- Título: 石の花 –Ishi no Hana– (Flores de piedra) Partisanos
- Autor: Hisashi Sakaguchi
- Editorial: Ushio Shuppansha
- Revista: Comic Tom
- Años publicación: 1983-86
- Clasificación: seinen, bélico
- Tomos: 6
Una de las traducciones más complicadas que he hecho jamás… No, vuelvo a empezar. La traducción más complicada que he hecho jamás fue la de la obra Ikkyû, de Hisashi Sakaguchi. Fue un verdadero tour de force traducir esa obra, que narra la vida del carismático y excéntrico monje budista Sôjun Ikkyû allá por los siglos XIV y XV. Primero, por las temáticas que trata: budismo zen, filosofía, historia, política, teatro nô, etc, lo que requiere un nivel de documentación monstruoso. Segundo, por las extensas y abundantes notas a pie de página del propio autor, repletas de nombres propios con kanji complicadísimos y sin su correspondiente lectura al lado (toca buscarlos todos, uno por uno) y de conceptos antiguos. También, por la evidente dificultad de tener que trasladar al idioma de llegada una serie de matices, idiosincrasias de modo de hablar, etc. y de darle al texto una pátina de “lenguaje antiguo” que case bien con la temática de la obra y su contexto.
En fin, fue un trabajazo monumental que me hizo sudar mucho (además, me tocó durante el verano del año pasado, así que sudé por partida doble ^_^), pero del que estoy más que orgulloso. Sobre todo después de compararlo con la versión antigua, cuyos dos primeros tomos tenían una traducción que, siendo finos, diremos que “deficiente es poco”. La traducción española fue realizada del francés y por lo tanto no es culpa del traductor español, sino del francés, que no captó nada bien los matices de las frases, entendió la mayoría de elas mal (a veces, directamente al revés), y se comió un montón de conceptos y la mayoría de las notas a pie de página de Sakaguchi. Afortunadamente, la editorial francesa seguramente se dio cuenta del desaguisado y contrató a un traductor mejor para los dos últimos tomos. En estos tomos 3 y 4, la traducción era mucho mejor y, ahora sí, no se comía casi ninguna nota. En fin, os reto a comparar las versiones nueva y antigua de Ikkyû y encontrar no las diferencias, sino las similitudes.
Como siempre, me voy por las ramas. Ikkyû me pareció una obra maravillosa y la disfruté muchísimo. Primero, porque ya de por sí me encantan los retos y “tú ponme algo difícil, que yo sacaré lo mejor que llevo dentro”. Segundo, porque la historia en general me gusta mucho, y por supuesto la japonesa también. Tercero, porque el hecho de tener que traducirla me obligó a documentarme muchísimo y a explorar cada referencia y cada nombre mucho más allá de lo que se menciona en el manga, con el consecuente hecho de que pude comprender y asimilar la historia a gran profundidad. Porque no nos engañemos: Ikkyû es una obra muy densa que ofrece mucha información muy complicada de asimilar si viene toda de golpe y es nueva, y además está plagada de nombrecitos japoneses a cuál más complicado. Por eso entiendo que haya gente que no disfrute de Ikkyû a pesar de que, como manga (¡como obra literaria!) es una maravilla.
Con el manga que reseño esta vez pasa tres cuartos de lo mismo. Ishi no Hana (Flores de piedra) nos narra la historia entera de la II Guerra Mundial en la antigua Yugoslavia, desde el principio hasta el final. Muchos personajes pululan por sus páginas, aunque el eje central se sitúa sobre Krilo y Fee, dos adolescentes que viven la guerra de forma trágica y a través de cuyas experiencias se nos narra la crueldad de las hostilidades en la Yugoslavia de los primeros años 40. Se trata de una obra con mucho texto, muchos nombres y datos y bastante densa. Tengo que decir que no es tan densa como Ikkyû (para empezar, en Ishi no Hanaapenas hay notas a pie de página), pero aun así se hace difícil de digerir. Como lector ocasional y tras hacer una lectura simple (sin desviarme a ampliar la información por otros lados), tengo que decir que a veces se me ha hecho difícil de seguir y que en ocasiones me he perdido.
Dibujo sublime e historia densa y con mucho contenido
Aun así, el manga es francamente muy bueno. Por un lado, tenemos el tremendo dibujo de Sakaguchi, maravilloso. No tan maduro como el de Ikkyû, ya que Ishi no Hana fue dibujada diez años antes que la historia del monje zen, pero aun así sobresaliente. El argumento, tremendo. Sakaguchi nos cuenta en los seis tomos del manga toda la historia de la II Guerra Mundial en la antigua Yugoslavia, desde la invasión alemana en abril de 1941 hasta la liberación del país en 1945. En sus páginas, nos cuenta las vicisitudes de la guerra en todas sus vertientes. Por un lado, los rifirrafes entre serbios, croatas, bosnios, eslovenos, etc. que fragmentaban el país (luego comento más), por otro, la organización de la resistencia en dos grupos -que se llevaban a matar-: los chetniks y los partisanos. También nos cuenta la tragedia de los campos de concentración donde se encerraba a judíos, gitanos y demás “razas sucias” y se les obligaba a hacer trabajos forzados o directamente se les mataba, aplicando la llamada “solución final”. En fin, un manga muy duro y sobrecogedor.
Francamente, antes de leer esta obra poco conocía de la historia de Yugoslavia, y he acabado con la sensación de haber aprendido mucho. Lo más sorprendente es que este manga, publicado entre 1983 y 1986, casi podría haber estado ambientado a principios de los años 90, ya que las situaciones de malos rollos y puñaladas en la espalda entre las etnias que conformaban la antigua Yugoslavia (serbios, croatas, bosnios, etc.) se podrían haber aplicado perfectamente a la situación de la Guerra de los Balcanes. Es sorprendente que Sakaguchi hubiese podido captar tan bien esta particularidad, y más siendo japonés. Los japoneses sienten su país como “un único todo” y la noción de una “nación de naciones” en la que conviven diferentes etnias y culturas les cuesta muchísimo de captar. Para un japonés, el hecho de que en España haya regiones donde, además del español, se hablen otros idiomas y se tengan culturas distintas es algo que no es fácil digerir. Por eso mismo, no puedo dejar de quitarme el sombrero ante la agudeza de Sakaguchi al hacer un retrato tan fidedigno de una época, la de la II Guerra Mundial, en un país cuyo destino era el de acabar fragmentado 50 años después. El hecho de que Sakaguchi recibiera una condecoración del antiguo gobierno yugoslavo por esta obra demuestra, por si algunos lo dudaban, de la veracidad y la rigurosidad de lo que nos cuenta en sus páginas.
El título de la obra, Ishi no Hana, significa literalmente “Flores de piedra”, y hace referencia a las bellísimas formas y florituras de las estalagtitas y estalagmitas de las cuevas de Postojna, un motivo subyacente en la obra desde el principio. Su título alternativo, por el que es más conocida internacionalmente, es Partisan (Partisano), el nombre de las tropas de la resistencia que, al mando del general Tito, consiguieron liberar el país de las tropas nazis casi sin ayuda internacional. Krilo, uno de los protagonistas más destacados de la obra, acaba formando parte de los partisanos y por lo tanto se nos muestra las dificultades y tormentos que sufrieron estos guerrilleros hasta conseguir liberar su país.
Hisashi Sakaguchi nos dejó en el año 1995, muy poco después de haber finalizado Ikkyû y con solo 49 años de edad. En sus primeros años de carrera, se formó a las órdenes de Osamu Tezuka y dedicó sus esfuerzos sobre todo al anime. Como empleado de Mushi Productions, la empresa de animación de Tezuka, trabajó en las series de TV de Astroboy, El rey de la jungla, etc. hasta que en un momento dado volcó sus fuerzas en el manga. Sobre todo hizo historias cortas, de modo que las únicas largas que tiene son esta Ishi no Hana (la más extensa, de 6 tomos), Ikkyû (4 tomos de 300 páginas) y Version (3 tomos). Ikkyû está íntegramente publicada en España, mientras que Version fue publicada parcialmente por Glénat en los 90. Ishi no Hana, ¡ay!, permanece inédita. Por un lado, deseo fervientemente que la licencien, ya que es una maravilla. Por el otro, temo que lo hagan y que me encarguen la traducción a mí: tanto nombrecito yugoslavo en katakana tiene que ser mortal de traducir, y el esfuerzo en documentación requerido tiene que ser brutal para hacer un buen trabajo… Pero oye… ¡Como he dicho antes, me encantan los retos, así que trae, trae! ^_^
Un último apunte: la versión de Ishi no Hana que he leído es la original, publicada en 6 tomos por Ushio Shuppansha en los años 80, pero al parecer, por lo que veo, en 1988, Sakaguchi decidió sacar una versión “remasterizada” en la que retocó bastante el dibujo y que se recopiló en 5 tomos. Esta edición retocada es la que actualmente se encuentra en las librerías japonesas. Concretamente lo más sencillo de encontrar sería la versión de bolsillo en 2 gruesos tomos de la editorial Kôbunsha. Tengo curiosidad por ver qué retoques hizo Sakaguchi, a ver si algún día tengo la oportunidad de comprobarlo.
Comentarios recientes