- Título: 紙の砦 –Kami no toride– (El fuerte de papel)
- Autor: Osamu Tezuka
- Editorial: Daitosha
- Revista: Shōnen King, Shōnen Jump, Shōnen Magazine y COM
- Años publicación: entre 1970 y 1976
- Clasificación: shōnen, semiautobiográfico
- Tomos: 1
A lo tonto llevo tres años ya con este blog (cómo pasa el tiempo) y, aunque he hablado repetidas veces sobre Osamu Tezuka, el “dios” del manga, curiosamente nunca había llegado a reseñar una obra suya. Las razones son varias: Tezuka es ya relativamente conocido y he preferido priorizar la presentación de otros enormes mangaka como Shōtarō Ishinomori, Fujio Akatsuka y demás; las mejores y más conocidas obras de Tezuka ya han sido publicadas en España; y alguna que otra vez me he pillado los dedos leyendo un manga de Tezuka con gran ilusión y encontrándome con una obra aburridísima (no todo iba a ser genial, evidentemente). Ha llegado la hora, sin embargo, tres años más tarde, de reseñar una obra de este imprescindible autor en el blog.
El tomo de Kami no toride (El fuerte de papel), al menos la edición que tengo yo (de 1977), contiene varias historias cortas con cierto regusto autobiográfico. Todas ellas narran la adolescencia y/o aventuras de un chaval durante la guerra o la posguerra: un chaval bastante enclenque, con gafas, que sueña con ser dibujante de manga. Obviamente, un retrato del propio Tezuka.
Kami no toride, la historia que da título al tomo, se desarrolla durante la II Guerra Mundial. Tetsurō Oosamu es un chaval que trabaja en una de las numerosas fábricas de armas y municiones de Japón. Su gran pasión es dibujar manga, pero debido a las restricciones y acusaciones de “antipatriótico” que recibía cualquiera que no se mostrara ciegamente a favor del régimen y de la guerra, tiene que hacerlo a escondidas. En medio de bombardeos y una cándida historia de amor, Oosamu continuará desarrollando su pasión.
Seis historias, de diferente longitud y temática, se suceden en este gran tomo. Todas ellas dejan entrever la gran pasión por el manga que tenía Tezuka, así como las penurias que tuvo que soportar durante esos primeros años de su carrera, cuando el manga ni estaba bien visto por la sociedad ni era algo con lo que poder ganarse la vida. Desconozco hasta qué punto se basan en hechos reales estas historias, pero sin duda Tezuka se inspiró considerablemente en sus propias vivencias para narrar la miseria, la frustración y la depresión de la guerra, y también para expresar esos destellos de esperanza y cariño que brotaban de vez en cuando como pequeñas flores en medio de un campo de cenizas. Para Tezuka, sin duda, el manga fue una de esas flores de esperanza.
Lo mejor
- Grandes historias, amenas y emotivas.
- El estilo semiautobiográfico nos abre una ventana a la guerra y a la posguerra en Japón, así como a las dificultades de dibujar manga en esa época.
- Gran amor por el manga y la vida en general.
Lo peor
- Que aún no se haya publicado en España.
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