El blog de Marc Bernabé

Gyo

Wednesday, August 1st, 2012
  • Título: ギョ –Gyo–
  • Autor: Junji Itō
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2002
  • Clasificación: seinen, raruno, horror
  • Tomos: 2
 

Una de las obras con las que más he disfrutado traduciendo es Uzumaki de Junji Itō, una delirante historia en la que las espirales (=uzumaki) se van apoderando poco a poco de un pueblo. Esta historia, editada hace años por Planeta en 6 minitomos formato “Biblioteca Manga”, debería ser rescatada en un formato más acorde a los tiempos que corren, tal vez en tapa dura y volumen único de 600 páginas al estilo Historias cortas de Naoki Urasawa o Historias cortas de Satoshi Kon.

En cualquier caso, a raíz de Uzumaki quise seguirle la pista a Itō y, cuando vivía en Japón entre 2001 y 2005, un día vi en una librería el tomo 1 de Gyo, que acababa de salir. Evidentemente, lo compré y leí, pero nunca llegué a adquirir el segundo y último ya que cuando salió al mercado probablemente se me pasó por alto. Ahora, años después, he recuperado la historia y, esta vez sí, le he leído hasta el final. Y, me reafirmo en lo que ya pensé en su momento: es, efectivamente, una fumada del 15.

Tadashi y Kaori, una joven pareja tokiota, disfrutan de sus vacaciones en Okinawa. Kaori es una chica un poco extraña, en el sentido de que es muy sensible a los olores, y en un momento dado empieza a quejarse de que “algo huele muy mal”. La situación va prolongándose en el tiempo hasta que Tadashi, harto de sus quejas, decide ir a ver qué demonios ocurre y si ese olor es real o no… ¡Y se topa con una especie de pez con patas!

Tras un primer episodio de grima en el que el pez no para de rondar y molestar a la pareja, Tadashi consigue más o menos reducirle, lo que le permite comprobar que esas patas forman parte de una especie de mecanismo metálico artificial. Poco después, más y más peces, incluidos enormes tiburones, empiezan a emerger de las aguas y a sembrar el pánico entre la población…

¡Invasión de peces con patas!

¿Qué demonios son esos peces? ¿Por qué surgen precisamente ahora? ¿Qué es ese nauseabundo olor? ¿Qué son esas patas mecánicas que llevan acopladas? ¿Quién las ha fabricado y por qué? Todas ellas son preguntas que planean por toda la obra y, aunque algunas de ellas serán contestadas, muchas otras se quedarán sin responder. Y, mientras tanto, la historia va desbarrando y desbarrando al estilo Uzumaki, hasta llegar a cotas inimaginables… Primero son los peces, ¿y después…?

Sobre el título: Gyo es la lectura on’yomi del kanji 魚 (cuya lectura kun’yomi es sakana), que significa “pez” o “pescado”. En general no se usa esta lectura por sí sola para indicar pescado, pero el sonido “gyo” sí consigue despertar reminiscencias en ese sentido. Por otro lado, gyo es también una onomatopeya que indica “sobresalto con un matiz de grima/asquerosidad”. Con lo que tenemos un título la mar de bien buscado.

Lo mejor

  • Dibujo atractivo a la vista y argumento interesante.
  • El tomo 2 se complementa con un par de historias cortas que están muy bien.

Lo peor

  • Quizá la historia está demasiado cogida por los pelos, es hasta “demasiado”.
  • Es una pena que Itō sea tan poco prolífico, porque después de Gyo ha trabajado poquísimo. Y por capacidad de dibujo e imaginación, es un autor que podría perfectamente llegar muy lejos.

Chara-mono

Tuesday, July 24th, 2012
  • Título: キャラ者 –Chara-mono–
  • Autor: Hisashi Eguchi
  • Editorial: Futabasha
  • Revista: Manga Action / Pia
  • Años publicación: 1998-2008
  • Clasificación: seinen, humor, raruno
  • Tomos: 3

Hisashi Eguchi era otro de estos autores de los que había oído hablar o acerca de los que había leído, pero que nunca había llegado a conocer. A pesar de haber trabajado durante los años 70 y 80 en revistas comerciales como la Shōnen Jump (con Susume! Pirates, una de sus obras más conocidas), últimamente se le tiene como un autor alternativo al que vale la pena acercarse. Así que decidí probar con una de sus obras más recientes, Chara-mono.

Si más o menos conoces el carácter japonés y has ojeado manga más allá de los típicos shōnen y quizá algún seinen, sabrás que existe toda una corriente, enorme, de manga de humor, en general bastante absurdo, basado en gags cortos, a menudo de cuatro viñetas. Hay autores, como el genial Yoshida Sensha, que destacan especialmente en este subgénero del manga, que tiene muchísimo seguimiento en Japón, aunque no tanto en ventas globales en formato tomo (muchas de ellas nunca se llegan a publicar como recopilatorios) sino en forma de numerosas publicaciones generalmente quincenales o mensuales especializadas en este tipo de historias. El dibujo de estos mangas suele ser más bien sencillo, incluso directamente feo, aunque esto se compensa con guiones descacharrantes capaces de arrancarle la risa al menos pintado.

WTF WTF WTFFFF!?

Chara-mono es uno de estos mangas. Consta de pequeñas historias de una sola página con un hilo conductor común: una especie de osito de peluche, que en realidad parece ser un títere (vemos a veces una mano saliendo de él o manipulando los palos que hacen mover sus manos) se cuela en casa de una chica y se instala ahí. Quién es ese oso, para qué está ahí, por qué la chica no lo echa de su casa, por qué no intenta averiguar quién demonios está controlando al oso… Todas estas son cuestiones que el autor no se plantea en ningún momento, aunque planean continuamente sobre la historia. Por cierto, otro factor que contribuye al WTF es que cada página de manga viene precedida de una página entera dedicada al título de esa página (con lo que de manga en realidad tenemos solo la mitad del tomo, menudo vaguete el Hisashi-san), escrita en japonés y… ¿En francés? ¿Por qué? XD

La propia absurdidad del planteamiento, combinada con algunas escenas o diálogos total y absolutamente demenciales, hacen de este manga una historia muy disfrutable, con la que me lo pasé genial. Estoy seguro de que casi se podían vislumbrar los interrogantes gigantes y los WTF en neón intermitente surgiendo continuamente de lo alto de mi cabeza mientras leía (bueno, igual eso no, pero la sonrisa estúpida que tenía todo el rato y los intentos de ahogar una carcajada de vez en cuando sí eran reales). Es una lástima que en Occidente en general se tenga una percepción tan limitada de lo que puede llegar a dar de sí el cómic japonés, porque realmente hay DE TODO.

Lo mejor

  • Totalmente descacharrante.
  • WTF continuo.

Lo peor

  • Yo qué sé. XD

Garden

Tuesday, July 17th, 2012
  • Título: Garden
  • Autor: Usamaru Furuya
  • Editorial: East Press
  • Revista: Comic Cue y otras
  • Años publicación: 2000
  • Clasificación: seinen, alternativo, raruno
  • Tomos: 1

Sí, sé que soy un poco pesado con este autor, pero es que ya lo sabéis, Usamaru Furuya me fascina. A este paso, creo que acabaré por reseñar toda su obra, espero que no os importe.

Garden recoge historias de la primera época del autor, el mismo que me fascinó con Palepoli, como recordaréis, una obra de lo más atípica, original y llena a rebosar de fantasía, contenidos grotescos y humor. Sin embargo, si en Palepoli encontrábamos pequeñas historias de solo cuatro viñetas que conformaban toda una serie, Garden es más que nada un popurrí de obras de muy diversa índole y número de páginas. Ya que no son tantas, voy a enumerarlas y contaré un poco sobre cada una de ellas:

  • Ratai no kigen (El origen de los cuerpos desnudos): Onírica y rarísima obra a todo color inspirada, tanto en temática como en estilo, en la obra pictórica El jardín de las delicias, de El Bosco.
  • Tenshi no fellatio (Felación angelical): Una chica virgen, supuestamente embarazada por acción del Espíritu Santo, quiere perder la virginidad porque le parece ridícula la situación. Sin embargo, siempre que tiene a un chaval (a cuál más feo) desnudo y a punto de penetrarla, aparecen ángeles que impiden el acto sujetándola a ella y realizándole una felación a él.
  • Yumekana (Yume y Kana): Una desigual relación de amistad entre dos chicas que se va bastante de las manos…
  • Umi kara kita kikai (Una máquina llegada del mar): Una especie de caracola-robot capaz de convertirse en cualquier cosa…

Felación angelical…

  • Tsuki no sho (El libro de la luna): Historia fantástica sobre el ayudante de un alquimista que, junto a su mentor, realiza piedras filosofales a partir de chicas pre-adolescentes. La más “normal” de las historias contenidas en el tomo, y la segunda de mayor número de páginas, aunque personalmente me aburrió un poco.
  • Egao de sayōnara (Adiós con una sonrisa): Rarísima historia, casi indescriptible, realizada con un estilo muy-muy peculiar que recuerda al de Dalí. De hecho es la primera que realizó el autor en su carrera profesional.
  • Emi-chan (Emi): La historia más larga, es realmente dura. De hecho, en el libro venía con las páginas pegadas entre sí y se daba al lector la opción de abrir con un cúter esas páginas y leer la historia o dejarla sin leer (también por partes: si has leído hasta aquí y quieres seguir, corta la siguiente parte). Crudísima historia en la que encontramos violaciones y mutilaciones infantiles y demás lindezas, todo ello, eso sí, en un ambiente de fantasía típico de este autor. Difícil de digerir.

Lo mejor

  • Historias de lo más curiosas, algunas de ellas con un derroche brutal de imaginación.

Lo peor

  • Es un popurrí de historias muy diversas, sin coherencia interna y altibajos tanto en temáticas como en estilo de dibujo, en general muy primitivo y ni de lejos tan trabajado como en Palepoli.
  • La historia Emi-chan es muy bestia.

Oyasumi Punpun (Buenas noches, Punpun)

Monday, July 9th, 2012
  • Título: おやすみプンプン –Oyasumi Punpun– (Buenas noches, Punpun)
  • Autor: Inio Asano
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Young Sunday / Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2007-13
  • Clasificación: seinen, costumbrista (?), raruno
  • Tomos: 13

Hay que reconocer que en el mundo del manga hay obras raras. Y obras MUY raras. Esta podría ser perfectamente una de ellas. Porque, otra cosa no, pero rara lo es un rato.

¿De qué va? Pues narra la historia de un tímido chaval llamado Punpun, que va a la escuela y se enamora de una niña nueva que llega. Y luego están sus padres, que tienen problemas de pareja, hasta el punto de que el padre agrede a la madre, lo detienen y lo mandan a la cárcel. En medio de todo el percal, llega el tío “guay” de Punpun, que se instala en la casa para cuidar del chaval, aunque como es bastante joven pasa un poco de todo. Esto más o menos es el hilo conductor de la historia.

Paralelamente, hay varios episodios curiosos, como por ejemplo se descubre que la madre de la niña que le gusta a Punpun está metida en una secta religiosa de lo más rara y aparece en casa del protagonista para intentar convencer a su familia para que colaboren en la causa, lo que origina una alocada discusión que resulta muy divertida y pasada de vueltas.

Vale, y ahora… ¿Qué tiene de tan raro todo esto? De acuerdo que es una historia poco ortodoxa, pero no lo parece tanto, ¿verdad? Hasta la podríamos considerar “normal”. Pues bien, la rareza y maravilla de este manga radica principalmente en el dibujo: mientras que los personajes secundarios y los fondos están dibujados a las mil maravillas, con un nivel exquisito que muy pocas veces he visto en un manga… Punpun y su familia aparecen representados como garabatos de pollitos. Sí, así como lo lees. Es decir, como si fueran pollitos dibujados por un niño de tres años.

Dibujo trabajadísimo y… ¿Pollitos? WTF!!

El contraste resulta brutal, desconcertante, pero a la vez fascinante y a mí me ha recordado a Homohomo Seven. Asimismo, algunas técnicas gráficas muy interesantes hacen también su aparición en las páginas de este manga que, a día de hoy, lleva recopilados siete volúmenes.

No sabría decir si este manga me ha gustado o no. Que me ha desconcertado, seguro. ¿Gustarme? Pues este otro tema. No me ha disgustado, pero tampoco me ha enganchado lo suficiente como para justificar comprar el resto. Lo que sí haré en cuanto tenga la ocasión es comprar Solanin, la anterior obra de este autor, que parece tener muy buena fama.

AÑADIDO

Hoy, 12 de junio de 2015, se ha anunciado que Norma Editorial posee la licencia de este manga y que lo va a lanzar a partir del Salón del Manga de Barcelona. Además, han tenido a bien encargarme a mí su traducción, y ya hace unos días que trabajo en ella. El hecho de poder releer este manga, a un ritmo diferente y con una profundidad mayor, ha provocado que me haya dado cuenta de que en su momento me llevé una imagen equivocada del mismo. Si en su momento me costó entrar en él y no lo disfruté, en esta segunda ocasión, habiendo entrado mejor en él, me parece una auténtica maravilla. No gustará a todo el mundo, eso es cierto, pero por poco que te guste el cómic en general y tengas, pongamos, de 20-25 años para arriba, este manga tiene potencial para convertirse en uno de tus favoritos.

Un caso más que demuestra que las percepciones a la hora de leer pueden cambiar enormemente según el estado físico y anímico del lector. Cuando lo leí (el tomo 1) en su día, apuesto a que estaba muy cansado, o que no era un buen momento para leer un manga como este, porque no conseguí “entrar” en él y me llevé una impresión errónea. Por suerte, he podido corregir dicha impresión y estoy de acuerdo con todos los que dicen que es un manga sublime.

Lo mejor

  • El apartado gráfico es a-pa-bu-llan-te. Precioso.
  • Algunos episodios, como el de la secta, son tronchantes.

Lo peor

  • El experimento de dibujar a Punpun y su familia como pollitos me parece demasiado raro (A posteriori: pero es un experimento genial y desde luego una vez consigues entrar descubres que es en realidad un recurso muy original).
  • No me ha acabado de enganchar.

Sunny

Monday, June 25th, 2012
  • Título: Sunny
  • Autor: Taiyō Matsumoto
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Ikki Comix
  • Años publicación: 2010-?
  • Clasificación: seinen, costumbrista
  • Tomos: 2 (en curso)

Podemos entender el manga de mil maneras, podemos considerar que el principal rasgo del manga japonés es un estilo de dibujo concreto, o incluso unas temáticas en particular (que conste que, como he dicho por activa y por pasiva, no estoy de acuerdo con ninguna de estas dos afirmaciones), pero hay muchísimos autores que se desmarcan totalmente de estos discursos y demuestran que el mundo del cómic japonés es tan amplio que en él caben absolutamente todo tipo de propuestas. Taiyō Matsumoto, autor que visitó el Salón del Manga de Barcelona en 2010 presentando su maravillosa obra Takemitsu Zamurái (Glénat-EDT), es uno de ellos. Por cierto, su visita nos dejó una interesantísima conversación sobre manga y arte en general con el autor hispano-japonés J.M. Ken Niimura (parte 1 / parte 2).

De Taiyō tenemos publicadas en España dos obras: la ya mencionada Takemitsu Zamurái, una maravillosa obra sobre un extraño samurái en la Edo del siglo XVIII y cuyo estilo de dibujo es una especie de mezcla entre el ukiyo-e, autores pictóricos como Picasso y el cómic franco-belga (base del estilo del autor, por otra parte); y Tekkonkinkreet, la historia de dos hermanos en un pintoresco barrio donde ocurren cosas muy extrañas, y que fue adaptado a una fantástica película de anime que, si no habéis visto, os recomiendo encarecidamente.

Sunny es su nueva obra, iniciada tras finalizar Takemitsu Zamurái con 8 tomos, y se trata de una historia totalmente distinta a esta última y, a pesar de todo, indiscutiblemente “suya”. La historia se ambienta en un pasado no tan lejano, calculo por algunas cosas de contexto, de mediados de los años 70, y narra el día a día en una especie de asilo infantil en la zona de Osaka o cercanías (tampoco se deja claro, aunque los personajes hablan en un cerrado dialecto de Kansai/Osaka que, personalmente, me encanta).

El recién llegado Sei y el Sunny que da título al manga

Los chavales del asilo son o bien huérfanos o bien han sido abandonados por sus padres. Algunos no han vuelto a saber de ellos, otros los ven muy de tarde en tarde, aunque lo cierto es que no se cuenta gran cosa sobre su pasado y circunstancias, más que a través de pequeños datos de contexto que se nos van dando con cuentagotas. En cada uno de los capítulos de la obra se nos narra un episodio diferente del día a día, con esa sensibilidad especial que tiene Taiyō, que sabe transmitir tan bien los sentimientos de los niños y es capaz de transportar al lector a su propia infancia. Al ser los niños (algunos de ellos prácticamente bebés, otros ya adolescentes) los protagonistas, no se puede decir que sean historias lacrimógenas –los niños dan importancia a cosas que a los adultos no nos parece que la tengan, y viceversa–, aunque sí es cierto que sus circunstancias son realmente tristes desde el punto de vista de un adulto. Sin embargo, en el asilo Hoshi no ko gakuin (Academia de los niños de las estrellas) son todos como una gran familia. En el patio del asilo tienen un Nissan (o Datsun) Sunny 1200 estropeado, en el que los niños suelen jugar y usar como “base” secreta y escondrijo para cuando se sienten tristes, y que da título a la obra.

Lo mejor

  • El autor nos sitúa perfectamente en la piel de los niños, lo que consigue hacer volver al lector a su propia infancia.
  • El día a día en un asilo infantil. Ciertas escenas nos transmiten bastante tristeza indirectamente.

Lo peor

  • Una obra demasiado “gafotaku” para el público español. Como la maravillosa Takemitsu Zamurái está vendiendo poquísimo, (aunque EDT se ha comprometido a terminar de publicarla), dudo mucho que la veamos publicada por aquí.