- Título: カムイ伝 –Kamui-den– (La leyenda de Kamui)
- Autor: Sanpei Shirato
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: Garo
- Años publicación: 1964-71
- Clasificación: seinen, samuráis, clásico
- Tomos: 4 (edición de lujo)
Como durante el año no tengo mucho tiempo para leer historias muy largas y prefiero ir “mordisqueando” aquí y allá leyendo un tomo de este manga, otro del otro manga, etcétera, desde hace un par de años aprovecho que en verano tengo un poco más de tiempo para leer una obra completa de las largas. El año pasado lo hice con Manga Michi y me lo pasé genial con la historia semiautobiográfica del dúo de mangakas Fujiko Fujio, y este año he decidido leer de una vez por todas la celebérrima Kamui-den, que tiene ni más ni menos que 6000 páginas, lo que me salía a 200 páginas al día si quería leerla en un mes. Al final han surgido varios imprevistos que han requerido mi atención, por lo que he no he dispuesto de tanto tiempo como planeaba y he tenido que dedicarle casi el doble de tiempo a leerla completa.
Hace años ya que leí el tomo 1 de esta historia y me dejó bastante frío. No es que me disgustara, pero sí es cierto que no entendía por qué Kamui-den es considerada una de las mejores obras de la historia del manga. Pero esta vez, a medida que iba leyendo y superaba ese primer tramo, mi boca se iba abriendo gradualmente hasta quedar prácticamente colgando. Kamui-den se merece su fama y mucho más.
Cierto es que cuesta entrar en la obra porque, al principio de todo, su autor se empeña en contar la historia de un lobo blanco que es marginado por su manada, e invierte muchísimas páginas en este subargumento que, al fin y al cabo, resulta prescindible en el marco general del manga (al menos en esta primera parte, en teoría la primera de una trilogía, luego cuento más). La del lobo es una saga que no está mal, y donde se aprenden muchas cosas sobre el funcionamiento de estos depredadores y del equilibrio de la naturaleza en general, aparte de que se pretende hacer un paralelismo entre la marginación del lobo blanco por ser distinto por parte de su manada y los prejuicios de la sociedad humana en general. Pero, a pesar de que no está mal, lo cierto es que no pinta mucho o nada en la historia. Así que, si alguna vez puedes leer Kamui-den, te recomiendo que, en tu interior, tengas muy claro que lo de los lobos es solo una saga que terminará pronto para dar paso a la historia de verdad. No lo dejes ahí porque no vas a llegar a lo realmente bueno.
Kamui-den se enmarca en el período feudal japonés y nos cuenta las vidas de todos los estamentos sociales de un pequeño feudo llamado Hioki. Y cuando digo “todas”, es “todas”. Como sabréis, en la época de los samuráis, la sociedad estaba dividida en castas. Cada una de estas castas tenía sus funciones y no podía haber relación entre ellas más que de vasallaje. Así, por encima de todo estaban los samuráis, luego los campesinos, los artesanos y los comerciantes, por este orden. Por debajo de todo, ya que ni siquiera eran considerados una casta como tal, estaban los hinin y los eta, que ni siquiera estaban considerados personas (非人 hinin significa literalmente “no persona”).
Pues bien, una de las características de los manga, películas y novelas de época japonesas es que narran solamente una pequeña historia y, generalmente, solo de un estamento, que generalmente es el samurái. Así, es muy común leer obras sobre honor samurái, grandes batallas, amoríos entre un guerrero y la doncella de turno, etcétera. En este sentido, Kamui-den es tremendamente distinto porque nos presenta las vidas de absolutamente todas las castas:
- Samuráis: tremendas luchas de poder entre los altos consejeros del señor feudal, sucias maniobras políticas, venganzas, un enorme secreto que puede poner en entredicho la autoridad del bakufu (gobierno feudal central) Tokugawa, etcétera.
- Campesinos: representan el centro de la historia. Duro trabajo para cultivar el arroz, gran parte del cual darán a los samuráis en concepto de tributo, represiones, apertura de nuevos arrozales, desarrollo de nuevas herramientas, asociaciones, malos rollos, aprendizajes, nuevos cultivos de algodón, cría de gusanos de seda, buenas cosechas, terribles hambrunas, construcción de presas para asegurarse el agua, etcétera. Y mucha animadversión hacia los hinin (parias), provocada por los samuráis, a los que interesaba que campesinos y hinin estuvieran a malas para mantener su férreo control sobre ellos.
- Artesanos: no aparecen mucho, solo en las escenas que se desarrollan en la ciudad al pie del castillo (jōkamachi) y en Edo, pero ahí están también. No sé si los pescadores pertenecían a este estamento –es posible que sí, ahora que lo pienso–, pero hay una saga bastante extensa que nos presenta sus vidas.
- Comerciantes: estos tienen un papel fundamental en la obra, sobre todo el personaje Yumeya Shichibee, que pasa de ser un reo a un importante comerciante que pretende hacerse con el poder a través del dinero, para así colocar bajo su yugo a los arrogantes samuráis. También destacar el personaje Kuraya, que no para de untar a uno de los altos consejeros para conseguir tratos favorables y monopolios que machacan a los campesinos, y sus “sucesores” Ookuraya e Itamiya, a cuál más taimado.
- Hinin: los grandes maltratados, se encargan de llevarse los cadáveres de las bestias, curtir las pieles y hacer tareas policiales (son ellos los que, siguiendo las órdenes de los samuráis, arrestan a campesinos que han cometido alguna falta y les castigan, a veces haciendo incluso de verdugos, lo que obviamente les granjea un profundísimo odio por parte de los labradores). Tienen prohibido cultivar el campo, vestir cierto tipo de ropa, llevar cierto tipo de peinados, etcétera. Históricamente los hinin y eta eran como dos subcastas distintas, pero en Kamui-den se “fusionan” y solo aparecen como hinin.
- Echo de menos, sin embargo, a los monjes budistas y a los sacerdotes sintoístas. Cierto es que aparece alguno por ahí, pero siempre de forma muy residual. Me habría gustado verles un poco más metidos en la historia, aunque tal vez Shirato no los puso por convicciones propias (las ideas desarrolladas en Kamui-den son bastante de izquierdas, de tipo marxista).
Gran acción y gran historia. Para quitarse el sombrero (disculpas por la mala calidad del scan, abrir un libro de 1500 páginas para escanearlo no es fácil ^_^)
Como veis, la historia de Kamui-den se desarrolla en múltiples planos, y nos presenta la vida de un montón de personajes, cuyos caminos se entrecruzan y cuyas decisiones les afectan mutuamente.
¿Pero de qué va la historia? Básicamente es un gran retrato de los sucesos en el feudo de Hiochi durante varios años: las intrigas políticas de los gobernantes, los esfuerzos de los campesinos y la miseria de los hinin. Se puede decir que tenemos cuatro ejes distintos en la historia, cada cual centrado en un personaje representante de una de las castas.
- Shōsuke: un chaval campesino muy inteligente que se las apaña para aprender a leer y escribir (cosa totalmente prohibida a los campesinos). Con los conocimientos adquiridos ayudará a sus congéneres del pueblo de Hanamaki a mejorar sus cultivos, a cultivar productos, como el algodón, no directamente para comer (como el arroz o el mijo), sino para comerciar, a inventar nuevas herramientas, a abrir nuevos campos de cultivo, a criar gusanos de seda, a hacer presas para asegurar el agua, etcétera. Pero sobre todo pugna por conseguir un entendimiento entre los campesinos y los hinin que les permita librarse, aunque sea un poco, del yugo de los gobernantes samurái. Shōsuke se enamora de una hinin y tiene un hijo con ella, pero no pueden casarse debido a la prohibición que existe de que los campesinos y los hinin se relacionen. Entonces se jura a sí mismo que cambiará las cosas en el país.
- Kamui: aunque este manga lleve su nombre, no es el protagonista central. Se trata de un hinin que, desde muy pequeño, odia la idea de estar siempre bajo yugo ajeno, y desea ser el más fuerte para no depender de nadie. Entonces decide hacerse ninja, y de hecho consigue ser uno de los mejores. Kamui aparece a menudo en la historia como observador, y raramente entra en acción.
- Ryūnoshin Kusaka: joven samurái muy dotado para el manejo de la espada. Ve como, por culpa de una intriga política, todo su clan es exterminado, y entonces se promete a sí mismo que se vengará. Durante su larga travesía, convivirá con hinin y campesinos y averiguará las penurias que estos sufren. Finalmente se convertirá en uno de los mayores aliados de las castas más deprimidas y pondrá su gran dominio de la espada a su servicio.
- Shichiya: un reo que consigue escapar del exilio junto a Akame, el maestro ninja de Kamui que consigue desertar como ninja, algo hasta el momento considerado imposible. Shichiya funda el comercio Yumeya, con el que pretende amasar grandes cantidades de dinero para poner a los estamentos más poderosos a sus pies. Es extremadamente ambicioso, pero también ayuda considerablemente a los campesinos para ganarse su favor, algo que a otros comerciantes menos calculadores, como Kuraya, ni siquiera se les ocurre.
Por supuesto, estos cuatro personajes no son los únicos que pululan por las páginas de este enorme manga. También están el rebelde campesino convertido en hinin Kokemaru; la adorable hinin Nana –hermana de Kamui y amante de Shōsuke–; la ninja Saesa, obsesionada con Kamui; el astuto jefe policial hinin Yokome; el impresionante ninja Akame; el alto consejero Gundayu Tachibana, su hijo Kazuma y su hermano Genba; el fiel aliado de Ryūnoshin llamado Ikkaku Sasa; el cobarde alcalde del pueblo de Hanamaki; el rōnin Ukon Minazuki; el campesino Koroku, que se vuelve loco de remate tras sufrir un revés tras otro; y un montón de personajes más.
En los años 60, cuando se publicó este manga, acabó siendo una gran influencia para los numerosos jóvenes japoneses que exigían un cambio de gobierno y de política más orientado a la izquierda, y es que hay un montón de ideas marxistas imbuidas en él de forma totalmente natural. Así, leída en el contexto del momento en el que fue creada, la obra también resulta de lo más interesante. La miseria de los campesinos y los hinin causada por la clase gobernante samurái, que se aprovecha como parásitos de ellos y les manipulan con el dogma “divide y vencerás”, la idea de “la unión hace la fuerza” que intenta promulgar Shōsuke, la rebeldía de Kokemaru y Kamui… Todo ello sigue siendo perfectamente válido hoy en día, y no me parece que haya ideas que hayan caído en desuso o sean anticuadas. En un momento dado tal vez sí que hay uno o dos “momentos felices” bastante utópicos de “todos colaboramos juntos y nos beneficiamos juntos de nuestro trabajo, por igual”, pero pronto vuelve la realidad y surgen los típicos traidores, maquinadores y actores externos, como sequías o inundaciones, que dan al traste con todo.
Kamui-den es una historia publicada en los años 60 y –este es otro de los motivos por el que me ha dejado con la boca tan abierta– si la comparamos con otros manga de la misma época, resulta tremendamente madura, bien narrada, bien hilada, bien dibujada y en definitiva, increíblemente avanzada a su tiempo. Vamos, que podría ser perfectamente contemporánea a obras de Kazuo Koike como El lobo solitario y su cachorro, solo que fue creada diez años antes. De hecho, el principal responsable del dibujo de la primera parte de la obra, junto con su autor Sanpei Shirato, no fue otro que Gōseki Kojima, el dibujante de El lobo solitario y su cachorro. El dibujo resulta tremendamente bueno en comparación con lo que se estilaba en los 60, aunque en la segunda mitad de la obra se vuelve algo tosco.
Cuando la aplastante mayoría de los manga de los años 60 se ven de lo más anticuados sea en el aspecto gráfico, en el argumental, o en ambos, Kamui-den sigue siendo una obra más que válida actualmente en ambos aspectos, lo que la convierte en imperecedera. En definitiva, es uno de los más grandes manga de la historia. Para quitarse el sombrero.
Para terminar, unas curiosidades
- Con los años que han pasado desde su publicación original y el estatus de culto que ha adquirido esta obra, es evidente que tiene que haber varias ediciones de las 6000 páginas de Kamui-den en Japón. La más reciente (2005, Shōgakukan) tiene 15 tomos de unas 400 páginas cada uno. Yo he leído la obra en una edición de solo 4 tomos de 1500 páginas cada uno, auténticos ladrillos enormes de una calidad excelente, papel muy fino, impresión perfecta y tapa dura forrada de tela que se puso a la venta en 1982. Esta edición es la que ha sido elegida por la editorial francesa Kana para publicar la obra en el país vecino. Así que si tenéis conocimientos de francés y os llama la atención esta obra, sabed que la tenéis al otro lado de la frontera.
- ¿Sabíais que una parte de Kamui-den fue publicada en España? En 1992, los albores de la historia del manga en España, se publicaron 7 tomitos de Kamui bajo el título La leyenda de Kamui, una verdadera historia de ninjas. Al parecer, recopilaba unas cuantas historias sueltas tanto del Kamui-den original como de Kamui Gaiden.
- Kamui-den es en realidad una trilogía, y esta reseña es solo de la primera parte. La segunda parte fue publicada entre 1988 y 2000 y abarca 12 tomos (edición de 2006). La tercera y última parte aún no ha sido empezada, aunque el año pasado se anunció que por fin Shirato estaba empezando a trabajar en su composición. A ver si es cierto, aunque la avanzada edad de Shirato (78 años) no invita precisamente al optimismo. Por si fuera poco, también existe una especie de spin-off de corte shōnen y de acción, llamado Kamui Gaiden (Historia alternativa de Kamui), con dos series que, juntas, abarcan 11 tomos, y que fueron publicadas entre 1965-67 y 1982-87 respectivamente. Es decir, que el mundo de Kamui, en su totalidad tal y como lo conocemos hoy en día, abarca un total de 38 tomos de unas 400 páginas cada uno en su edición más reciente. Casi nada.
Lo mejor
- Una obra maestra, imprescindible para entender la historia del manga. Sus ideas fueron muy influyentes en su tiempo.
- Las numerosas ramificaciones e intersecciones de las distintas líneas argumentales.
- Las numerosas explicaciones y aclaraciones que ofrece el autor de vez en cuando, que ayudan a seguir muy bien el hilo de la compleja historia.
- Que no se hable solo de samuráis, sino también de campesinos, comerciantes, hinin, artesanos, ninjas…
- Las excitantes escenas de acción y los impresionantes trucos ninja, brutales incluso hoy.
- Sigue siendo perfectamente válida incluso ahora, casi 50 años después de haber sido presentada.
Lo peor
- En la segunda mitad, el dibujo se vuelve bastante tosco.
- Difícil verla publicada en España.
- La historia de los lobos no aporta nada a la historia principal. ¿La ligará con la historia en la segunda o tercera sagas de la serie?
- Quedan bastantes cabos sueltos y Kamui no aparece nada en la última parte; aunque imagino que esto es porque, de hecho, la historia no queda terminada en este punto sino que sigue en la segunda parte y tal vez en la tercera, aún inédita.
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