Como vi en el sorteo-encuesta del pasado septiembre que la sección “Adivina qué mangaka es” no gusta demasiado en su formato habitual, he decidido cambiarla un poco y darle un enfoque menos “misterioso” para acentuar el componente periodístico y didáctico de estas entradas. Me parece que conocer a los mangaka es una parte muy importante de la historia del propio medio del manga, así que no es mi intención suprimir esta sección, al menos mientras cuente con fotos viejunas que poner.
En esta ocasión, no tenemos a un mangaka sino dos: el dúo Fujiko Fujio, conocidos sobre todo por ser los autores de verdaderos mitos del manga como Doraemon, Ninja Hattori-kun, Obake no Q-tarō, Kiteretsu, Esper Mami, Manga Michi, etcétera.
Esta primera foto es de 1982; es una lástima que no haya encontrado ninguna más antigua. Aquí rondaban ya los 50 añitos de nada.
Fujiko Fujio, como veis en la foto, fueron dos artistas en uno: Motoo Abiko (1934-) y Hiroshi Fujimoto (1933-96).
La historia de Fujiko Fujio es un poco complicada básicamente porque en 1987 se separaron como “unidad artística”, se dividieron las series que habían presentado bajo el mismo apodo hasta ese momento y pasaron a actuar en solitario. Sin embargo, sus respectivos nombres artísticos apenas cambiaron: uno –Fujimoto– se quedó como Fujio F. Fujiko y el otro –Abiko– es conocido como Fujiko Fujio Ⓐ (sí, sí, con la redondita). Vamos, un lío. Hay varias teorías y declaraciones sobre el motivo de la separación: desde que sus respectivos estilos de dibujo habían cambiado tanto que era mejor dividirse para que la gente no pensara que el autor de la blanca e inocente Doraemon era el mismo que el de la negra y cínica Warau Salesman, hasta que era mejor separarse para evitar líos sobre cómo dividir la herencia de los copyrights entre los herederos tras su muerte (de hecho, 9 años después de la separación, en 1996, falleció Fujimoto, el autor de Doraemon). Y como ninguno quería renunciar al nombre artístico Fujiko Fujio que tanta fama había cobrado, pues adoptaron cada uno el mismo nombre, solo que con la variación F (de Fujiko) y Ⓐ (de Abiko).
En cualquier caso, aunque los dos trabajaron durante casi toda su carrera bajo el mismo nombre artístico, al parecer en realidad cada uno se encargaba de una serie y solo al principio de todo trabajaron realmente juntos, por lo que les fue sencillo dividirse las series. Así, Doraemon, Kiteretsu, Parman o 21emon están firmados ahora por Fujiko F. Fujio, mientras que Ninja Hattori-kun, Manga Michi, Warau Salesman o Pro golfer Saru se publican bajo el nombre de Fujio Fujiko Ⓐ. Obake no Q-tarō es una de las pocas que crearon entre los dos y hasta hace muy poco no ha quedado claro a quién “pertenecía”: recientemente, sin embargo, se ha publicado en la colección de “Obras completas” de Fujio F. Fujiko después de muchos años sin reeditarse (por lo cual era uno de los manga más cotizados en el mercado de segunda mano).
Estas fotos son de 1989 y también son las más recientes que he conseguido: el de la izquierda es Fujimoto mientras que el de la derecha es Abiko
El dúo Fujiko Fujio fue uno de los integrantes en los años 50 del celebérrimo Tokiwa-sō, junto a Hiroo Terada, Shōtarō Ishinomori (entonces Ishimori) o Fujio Akatsuka, entre otros dibujantes menos conocidos. De hecho, pasaron a ocupar el mismo apartamento que unos días antes había dejado vacío Osamu Tezuka, que les hizo incluso el gran favor de no retirar la fianza que había pagado en el momento de entrar a vivir para que ellos no tuvieran que depositarla en un momento en el que no tenían nada de dinero y estaban empezando.
De hecho, aunque Tezuka nunca tuvo ningún discípulo oficialmente reconocido como tal, por lo que he ido leyendo he acabado deduciendo que estos dos chicos, Fujiko Fujio, fueron lo más cercano a un discípulo que llegó a tener el dios del manga, ya que la admiración ciega que ellos le profesaban, y el cariño y la ayuda que Tezuka les daba (con lo del apartamento, presentándoles y recomendándoles a editoriales y demás), además del hecho de que Tezuka les llamaba alguna que otra vez para que le ayudaran a terminar alguna entrega, hace que su relación fuera muy especial.
Aprovecho esta entrada para inaugurar un largo especial sobre estos dos autores. Me centraré sobre todo en Fujio Fujiko Ⓐ y su obra capital Manga Michi (El camino del manga), una semiautobiografía apasionante. ¡No os perdáis estos próximos días el blog!
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