- Título: GOLDEN BOY さすらいのお勉強野郎 (Golden Boy; Sasurai no obenkyō yarō) –Golden Boy, el estudioso errante–
- Autor: Tatsuya Egawa y sus ayudantes
- Editorial: Shūeisha
- Revista: Super Jump
- Años publicación: 1992-97
- Clasificación: seinen, humor
- Tomos: 10
Golden Boy fue la segunda serie más votada en la 2ª encuesta MangaLand, unos cuantos votos por debajo de Master Keaton. Sin embargo, como cosechó una cantidad nada desdeñable de votos considero que, a pesar de no haber ganado la encuesta, merece que le dedique una reseña.
Tatsuya Egawa es uno de esos grandes autores de los años 90 que por alguna razón nunca han llegado a ser publicados en España. Aparte de Golden Boy, tal vez su obra más conocida internacionalmente, en su haber cuenta con otra famosísima historia como Tōkyō Daigaku Monogatari (Una historia de la Universidad de Tokio), un manga polémico que cosechó un gran éxito en los 90, así como el manga de humor Magical Tarurūto-kun, publicado en la Shōnen Jump. Sin embargo, resulta curioso que después de los impresionantes éxitos que consiguió en su época dorada, Egawa no ha vuelto a levantar cabeza como mangaka (sí en otras facetas, como la de invitado en programas televisivos) tras el fracaso de obras como Nichiro Sensō Monogatari (Historia de la guerra ruso-japonesa) o Genji Monogatari (La historia de Genji) -Por cierto, parece que le gusta la palabra “monogatari”, ¿eh? XD
Kintarō Ōe es un chaval de 25 años que va errando por la vida montado en su bicicleta. Se trata de un chico muy aplicado cuyo lema es el “estudio” y que siempre va tomando notas frenéticamente en una libreta a la par que exclama benkyō, benkyō, benkyō! (¡Estudio! ¡Estudio! ¡Estudio! / o bien ¡Aprendo! ¡Aprendo! ¡Aprendo!). Su objetivo en la vida es “estudiar” y para ello siempre está buscando nuevos trabajos en los que poder aprender de todo. Así, siempre se las apaña para acabar siendo empleado en empresas o tiendas/locales de lo más variopinto donde, invariablemente, hay una o más mujeres despampanantes y donde siempre se las apaña para meterse en líos de lo más hilarantes. Por ejemplo, muchas veces termina teniendo que limpiar los lavabos y, mientras limpia la taza del váter, empieza a comerse la olla y a ponerse “bruto” pensando en que en esa taza se sienta esa chica tan sensual. Invariablemente, acaba abrazándose y frotándose contra la taza, e invariablemente le pillan con las manos en la masa.
Kintarō parece una mosquita muerta y da la sensación de que no se entera de nada; de hecho, siempre parece poner en apuros a sus empleadores con su inutilidad. Sin embargo, una vez pasado el “punto de no retorno”, cuando ya le han despedido o se ha marchado del trabajo por su cuenta, se descubre que Kintarō en realidad se había marcado un grandísimo punto, lo que provoca que la chica de turno recapacite sobre él, descubra cuán equivocada estaba y prácticamente se enamore del protagonista, que en ese momento ya está muy lejos. En realidad, Kintarō se destapa como un superdotado para los estudios, que dejó la universidad de Tokio (la más prestigiosa del país) porque ya no le motivaba, y decidió marcharse y vivir la vida haciendo trabajos de lo más variados con tal de poder “estudiar”.
Golden Boy es una serie tronchante, muy divertida y muy bien dibujada, con mucho humor y grandes situaciones picantes (¡y unas chicas de lo más sexy!), que además cuenta con solo 10 tomos, lo que la hace una serie muy apetecible, a priori, para su publicación en España. Lo raro es que hayan pasado tantos años y ninguna editorial haya apostado por ella. Es de dominio público que Selecta Visión (que editó los OVA basados en este manga hace unos años) estuvo a punto de publicar este manga en nuestro país durante la época en la que compaginaba la edición de anime con la publicación de manga. Sin embargo, el cierre de la división manga de esta empresa debido a las pobres ventas de la series que había editado (Mazinger Z, FuriKuri, Excel Saga, Gasaraki, Cowboy Bebop…) frustró la salida de este título a nuestro mercado. Una verdadera lástima.
Espero sin embargo que algún día alguna editorial nos traiga este cómic. Como ya he dicho, creo que tiene todos los ingredientes para funcionar de forma cuanto menos satisfactoria.
Lo mejor
- Mucho humor, mucho erotismo y un gran dibujo
- Me gusta mucho el hecho de que Egawa fuera uno de los primeros mangaka en acreditar debidamente a sus ayudantes. No solo especificando en portada que los autores del manga son “Tatsuya Egawa & his assistants”, sino además listando al final del tomo los nombres de esos ayudantes y las partes exactas en las que han trabajado. Por si fuera poco, ofrece algunas de las páginas “sueltas” a estos ayudantes para que las usen a su gusto, por ejemplo presentándose. ¡Chapó para Egawa!
Lo peor
- Kintarō a veces resulta muy cargante de lo gili que llega a ser
- Algunas situaciones son de lo más machistas…
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