- Título: 幻覚ピカソ –Genkaku Picasso– (Alucine Picasso)
- Autor: Usamaru Furuya
- Editorial: Shūeisha
- Revista: Jump SQ
- Años publicación: 2008-?
- Clasificación: seinen, shōnen
- Tomos: 2 (en curso)
Ya he dicho muchas veces que Usamaru Furuya es uno de mis autores favoritos. De hecho, lo es tanto que este ya es el quinto manga suyo que comento (creo que ningún otro autor ha conseguido más protagonismo que Furuya en este blog, desde luego) he decidido darle una categoría específica para que, con un solo clic, podáis acceder a todas las reseñas que he hecho sobre sus obras: Usamaru Furuya. En principio, reservo las categorías, listadas en el apartado “Autores” de la derecha, a mangaka clásicos o representativos históricamente, categoría a la que Furuya de momento no pertenece, pero dadas las circunstancias me parece perfectamente lícito hacer una excepción en este caso.
Genkaku Picasso es la obra más reciente de Furuya, y la publica desde octubre de 2008 en la nueva revista de Shūeisha Jump SQ. Como prácticamente todas sus obras, este es un manga excelente, que derrocha imaginación y buen hacer. Aunque por supuesto no es un manga tan experimental como otros suyos ya que se publica en una revista eminentemente comercial, sí que sus páginas tienen a veces destellos de esa creatividad genial de la que suele hacer gala este autor.
Hikari Hamura, un chaval bajito, enclenque y con gafas, es un estudiante de instituto al que sus compañeros, en especial su amiga Chiaki Yamamoto, llaman Picasso, en parte porque a Hikari le encanta el arte pictórico en general (admira a Leonardo DaVinci) y en parte por un error de Chiaki al conocerse (luego me extiendo más, que tiene guasa). Picasso, pues, es el típico chaval de la clase que pasa más bien desapercibido; no se meten excesivamente con él, pero desde luego tampoco tiene amigos, a excepción de Chiaki, que siente curiosidad por él.
Un día, mientras Picasso está a la orilla de un río practicando dibujo junto a Chiaki, que disfruta de la lectura de obras sesudísimas de la historia de la filosofía, un helicóptero sufre un accidente y se estrella justo encima de ellos dos: Chiaki muere y Picasso se salva milagrosamente. Al cabo de poco, Chiaki se aparece alrededor de Picasso como si fuera un angelito con alas y le dice que su destino aquel día era morir, pero que le habían perdonado la vida especialmente para que “salvara a los demás”. Así, o bien “salva a alguien”, o bien su cuerpo empezará a pudrirse hasta la muerte.
Entonces, Picasso (por supuesto, es el único que puede ver a la mini-Chiharu alada), descubre, muy a su pesar, que puede representar en el papel una “imagen de la psique” de las personas que están en apuros a su alrededor, y que en un momento dado puede introducirse en esa psique (metiéndose literalmente en el dibujo) para ayudarlas a salir del atolladero. Así, cada persona que ayuda acaba sintiéndose muy agradecida y atraída por Picasso, que ve como su círculo de amigos va creciendo… Aunque a él eso mucha gracia no le haga.
Ya he avisado de que la historia es bastante rara, y más si la explicas por escrito como acabo de hacer yo. Pero leída en forma de manga resulta una historia absorbente, muy curiosa y, sobre todo, llena de esos destellos geniales en el plano gráfico y argumental que solo Furuya puede ofrecer. A mí me ha entretenido sobremanera y sin duda la seguiré a partir de ahora.
Sobre lo de Picasso: todo empieza cuando Chiaki ve escrito, en el silabario katakana, el nombre Hikari (ヒカリ) en las zapatillas del chico. El caso es que las sílabas RI (リ) y SO (ソ), se parecen bastante, y Hikari escribe su リ de forma un poco extraña, de modo que Chiaki, al leer el nombre, se equivoca y lee HIKASO en vez de HIKARI. De aquí, derivar ヒカソ (Hikaso) a ピカソ (Picaso) es cuestión solo de añadir el circulito que indica la marca de oclusión (conversión de “hache aspirada” en “pe”). Totalmente intraducible, sí, pero bastante gracioso.
Lo mejor
- La gran imaginación de Furuya
- Esas imágenes alucinógenas con las que representa la psique
- Capítulos autoconclusivos que se dejan leer muy bien
Lo peor
- La explicación de la psique a través de dibujos a veces resulta bastante pueril. Desde luego, Freud se tiraría de los pelos
- Picasso es un poco repelentillo
Comentarios recientes