El blog de Marc Bernabé

The Insect (El insecto)

Monday, November 8th, 2010
  • Título: インセクト –The Insect– (El insecto)
  • Autor: Leiji Matsumoto
  • Editorial: Asahi Sonorama
  • Revista: varias
  • Años publicación: 1976 (este tomo)
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 1

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Leiji Matsumoto es principalmente conocido por sus historias de ciencia-ficción fantástica, como Capitán Harlock, Acorazado Espacial Yamato y Galaxy Express 999, por lo que internacionalmente se le suele considerar el rey de la “space opera” japonesa.

Sin embargo, su obra por supuesto abarca mucho más que eso, y en realidad este autor tiene al menos cinco facetas bastante diferenciadas y más o menos conocidas:

  • Space opera. Su faceta más famosa de lejos. Matsumoto es el rey del género tanto en Japón como internacionalmente. No hay más que ver los vídeos de Daft Punk englobados en la macroproducción Interstella 5555.
  • Guerra. Matsumoto tiene una amplia producción de manga bélico, entre los que destaca la serie The Cockpit.
  • Cuatro tatamis y medio. Este autor fue el principal responsable de un género entero en la literatura y el manga japonés: la narración de las historias de tíos pobretones (mal)viviendo en pequeñas viviendas de cuatro tatamis y medio con cocina y lavabo comunitarios y sin bañera (había que ir a lavarse a los baños públicos). Su obra más famosa en este sentido es Otoko Oidon.
  • Shōjo. Como muchos otros grandes autores de manga, Matsumoto empezó dibujando shōjo. Destaca por su capacidad innata de crear “animalitos monos”. De hecho tiene algunas historias co-creadas junto a su mujer Miyako Maki, en las que ella dibujaba los personajes mientras que él se encargaba de los animales (perritos y gatitos) ya que le “salían tan bien”.
  • Entomología. Este autor tiene también algunos manga basados en insectos. Se trata de su faceta menos conocida, incluso en Japón.

El manga que tratamos en este ocasión forma parte de esta quinta faceta del “padre” de las bellezas Emeraldas y Maetel. Estamos ante un tomo que recopila un total de 11 historias cortas basadas de una u otra manera en el mundo de los insectos.

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Ciempiés...

La verdad es que no hay hilo conductor entre ellas. Mientras que algunas se basan en la interacción de los humanos con uno o varios insectos (por ejemplo, una historia va de un tipo que tiene un montón de escarabajos en su casa) y otras personifican a los insectos (una de las historias ocurre en un hormiguero donde una poderosa hormiga –con cuerpo, rostro y ademanes de persona, ojo– domina a las demás). Otras historias simplemente se basan en alegorías, como por ejemplo la historia de un tipo bajito y regordete con gafas de culo de botella que, obviamente, recuerda a una mosca.

Hormigas, libélulas, escarabajos, moscas, ladillas, cucarachas, mariposas… Todas ellas tienen cabida en este tomo de ritmo muy irregular pero con ese sabor tan “matsumotero” que deja cierto regusto triste en la mente del lector, ese mono no aware del que hablábamos en la reseña de Galaxy Express 999 y que resulta tan propio del estilo del autor.

Por supuesto, en este manga encontramos también los típicos personajes Matsumoto: mujeres estilizadas, guapísimas, de pelo larguísimo y porte melancólico; hombres bajitos, feos, regordetes y borrachos; chicos desgarbados y perdidos por la vida… Vamos, una obra Leiji Matsumoto 100%.

Personalmente me ha gustado el manga. Cierto es que algunas historias son mejores que otras y que el ritmo es un poco irregular, pero en general es un buen manga. Una curiosidad muy interesante para los fans de Leiji Matsumoto que quieran llegar un poco más allá de su faceta como maestro de la space opera.

Lo mejor

  • Historias cortas muy imaginativas.
  • Las etilizadas, melancólicas y enigmáticas chicas Matsumoto.

Lo peor

  • Ritmo irregular.
  • Algunas historias quizás son un poco demasiado abstractas.

Homo Homo Seven

Tuesday, September 21st, 2010
  • Título: ホモホモ7 –Homo Homo Seven–
  • Autor: Tarō Minamoto
  • Editorial: Wakaki Shobō
  • Revista: Shōnen Magazine
  • Años publicación: 1971-72
  • Clasificación: humor
  • Tomos: 2

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Últimamente me ha dado por introducirme en la obra de Tarō Minamoto, un autor básicamente conocido por su obra Fūunji-tachi (que comentaré otro día) y que se especializa en humor. En algún sitio leí una vez que Homo Homo Seven era una de sus grandes obras, y por extensión una de las obras más destacables del género humorístico dentro del manga japonés, así que al ver el primer tomo (de 2) en una librería de segunda mano, no dudé en comprármelo.

Realmente estamos ante un cómic peculiar en muchos aspectos, luego veréis por qué. Básicamente hay dos bandos enfrentados, los Homo Homo (todo hombres) y los Resu Resu (todo mujeres), y en cada episodio se presenta un enfrentamiento protagonizado por Homo Homo Seven (parodia de 007 que lleva un sombrero con las letras H O M O repetidas una y otra vez) contra alguna esbirro de las Resu Resu. Prácticamente todas las “malas” acaban enamorándose del protagonista y al final acaba él venciendo en la “batalla” o lo que sea que ocurre. (Por cierto, ya os imagináis que Homo significa “homosexual”, mientras que Resu viene de Les, o sea, “lesbiana”).

Os habéis quedado igual, ¿no? Pues es que es así, no tiene ningún sentido XD. La gracia del manga es que está compuesto por episodios autoconclusivos, y cada uno de ellos parodia un género cinematográfico. Así, la primera historia es la típica de espías a lo 007, pero la segunda va de yakuzas al estilo Tōei, luego hay una que parodia las pelis francesas en plan romanticón dramático e incluso se cachondea de las pelis de romanos, entre otras chorradas. Y en cada caso los personajes se visten acordes con la temática del capítulo y actúan como tales, como si fueran “actores”.

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Sí, el de la primera viñeta es el mismo que el de la viñeta 2, 3, 4 y 5, el del sombrero Homohomohomohomo... XD

La segunda gracia del manga es la combinación a lo bestia de varios estilos de dibujo, destacando el diseño del protagonista, que está dibujado al estilo “garabato”, mientras que a su alrededor pueden perfectamente aparecer personajes dibujados al estilo gekiga, es decir, hiperrealista. A veces incluso aparecen chicas dibujadas “a lo shōjo” y cosas así, y además está todo realizado con un contraste brutal; los personajes dibujados al estilo garabato son realmente garabatos feísimos, y los que están hechos con estilo hiperrealista son muy resultones. Lo mismo se puede decir de los fondos y objetos.

Incluso el autor juega con diferentes estilos de dibujo para un mismo personaje, que en una viñeta puede aparecer dibujado con todo lujo de detalle y en la siguiente convertirlo en un garabato. ¿Recordáis cuando Toriyama dibuja a Sembei al estilo “guapo” para que destaque? Pues es un efecto similar, solo que mucho más radical que Dr. Slump –y eso que precede a esta última por casi 10 años–.

Una curiosidad de este manga es que se publicó en la revista Shōnen Magazine durante su época dorada de principios de los 70, junto a obras tan famosas e históricas como Kyojin no Hoshi y Ashita no Joe. Pero a pesar de eso, la editorial Kōdansha, propietaria de la Magazine, nunca publicó Homo Homo Seven en tomo, sino que cedió (imagino) los derechos a la pequeña editorial Wakaki Shobō. Tal vez en su momento no obtuvo nada de relevancia, pero actualmente se considera a Homo Homo Seven una de las mejores obras de humor de la historia (discutible), y sin duda es una de las más originales.

Lo mejor

  • El contraste brutal entre los varios estilos de dibujo, especialmente el gekiga y el garabato.
  • Las parodias de géneros cinematográficos.
  • Cuando Homo Homo Seven se pone “serio”.

Lo peor

  • A veces resulta demasiado pasado de vueltas.
  • Los garabatos igual son demasiado exagerados.

Sister Generator

Thursday, April 8th, 2010
  • Título: シスタージェネレーター –Sister Generator–
  • Autor: Hiroaki Samura
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Varias
  • Años publicación: 2003-2009
  • Clasificación: seinen
  • Tomos: 1

En la reseña de Bradherley no basha (publicada posteriormente en España por Dolmen con el título de Los carruajes de Bradherley) ya dejé claro que Hiroaki Samura, conocido principalmente por ser el autor de la impresionante Mugen no jūnin (La espada del inmortal), es un autor que me fascina. Tanto por su espectacular estilo de dibujo como por su enfermiza capacidad de sacarse de la manga situaciones de lo más retorcidas.

Así que cuando me enteré de que la editorial Kōdansha iba a sacar un nuevo tomo de este autor, no me lo pensé dos veces y lo adquirí. Sister Generator es una recopilación de historias cortas que este autor ha ido publicando en varias revistas (e incluso un dōjinshi) durante los últimos años. La verdad, si me permitís empezar por la conclusión… Yo solo recomendaría este manga a completistas muy fans de Hiroaki Samura.

Las historias que forman Sister Generator son muchas y variadas, todas protagonizadas por “chicas Samura” (de ahí el título “Generador de hermanas”). Estamos hablando de historias relativamente largas (la primera y la última son de unas 50 páginas cada una), pero también de pequeñas historietas de unas pocas páginas. La temática es muy variada, pero básicamente son bastante del rollo “fumadas”. No sé si habéis leído el tomo único Ohikkoshi –La mudanza– (Glénat), pero si lo habéis hecho recordad la historia que venía justo después de la que da título al tomo, la que se titula Diario de un luncheon de lágrimas. ¿Recordáis lo absurdo de los planteamientos y lo raro de los diálogos? Pues algo así se repite en Sister Generator.

Tengo que decir que las dos historias más largas están bastante bien. Kuzein-ke saidai no shō (El mayor espectáculo de la familia Kuzein) cuenta la historia de un padre viudo con su hija adolescente, y una ama de llaves muy atractiva que entra de repente en su vida. ¿Qué hay entre el padre y el ama de llaves? Parece mucho más que una relación profesional. De hecho, como se descubre después, el padre es un sado-masoquista y ella es su dominatrix. Como comenta el propio Samura en el epílogo, a menudo le comentan que “suele hacer obras muy sádicas”, pero esta es la primera vez que usa a un personaje al que realmente le va el sado-maso. La otra historia larga, Emerald, está ambientada en el “far west” y la verdad es que resulta amena, por no decir que los personajes femeninos protagonistas, sobre todo la “cowgirl”, están –como es habitual en Samura– para mojar pan.

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Emerald, una historia del oeste con chicas Samura

En cuanto a las otras historias, destacar la enfermiza Brigitte no bansan (La cena de Brigitte), que cuenta la historia de una joven a la que compran como esclava para que se encargue de cuidar del “señorito” de una casa de ricos, que sufrió un accidente y quedó tan desfigurado como el fantasma de la ópera, al estilo Maruo. Una historia “muy Samura”, sin duda; perturbadora y extraña.

El resto de las historias son ya muy prescindibles. Entre ellas está la insufrible Seifuku wa nugenai (No podemos quitarnos el uniforme), una serie de ocho capítulos de unas cinco páginas cada uno protagonizados por dos estudiantes de bachillerato que rajan sin parar de todo tipo de estupideces. Según Samura, quería experimentar poniendo en boca de chicas muy jóvenes temas candentes y noticias de actualidad, así que tanto pueden estar hablando de las fluctuaciones de la bolsa como de política internacional… Pero todo muy inconexo, sin ningún sentido y… ¡Aburridísimo!

Completan el tomo Shizuru Kinema (Cine Shizuru), una historia rarísima que mezcla el tema colegial con algo de ciencia-ficción (?); Kagami uchi (Movimiento del espejo), un cortísimo manga que narra una partida de mahjong del autor; y Seishun Janjakajakajaka (Juventud Chakachakachakachaka), sobre una declaración de amor; además de algunas ilustraciones sueltas.

Como he dicho antes, estamos ante un tomo rarillo y que solo complacerá de verdad a los verdaderos fans de Hiroaki Samura.

Lo mejor

  • El dibujo de Samura es tremendo.
  • Las chicas Samura son tremendas.

Lo peor

  • Las historias más cortas, sobre todo las de Seifuku wa nugenai, son aburridísimas.
  • En general, los argumentos de Samura son demasiado surrealistas. Este tío está un poco sonado.
  • Recomendado para Samuratards, pero no para el resto de la población.

THERMÆ ROMÆ

Wednesday, February 3rd, 2010
  • Título: テルマエ・ロマエ – THERMÆ ROMÆ–
  • Autor: Mari Yamazaki
  • Editorial: Enterbrain
  • Revista: Comic Beam
  • Años publicación: 2008-?
  • Clasificación: seinen, humor
  • Tomos: 1 (en curso)

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En cada uno de mis viajes a Japón acabo realizando uno o dos “descubrimientos manga” al pasearme por las librerías. No estoy hablando de cómics antiguos o clásicos, sino de obras que han salido nuevas al mercado japonés y, por alguna razón, me llaman la atención cuando las veo expuestas en las librerías. A veces, claro, compro cómics que después descubro que no valen nada la pena, pero en general, si un manga nuevo me llama suficientemente la atención por lo que sea es raro que al leerlo no me guste. Este es el caso de Thermæ Romæ, el descubrimiento de mi viaje más reciente, de diciembre ’09.

Sinceramente, y ahora poneos en mi piel: si os gustase mínimamente el manga y vieseis este libro en la librería, ¿no lo compraríais aunque solo fuera por la portada y el título? Vamos, yo en cuanto lo vi me lo pillé sin pensarlo dos veces, y eso que sabía perfectamente que en aquel momento llevaba ya las maletas demasiado llenas. ¿Una estatua clásica romana con una toalla al hombro y un cubo en la mano, además del título en latín Thermæ Romæ? Impagable.

¿Y de qué va? Lucius Modestus es un arquitecto romano al que le encantan las termas, esos locales en los que los habitantes de la antigua Roma iban a tomarse un baño y a pasar el rato, de forma no muy diferente a la que lo hacen los japoneses en los baños públicos sentō (lamentablemente, en inexorable proceso de extinción) y los balnearios onsen. Sin embargo, durante el reinado del emperador Adriano (la acción empieza en el 128 d.C.), las termas han pasado un poco de moda, por lo que la baja demanda arquitectónica, unida a la obsesión de Lucius por el tema, conducen a su despido del despacho de arquitectos en el que trabaja.

Ensimismado y ciertamente malhumorado por la situación, Lucius se topa con su amigo Marcus, que le sugiere que vayan juntos a relajarse a unas termas. El escultural Lucius, que parece una estatua clásica, se mete en la caliente agua y, en un momento dado, agobiado por el ruido que le envuelve, se sumerge en ella. Una vez dentro, se fija en un agujero que hay en un rincón, va hacia él y… ¡El agujero se lo traga!

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Lucius aparece en unos baños públicos japoneses por primera vez. Y todos flipan.

Inmediatamente después aparece en un sentō (baños públicos) japonés típico, en medio de toda la parroquia de japoneses. Lucius se piensa que se ha colado en los baños reservados a los esclavos, concretamente unos esclavos de una raza a la que él bautiza “la tribu de los cara-plana”, y no deja de flipar con el elevado grado de civilización que demuestran esos presuntos esclavos: la pintura del Fuji en la pared, los anuncios, los cubos, los asientos, las toallas, la leche fresquita de después del baño, los ventiladores, los cestos, los secadores… En definitiva, todo lo típico de un sentō nipón. Al cabo de un rato, tras desmayarse, vuelve a su tiempo, donde decide abrir unas termas copiando en lo posible los trucos de los “cara-plana”, ¡y la idea resulta ser un éxito!

Las otras historias son similares también: Lucius está ensimismado por algo, y mientras se baña protagoniza un viaje en el tiempo al Japón actual, donde se mete en todo tipo de baños: ya hemos visto el sentō en el primer capítulo, pero luego se mete también en balnearios (onsen) en el exterior –con monos y todo–, en baños privados en casas o en una tienda donde tienen una exposición de bañeras y cuartos de baño. Y en cada caso, Lucius vuelve a Roma y copia varias de las ideas de los “cara-plana” con gran éxito… Tanto, ¡que hasta llama la atención del mismísimo emperador Adriano!

El primer capítulo se planteó como una historia corta autoconclusiva publicada en el número de febrero de 2008 de la revista Comic Beam, pero obtuvo cierto éxito y, desde diciembre de 2008, se publica aperiódicamente en forma de serie en la misma revista. Este primer tomo salió a la venta a finales de noviembre de 2009, y al parecer se está vendiendo bastante bien y encima ha sido nominada a los premios Taishō (aún no se había anunciado esto último cuando compré y leí el tomo). La autora, Mari Yamazaki, tiene un perfil curioso, puesto que está casada con un italiano y, tras haber vivido varios años en Italia, actualmente vive en Lisboa. Al parecer, es una apasionada de la historia de la antigua Roma (se nota) y mantiene incluso un blog bastante interesante.

Lo mejor

  • La sola idea ya tiene guasa: ¿un romano viajando en bolas en el tiempo hasta los baños japoneses actuales?
  • Lucius, con su aspecto de estatua clásica y su carácter taciturno, me parece muy gracioso.
  • El dibujo es resultón y los diálogos y situaciones, bastante divertidas.
  • Cada capítulo se complementa con interesantes textos de la autora en los que explica varias cosas sobre las termas y/o la sociedad romana.

Lo peor

  • ¡El planteamiento es básicamente absurdo! ¿¡A quién se le ocurre!? XD
  • La temática y la “filosofía” detrás de la obra, es decir, los baños japoneses, puede resultar demasiado extraña para el lector occidental, por lo que veo extremadamente complicado que este manga se publique fuera de Japón. O bien, si se publica por algún misterio editorial, probablemente será un fracaso en ventas.

Kawaita kisetsu (La estación seca)

Thursday, December 10th, 2009
  • Título: 乾いた季節 –Kawaita kisetsu– (La estación seca)
  • Autor: Yoshihiro Tatsumi
  • Editorial: Akita Shoten
  • Revista: Young Champion
  • Años publicación: 1990
  • Clasificación: seinen, slice of life
  • Tomos: 2

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La historia de estos dos tomos de Kawaita kisetsu es curiosa. Resulta que un amigo me pidió si podía encontrar el título y fecha originales de publicación del tomo Venga, saca las joyas, de Yoshihiro Tatsumi, que editó en 2004 Ponent Mon. No tuve suerte y aún hoy no he conseguido averiguar este dato (si alguien lo tiene, que lo ponga en los comentarios, por favor), pero en mi búsqueda fui a parar a la web oficial de Yoshihiro Tatsumi. En esa web hay un apartado de “venta”, y quedé sorprendidísimo al ver que varios ejemplares firmados por Tatsumi u otros autores estaban disponibles por muy poco dinero… Ni corto ni perezoso, decidí comprar los dos tomos de Kawaita kisetsu que allí se ofrecían, con sendos magníficos dibujos y firmas de Tatsumi, por lo que rellené el formulario y lo envié por e-mail. Al día siguiente, ¡tenía un mail del propio Tatsumi! Qué fuerte… Al cabo de poco recibí los tomos y a día de hoy sigo escribiéndome con él, a ver si le puedo conocer en persona un día de estos (en este último viaje no ha podido ser porque justo está en Singapur, ya que están rodando una película basada en su obra).

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

Los dibujillos que adornan mis dos tomos de Kawaita kisetsu. ¡Tesoraco!

No conocía Kawaita kisetsu, pero este feliz acontecimiento me ha permitido poder leer una obra muy “Tatsumi”. Se trata de historias autoconclusivas, muy del estilo de este autor, que se publicaron en 1990 en las páginas de la revista Young Champion. Son duras, con actos de violencia, sexo prácticamente explícito, perversiones incluso; páginas llenas de ese ambiente deprimente y ese sabor amargo del Japón más sórdido, el Japón de los bares de baja ralea, los antros de perversión de Kabuki-chō, las prácticas ilegales, etcétera.

Se trata de una obra muy “de su tiempo”. A finales de los años 80, cuando la burbuja económica japonesa estaba más hinchada que nunca, se sucedieron actos realmente feos de mobbing inmobiliario. Así, los yakuza y demás gente de mal hacer se dedicaron a atosigar a personas que toda la vida había estado viviendo en un lugar X, durante generaciones, para que se fueran de allí, dejando vía libre a la compra de esos terrenos y a su posterior venta a precios astronómicos a constructoras y similares. Vamos, exactamente lo mismo que ha ocurrido en España en estos últimos años, cuando la especulación inmobiliaria estaba a la orden del día, qué os voy a decir (los españoles hemos sido tan gilipollas de, teniendo el precedente de Japón relativamente fresco, seguir exactamente el mismo camino, de ahí la crisis actual, que en Japón duró más de diez años (leed, leed, este artículo de Wiki y veréis la que nos espera, los políticos van diciendo que ya empezamos a salir de la crisis, pero hm… No sé, no sé – Traducción de Google, aquí). En Kawaita kisetsu, pues, encontramos historias en este contexto de los “locos años 85-90 (aprox.)” de la burbuja económica japonesa, pero no historias de éxito, que sería lo más normal, sino historias de perdedores, víctimas y gente de baja ralea.

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Muchas de las historias transcurren en barrios sórdidos de mala vida.

A mí personalmente me encanta este estilo Tatsumi, así que he devorado los dos tomos, que contienen un total de 19 historias, en un santiamén. ¡Y encima firmados y con dibujazos! Directamente pasan al lugar de honor de mi colección, faltaría más.

Lo mejor

  • El ambiente sórdido que Tatsumi imprime a sus historias
  • El hecho de que, pese al contexto de euforia económica que se vivía aún en 1990, este manga sea tan oscuro
  • El humor que hay en algunos momentos

Lo peor

  • A veces el dibujo de Tatsumi flojea un poco
  • Que las nuevas generaciones no sepan apreciar el arte y la maestría de Tatsumi