- Título: 星を継ぐもの –Hoshi o tsugu mono– (Herederos de las estrellas)
- Autor: Yukinobu Hoshino (basado en una historia original de James P. Hogan)
- Editorial: Shôgakukan
- Revista: Big Comics Special
- Años publicación: 2001-?
- Clasificación: seinen, ciencia-ficción
- Tomos: 3 (en curso)
Justo unos días antes de encontrar, por fin, Las 2001 Noches de Yukinobu Hoshino, había adquirido los dos primeros tomos de su obra más reciente, aún en curso, Hoshi o tsugu mono. La ilusión por haber encontrado la primera después de tantos años tras ella pudo más que la novedad, por lo que la historia elegida para leer en primer lugar fue, por supuesto, Las 2001 Noches. Una vez terminada, me dejó tan buen sabor de boca que quise seguir disfrutando de la ciencia-ficción de Yukinobu Hoshino y, claro está, tenía a tiro esta segunda historia, que pasé a degustar con fruición.
Hoshi o tsugu mono es una adaptación a cómic de la novela original del escritor británico de ciencia-ficción James P. Hogan (1941-2010) Inherit the stars (Herederos de las estrellas en su edición española) y sus varias secuelas, con lo que tiene un regusto a ciencia-ficción occidental muy acusado. Las 2001 Noches era una historia original de Hoshino, un autor japonés, por lo que, por mucha ciencia-ficción occidental que presumiblemente haya mamado este autor, tenía un trasfondo y una manera de ver y presentar las cosas muy japoneses. En cambio, leer Herederos de las estrellas es leer algo más parecido a Asimov, a Heinlein, a Clarke, a Herbert, a Niven o a Silverberg que otra cosa. Una historia adictiva, unos misterios oscuros, unos personajes más bien “echados para adelante”, unas premisas científicas un tanto desbocadas, etcétera. Acostumbrado al manga “japonés-japonés” –que en ningún caso está mal, al contrario–, me ha parecido muy refrescante esta bocanada de aire más occidentalizado.
Estamos en un futuro no muy lejano en el que la Humanidad ha decidido unir sus fuerzas para acometer la conquista del espacio. Durante una misión en una de las bases lunares, se encuentra en una gruta el cadáver de un hombre enfundado en un traje espacial, un modelo que nadie reconoce. La sorpresa es mayúscula cuando se descubre que el cadáver lleva más de 50.000 años en ese lugar. ¿Quién demonios es ese hombre? ¿Es en realidad humano o es un alienígena? ¿Qué hacía en la Luna cuando en la Tierra el homo sapiens estaba pasándolas canutas con las glaciaciones y ni siquiera había surgido aún ninguna civilización digna de ese nombre? Numerosas preguntas se agolpan en la mente de los protagonistas, que poco a poco van descubriendo más datos, a cuál más sorprendente, que sin duda cambiarán radicalmente todas las teorías sobre la evolución, el desarrollo del clima terrestre, el papel de la Luna como satélite, ¡incluso la extinción de los dinosaurios!
Anteayer terminé de leer el segundo tomo de esta historia y me quedé con ganas de más de lo enganchado que estaba y, redactando esta historia, me di cuenta de que el día 27 de abril de 2012, o sea, hace escasos días, había salido ya el tercer tomo en Japón. ¡No veo la hora de hacerme con él!
No he leído la serie de novelas original de Herederos de las estrellas (La serie de los gigantes), pero veo por ahí que Hoshi o tsugu mono es una adaptación bastante libre, con cambios significativos introducidos por Hoshino. A priori se podría pensar que esta será una serie de corta duración (el 3r tomo no es el último, así que podrían ser 4 en total), pero claro, según cómo se adapte la historia y si encadena los diversos libros de la serie original (veo que son 5) podría alargarse un poco más. Por lo que veo, el tomo 2 del manga ya entra en temas del libro 2 de la serie, así que podría pensarse que será 1 tomo por libro, con lo que la serie total serían 5, pero… Quién sabe.
Lo mejor
- Gran historia, muy adictiva.
- Abre la puerta a adaptaciones manga de otras historias de ciencia-ficción occidental.
- Gran dibujo, como no podía esperarse otra cosa de Yukinobu Hoshino.
Lo peor
- Algunas teorías o explicaciones están bastante cogidas por los pelos, pero bueno…
- Un poco demasiado fantasioso para ser considerado “ciencia-ficción dura”, pero lleva argumentos bastante sólidos que lo alejan de la “ciencia-ficción blanda”. Estaría entre medio.
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