El blog de Marc Bernabé

Beelzebub

Monday, October 25th, 2010
  • Título: べるぜバブ –Beelzebub–
  • Autor: Ryūhei Tamura
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Shōnen Jump
  • Años publicación: 2009-?
  • Clasificación: shōnen
  • Tomos: 7 (en curso)

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No es la primera vez que menciono en este blog que voy comprando las series Jump que más éxito van cosechando en Japón, primero porque me parece importante desde mi posición (y hobby) de “industry-watcher” y segundo porque son unas de las que más probabilidades tienen de ser publicadas en España y, por tanto, de caer en manos del equipo traductor de Daruma para su traducción. No es raro que las editoriales consigan un contrato y, con las prisas de poder publicar esa nueva serie a tiempo para el próximo Salón del Manga/Cómic, pidan mucha rapidez a la hora de traducir, pero que paradójicamente aún no hayan recibido los materiales y por lo tanto nos encontremos que tenemos una serie cuyo tomo 1 tiene que ser traducido urgentemente, pero… ¡Estemos sin tomo! Y claro, entonces viene muy bien tener ese tomo 1 a mano ya que puedes empezar a trabajar de inmediato. Tampoco es que lo compre todo, pero sin ir más lejos, para poner ejemplos recientes, en estos últimos meses no me ha ido nada mal tener en casa ejemplares de Bakuman., Tegami Bachi (Letter Bee) y Busō Renkin (Armamento Alquimista). Al menos unos pocos días sí hemos ganado, que ya es mucho cuando hay prisa.

En fin, que me voy por las ramas. El caso es que procuro ir leyendo las series que van destacando en la Jump para tenerlas ubicadas y saber de antemano más o menos de qué van. No es que sea muy amante del shōnen actual, ni mucho menos de la Shōnen Jump, pero está bien este ejercicio de ir controlando qué es lo que hay. Este es el caso de Beelzebub, una serie que está dando bastante que hablar últimamente debido a que ya se ha anunciado una serie de anime que empezará el próximo mes de enero de 2011.

Tatsumi Oga es el típico matón de instituto que va por ahí en plan violento. Su instituto está plagado de gamberros chungos, pero él, sin ser ningún armario ni llevar peinados agresivos o tatuajes, resulta siempre más fuerte que ellos. En esas estamos que, mientras Oga está recreándose en la victoria tras una pelea a la orilla de un río, baja un cuerpo inerte de un tío bigotudo corriente abajo, que encalla en la orilla y se abre (!) para revelar un bebé en su interior (vamos, parodia total del típico cuento de Momotarō, que baja del río dentro de un enorme melocotón).

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Y el niñato que no suelta a Oga ni a sol ni a sombra...

Cuando el bebé ve los aires de Oga, que se comporta como un absoluto bruto despiadado ante sus rivales caídos, se queda prendado de él y no lo suelta para nada. Poco después, aparece Hildegarde –Hilda para los “amigos” –, la tata del niño, que cuenta que ese bebé no es otro que el hijo del Rey Demonio, y que ha sido enviado a la Tierra para que crezca y sea criado por un humano hasta que sea lo suficientemente mayor como para arrasar el mundo. ¡Y el bebé resulta que ha elegido a Oga! Y nada, pues así empieza un manga en el que Oga se debatirá entre si criar al niño maléfico (con la ayuda de Hilda) o pasar de todo. Pero es que tampoco puede pasar de él, porque el niño está muy encaprichado y, a la que se separa más de quince metros, echa a llorar con nefastas consecuencias…

Pues nada, un manga más de aventuras de la Jump que empieza de forma bastante original, con ciertas dosis de humor, pero que a mí más bien me ha dejado frío. Resulta entretenidillo, pero me temo que a los pocos tomos empezará a derivar a las típicas luchas power-up de la Jump, que están muy bien para los que les gusten, que no son pocos, pero a mí me aburren después de haber leído montones de manga del estilo y tener ya cierta edad en la que los shōnen tienen que tener algo muy especial para que realmente me gusten.

Un par de comentarios extra:

  • El bebé sale siempre desnudo, pilila al aire. Si los mojigatos americanos le pusieron calzoncillos a Son Gokū en esa escena en la que saltaba al lago para pescar un pez enorme, ¿qué harán con esta obra? ¿Directamente no la licenciarán? ¿Le pondrán calzoncillos al niño todas las –muchas– veces que sale?
  • El título, べるぜバブ (Beruzebabu, o sea, Beelzebub, el nombré en inglés del demonio Belcebú) es curioso en japonés. Si estáis familiarizados con los silabarios japoneses, veréis que la parte BERUZE está escrita en hiragana, mientras que BABU lo está en katakana. Babu es la manera con la que los japoneses expresan el barboteo típico de los bebés, igual que nosotros decimos “gugú-tata” o “ajó-ajó”. Así que el título japonés denota, de forma totalmente visual, el nombre del demonio Belcebú, a lo que se suma cierto toque “a bebé”. Curioso, ¿verdad? Un matiz totalmente intrasladable, por otra parte.

Lo mejor

  • El dibujo es típico de la Jump. Nada novedoso, pero atractivo a la vista y “moderno”.
  • Tiene ciertas doses de humor que no está mal.
  • El planteamiento es original. ¿Un gamberro criando a un bebé?
  • Furuichi, el amigo cínico de Oga, me ha caído bien con sus comentarios y sus caretos de “flipa”.

Lo peor

  • No tiene mucho atractivo para un lector harto de leer shōnen.
  • Temo que, en un momento dado, el autor caerá en el recurso fácil de las batallitas y los power-up.

Boku wa Beatles (Yo soy los Beatles)

Tuesday, September 14th, 2010
  • Título: 僕はビートルズ –Boku wa Beatles– (Yo soy los Beatles)
  • Autor: Kaiji Kawaguchi (dibujo) / Tetsuo Fujii (guión)
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 2010-?
  • Clasificación: seinen, música
  • Tomos: 2 (en curso)

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Kaiji Kawaguchi es uno de esos autores que me gusta muchísimo cómo llevan sus historias y lo adictivos que son sus manga. El gran problema de Kawaguchi, para mí que vivo fuera de Japón, es que sus manga son tremendamente largos y superan fácilmente la treintena de tomos, por lo que adquirir y luego enviar colecciones enteras de Zipang, The Silent Service o A Spirit of the Sun podría llevarme fácilmente a la ruina, y más ahora que el yen está por las nubes ^_^ (¡manga electrónico, ponte las pilas de una vez!). Y cuando voy a Japón suelo estar tan ocupado que no tengo tiempo para irme a una cafetería manga a leer…

Así que ya tenía ganas de que este autor empezara una nueva serie para poder hincarle el diente desde el principio, ya que ir comprando y trayendo uno o dos tomos cada varios meses, aprovechando viajes a Japón propios o de amigotes, o visitas de amigos japoneses, no se nota casi en el bolsillo. Así que cuando, esta semana pasada, Mori-san, amiga de un colega, vino a Barcelona para estar aquí unos tres meses estudiando y me dijo si quería me traía algo de Japón, sin dudarlo le pedí el número 1 de Boku wa Beatles, la nueva obra de Kaiji Kawaguchi, recientemente aparecido en Japón.

Kawaguchi no se encarga de la historia esta vez, sino que la deja en manos de Tetsuo Fujii, un joven autor que presentó el guión al concurso Manga Open y lo ganó (la primera vez que lo ganaba solo un guión en vez de un manga). Entonces apareció Kawaguchi, que se ve que se moría de ganas de hacer algo relacionado con los Beatles y justo acababa de poner el punto y final a Zipang, y se ofreció para ilustrarlo. ¿Te imaginas siendo un chaval que envía un guión a un concurso, y no solo lo gana, sino que uno de los más prestigiosos mangaka de Japón se encarga de dibujarlo? Pues así de flipado se quedaría Fujii al conocer la noticia.

Uno podría pensar que este manga seguramente no tiene ese regusto kawaguchiero que tanto gusta en Japón, pero eso no es así. Kawaguchi ha tomado una historia ajena y la ha convertido en un manga muy suyo, muy bien llevado y tan adictivo como el que más.

La historia comienza presentándonos a un grupo imitador de los Beatles. Se llaman The Fab 4, son japoneses, y se toman muy en serio su trabajo. Tanto, que el bajista, que hace de Paul McCartney, se fuerza a tocar con la izquierda porque Paul es zurdo.

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Los Fab 4 (aquí solo son 2) tocando ante la atónita mirada de los japoneses del año 1961, en un local de música hawaiana

El caso es que, en un momento dado, se les presenta la oportunidad de participar en un concurso mundial de imitadores de los Beatles en Liverpool, cuyo vencedor tendrá el derecho a componer y grabar una nueva canción y a promocionarla como si fuera de los propios Beatles originales. Entonces surge una disputa entre Rei –Lennon– y Makoto –McCartney– que llega hasta las manos, hasta el punto de que caen a la vía del metro justo cuando está a punto de pasar un tren (muy al estilo Gantz, si se me permite la comparación). Shō –Harrison–, que pasaba por allí, intenta impedir que Makoto empuje a Rei a las vías, pero caen los tres ante la atónita mirada de Konta –Starr–.

Justo después, Makoto y Shō aparecen en el Japón del año 1961, en un viaje en el tiempo que son incapaces de explicarse (nada se sabe de Rei y Konta, por cierto). Así, tendrán que organizar su vida en este entorno tan distinto que todavía no conoce a los Beatles, que están a un año de debutar y de conseguir el éxito.

Tras la lógica parte de “qué hacemos aquí”, “y ahora qué”, “y dónde viviremos”, “quiero volver a casa” y tal, a Makoto se le ocurre la idea de suplantar a los Beatles, es decir, tocar sus canciones antes que ellos para conseguir la fama mundial. La lógica que “justifica” la polémica decisión es la de picar al genio colectivo de los Beatles para que hagan nuevas y mejores canciones que puedan deleitarles. Así, el mundo no solo podrá gozar de las 213 canciones originales del fabuloso grupo –interpretadas por Makoto y Shō con su grupo The Fab 4–, sino que además será testigo del nacimiento de nuevas canciones, tal vez mejores incluso, creadas por los Beatles de verdad. ¿Conseguirán Makoto y Shō suplantar a los Beatles a pesar de ser japoneses? ¿Cómo afectarán sus decisiones al devenir de la historia musical?

La verdad es que yo personalmente tengo cierta tirria a los Beatles, pero la historia me ha gustado. Tengo debilidad por las historias de viaje en el tiempo, y fácilmente caigo en su trampa, así que me encanta poder ver escenas del Japón de principios de los 60, cómo vivían, cómo era el país en aquel entonces, y todo esto. Sin duda seguiré comprando los tomos; de hecho el 2 ya está anunciado para salir en octubre y ya tengo ganas de leerlo. El único “fallo” que se le puede achacar es que, después de Zipang, que ya se basaba en un viaje temporal y se planteaba los problemas derivados de cambiar la historia, Kawaguchi haya decidido hacer otra obra basada en la misma premisa. Me parece una apuesta bastante arriesgada por la que seguro le critican. Pero, lo dicho, a mí me ha gustado.

Lo mejor

  • Adictiva historia muy bien narrada, de lectura rápida, typical Kawaguchi.
  • El nivel de detalle en lo referente a vestuario, instrumentos musicales, Tokio de los años 60…
  • Las narices de pretender suplantar a los propios Beatles.

Lo peor

  • ¿Otra historia de viajes en el tiempo, señor Kawaguchi? Igual está abusando…
  • Toda la premisa de la historia está bastante cogida por los pelos.

Nijū Seiki Shōnen no wakiyaku: Ujiko Ujio Sakuhin-shū (20th Century Boys Spin Off: Recopilación de historias de Ujiko Ujio)

Monday, September 13th, 2010
  • Título: 20世紀少年の脇役・ウジコウジオ作品集 –Nijū Seiki Shōnen no wakiyaku: Ujiko Ujio Sakuhin-shū– (20th Century Boys Spin Off: Recopilación de historias de Ujiko Ujio)
  • Autor: Naoki Urasawa / Ujiko Ujio
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2009
  • Clasificación: seinen, metamanga, humor
  • Tomos: 1

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Esta reseña va a ser un poco extraña, ya que de hecho ya comenté esta obra cuando aún no había sido recopilada en tomo y era conocida con el título de Mangari Michi.
Recientemente, sin embargo, ha salido el tomo recopilatorio en Japón y he podido obtenerlo y leerlo, así que voy a añadir algunas impresiones a lo que escribí en su momento (puedes leerlo aquí).
A modo de recordatorio, decir que en este tomo se recopilan las historias del dúo de dibujantes Ujiko Ujio que aparecían como personajes (muy) secundarios en 20th Century Boys. Así, el tomo recoge un total de 7 historias autoconclusivas organizadas a través del marco de las conversaciones entre Yukiji y Ujiko Ujio.
Recordemos que Yukiji solía leer los manga de Ujiko Ujio y les decía cosas como “no está mal, pero le falta sentimiento” o “echo de menos a un héroe más valiente” y del estilo. Pues bien, aquí por fin podemos leer estas historias que Yujiki criticaba en 20th Century Boys.
¿Y cómo son las historias? Pues chorradas monumentales, la verdad. Leídas una a una no tienen mucha gracia, y esto es precisamente lo que pensé cuando leí de refilón dos de ellas para hacer la reseña de Mangari Michi: “menuda chorrada, esto no tiene ningún interés ni ninguna gracia”.
Pero, ¡ah! cuando tienes el tomo en tus manos y puedes leerlo de corrido, la percepción cambia radicalmente. Las historias siguen siendo enormes chorradas –hay una tipo Love Hina, una de samuráis, una que recuerda a Saw, otra de béisbol, otra copia de Indiana Jones, etcétera–, pero cuando las lees junto a los pequeños prólogos y epílogos en los que aparecen las conversaciones entre Yujiki y el dúo de mangakas, es decir, cuando las pones en contexto, toman otra dimensión muy distinta.

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Una historia de béisbol en el que las protagonistas se lo toman muy "a pecho".

Por cierto, el dibujo de las historias resulta bastante diferente del típico de Urasawa; se nota que ha salido de su estudio sobre todo por el detalle y el estilo de algunos fondos, pero no por los personajes. El caso es que, según me dijo el propio Urasawa cuando le entrevisté, no fue él el que se encargó del dibujo de estas historias, sino que las dejó en manos de sus ayudantes. ¡Ya me extrañaba a mí semejante cambio de estilo! A pesar de que el dibujo no es el típico urasawiano, no por eso está mal, ojo. Es un estilo mucho más “manga”, pero no por ello malo.
Por cierto, os traduzco una de las opiniones que hay puestas en Amazon Japan sobre este manga, que suscribo al 100%; creo que resume muy bien lo que es la obra y las sensaciones que se tienen al leerla:

Reconozco que el argumento es una chorrada y no tiene nada de interesante, así que entiendo que uno tenga ganas de darle una puntuación baja a este manga (Nota: se refiere a que hay algunos lectores que le han dado puntuación baja).
Sin embargo, si lo pones en el contexto de 20th Century Boys, acaba siendo una obra tan entretenida que no sé qué hacer.
Al leer las historias de Ujiko Ujio entiendes los motivos por los que Yukiji les abroncaba de aquella manera y les decía aquellas cosas.
Así que, este manga, como manga en sí no es ninguna maravilla, pero como complemento/divertimento es más que válido.
Por muchas veces que lea las historias, siempre me dejan frío, pero por otro lado pienso satisfecho “ah, claro, por eso mismo está bien”.
Es un libro increíblemente extraño.
Tal vez hubiese sido preferible publicarlo como extra de alguna revista o libro recopilatorio. Tal como está ahora, me parece un pequeño lujo.

En fin, para resumir, este es un manga que recomiendo mucho a los “Urasawatards” para terminar de completar 20th Century Boys, pero si no eres especialmente fan de Urasawa o de esa obram no vale la pena. Imagino que este tomo se acabará publicando en España tarde o temprano, así que es cuestión de esperar.

Lo mejor

  • Un spin-off interesante para los completistas, bien de 20th Century Boys, bien de la obra de Naoki Urasawa en general.
  • El uso de diferentes estilos de dibujo y distintas temáticas, infinitamente más light que lo que acostumbra a hacer Urasawa.
  • Los prólogos y epílogos en los que aparecen Yujiki y Ujiko Ujio, así como el epílogo final de 20 páginas dibujadas –estas sí– por Urasawa donde salen Kenji, Kakuta y demás personajes de 20th Century Boys.
  • Un divertimento muy curioso.

Lo peor

  • Es una obra perfectamente prescindible si no eres mega-fan.
  • Los “manga dentro del manga” que hay en esta obra son bastante absurdos.

UnP Sensei (Profesor Caca)

Tuesday, April 20th, 2010
  • Título: うんP先生 –UnP Sensei– (Profesor Caca)
  • Autor: Hideki Ohwada
  • Editorial: Kadokawa Shoten
  • Revista: KeroKero Ace
  • Años publicación: 2008-?
  • Clasificación: infantil, humor
  • Tomos: 1 (en curso)

Después de Mudazumo naki kaikaku (The Legend of Koizumi) y Kidō Senshi Gundam-san (Mr. Mobile Suit Gundam), esta es la tercera obra que reseño de Hideki Ohwada. La verdad es que no es muy frecuente que reseñe tantas obras de un solo autor, y mucho menos de un autor no puntero como Ohwada, pero es que la casualidad ha querido que estas tres obras, las tres que lleva publicando en la actualidad, me hayan gustado por motivos muy diferentes.

Mudazumo naki kaikaku es un manga de mah-jongg protagonizado por famosos políticos de talla mundial en el que prima el humor cafre. Kidō Senshi Gundam-san es una parodia muy divertida de la famosa serie Gundam, que me encanta. Y UnP Sensei es una obra para público infantil de humor escatológico. Como veis, estos tres manga son de humor (un género que me encanta si está bien hecho), pero aparte de este punto en común la gracia es que están pensados para público totalmente distinto: adultos amantes del mah-jongg, frikis de Gundam y niños pequeños.

Makio Toguro es un profesor de primaria que está enamorado de su compañera de trabajo, la señorita Ayako. Un día, durante una excursión, le entran ganas de mear y encuentra una especie de urinario de piedra en medio del bosque. Sin más dilación, mea ahí dentro, lo que provoca que se “rompa el sello”. Una vez en la escuela, se encuentra con unos padres de alumnos que, muy maleducados, buscan follón. Toguro literalmente “se caga” de miedo: le entra dolor de barriga y corre al váter para defecar. Y una vez vaciados los intestinos, oye una voz que proviene de dentro de la taza: “¡¡Eres patético!!”

Sorprendido, mira dentro de la taza y se encuentra a una caca con antifaz allí flotando: es “el dios de la mierda”, que le dice que él es el elegido para ser el receptor de los poderes de la caca y le enseña un conjuro. Toguro, incrédulo, recita el conjuro y se convierte en UnP Sensei (Profesor Caca), una especie de superhéroe patético con antifaz, un sombrero en forma de truño y unos calzoncillos en forma de váter de estilo japonés. Lógicamente, las pintas asustan al principio a Toguro, que se avergüenza un montón, sobre todo delante de su amada Ayako, pero pronto le coge el gustillo a eso y empieza a aprender a luchar con las artes fecales.

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¿Es un váter? ¿Es una escobilla? ¡No, es el Profesor Caca!

A partir de entonces, el Profesor Caca se encargará de luchar contra el mal que amenaza a los anos de la población humana. Concretamente, sus mayores rivales son los miembros del clan Kurobenpi (Estreñimiento negro), los enemigos jurados de los diferentes UnP desde hace generaciones. Para ello, sin embargo, contará con la ayuda de Blue UnP (Caca Azul) y toda una serie de gadgets que va proporcionándole el dios de la caca, como los calzoncillos-cúter, la moto-taza, la escobilla-lanza y demás.

En fin, tampoco hay mucho que comentar de este manga. Acabaría rápido diciendo que es una mierda, pero la verdad es que no lo es (al menos en el sentido de “malo”). Se trata de un manga muy divertido, lleno de referencias a series tokusatsu como Kamen Rider y familia, con mucho humor escatológico, juegos de palabras muy chorras pero que te arrancan la sonrisa, y ese estilo de dibujo tan exagerado de Hideki Ohwada que me encanta. Es un manga pensado para público infantil, y como tal hay que leerlo. Ciertamente, no creo que a los padres de los niños que leen la KeroKero Ace les guste que sus hijos lean una serie tan guarra como esta, pero la verdad es que creo que no hace ningún mal a nadie.

En definitiva, no se me ocurre mejor manga que este para llevárselo al lavabo y leerse un capítulo o dos mientras uno está respondiendo a una llamada de la naturaleza. Confesaré que yo lo he ido leyendo precisamente de esta manera y lo cierto es que creo que es así como se debería leer, sentado en la taza y acompañado por esos “efluvios” que dan ambiente a la obra para convertir la experiencia lectora en una auténtica experiencia 4D. ¡Ríete tú de Avatar!

Lo mejor

  • Es un manga de mierda.
  • Exageradísimo y divertidísimo.
  • Los juegos de palabras.
  • Los guiños a series tokusatsu.
  • La posibilidad más que real de llevártelo contigo a cagar.

Lo peor

  • No va a gustar a los padres.

Aokishi (El caballero azul)

Thursday, April 15th, 2010
  • Título: 青騎士 –Aokishi– (El caballero azul)
  • Autor: Osamu Tezuka (historia original) / Akira Himekawa (guión)
  • Editorial: Kadokawa Shoten
  • Revista: Kerokero Ace
  • Años publicación: 2009-10
  • Clasificación: aventuras, ciencia-ficción
  • Tomos: 1

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Cuando en Japón alguien tiene una buena idea, invariablemente surgen imitadores que “copian” el concepto. En ocasiones llegan incluso a mejorarlo, pero lo normal es que la “copia” sea solo eso, una simple copia sin mucho valor en sí misma. En el mundo del manga ocurre exactamente lo mismo: cuando una idea o una temática consigue cierto éxito o se pone de moda, al poco empiezan a salir otros manga realizados por otras editoriales que recuerdan tremendamente a la idea original.

Pluto es uno de los mayores éxitos del manga de los últimos años. Realizado por el magistral Naoki Urasawa, Pluto es una adaptación moderna de una de las historias autoconclusivas que componen Tetsuwan Atom (Astroboy), una de las obras más conocidas de Osamu Tezuka, el “dios” del manga. La originalidad de Pluto no radica solamente en el atractivo rediseño de los personajes al estilo Urasawa, ni siquiera en la traslación de algunas temáticas modernas –como el tema de la guerra de Irak y las “armas de destrucción masiva” – en el hilo narrativo de la historia. Para mí, la originalidad de esta obra radica principalmente en una magistral reestructuración en todos los aspectos que hizo posible que un argumento pensado originalmente para público infantil, bastante plano y aburrido para los estándares de hoy en día, se convirtiera en una historia de enorme profundidad, con grandes interrogantes de tipo filosófico (¿qué es la vida? ¿dónde está la frontera de lo que denominamos “ser humano”?…) y ético (¿un robot tan evolucionado como para ser casi indistinguible de un ser humano es una simple máquina? ¿puede tener derechos?…). Pluto es, en definitiva, un gran manga de corte seinen cuyas raíces se encuentran en un manga shōnen bastante plano basado en luchas entre robots, sin duda una de las historias más simples de las que se recopilan en Astroboy.

Pues bien, el éxito de Pluto ha sido copiado por Kadokawa Shoten, que entre noviembre de 2009 y marzo de 2010 encargó a Akira Himekawa el remake de otro episodio de Astroboy: Aokishi (El caballero azul), cuya versión original, por cierto, podéis leer en el tomo 19 de Astroboy editado por Glénat España. Para ser un poco más justo, quiero decir también que me parece que esta versión es más que nada no tanto un intento de aprovecharse del éxito de Pluto (que también) como un truco para “chupar rueda” del estreno de la película americana de animación 3D Astroboy realizada por Imagi Studios (que, por cierto, fue un fracaso absoluto a nivel mundial y ni siquiera ha llegado a estrenarse en España).

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Astroboy y el Caballero Azul, diseños muy parecidos a los originales de Tezuka, pero con un "look" mucho más moderno.

Aokishi narra la historia de un robot que decide montar una revolución para conseguir una nación independiente para los robots, en la que los seres mecánicos podrán vivir en paz y gozarán de derechos. Sin embargo, los humanos cuentan con la “ayuda” de Astroboy, que se enfrentará al rebelde para intentar convencerle de que lo mejor es convivir con el ser humano en vez de enfrentarse a él. Sin duda, es una temática bastante profunda para la época en la que fue concebida la historia, a principios de los años 60.

No obstante, si Pluto tiene el mérito de dar una vuelta de tuerca importante a la obra original en la que está basado (El mejor robot sobre la faz de la Tierra, tomo 3 de Astroboy de Glénat), con un trabajo importante a la hora de rediseñar los personajes y recomponer el guión para darle un toque adulto y lleno de implicaciones, Aokishi para mí es un fracaso absoluto en estos aspectos.

En el epílogo del tomo 2 de Pluto, Macoto Tezka (hijo y heredero de Osamu Tezuka) narra el proceso preliminar de creación de la obra, y cómo él exigió y colló a Urasawa para que hiciera algo original, para que no se limitara a adaptar la obra de su padre, sino que le diera un toque propio. Incluso llega a insinuar que si Urasawa no llega a hacerle caso, no le habría dado permiso para hacer Pluto. Tras leer esto, uno piensa que no tiene que ser fácil trabajar con este tipo de material, que adaptar a Tezuka es una tarea reservada solo para unos pocos elegidos. Cuál fue mi sorpresa al leer Aokishi y constatar que Akira Himekawa ha hecho todo lo que Tezka no permitió hacer a Urasawa: no solo los diseños de personajes son extremadamente parecidos a los originales de Urasawa, sino que la historia en sí es calcada. Cierto, Himekawa se permite algunas licencias y alguna “puesta al día” de algunos temas, pero esencialmente la historia es exactamente la misma. Desconozco los motivos por los que Tezka fue tan duro con Urasawa y en cambio dejó vía libre a Himekawa; tal vez una de las razones sea que la versión moderna de Aokishi se publicó en una revista para público infantil y, claro está, tampoco se podía hacer gran cosa con el argumento ni poner en él temas demasiado profundos o filosóficos.

En cualquier caso, Aokishi no me parece un manga para recomendar: teniendo la historia original de Osamu Tezuka, ¿para qué quieres leer un remake realizado por un autor moderno? Como no sea para leer la historia con un estilo de dibujo acorde con los tiempos que corren (y el dibujo ciertamente es lo de menos), francamente no tiene ningún sentido. Mejor la historia original.

Lo mejor

  • Un intento para acercar a los chavales de hoy en día a todo un icono de la cultura popular japonesa: Astroboy.
  • El dibujo no está mal. El rediseño moderno de los personajes está interesante.

Lo peor

  • Remake casi calcado de la historia original. ¿Para qué quieres un remake teniendo la historia original?
  • El dibujo está bien pero tampoco es excelente.
  • La historia en sí es anticuadilla y resulta incluso aburrida.