¡Feliz año nuevo! Un año más, os ofrezco mi visión particular sobre el estado del mercado manga en España, basándome en los únicos datos objetivos de los que disponemos (número de novedades lanzadas al mercado), mezclados con alguna que otra apreciación subjetiva. Como sabéis, llevo más de 20 años implicado como traductor profesionalmente en el mundo del manga y estoy en contacto permanente con el mundillo, por un lado en redes sociales (de la que se puede extraer muchísima información cuando vas atando cabos), pero también por mi contacto directo con lectores, libreros, críticos y profesionales de varias editoriales. Esto me permite, en ocasiones, hacer ciertas afirmaciones o predicciones basadas no tanto en el “frío dato” sino en estas sensaciones.
Todo esto no significa que tenga el santo grial de la interpretación del mercado, ni mucho menos, porque obviamente hay muchísimos datos que simplemente desconozco o, como hemos visto en este año, puede aparecer un cisne negro que lo cambie todo, en mayor o menor grado. En 2020, el cisne negro ha sido el coronavirus y el radical cambio en nuestras vidas que está suponiendo. No quiero continuar este texto sin dedicar unas palabras a toda la gente afectada por esta terrible pandemia, a todos los que hayáis perdido algún ser querido, hayáis enfermado o hayáis tenido serias dificultades de tipo laboral, personal o incluso, por supuesto, a nivel de salud mental. No está siendo fácil, desde luego.
Siguiendo con las Estadísticas Manga, recordaréis que, el año pasado, una de las afirmaciones que hice fue que “el ambiente que se respira en el sector es de optimismo”. Efectivamente, viendo los dos primeros meses del año 2020, se estaban lanzando muchos títulos y parecía que de nuevo íbamos a batir el récord de novedades. Se habían anunciado muchas licencias, muy atractivas, y se habían presentado proyectos de nuevas editoriales que iban a aportar aún más variedad. Pero en marzo llegó la pandemia y todo se frenó. El desconcierto se apoderó de la sociedad, llegó el confinamiento duro y, en nuestro sector, las librerías estuvieron cerradas más de dos meses. What a time to be alive.
Cierto que el e-commerce seguía en marcha, pero las editoriales, queriendo proteger al pequeño comercio y a los libreros de toda la vida, frenaron radicalmente su plan editorial y el mes de abril registró 0 novedades. La incertidumbre era total y era complicado saber qué decisión tomar. Algunas editoriales, temiendo una contracción del mercado debido a que mucha gente se estaba quedando sin poder trabajar y sin ingresos, o con ingresos drásticamente reducidos, adoptaron una posición conservadora y de “a verlas venir”, reduciendo número de novedades, parando series y retrasando el inicio de la publicación de las nuevas licencias. Otras, pese a adoptar también un papel más cauto, decidieron seguir, con más o menos cambios, con el plan que ya tenían de antes. ¿Cuál era la reacción “correcta”? En vivo, era imposible saberlo. En perspectiva, en estos momentos (enero 2021) todavía no lo tengo claro. A toro pasado, dentro de dos o tres años, veremos clarísimo lo que “se tendría que haber hecho”, pero esto es muy fácil decirlo cuando dispones de todos los datos.
Bien, después de esta introducción, voy a poner el “disclaimer” de todos los años. Si ya sabes de qué va, te lo puedes saltar o como mucho leer por encima. Si es tu primera vez en esto, léetelo bien porque es importante. Antes de empezar siempre recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico.
En estas estadísticas solo contamos las novedades. No se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones (reimpresiones), aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato, pero nueva traducción y rotulación, a menudo bajo un sello editorial diferente del que lo publicó en el primer momento. Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Guardianes de la noche de 190 páginas que la edición ómnibus de Planetes, de más de 1000 páginas (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”. Una definición cada vez más difuminada, ciertamente, pero en algún lado hay que marcar la línea.
No barajamos cifras de tiradas ni de ventas porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta.
Finalmente, quiero recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), o incluso si cuenta como “manga”, etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato aproximado pero suficientemente fiable de cómo está el mercado.
Me consta que los compañeros de Guía del Cómic realizarán también un análisis interesantísimo, bastante parecido a este pero con la particularidad de que analiza el mercado del cómic en general. El “teaser” se encuentra aquí y editaré la información en cuanto la den. Veréis que los números que manejan son seguramente muy parecidos a los nuestros, pero no exactos, lo que posiblemente se debe a criterios distintos de contabilización. En todo caso, las cifras son suficientemente parecidas y a efectos del análisis del estado del mercado no solo no afectan estas discrepancias, sino que el hecho de tener dos recuentos distintos que arrojan datos tan similares nos va a dar aún más seguridad y fiabilidad.
Por otro lado, Pro Shojo Spain realizará un directo el 10 de enero comentando específicamente la escena de manga de demografía femenina (shōjo, josei, BL y yuri), aportando datos y analizándolos. Os recomiendo mucho ver esa charla en directo o en diferido. Aquí hay un pequeño avance con “teaser”.
Como decía antes, todo indicaba que el año 2020 iba a ser un año de consolidación, con muy buenas cifras, tal vez superando el récord del año pasado, pero en todo caso por poco. Era un año de asentamiento, de disfrutar de la afición, de tener un mercado sano, con muchas novedades, con mucho público y mucha variedad. Algunos títulos serían superventas, otros darían buenos beneficios, otros regulares, otros apenas cubrirían gastos y unos cuantos serían deficitarios. Lo normal, pero en trayectoria general ascendente. De hecho, enero registró 59 novedades (por 60 en 2019) y febrero 71 (por 63 el año anterior), es decir, muy similar. Pero, ¡ay, amigos! llegó la pandemia y todo cambió: marzo bajó a 38 novedades (el confinamiento empezó el 13 en España, y estas novedades salieron todas en esos 13 días – en 2019 fueron 68) y abril, como decíamos, se fue a 0 (por 72 el año anterior). Ya en mayo, cuando abrieron las librerías, 57 novedades (72 en 2019) y junio 66 (73 el año anterior). A partir de aquí se igualan bastante las cifras por mes, las de 2020 siempre ligeramente por debajo de las de 2019, pero sin demasiada variación. Es decir, que el bajón experimentado entre 2019 y 2020, de 838 novedades a 712, se debe en gran parte a ese gran ataque de “hipo” de entre marzo y mayo.
En Francia, por cierto, ha pasado algo parecido: tras varios años sobre las 1700 novedades/año, como vemos aquí, en 2020 ha habido “solo” 1626.
Es importante tener en cuenta que la industria editorial tiene un fuerte componente de inercia, ya que negociar las licencias requiere generalmente varios meses de trabajo y luego hay que contar los tiempos necesarios para realizar los trabajos de traducción, rotulación, edición, impresión, encuadernación y distribución. Con lo cual, es bien posible que en estos momentos (enero 2021) se estén recibiendo concesiones de licencias que fueron solicitadas antes de la pandemia y las editoriales tendrán que ir publicándolas mientras, simultáneamente, disminuyen drásticamente la petición de nuevas licencias para los próximos meses/años. Ya vimos en la crisis de 2008 que esta realmente no llegó a afectar demasiado al mundo del manga, al menos en número de novedades por año, hasta 2010, con lo que es bastante normal que en 2020 haya habido caída, pero no tan drástica como podríamos haber pensado. Es bien posible que el golpe real de la crisis del coronavirus no empecemos a verlo reflejado en estas estadísticas hasta el 2021.
De nuevo recuerdo que aquí analizo solo número de novedades, no cifras de ventas (que desconozco por completo) así que no sé hasta qué punto se han aguantado las ventas o bien si ha sido una total y absoluta debacle. Eso sí, hablando con algunos profesionales del mundillo, tengo la sensación de que el golpe ha sido fuerte, pero menos de lo que se podría haber esperado; parece que el mercado del manga está aguantando bastante bien.
A mi modo de ver las cosas, totalmente subjetivo, se abren dos escenarios para el futuro:
1) Recuperación de la antigua normalidad –o algo parecido a ella– de forma relativamente rápida. Se recuperan muchos puestos de trabajo perdidos, los estímulos económicos funcionan y esto acaba siendo un enorme ataque de hipo, una “crisis en V”. Con lo cual se esperaría un 2021 relativamente flojillo, pero un 2022 ya bastante parecido a lo que teníamos anteriormente.
2) Tardamos mucho más de lo previsto en librarnos del virus o en normalizar su presencia (inmunidad de grupo), lo que hace que la recuperación económica sea mucho más lenta y veamos un fenómeno parecido al de la crisis de 2008 (en el mercado del manga, provocó una caída muy fuerte entre 2010 y 2014, es decir, que tardó bastante tiempo en recuperarse). Si la gente está sin trabajo o con los ingresos muy mermados, comprar un tomo de manga no es prioritario, con lo que las cifras de ventas inevitablemente caen. En este caso, el mercado tardaría bastante más tiempo en recuperar los niveles de vitalidad anteriores.
En estos momentos, la sensación personal que tengo es que podría ser la opción 1), y ojalá sea así. Pero obviamente no tengo ninguna bola de cristal y solo el tiempo nos sacará de dudas.
Pasemos ahora a analizar los dos gráficos siguientes, que son la repartición del “pastel” del manga por editoriales y el número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.
El primer gráfico es interesante, pero me parece mucho más significativo para analizar lo que ha ocurrido en este 2020 el segundo. Del primer gráfico solo diremos que se mantiene la estructura de tres editoriales grandes, tres medianas y luego una serie de otras editoriales mucho más modestas. Planeta recupera el primer puesto como editorial que más novedades ha publicado, posición que en realidad solo ostentó una vez en los últimos 10 años (2017), aunque en realidad siempre ha estado “ahí arriba”.
Lo que más llama la atención del segundo gráfico es que todas las editoriales han lanzado menos novedades en este año –totalmente lógico–, pero hay dos de ellas que han hecho un recorte bastante drástico y significativo: Norma y ECC. Podría tratarse de la estrategia de “verlas venir” de la que hemos hablado antes. Sea como sea, estas dos editoriales han realizado considerablemente menos lanzamientos que otros años: Norma ha pasado de 204 novedades en 2019 a 148 en 2020 (56 menos, es decir, un 27,45% menos) y ECC ha pasado de 87 a 59 (28 menos, un 32,18% menos). Respecto a todas las demás, las caídas son evidentes pero mucho más moderadas (de un 10%-15%), lo que es totalmente lógico y esperable si tenemos en cuenta el parón total de dos meses y medio del confinamiento estricto de marzo-mayo.
La situación de las “big three” –Planeta, Norma e Ivrea– sigue siendo bastante parecida, no hay mucho cambio si descontamos el hecho de que Planeta se sitúa en primera posición desbancando a Norma. En el segundo grupo, sin embargo, sí se aprecian claros cambios: si descontamos el lógico descenso de novedades por culpa de la pandemia, Milky Way sigue en su línea, así como Panini, que el año pasado dio un buen empujón a su línea manga, pasando de ser “la más grande de las pequeñas” a una de “las tres medianas”. Sin embargo, la caída de ECC ha sido tan pronunciada que, si en 2018 publicó 117 novedades, este 2020 ha publicado 59. Mientras que Panini, de 43 novedades en 2018 ha pasado a 60 este año, desbancando a ECC en el quinto puesto de editoriales con más lanzamientos. Y eso sin tener en cuenta que Panini publica muchos mangas en formato “Maximum” (unas 400 páginas), en vez del formato habitual de unas 200 páginas. En número de páginas publicadas, podía ser que Panini hubiera superado incluso a Milky Way en 2020, situándose en el cuarto puesto de editoriales. En todo caso, aquí, como hemos comentado antes, se contabilizan solo novedades, sin tener en cuenta el número de páginas ni las ventas.
Como siempre digo, en cuestión de cifras de ventas este ranking probablemente sería muy diferente, porque no es lo mismo publicar un manga de tipo underground o de nicho que un Guardianes de la noche / Kimetsu no Yaiba (el fenómeno del año, al menos en Japón), un Dragon Ball Super o un One Punch Man.
Ahora por ahora, las tres grandes editoriales publican un poco más del 61% del manga que se comercializa en España, lo que sumado a las tres medianas, arroja que entre seis editoriales se comen el 90,45% del pastel. Son cifras casi iguales a las del año pasado, aunque las pequeñas ganan un poquiiiito más de peso, por un lado por las caídas generalizadas en las grandes y por el otro porque han surgido o se han consolidado propuestas de nueva hornada, de lo que hablaremos enseguida. En realidad, tener este reparto hace que el mercado esté sano, ya que la competencia estimula el crecimiento y la mejora de la calidad, la variedad y demás. En otros países o regiones, una sola editorial, o dos como mucho, poseen un control casi absoluto del mercado, lo que puede desincentivar el hecho de buscar nuevas propuestas, generar expectativa o conseguir más variación en cuestión de temáticas publicadas.
Otros años he analizado, una por una, la trayectoria de cada una de estas editoriales, pero este año no creo que sea necesario hacerlo, ya que no cambiaría demasiado mi punto de vista con respecto al año pasado. En realidad observo mucha continuidad: Planeta con sus superventas pero también ciertas propuestas arriesgadas o sorprendentes; Norma con su buen equilibrio entre bombazos y obras más de nicho; Ivrea con su clásica línea enfocada a productos “más otaku” (y rescatando clásicos modernos como Shaman King y Yū Yū Hakusho, algo que ya había hecho con Love Hina y Gunnm, además de la apuesta por la enorme –en más de un sentido– JoJo’s Bizarre Adventure); Milky Way con su buen ojo a la hora de escoger licencias y la fidelidad que se ha ganado de su público; Panini con su equilibrio entre recuperaciones en formato “Maximum” de títulos ya publicados en el pasado por otras editoriales y novedades bastante curiosas: y ECC con su línea de autores más de nicho, indudablemente interesantes pero con –seguramente– un potencial comercial más limitado, con la salvedad de Junji Itō.
Habiendo visto las editoriales más grandes, vamos a pasar a todas las demás: este año tenemos 20 editoriales que en algún momento han publicado manga, una más que en el año anterior. ¡20 editoriales son muchas! Cierto que la mayoría no han publicado demasiado en cuestión de cantidad, pero entre ellas destaca Babylon, con 16 novedades, que más que duplica su producción (7 el año anterior), desbancando de largo a Tomodomo, que ha sacado 8 (por 18 el año pasado) en una caída bastante llamativa y por causas que desconozco. Fandogamia repite más o menos la cifra: si en el año pasado fueron 8, este son 7. También con 7 novedades aparecen Satori y Kitsune. Satori, que debutó en 2019 en el mercado del manga –son una prestigiosa editorial dedicada a la literatura y cultura japonesas en general–, ha visto cómo su catálogo manga ha aumentado considerablemente con títulos muy interesantes y atractivos, y es de prever que, en 2021, sigan sacando tantos o más títulos manga como en 2020. Kitsune, por su parte, es una nueva propuesta de este año que apareció prácticamente por sorpresa y que ha realizado ya 7 lanzamientos desde septiembre: no han hecho prácticamente ningún ruido, y no se sabe muy bien cuál va a ser su línea editorial, pero ahí están. Habrá que seguirlos de cerca.
Con 6 novedades se sitúa Ooso Comics, que el año pasado sacó 10: Ooso publica títulos clásicos de Gō Nagai en dos ediciones: castellano y catalán. Para 2021, sin embargo, han anunciado Kamen Rider de Shōtarō Ishinomori, así que se entrevé que su política de edición se amplía al shōnen de corte clásico en general. Bienvenido sea. Ponent Mon, con 4, iguala el número de novedades del año anterior.
Ya para terminar, nos encontramos con editoriales como Kodai, que debutó en 2019 con 1 novedad y este año ha sacado 3 y, sobre todo, Arechi, nuevo sello de la editorial Yermo que ha debutado con 3 novedades pero que en 2021 va a pegar un subidón considerable ya que ha anunciado varios títulos, entre ellos City Hunter y F. Compo de Tsukasa Hōjō: solo con que saquen un tomo de cada una de estas largas series al mes, en 2021 ya se plantarán en un mínimo de 12 novedades, sin tener en cuenta que series como Magical Girl Holy Shit, Baltzar, Josefina y Arte van a debutar o continuar, con lo que probablemente pasarán de las 20 novedades y se situarán como “la más grande de las pequeñas”. Impresionante inicio.
Ya en para terminar, encontramos a Astiberri, con 2 novedades (3 el año anterior), Quaterni también con 2 (vuelve después de que en 2017 sacara 1 manga), Gallo Nero con 1 (igual que el año pasado), Nowevolution con 1 (por 3 el año anterior) y otra debutante en el cómic japonés, Fujur, con 1 título.
Desaparecen con respecto al año pasado La Cúpula, Yowu y Héroes de papel, que en 2020 no han lanzado ningún cómic de origen japonés. Pero atención porque ya sabemos que en 2021 debutarán como mínimo 2 editoriales: Odaiba (sello editorial de los organizadores de Japan Weekend) y Editorial Hidra, que publica novelas sobre todo para público juvenil (tienen algunas icencias de DC) y ya ha anunciado una batería de novedades (aún no han dicho títulos) que puede ser muy interesante. Veremos cómo sigue todo.
Ya para ir terminando, vamos a hablar sobre demografías, géneros y variedad en general: ya lo dije el año pasado, tenemos un mercado variadísimo y con opciones para todos los públicos. Evidentemente predomina el shōnen de acción, ya que es lo más llamativo para el público tradicional del manga, pero también se publican muchas obras de seinen, alternativas y demás. El manga para público femenino sigue ahí: el shōjo de toda la vida no parece estar muy boyante, pero se publica alguna que otra obra josei y cada vez más es notorio el auge del BL que, esta vez sí, parece que ha llegado para quedarse definitivamente (tras los intentos de algunas editoriales en los años 2000 que no acabaron de funcionar; era demasiado pronto). Se publican bastantes clásicos también: aunque todavía muchísimas lagunas que rellenar en este campo, personalmente –soy un gran fan del clásico– no me puedo quejar. Sin embargo, de nuevo, este año hemos de lamentar la práctica desaparición del manga educativo, cuyo máximo exponente era la línea de manga de La Otra H que adapta clásicos de la literatura y el pensamiento universales y de la que no se sabe nada desde hace un par de años.
En variedad, por lo tanto, tenemos una gran escena: títulos de todo tipo para todo tipo de público. No obstante, me duele pensar que la crisis del coronavirus hará que ciertas apuestas arriesgadas no se vuelvan a hacer en un tiempo. Por ejemplo, la anunciada edición de KochiKame de Planeta ya fue una enorme sorpresa en 2019, cuando se anunció (aún no ha aparecido), pero actualmente sería impensable una apuesta tan loable pero arriesgada como esta (ojo, que si sale bien, como ocurrió con JoJo’s, puede ser una buena apuesta, pero esto a priori no se puede saber). Por eso me temo que vamos a vivir una temporada en que las editoriales van a arriesgar muy poco, al menos las más grandes y potentes, y será muy difícil ver por fin publicadas en español obras como Ashita no Joe o La leyenda de Kamui, por decir un par. Ojalá me equivoque.
En cuanto al ámbito digital, lo cierto es que todavía (y ya llevamos muchos años así) está por despegar. Shūeisha sigue con su aplicación gratuita promocional Manga Plus, pero poca cosa más. Quiero destacar, eso sí, MangaMola, hasta hace poco conocida como Coolmic, que lanza títulos digitales en español sobre todo de temática shōjo, picante y hasta para adultos. Muy curioso. En inglés también ha aparecido Mangamo, una interesante propuesta que a ver si se consolida. Vamos a ver cómo evoluciona esto, aunque podría preverse que la pandemia va a acelerar este tipo de proyectos.
Para terminar, unas palabras sobre los eventos: está claro que la suspensión de tantos eventos ha sido muy perjudicial para los propios organizadores, lógicamente, pero también para las tiendas, expositores y el público en general. Aunque se ha realizado un esfuerzo para seguir de forma digital con los eventos, destacando el Manga Barcelona con un fantástico programa gratuito y en abierto durante 3 días enteros, está claro que esto no es sostenible por demasiado tiempo. Desde aquí un gran abrazo a todos los afectados en este sector, muchos ánimos y deseos de que la situación se empiece a normalizar lo antes posible, ya que mucha gente depende de ellos y, al fin y al cabo, son las grandes fiestas del público otaku. Ojalá que esta situación tan delicada pase lo antes posible y podamos disfrutar de nuevo de nuestra afición de forma segura.
Si me permitís, ahora quiero realizar un pequeño balance personal sobre este año 2020. Serán unas pocas líneas, pero quiero aprovechar la ocasión para contaros un poco cómo ha sido mi año. Si no os interesa mi vida podéis directamente dejar de leer. Para mí, 2020 pintaba como un año increíble a muchos niveles: tenía 3 viajes de trabajo programados a Japón, un viaje de vacaciones que me hacía mucha ilusión, tenía invitaciones para realizar una serie de conferencias y sesiones de firmas (de la promoción de 501 mangas que leer en español y de Corea del Norte) y además estaba implicado en un enorme proyecto que también me hacía mucha ilusión, aparte de, tal vez, disfrutar de alguna forma de las Olimpiadas de Tokio. Tuve la suerte de que el primer viaje a Japón sí pude hacerlo, a finales de enero, y fue fantástico estar en Tokio, Nagasaki y Fukuoka. Era un viaje de trabajo, pero me lo pasé genial: eso sí, las noticias sobre el coronavirus empezaban a correr y me preocupó la posibilidad de que me obligaran a someterme a cuarentena o algo al llegar a Barcelona, pero… no ocurrió nada de nada. Poco después, todos sabemos lo que pasó.
A nivel de trabajo, 2020 también estaba siendo un año absolutamente demencial: muchos encargos, muchos proyectos, muchísimas cosas, todo estaba yendo como un tiro. Pero todo se paró, en principio para 15 días que se fueron alargando, alargando y alargando. Todos en casa, teletrabajando, con los niños descolocados, estados de alarma, ambiente de psicosis… Proyectos cayéndose, viajes cancelándose y un parón brutal. Tengo que confesar que me vine bastante abajo e intenté compensar la caída de volumen de trabajo de traducción realizando dos proyectos que tenía apalabrados desde hacía mucho tiempo pero que no encontraba el momento de ponerme a ellos: la adaptación a español del libro Kanji para recordar 3, en la que conté con la inestimable ayuda de Alfredo Soro, y la reedición de la guía de viajes de Japón que escribí en 2005 junto a Jesús Espí y Verònica Calafell. Este segundo libro me llevó muchísimo más trabajo del que preveía y fue fascinante dedicarme a él, en el que además fichamos como cuarto autor a David “Flapy” Esteban. Si todo va bien, el libro, que se titulará Destino Japón, aparecerá de la mano de Editorial Satori hacia verano de 2021 y os aseguro que será una guía absolutamente útil e interesante. Os gustará mucho usarla en vuestros futuros viajes a Japón.
Con el tiempo, las perspectivas han ido mejorando mucho: pude participar en Manga Barcelona como comisario de una exposición especial online titulada Manga, diversidad e inclusión, con entrevistas online a Kaori Tsurutani y Gengoroh Tagame, los encargos y nuevos proyectos se han reactivado (esta recta final de 2020 ha sido increíble, en realidad) y, a nivel personal, estoy en un muy buen momento. Me doy cuenta de que llevaba un ritmo de vida muy acelerado, quería hacer muchas cosas, me comprometía con muchas más y, al ser una persona muy cumplidora, me causaba bastante estrés el hecho de tener que aparcar proyectos como Kanji para recordar 3 o Destino Japón. Pese a que alguien muy cercano cayó enfermo del coronavirus, por suerte pudo superar sin complicaciones la enfermedad, aunque fueron unos días muy tensos porque era una persona de riesgo y si se complicaba la enfermedad podría pagarlo caro. Por suerte no fue así.
El 2020 me ha servido, en definitiva, para centrarme, calmarme, poner más orden en mi vida, descansar más, tener más continuidad con el deporte en general (en este sentido creo que estoy mejor que nunca), valorar más el tiempo en familia, el tiempo de ocio, disfrutar de mi casa, leer más, ordenar mis pensamientos… Al final, puesto en perspectiva, si os soy totalmente sincero, y pese a los muy malos momentos que ha tenido, creo que a mí, personalmente, me ha ido bien tener este 2020. He evolucionado mucho como persona.
En fin, ahora sí que sí. No quiero terminar sin agradecer la labor de Listado Manga y a Toni Ramírez, que como viene haciendo estos últimos años, invierte su valioso tiempo en realizar la contabilización de las novedades.
Comentarios recientes