- Título: こちら葛飾区亀有公園前派出所 (Kochira Katsushika-ku Kameari Kôen-mae Hashutsujo)
- Autor: Osamu Akimoto
- Editorial: Shûeisha
- Revista: Shônen Jump
- Clasificación: Shônen
- Tomos: 158 (en curso)
La obra que inaugura el área de reseñas de este blog tiene el honor de tener posiblemente el título más largo de todos los manga (aunque popularmente se le conoce por la abreviatura KochiKame), pero también es la serie con el récord de tomos publicados, un total de 158 a fecha de enero de 2008. Un momento, ¿¡158!? A unas 190 páginas el tomo, esto equivale a ¡31.590 páginas de manga!
Aunque Aquí la comisaría de policía de enfrente del parque de Kameari, en el distrito de Katsushika (así se traduciría el título) se empezara a publicar en 1976 (o sea, que tiene mi misma edad, ¡argh!), no ostenta el récord de manga más longevo (récord que ostenta Golgo 13, en publicación desde 1968). Lo increíble de este manga es que, semana tras semana (y sin faltar ni una sola), durante más de 31 años, ha estado publicándose en las páginas de la famosísima e hiper-competitiva Shônen Jump, notoria por ser la que ha parido más éxitos (de lejos) del manga shônen japonés. Una revista en la que, a la mínima que una serie pierde apoyo popular, se corta sin más contemplaciones. Pues KochiKame lleva aguantando 31 años ahí, y con más salud que nunca, siempre manteniéndose en los puestos altos de las votaciones de popularidad de los lectores.
Por si fuera poco, siempre que veo fotos de Osamu Akimoto, el autor, alucino con este hombre. Siempre aparece sonriendo, con una expresión dulcísima en la cara, ¡feliz de la vida! Semana tras semana, currando en esta serie sin parar durante la friolera de 31 años seguidos (y ojo, porque a veces -aunque pocas- le da por ponerse a hacer otras series o proyectos diferentes como libros, etc.). Osamu Akimoto es uno de los mangaka a los que más admiro, ¡y es que, a diferencia de la mayoría, jamás le he leído quejarse de lo duro que es su trabajo, ni de la falta de tiempo, ni nada! ¡Y siempre con esa amable sonrisa en la cara!
Pero aún no he comentado de qué va la serie, ¿no? Ups, perdón. La serie va sobre las andanzas de Ryôtsu, un agente de policía de lo más bruto, ruin, marrullero y deshonesto (¡pero que se hace querer!). Acompañado por un elenco de personajes bestial, con centenares de personajes diferentes, cada capítulo es una historia autoconclusiva de humor. Esto posibilita que cualquiera se pueda enganchar a la historia desde prácticamente cualquier tomo, y por ejemplo KochiKame es una de las opciones de lectura habituales en los lugares en los que el cliente debe esperar y matar el tiempo (peluquerías, dentistas, comercios de comida para llevar, etc.). Prácticamente todo Japón conoce a Ryôtsu y, si tiene un rato disponible, no duda ni un instante en tomar un tomo del manga y leer uno o dos capítulos al azar.
La gracia de KochiKame no radica sólo en sus personajes ni en su humor. A mí me encanta leerla porque el autor procura estar siempre a la última en tendencias, tecnología, videojuegos, etc., además de ser un erudito en la historia y tradiciones de Tokio y lugares de interés. Así, en los últimos tomos vemos a Ryôtsu discutir sobre las consolas de última generación (PS3, Wii, X-Box 360), ir a un maid café en Akihabara, etc, pero también participar en un festival tradicional o en un torneo de shôgi. Es una manera divertida de conocer las tendencias de la sociedad japonesa actual y aprender sobre tradiciones o lugares, ¡aparte de que la serie tiene un “no-sé-qué” que engancha muchísimo! Aunque me enganché al manga sobre el tomo 140, a raíz de trabajar en la traducción de la versión animada de la serie, es uno de los pocos manga que sigo religiosamente a medida que se van publicando tomos en Japón, ya que casi parece hecho para mí. Aunque su humor es bastante universal (aunque muy exagerado y cafre), el marco en el que se desarrolla la historia (barrios tradicionales de Tokio) y el trasfondo de la misma -más “nipona” que el anime- provocan que este manga tenga prácticamente nulas posibilidades de triunfar fuera de Japón.
Una última curiosidad es que el autor firmó los primeros cinco tomos de la obra con el apodo Tatsuhiko Yamadome, 山止たつひこ parodia del nombre 山上たつひこ (Tatsuhiko Yamagami), el autor del famoso manga setentero Gaki Deka (humor cafre sobre policías). Nótese que la diferencia entre ambos nombres escritos en kanji es un solo trazo en un carácter (止 vs 上). Sólo las primeras ediciones de los primeros cinco tomos están firmadas “Tatsuhiko Yamadome” y actualmente son muy difíciles de encontrar. Así, una de las joyas de mi colección es una primera edición del tomo 1 (de 1977) firmada con el apodo Tatsuhiko Yamadome. Para contrastar, también tengo la 96º (!!) edición de este mismo tomo 1, de 1994, firmada “Osamu Akimoto” 秋本治.
Curiosamente, ahora que tengo delante un tomo de 1977, otro de 1994 y otro de 2007, en 1977 los tomos costaban 320 yenes. En 1994 habían subido a 370 y actualmente cuestan 390 (más IVA del 5%). Es decir, sólo 70 yenes de subida en 30 años. Esto da una pista sobre la baja inflación de Japón, ¿verdad?
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