- Título: 課長島耕作 –Kachō Shima Kōsaku– (Jefe de sección Kōsaku Shima)
- Autor: Kenshi Hirokane
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Morning
- Años publicación: 1983-1992
- Clasificación: empresarial, salaryman manga
- Tomos: 17
Hacía muchísimo tiempo que quería leer las andanzas de Kōsaku Shima, uno de los oficinistas salaryman más famosos del manga japonés, si no el más famoso. De hecho, ya había leído suelto algún tomo, pero de etapas posteriores, no de la primera serie, y siempre me había llamado poderosamente la atención por muchos motivos que expondré durante esta reseña.
Hace ya un montón que conseguí en una subasta de internet, por poco precio, los 17 tomos de los que se compone Kachō Shima Kōsaku, es decir, la serie con la que se inauguraría la gran saga de este personaje, y por fin me he decidido a empezar con ella… Y, desde luego, no me está defraudando, ¡de hecho estoy enganchadísimo y he devorado 6 tomos en cuestión de poco tiempo!)
¿Por qué me llama la atención la serie Shima Kōsaku? Primero, porque narra las aventuras y desventuras de un oficinista japonés en una gran empresa, aderezadas, eso sí, por numerosos escarceos amorosos y aventurillas por el estilo. Segundo, porque Kōsaku Shima no se ha quedado en el puesto de kachō (jefe de sección), sino que ha ido subiendo en el escalafón a través de los años (¡prácticamente en tiempo real!), e incluso se han realizado ya un par de precuelas. Contando que Shima nació (ficticiamente, se entiende) el 9 de septiembre de 1947, en estos momentos tiene 66 años y va camino de los 67.
A lo largo del tiempo, Shima ha protagonizado las siguientes series…
- Gakusei Shima Kōsaku (Estudiante Kōsaku Shima) 2014-en curso – ningún tomo todavía
- Young Shima Kōsaku (Joven Kōsaku Shima) 2001-2010 – Sin rango 4 tomos, como “encargado”, 4 tomos.
- Kakarichō Shima Kōsaku (Líder de grupo Kōsaku Shima) – 2010-2013 – 4 tomos.
- Kachō Shima Kōsaku (Jefe de sección Kōsaku Shima) 1983-1992 – 17 tomos (la que reseñamos ahora)
- Buchō Shima Kōsaku (Jefe de departamento Kōsaku Shima) 1992-2002 – 13 tomos
- Torishimariyaku Shima Kōsaku (Director administrativo Kōsaku Shima) 2002-2005 – 8 tomos
- Jōmu Shima Kōsaku (Director administrativo ejecutivo Kōsaku Shima) 2005-2006 – 6 tomos
- Senmu Shima Kōsaku (Director ejecutivo Kōsaku Shima) 2006-2008 – 5 tomos
- Shachō Shima Kōsaku (Presidente Kōsaku Shima) 2008-2013 – 16 tomos
- Kaichō Shima Kōsaku (Presidente honorífico Kōsaku Shima) 20013-en curso – 1 tomo
En resumidas cuentas, desde hace ya más de 30 años, el autor Kenshi Hirokane nos está contando el avance de un ejecutivo en una empresa japonesa en tiempo real, y encima también va sacando tiempo para realizar precuelas, con lo que, a la postre, lo que vamos a tener cuando finalice la serie va a ser prácticamente la vida entera de un hombre. Si ahora acaba de empezar a narrarnos su etapa universitaria, no es descabellado pensar que igual cuando la termine de contar empezará a narrarnos su adolescencia, su infancia, etcétera, mientras a la par nos cuenta sus progresos en el momento “actual”, en tiempo real.
Recientemente, Shima fue nombrado presidente de su empresa tras una larga etapa como director general. El puesto de kaichō (presidente) es el más elevado al que podría aspirar dentro de su empresa, por lo que un posible siguiente paso sería el de, tal vez, manteniendo su puesto de kaichō dentro de la empresa, presidente del Keidanren, la asociación de empresarios japonesa equivalente a la CEOE española. Esto es lo que me respondió el propio autor, Kenshi Hirokane, cuando le entrevisté y le pregunté adónde podría llegar Shima, sugiriendo que tal vez a primer ministro de Japón. Su respuesta fue que no ve a Shima metiéndose en política general (política empresarial sí, de hecho toda la historia es una gran lucha política en la que los diferentes ejecutivos de la empresa se apuñalan y/o alían entre sí), pero sí lo veía como presidente del Keidanren. Veremos si eso se cumple y hasta dónde está dispuesto Hirokane a contarnos sobre la vida de Shima. ¿No os parece fascinante que exista una obra de cómic que cuente TODA la vida de una persona? A mí me deja con la boca abierta.
¡Ay. Shima, que tu jefe te ha pillado montándotelo con la rubia en tu despacho!
Kachō Shima Kōsaku, es decir, la historia que empieza con el nombramiento de Shima como jefe de sección, es la primera históricamente hablando, y empezó en 1983. Shima es al principio de este manga un salaryman de unos 37 años que consigue que le nombren kachō, algo que a esa edad tan joven es bastante prestigioso en el contexto de la empresa, en su caso la fabricante de productos electrodomésticos y electrónicos Hatsushiba. Todo indica, por cierto, que la Hatsushiba es una especie de clon en manga de Panasonic (Matsushita en su nombre japonés), que se enfrenta a rivales como la Solar (Sony) o la Goyō (Sanyo) en el competitivo mercado japonés. De hecho, el propio autor Kenshi Hirokane trabajó durante unos años como salaryman en la propia Panasonic, lo que da cierto realismo a la historia.
El caso es que Shima es el típico salaryman de la llamada “generación baby boom” (dankon no sedai), los nacidos justo después de la II Guerra Mundial, un montón de gente que ha llevado las riendas del país japonés desde los años 80 y que, en estos momentos, supone un gran problema porque ya está a las puertas de la jubilación, cuando no ya jubilados, lo que implica mucha gente nueva cobrando generosas pensiones para muchos menos cotizantes que se las deben sufragar.
En todo caso, el típico salaryman de esa época era el que consideraba a la empresa como su familia, ya que todo giraba alrededor de ella, hasta el punto de pasar de “la propia familia” (en su caso, su mujer Keiko y una hija de unos 6 o 7 años, Nami). Las aventurillas de Shima en su serie incluyen, además de compromisos empresariales como salir de copas con los jefes, clientes o compañeros, o de ir a jugar al golf para hacer contactos, numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres. Desde compañeras de la oficina hasta “hostess” de local de alterne, pasando también por prostitutas (en Japón el que un hombre se acueste pagando con una mujer no está ni de lejos tan mal visto como en Occidente, o al menos en la época de Shima, ya que el tema en estos primeros tomos del manga, ambientados en tiempo real en los años 80, se trata con total y absoluta normalidad), clientas y/o proveedoras y básicamente cualquier mujer medianamente guapa que se le ponga a tiro. Shima no es un playboy, al menos no va de playboy, pero tiene cierto magnetismo y siempre acaba ligando.
Llevo unos 6 tomos leídos y también resulta interesante el hecho de que Shima tiene una alta movilidad dentro de la empresa: primero le mandan a Nueva York para pasar un año, hecho que le distancia aún más de su mujer, que se llega a buscar un amante (cosa que cabrea a Shima, que solo “sospecha de”, hasta el punto de plantearse pedir el divorcio y contratar a un detective privado, sin pararse a pensar ni un segundo –solo hasta que su amante de turno se lo sugiere– que él se ha follado a todo ser viviente sin remordimientos, ¿por qué le cabrea que su mujer tenga un amorío entonces?). En Nueva York, Shima tiene por supuesto una amante americana, rubia y guapísima, aunque la tiene que “compartir” con un hombre negro en una extraña relación triangular. Más tarde, Shima vuelve a la empresa madre en Tokio, se divorcia de su mujer (es ella quien se lo pide) y ahora mismo estoy en un momento en el que, tras un fuerte vaivén político en el seno de la empresa, que se cobra la cabeza de su superior, le envían a Kioto a trabajar en una de las fábricas de pequeños electrodomésticos de la Hatsushima. En Kioto, por supuesto, Shima tendrá escarceos con mujeres de la antigua capital, recatadas, vestidas con kimono y de antigua profesión… geisha, por supuesto.
Cosas que chocan de esta primera etapa: el papel de la mujer en la empresa. Básicamente mujeres florero que se ocupan de hacer el té y sacar fotocopias, y que a la que su novio le pide en matrimonio se largan sin más de la empresa, recibiendo felicitaciones de sus compañeros. El machismo brutal también presente en las relaciones fuera de la oficina, con los salarymen metiéndose en bares de alterne o directamente yéndose de putas. El politiqueo intenso en el seno de la empresa, con las diferentes habatsu (facciones) enfrentadas entre sí y las presiones para formar parte de un habatsu o de otro, algo que contribuye a marcar la carrera del oficinista, ya que si el jefe de su habatsu triunfa, entonces él también triunfará, pero si la caga (como le ocurre a Shima muy a su pesar, ya que rehúye pertenecer a ninguna facción, cosa que cabrea mucho a sus “líderes” pretendientes) puede significar que te manden a provincias (en esa época no se despedía a nadie en Japón, sino que se mandaba al “castigado” a un puesto de poca responsabilidad o incluso se le relegaba a puestos sin ningún tipo de peso, lo que creó los llamados madogiwa-zoku (tribu de al lado de la ventana), gente que simplemente calentaba su silla sin producir nada, eso sí, cobrando por supuesto su sueldo).
Muchísimas cosas más podría comentar sobre esta obra, pero creo que lo voy a dejar aquí y tal vez, si cuando acabe la serie de Kachō paso a la de Buchō (jefe de departamento), cuando reseñe esta seguramente tendré más chicha para comentar. A mí, desde luego, ya habéis visto que la serie me está encantando y ojalá la pudiera leer entera, pero de momento son 76 tomos disponibles entre todas las sagas y el tiempo del que dispongo es muy limitado y me gusta tener variedad en mi lectura, así que… Ya veremos.
Lo mejor
- La vida entera de un oficinista japonés en manga. ¡Fascinante!
- Historias entretenidas, un gran culebrón para lectores adultos masculinos.
Lo peor
- El machismo y algunos detalles que a veces entonemos un gran WTF durante la lectura, pero son cosas de la mentalidad japonesa de la época, no podría decir que son un punto flaco de este manga, casi al contrario. Resulta interesantísimo.
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