualmente, cuando en general sabemos tanto sobre manga (las traducciones literales de los títulos –Tetsuwan Atom (Astroboy), por ejemplo, es “Átomo Poderoso” –, y también es muy curioso ver un artículo sobre manga escrito por un japonés en el año 1983, dando una importancia enorme al Otomo pre-Akira y al Toriyama pre-Dragon Ball, por ejemplo. ¡No se puede negar que Kato sabía muy bien sobre qué estaba hablando! Algunas de las cosas que dice son bastante subjetivas, y otras la verdad es que vistas ahora son de una ingenuidad casi entrañable. Da la sensación, por cierto, de que el artículo original estaba escrito en inglés y que fue traducido al español, por algunos falsos amigos y terminología que se utiliza.

    En fin, a mí me ha parecido muy interesante y os dejo aquí con las 8 páginas escaneadas; como siempre, si hacéis clic se ampliarán y se podrán leer. ¡Espero que os gusten!

    Leer online en Scribd

    ¡Cómo han cambiado las cosas con los años, ¿verdad? A principios de los 80, el manga solo pudo ganarse 8 páginas de un total de unas 1300 (o sea, el 0,62% del total). Actualmente en la colección Del tebeo al manga, no solo la palabra “manga” aparece en el mismísimo título de la colección, sino que además 2 de los 12 tomos de los que constará la colección estarán íntegramente dedicados al cómic japonés. ¡El 16,17%! Vaya, vaya…

    Info sobre Hisao Kato: Nací en Oiso (a 60 kilómetros de Tokio) y empecé a interesarme por los comics a una edad muy temprana. A los veinte años de edad trabajaba a horas en una pequeña agencia editorial, donde, en calidad de de director adjunto, dirigía numerosas revistas de comics. A los 21 años obtuve un empleo de director adjunto en la editorial Hobunsha. Allí he estado trabajando unos 10 años. Introduje muchos comics y dibujantes japoneses como colaborador de The World Encyclopaedia of Comics en 1976, dirigida por Maurice Horn. Desde 1976 utilicé el seudónimo de Asuka Ran y escribí muchos artículos sobre los comics extranjeros. En 1979 pasé a desempeñar las funciones de supervisor de la versión japonesa de la famosa Vampirella.

    ¡Gracias a la biblioteca Tecla Sala de l’Hospitalet por la ayuda!

    Uchū Kaizoku Captain Herlock (Capitán Harlock, el pirata espacial)

    Tuesday, November 17th, 2009
    • Título: 宇宙海賊キャプテンハーロック –Uchū Kaizoku Captain Herlock– (Capitán Harlock, el pirata espacial)
    • Autor: Leiji Matsumoto
    • Editorial: Akita Shoten
    • Revista: Play Comic
    • Años publicación: 1977-79
    • Clasificación: shōnen, space opera
    • Tomos: 5
    • ¡Editado en España por Ediciones Glénat!

    harlock

    Hoy he recibido una sorpresa brutal por parte de los colegas Urías de La Arcadia de ídem y Ale de Pepinismo, y es que han realizado una “reseña a cuatro manos”, concepto desarrollado humildemente sin quererlo ni beberlo en este blog (ver Yoshimi Yoshida y Oishinbo), de Capitán Harlock. No estando contentos con realizar una simple reseña por escrito, ¡han hecho un vídeo y todo con conexión Mataró-Fukuoka! Vamos, me quito el sombrero ante semejante hazaña, estoy asombrado.

    Vedlo, vedlo: Capitán Harlock en La Arcadia de Urías y en Pepinismo (no os perdáis el final, con la canción en versión dual y GameBoyera)

    El caso es que vía Twitter me han “desafiado” a hacer un comentario “extenso” al respecto y, como buen caballero, recojo el guante que me han lanzado y aquí estoy. La doble reseña me ha parecido fabulosa y poco puedo añadir al respecto más que contar mis recuerdos personales sobre esta obra en particular, que fue editada en España por Glénat hace unos años.

    La verdad sea dicha, yo no vi el anime de Harlock en mi infancia, aunque Vero sí que lo vio y se confiesa gran fan del pirata espacial este. Llegamos a Japón por primera vez el 26 de marzo de 1999, cuando fuimos a pasar un año como estudiantes de intercambio allí. El mismo día 26 vinieron unos estudiantes a recibirnos al aeropuerto y nos acompañaron a la universidad, nos enseñaron el piso donde viviríamos, fuimos a comprar cuatro cosas y todo eso… Y caímos rendidos por culpa del largo viaje y el jet-lag. Al día siguiente, 27 de marzo, empezamos a explorar los alrededores y, justo delante de la estación de Saiin, encontramos una librería en un segundo piso, a la que entramos sin más dilación. ¡Yo me moría de ganas de ver cómo era la sección de manga! Recuerdo que estuvimos mirando (no era muy grande la librería) y entre muchas otras cosas encontramos la edición en formato bolsillo de Capitán Harlock (3 tomos). Vero me dijo que le traía muchos recuerdos y al final compramos ese tomo… ¡Es decir, que puedo decir que fue el primer manga que compramos en Japón! Menudos recuerdos me trae…

    El primer manga que compré en Japón

    Este es el primer tomo de manga que compré en Japón

    Pocos años después, en 2002, la editorial Glénat licenció este título y nos encargó su traducción. Recuerdo que ellos querían publicar la edición en 5 tomos (la que enseña Ale y cuya foto he puesto al principio), pero en aquel entonces estaba más que descatalogada, por lo que compramos por un lado los 3 tomos de la edición de bolsillo para trabajar con ellos y enguarrarlos, mientras que yo conseguí de segunda mano por mi parte los 5 tomos de la versión original para saber de qué página a qué página había que traducir cada vez para recomponer los 5 tomos. A día de hoy, por supuesto, aún guardo estos 5 tomos originales en mi biblioteca, ocupando un sitio de honor al lado de Galaxy Express 999 y otras obras de Leiji Matsumoto.

    De la traducción recuerdo la anécdota de que en aquel verano de 2002 vivíamos en Yokohama. El Mundial de Fútbol ya se había acabado y yo estaba agotando mi contrato con el Ayuntamiento de Yokohama, por lo que debíamos mudarnos pronto a Osaka, donde en septiembre/octubre empezaríamos nuestros respectivos másters (Vero en relaciones internacionales, yo en japonología) gracias a la beca de La Caixa. Hacía mucho calor y vivíamos en un “apaato”, una casa de madera con tatamis en el suelo y váter de estilo japonés (de agacharse) y sin aire acondicionado. Era tal el calor que recuerdo estar preparando la mudanza, quitarme la camiseta y literalmente sacar agua de ella al estrujarla un poco. De vez en cuando íbamos a “refugiarnos” en un famiresu (family restaurant) cercano para trabajar una o dos horas fresquitos, pero claro, eso era infernal… Desde entonces, siempre he procurado que todos los sitios donde vaya a vivir tengan aire acondicionado (en Osaka fue casi lo primero que compramos), nunca lo he pasado tan mal con el calor.

    Y un día llegó una llamada de nuestro gran amigo y mentor Jim Heisig (Kanji para recordar) proponiéndonos si nos apetecía pasar unos días en su “cabaña” del lago Nojiri, en la prefectura de Nagano. ¡Se abrió el cielo! Terminamos la mudanza a toda prisa, mandamos los trastos a Osaka, y “a Nojiri falta gent”. Nojiri es un sitio precioso, paradisíaco. En los años 50, muchos misioneros y extranjeros montaron unas cabañitas en una orilla del lago y se creó una comunidad internacional en ese lugar, algo que aún sigue (de hecho, lo llaman Gaijin-mura, o sea “pueblo de los extranjeros”).

    En Nojiri se estaba de miedo: fresquito (¡por la noche hasta teníamos que encender fuego!) y de vez en cuando podías bajar al lago a hacer un chapuzón. ¡Pero los bichos que hay por allí son brutales! ¡Auténticos mutantes que podrían perfectamente enfrentarse a Godzilla! ¡Feos, con muchas patas y muy GORDOS! Y bueno, tengo muy asociado lo de Nojiri con Capitán Harlock, puesto que fue allí donde traduje el tomo 3 de esta serie mientras Vero trabajaba en la traducción de Monster y Heisig estaba currando en una traducción al inglés de un libro sobre Ramon Llull (este, precisamente) No sé, tengo esta imagen grabada en la mente de los tres currando con nuestros portátiles en una cabaña destartalada en medio de un bosque, fresquitos, y con bicharracos enormes dando vueltas por allí. Es por esto que este manga también me despierta recuerdos muy vívidos.

    Aunque la obra de Matsumoto me gusta, la verdad es que cuando tengo que elegir qué quiero leer no suelo alargar la mano hacia uno de sus manga. Pero sí es cierto que me lo pasé muy bien traduciendo Capitán Harlock y leyendo Galaxy Express 999. Prometo más reseñas de Matsumoto en los próximos meses.

    De la traducción de Capitán Harlock puedo añadir también un par de cosas: creo que es el único manga en el que he “suavizado” bastante expresiones extremadamente machistas. Es decir, el único manga en el que me he atrevido a alterar un poco el original para disfrazar frases directamente ofensivas para las mujeres (temía que si lo traducía literalmente, Glénat tuviera problemas y recibiera denuncias o quejas). Aparte, también me rayaban bastante las “cancioncillas” que pone Matsumoto, aunque es cierto que casi siempre ponía la misma, lo que me permitía hacer “copy & paste” y una página menos que traducir (lo cual ayuda mucho, no os mentiré).

    “Yo vivo libre bajo mi propia bandera… Y seguiré haciéndolo, en este oscuro mar espacial, en este mar sin futuro, hasta que las fuerzas me abandonen… Viviré libre bajo mi propia bandera… Vago por los confines del espacio… Me llaman “el capitán Harlock”… Mientras me quede un hálito de vida, viviré libre en este mar sin futuro bajo mi propia bandera, la bandera de la calavera… Viviré libre bajo mi propia bandera…” <— ¡Pesao!

    Otra curiosidad es que en japonés las mujeres enemigas se llaman マゾーン (mazon), mientras que en la versión catalana del anime eran las “mazoni”. Nos debatimos mucho entre si poner “mazon” como el original o “mazoni” como la versión catalana. Al final llegamos a la conclusión (no hemos podido probar nunca que sea verdad, o sea que sigue siendo una hipótesis) de que probablemente Harlock se tradujo del italiano al catalán, y ya sabéis cómo hacen los plurales los italianos. Piatto – piatti; grande – grandi... Y así, “mazon – mazoni”, ¿no? Con lo que al final optamos por pasar de la “i” y ceñirnos al original “mazon”.

    Finalmente, el título. Los japoneses, cuando romanizan el nombre del protagonista, ponen “Herlock”, con “e”. Aquí sí que primamos la versión catalana, la conocida por los lectores potenciales del manga de Glénat, y le pusimos “Harlock”. Por cierto, el personaje en Francia se conoce como Albator y allí sí que tienen verdadera pasión por él. ¡Es todo un icono!

    Y nada, hasta aquí mis recuerdos y anécdotas de esta obra. ¡Gracias por despertar en mí todos estos recuerdos, Ale y Urías!