El blog de Marc Bernabé

Akadô Suzunosuke (Suzunosuke del peto rojo)

Thursday, June 5th, 2008
  • Título: 赤胴鈴之助 –Akadô Suzunosuke– (Suzunosuke del peto rojo)
  • Autor: Tsunayoshi Takeuchi
  • Editorial: Shônen Gahôsha (edición clásica), Shôgakukan Creative (edición actual)
  • Revista: Shônen Gahô
  • Años publicación: 1954-1960
  • Clasificación: shônen, samuráis
  • Tomos: 22 (en la versión original), 5 (en curso en la edición actual)

Si bien es cierto que la figura de Osamu Tezuka es reverenciada en el mundo del manga por ser el gran creador e impulsor del manga tal y como lo conocemos actualmente, también es verdad que su sombra es tan absolutamente enorme que llega a tapar casi del todo, al menos visto desde Occidente, el resto del manga de tipo shônen que se realizó durante los años 50 y parte de los 60. Como ya sabéis, soy gran admirador de Tezuka y de su obra, y he leído muchas historias suyas, pero no deja de hacerme un poco de rabia la injusticia que representa para los demás creadores de los años 50 y 60 haber quedado en un segundo o incluso tercer plano “por culpa” de la colosal figura del Dios del manga.
Y es que, cuando uno piensa en manga de los años 50, lo primero que le viene a la mente es Jungle Taitei (El emperador de la jungla), Ribon no Kishi (La princesa caballero), y sobre todo Tetsuwan Atom (Astroboy), todas ellas obras de Osamu Tezuka. Es extremadamente complicado, al menos en Occidente, encontrar a alguien que pueda mentar al menos una obra destacada del shônen de los años 50 que no saliera de la pluma de Tezuka. Y no es porque no las hubiera, por supuesto, ya que durante aquella época se llegaron a publicar infinidad de volúmenes de manga llamados akahon (“libro rojo”, por los estridentes tonos de rojo que decoraban sus portadas) y empezaron a surgir las primeras revistas para público infantil que primero publicarían manga como entretenimiento en algunas secciones (la mayoría de las revistas llevaban texto o historias ilustradas) y que luego evolucionarían hasta revistas 100% de manga, tal y como son ahora.
¡Huy, ya me estoy yendo por los cérros de Úbeda! En fin, el manga que presento en esta ocasión es uno de los más representativos de los años 50, aunque permanece tapado detrás del torbellino creativo de Tezuka. Su título es Akadô Suzunosuke, que se podría traducir como Suzunosuke del peto rojo, y es un manga que generó un gran fenómeno en el Japón de la época. El cómic fue un invento de Eiichi Fukui (autor de la célebre Igaguri-kun, que iba de un judoka), que solo llegó a presentar un único capítulo de la historia en 1954 antes de morir fulminado por exceso de trabajo a la corta edad de 33 años. La historia, huérfana de padre, la heredaría el dibujante Tsunayoshi Takeuchi, que conseguiría hacer de ella el gran éxito que fue. Este es uno de los primeros manga sobre samuráis que surgieron después de la derrota japonesa en la II Guerra Mundial, ya que el ejército de ocupación americano había mantenido durante unos años la prohibición de crear historias, tanto de cine como de manga o novelas, que loaran el “espíritu samurái”, con el objetivo de impedir que el nacionalismo extremo volviera a aflorar en Japón. Así, después de que se levantara la prohibición, el público japonés, sediento de las historias de samuráis que tanto gustaban en la época, imagino que recibió con los brazos abiertos a obras de este estilo, de las cuales Akadô Suzunosukees una de las que más acabó destacando.

Una de las páginas a color que podemos disfrutar.

¿Y de qué va la historia? Pues la verdad es que es bastante simple, al menos en el primer tomo que he leído. Nos cuenta las aventuras de Suzunosuke Kinno, un enérgico joven que aprende esgrima en un dojo. Su padre murió siendo él muy joven, mientras que su madre tuvo que dejarle atrás en su momento y no la conoce. Un día, un hombre irrumpe en el dojo en el que entrena Suzunosuke y empieza a derrotar a sus compañeros. El protagonista se enfrenta a él y, a pesar de que realiza un buen combate, acaba derrotado. Poco después, se descubre que el hombre es un discípulo del prestigioso Shûsaku Chiba, maestro de la disciplina Hokushin Ittô-ryû. El hombre ve que Suzunosuke tiene madera para la esgrima y le recomienda que vaya a entrenar al dojo de Shûsaku. Así, el hasta entonces maestro de Suzunosuke le desea mucha suerte en su nueva andadura y le cede el peto rojo que solía usar su padre, un famoso espadachín, para que le acompañe en su prometedor futuro. Este peto es lo que le da a Suzunosuke su apodo de Akadô (peto rojo), que da el título a la obra.
A partir de aquí, la historia nos cuenta las aventuras de Suzunosuke en el dojo de Shûsaku y su determinación por llegar a ser el mejor espadachín de todo Japón, Por supuesto, no faltarán enemigos, como el maquinador Rainoshin, ex discípulo de Shûsaku al que Suzunosuke derrotó al poco de llegar al dojo y que posteriormente dejó la disciplina y se entrenó, conducido por el rencor, para hacerse más fuerte que nunca y conseguir acabar con Suzunosuke. La trama está llena de aventuras, peleas y sobre todo de crecimiento interior del joven Suzunosuke, que siempre lleva como estandarte la lealtad, la amistad y el valor.
Akadô Suzunosuke
se hizo popular sobre todo gracias al éxito que tuvo un serial radiofónico basado en él que fue emitido entre 1957 y 1959 en Radio Tokyo. También se crearon varias películas de imagen real basadas en el personaje e incluso un anime bastante posterior, de 52 episodios, emitido entre 1972 y 1973.
Akadô Suzunosuke fue publicado en las páginas de la histórica revista Shônen Gahô entre 1954 y 1960. Debido a la irregularidad de la edición en aquel entonces, y a que aparte de los propios capítulos publicados en la revista en sí también se publicaban tomitos extra que venían de regalo con la revista (llamados furoku, “suplementos”), es muy complicado saber exactamente cuántos tomos abarca en total la obra, al menos en su edición original. En el detallado índice que acompaña al primer volumen de la edición que yo tengo he podido contar hasta 22 volúmenes, así que supongo que por ahí irán los tiros. También tengo constancia de una edición de lujo publicada en los años 90 que abarcaba 13 tomos.
En noviembre de 2007, una empresa “hija” del gigante Shôgakukan llamada Shôgakukan Creative que se dedica, entre otras cosas, a recuperar y restaurar manga clásico, inició la edición de una nueva colección de las aventuras de Suzunosuke. Esta es la versión que tengo yo y que está obteniendo un éxito considerable en Japón, hasta el punto de que me llamó la atención al encontrarla destacada en varias librerías y acabé comprándomela. Por el momento han salido 5 volúmenes y, teniendo en cuenta que cada volumen abarca dos tomos de la versión original, probablemente acabará teniendo un total de 10 u 11 tomos si la historia se publica íntegra.
La tarea realizada por Shôgakukan Creative es extraordinaria. No solo el libro está impreso y encuadernado con una calidad fantástica, sino que además se han dedicado a restaurar concienzudamente el dibujo. Me explico: estos manga de los años 50 se publicaban con una calidad pésima y normalmente con tinta de color -verde, azul, roja…- en vez de tinta negra. Esto provoca que, si se carece de las láminas originales, el proceso de limpieza y restauración de unas páginas cuyo dibujo ha quedado degradadísimo debido a la mala calidad del papel, muchas veces extremadamente poroso, y una tinta de colores suaves que se destiñe con el tiempo, se convierte en una verdadera tarea titánica. Así, aunque en general los trazos no se ven del todo nítidos en esta edición, sí que resulta alucinante hasta qué punto lo han podido limpiar, sobre todo comparado lado a lado con algunos furoku de la misma época que poseo en mi colección particular y que, francamente, se ven de todo menos nítidos (ya de por sí la calidad de impresión de la época era mala, y si a eso le sumas un papel pésimo y tintas de color, pues es lo que hay). Y no solo eso, sino que además el equipo de Shôgakukan Creative recupera y restaura las páginas a color (unas 30 en todo el tomo, de poco más de 250 páginas) con una calidad extraordinaria y encima ofrece unos anexos con un par de artículos y una lista exhaustiva de toda la obra de Tsunayoshi Takeuchi.
¿Que si es un manga recomendable? Pues francamente, ha acusado mucho el paso del tiempo y, aunque debo reconocer que la historia se deja leer, la verdad es que es muy simple y pueril. A mí me ha gustado porque me considero un estudioso de la historia del manga y leerla me ha permitido hacerme una mejor idea de cómo la recibieron los lectores de la época y por qué tuvo el éxito que tuvo, pero para el lector de la actualidad, no necesariamente interesado en la historia del manga… Buf, sinceramente mejor que no. El éxito que ha obtenido esta edición en Japón se debe, imagino, al efecto nostalgia de la gente que la leyó en su momento, gente que actualmente supera los 60 o 70 años, y a unos pocos curiosos como yo que quieren saber cómo fue este manga que provocó un gran fenómeno. Así, mucho tendrían que cambiar las cosas para que Akadô Suzunosuke tuviera algún día una versión occidental. Pero claro, si en España se han llegado a publicar recientemente nuevas ediciones de las aventuras de Nemo in Slumberland, Krazy Kat y cosas así… Quién sabe, quizás es simplemente cuestión de tiempo, ¿no?

Hunter X Hunter

Saturday, May 17th, 2008
  • Título: Hunter X Hunter
  • Autor: Yoshihiro Togashi
  • Editorial: Shûeisha
  • Revista: Shônen Jump
  • Años publicación: 1998-?
  • Clasificación: shônen, aventuras
  • Tomos: 25 (en curso)

Esta reseña va a ser un poco atípica, en el sentido de que la hago en respuesta a una petición de un lector del blog y también de que voy a hacerla de memoria, sin haber leído recientemente los primeros tomos del manga. En fin, a ver cómo me sale, ya que tengo que confesar que tengo una memoria muy extraña: soy capaz de recordar nombres, fechas o detalles concretos de muchas cosas, pero en lo referente a argumentos (de películas, novelas, mangas…) tengo una memoria horrible y al cabo de poco tiempo de haber visto una peli no soy capaz de acordarme exactamente de su argumento (recuerdo de qué va y si me gustó o no, pero no el argumento exacto). Así que, en el caso de esta reseña en particular, me perdonaréis si soy un poco parco en detalles.
La historia nos cuenta las aventuras del joven Gon, un chavalín que no conoce a su padre y que al principio del manga vive en un pueblo. Un buen día, se entera de que su padre es un famoso “hunter” (una especie de aventureros místicos con una licencia que les abre muchas puertas) y decide que quiere ir en su búsqueda. Así, lo primero que deberá hacer será hacerse “hunter”, para lo cual se presentará al examen reglamentario junto con muchos otros participantes. A partir de aquí, la historia se desarrolla con muchísima amplitud, ya que no se detiene en el estadio de “hunter”, sino que va mucho, mucho más allá. Gon hace realidad su sueño de ser “hunter” muy pronto (sobre el tomo 5, creo recordar), y luego se va enfrascando en otras aventuras, a cuál más variopinta, divididas en varias sagas y con muchísimos personajes bastante logrados (aunque personalmente no trago al arlequín gay, Hisoka).
Este manga es bastante especial para mí, ya que es el primer manga “abierto” que seguí y todavía sigo. Tenía una amiga que era gran fan de Yû Yû Hakusho y me hablaba muy bien de los manga de Yoshihiro Togashi; incluso, antes de irme a Japón por primera vez, me habló de un nuevo manga de Togashi titulado Hunter X Hunter que tenía muy buena pinta. En aquel entonces, 1999, yo sabía muy poco de manga más allá de lo típico (Dragon Ball, Dr. Slump, etc.), así que mi criterio no estaba formado en absoluto. Así, recuerdo una de las primeras veces en las que entré en una librería, concretamente la parte de libros del supermercado Jusco que hay al lado de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto, donde estuve como estudiante de intercambio entre marzo de 1999 y febrero de 2000. Fue allí donde compré el primer tomo de Hunter X Hunter. En aquella época mi nivel de japonés era muy modesto, pero conseguí entender y seguir bastante bien el manga (no puedo decir lo mismo de Rurôni Kenshin, que la primera vez que leí en japonés, sobre la misma época, se me atravesó mucho porque lo encontré muy difícil. Lo que son las cosas, ahora lo estoy traduciendo y no me parece tan complicado ^_^). Así, con la ilusión de estar pudiendo seguir un manga en versión original, me compré todos los tomos que habían salido hasta el momento -los 5 primeros- y desde entonces llevo comprando y leyendo los tomos regularmente, a medida que salen.

El examen de hunter es mi saga favorita

Debo decir que los primeros cinco tomos me gustaron mucho; el examen de “hunter” es bastante trepidante y lo encontré muy bien hecho (aunque no sé si me gustaría tanto si lo releyera ahora, ja ja, ja). Las sagas posteriores tienen varios altibajos, pero hay algunas que no están mal. En concreto, la saga de la isla de videojuego (Grid Island) me pareció un coñazo como pocos, madre mía (¡y cuánto texto, qué pesadilla para un traductor!). Y la actual, la de los insectos, me está aburriendo mucho también debido a lo ridículo del diseño de los personajes enemigos. Si no dejo la serie es primero porque salen tomos de higos a peras -lo que no supone un gran gasto- y segundo porque al ser la primera serie abierta que empecé a coleccionar, tiene cierto valor sentimental para mí.
Y esta es otra cosa; Togashi fue más o menos regular durante los primeros 15-20 tomos, pero en los últimos años se está tomando la cosa a cachondeo y publica la serie cuando le da la gana, tomándose descansos larguísimos (el más largo, de un año y medio) que seguramente tienen desquiciado a su editor en la Shônen Jump. A pesar de todos estos parones y lo aburridos que son los nuevos episodios, parece que la serie sigue teniendo mucho éxito en Japón, ya que sus lectores siempre la votan como una de sus favoritas en la revista y cada vez que sale un tomo se encarama a los primeros puestos del ranking de ventas.
Con Yû Yû Hakusho, Togashi ya tiene el precedente de acabar quemado con una serie e inventarse un final precipitado y horriblemente dibujado para salir del paso; seguramente por miedo a que no pase lo mismo, en la Jump le están dando más manga ancha con Hunter X Hunter y le están permitiendo todo tipo de caprichos impensables para cualquier otro autor. Como se le ocurra terminar Hunter X Hunter de cualquier manera y con un dibujo tan “pasota” como el del final de Yù Yû Hakusho, me parece que a Togashi se le acabará el poco crédito que le pueda quedar ahora mismo. Esperemos que no la cague.
A pesar de ser una serie de la Shônen Jump y que además goza de una fama y unas ventas que ya querían para sí muchos otros títulos de la misma revista, nadie se ha atrevido todavía a licenciarla en España. Eso sí, supongo que algún día acabará llegando, ya que es mucho mejor e infinitamente más conocida y pedida que muchos de los bodrios que están licenciando las editoriales últimamente.

MachGoGoGo! (Speed Racer)

Sunday, May 11th, 2008
  • Título: マッハGoGoGo! -Mach GoGoGo!- (Speed Racer)
  • Autor: Toshio Tanigami -(c) Tatsunoko Pro y TV Tokyo-
  • Editorial: Shôgakukan
  • Revista: CoroCoro Comics
  • Años publicación: 1997
  • Clasificación: kodomo (infantil)
  • Tomos: 2

Ayer fui a ver la película de Speed Racer y, francamente, me lo pasé muy bien. ¿Adaptación cinematográfica de un anime de los años 60, con estética retro y encima realizado por un par de frikis del anime, con todo lo que ello implica? Estaba claro que me iba a gustar. No es un portento del guión ni nada, pero esa factura tan curiosa, esos efectos y ese colorido tan bestial me encantaron. Los hermanos Wachowski han querido trasladar un anime a la gran pantalla y esto es lo que han hecho, ni más ni menos. Y eso incluye el niñato graciosillo o incluso al chimpancé, tan a menudo presentes en esos animes sesenteros y setenteros, entre muchos otros detalles como por ejemplo el uso de la tonadilla del opening clásico de la serie japonesa en algunas escenas, etc. Entiendo que a mucha gente no le pueda gustar y que incluso se aburra en el cine, pero a mí, como gran fan del manga clásico, todos estos detalles me encantaron.
En cualquier caso, este no es un blog de cine ni tampoco pretende comentar la película, sino un manga basado en la serie de anime original. Bueno, voy a matizar un poco antes de entrar en materia. Mach GoGoGo* (así es el título original) es una producción animada ideada por Tatsuo Yoshida, fundador del mítico estudio de animación Tatsunoko Productions, que se emitió originalmente en Japón entre abril de 1967 y marzo de 1968, en un total de 52 episodios. Recientemente, Dolmen ha anunciado que publicará en españa el manga “original” de esta serie, firmado por el mismo Tatsuo Yoshida (que empezó como mangaka, pero lo fue dejando paulatinamente a medida que su estudio de animación iba creciendo). Lo que no tengo claro, vistas las fechas, es que ese manga sea el “original”, ya que ambas producciones son de 1967. Probablemente fue un desarrollo paralelo, del estilo que se llevaba en la época; por ejemplo, también Mazinger Z o Cutie Honey fueron lanzados simultáneamente en forma de manga y anime.

* El título es un curioso juego de palabras. Mach es el nombre del coche en sí (significa “velocidad del sonido”). En cuanto a los tres “Go” (escritos en alfabeto occidental incluso en el original), se pueden entender como 号 (gô), sufijo que se coloca detrás de los nombres de aparatos (en el manga y anime hablan siempre del マッハ号 Mahha-gô); el apellido del protagonista, que es también 剛 Gô (significa “forzudo”, “robusto”); el número cinco, que se pronuncia 五 “go” (de ahí que el coche lleve pegatinas con el número 5); así como la palabra inglesa “Go” (¡Ve!). Así, podemos entender el título como “¡Adelante, Gô y Mach-gô nº 5!”

En cualquier caso, el anime original tuvo un éxito modesto en Japón hasta que fue exportado rápidamente a Estados Unidos, donde se convirtió en una serie mítica con el título de Speed Racer. Esa versión americana nos llegó a España con el título de Meteoro, lo que la convirtió en una de las primeras (si no la primera) series de anime emitidas en la tele de nuestro país. Como era de esperar, veinte años más tarde la serie tuvo un remake nipón, con el mismo título y emitido entre enero y septiembre de 1997. Esta segunda serie no tuvo el éxito que se esperaba y solo duró 34 episodios. Como curiosidad, existe otra serie, de 1993, de factura enteramente americana y que tuvo aún menos éxito; su título era The New Adventures of Speed Racer y solo duró 13 episodios.

Desenfrenadas carreras automovilísticas, ¡supera esto, Alonso!


Todo esto viene para explicar que este manga que comento ahora es una adaptación al cómic realizada con motivo de la segunda serie japonesa, la de 1997, y serializada en las páginas de la revista infantil de manga CoroCoro Comics. Ignoro si aparte del manga clásico de Toshio Yoshida y este existe algún otro manga de esta serie; en cualquier caso, cuando vi este en una tienda no pude resistirme a comprarlo. Debo confesar que el hecho de que se hubiese publicado en una revista infantil no me había inspirado para leerlo hasta anteayer. Pero finalmente lo hice, en parte para ambientarme un poco antes de ir a ver la película de imagen real, ya que yo nunca vi el anime ni tampoco sabía exactamente de qué iba la serie (aunque la musiquilla sí la conocía, del mega-recopilatorio de openings de anime que tengo en el iTunes).
Exceptuando Doraemon, no soy lector de manga infantil, pero en los últimos meses he leído, aparte de esta serie, la serie de dos tomos Spiderman J que también se publicó en CoroCoro Comics en 2002, con motivo de la primera película del arácnido. Y no sé si es una característica de todos los mangas infantiles modernos, pero la verdad es que tanto este Mach GoGoGo! como Spiderman J son calcados en el sentido de que tienen una estructura súper simple y entran a saco y directamente en la acción, sin molestarse casi en presentar a los personajes y mucho menos en definir sus personalidades.
Por lo que he visto, el argumento de este manga es el mismo que el de la segunda serie. Cambian los nombres de los personajes (en vez de Gô Mifune tenemos a Gô Hibiki; en vez de Kamen Racer tenemos a X Racer, etc.), y los diseños del coche y sus funcionalidades han sufrido unas pocas variaciones respecto al original, pero más o menos el argumento es similar al de la serie original y también al de la película de Andy y Larry Wachowski, por lo que no voy a explayarme en esto.
Estos dos tomos, a mi gusto totalmente prescindibles por su factura tan infantil y plana, y su dibujo normalucho, se leen muy rápido debido a la gran cantidad de páginas de acción desenfrenada que contienen. No me lo pasé mal leyéndolo, pero a no ser que la película genere un boom increíble, no creo que veamos este manga por aquí porque es más bien malillo.