El blog de Marc Bernabé

Estadísticas del manga en España – Índice

En este post se recogen los enlaces a las estadísticas de publicación de manga en España desde el año 2008, por una cuestión de orden y comodidad.

Tasogare ryūseigun (Like Shooting Stars in the Twilight)

  • Título: 黄昏流星群 –Tasogare ryūseigun– (Like Shooting Stars in the Twilight)
  • Autor: Kenshi Hirokane
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comics Original
  • Años publicación: 1995-?
  • Clasificación: costumbrista, slice-of-lie
  • Tomos: 47 (en curso)

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Hace muchísimo tiempo que conozco esta serie y hablo a menudo de ella en mis charlas y conferencias como ejemplo de que existe manga para todos los públicos, incluso para lectores de edad avanzada. Siendo que el manga moderno empezó a finales de los años 40 y realmente despegó en los 50, los lectores de manga de aquella época han alcanzado ya los 65-70 años de edad, y algunos de ellos han seguido leyendo cómics durante toda su vida. En la actualidad, hay obras pensadas específicamente para estos lectores, y es el caso idudable de esta Tasogare ryūseigun, que se inició hace casi 20 años, cuando esta generación, la del “baby boom” de la posguerra japonesa, rondaba los 50 años de edad.

El propio autor de este manga, Kenshi Hirokane (el mismo que autor de mi adorado Shima Kōsaku), tiene en el momento en el que escribo este texto 67 años de edad y es un ejemplo perfecto de autor que crea historias para dicha generación: un tipo de manga que algunos llaman “silver manga” (silver=plateado, por el color de las canas de sus lectores).

En mi último viaje a Japón descubrí en una librería unos tomos de esta serie subtitulados “Best of Best” (un total de 3 tomos de unas 420 páginas, de muy buena calidad), con la explicación de que contienen una selección de las mejores historias seleccionadas por el propio autor. Esta selección es de un total de 3 tomos y en ese momento me apeteció mucho introducirme en las historias autoconclusivas de Tasogare Ryūseigun. Como he mencionado antes, hace mucho tiempo que conozco este manga y he leído tomos sueltos. De hecho, estaba convencido de haber hablado de él en este blog y de haberlo reseñado, pero me llevé una gran sorpresa cuando busqué en el índice de reseñas y no lo encontré. Con la excusa de reseñar el tomo 1 de “Best of Best”, voy a solventarlo.

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Definitivamente, el personaje descubre que es gay y que se siente atraído por ese travesti…

Tasogare ryūseigun, que se traduciría como “Estrellas fugaces en el crepúsculo”, es una colección de historias autoconclusivas, generalmente repartidas en tres o cuatro capítulos cada una, que narran historias a menudo de amor y afecto cuyos protagonistas son personas de entre 40 y 70 años de edad (va a depender del capítulo). Son historias muy interesantes, y llenas de un sentimiento “intenso pero tranquilo” que representan una delicia para el lector. A modo de ejemplo, voy a comentar por encima las cinco historias que se incluyen en el primer tomo de “lo mejor de lo mejor”.

  • Constelación de Kamakura: una joven trabajadora de un museo, de 27 años de edad, conoce a un anciano, famoso arquitecto jubilado, de 73 mientras buscaba un libro para una investigación y se hace muy amiga de él.
  • La reina de las estrellas: un viejo de más de 70 años de edad descubre el mundo de los soap land, se engancha perdidamente al tema y se enamora de una de las prostitutas. Lo curioso es que ella le corresponde…
  • Canción triste del mundo estelar: una diputada del parlamento japonés, cuarentona y solterona, revive, a través de una especie de viaje en el tiempo, una relación sexual que mantuvo con el dueño de una cafetería durante sus años de estudiante.
  • La estrella de Sodoma: un oficinista cincuentón entra por casualidad en un bar de travestis de Tokio y acaba descubriendo que durante toda su vida ha sido gay, sin él ser consciente de ello, y se enamora de uno de los travestis del bar, con el que inicia una relación. De repente, sale del armario, rompe con toda su vida (incluso con su mujer e hijos) y abraza una nueva forma de vida en una sociedad tan conservadora como la japonesa, con graves consecuencias…
  • Constelación de Kioto: en su lecho de muerte, un hombre murmura en duermevela el nombre de una mujer, que su esposa escucha por casualidad. La viuda se dirige a Kioto, donde el hombre pasó unos años trabajando hacía unos 20 años, para tratar de averiguar quién es esa mujer, y descubre que llevó una doble vida con una geisha, con la que incluso llegó a tener un hijo… A pesar de todo, las mujeres terminan haciendo buenas migas.

Lo mejor

  • Un manga delicioso, fácil de leer y con historias muy emotivas, pero no por eso de lágrima fácil.
  • Como es de historias autoconclusivas, es fácil tomar un tomo al azar y empezar a leer cualquiera de ellas.

Lo peor

  • La única pega que le veo es que no es para todos los públicos, ya que solo gustará a lectores de cierta edad. Pero sinceramente no creo que sea algo malo, así que ni siquiera merece estar en “lo peor” (pero lo dejo aquí para que no se quede vacío).

Boys on the Run

  • Título: ボーイズ・オン・ザ・ラン –Boys on the Run–
  • Autor: Kengo Hanazawa
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2005-08
  • Clasificación: humor, romance
  • Tomos: 10

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Como sabéis, en el pasado Salón del Manga de Barcelona recibimos la visita de varios pesos pesados del manga, y uno de ellos fue Kengo Hanazawa, invitado por Norma Editorial para presentar su manga I am a Hero (reseñado en su momento en este blog) . En mi caso, en parte por ser el traductor de I am a Hero para su versión española, editada por Norma Editorial, se me encargó la tarea de interpretar para este autor, con el que surgió muy buen rollo y nos lo pasamos genial.

A raíz de hacer buenas migas con Hanazawa, me interesé por su obra anterior, lo que inevitablemente me llevó a ponerme a leer Boys on the Run, su anterior obra y la más conocida hasta que empezó con I am a Hero, hasta el punto de haber sido adaptada a película y serie televisiva de imagen real.

Y mis impresiones no pueden ser mejores: estamos ante una obra que no es ninguna maravilla, pero que resulta entretenidísima, y muy rápida de leer. Vamos, ideal para cuando tienes una tarde tonta y quieres algo que te haga pasar un estupendo rato de lectura en el sofá.

El manga nos cuenta la historia de Toshiyuki Tanishi, un tipo de 27 años más bien mediocre y muy normal, con escaso o ningún éxito entre las chicas, muy tímido e inseguro, etcétera. Bueno, si habéis leído I am a Hero, estamos ante un personaje “typical Hanazawa”, ya que es muy parecido a Hideo Suzuki y, de rebote al mismísimo Kengo Hanazawa, que afirma que para dar realismo a sus historias se inspira en sí mismo, hasta el punto de que sus personajes (tanto Tanishi como Suzuki) son muy parecidos físicamente a él. Y, se sobreentiende, también en carácter y forma de pensar… Sinceramente, me parece muy original que un autor de manga se sitúe a sí mismo como personaje en sus obras, es graciosísimo.

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Cuando consigue por fin embaucar a la chica para ir a un love hotel, resulta que la única habitación disponible (sin que ellos lo sepan) es la habitación S&M… Bochorno total.

Pues bien, la historia (de momento me he leído unos tres tomos) nos cuenta las andanzas del bueno de Tanishi para intentar establecer una relación con su compañera de trabajo Chiharu, con varios tropiezos y meteduras de pata que hacen que el lector se parta de risa y al mismo tiempo sienta mucha lástima por lo patético de las situaciones. Por ejemplo, frustrado el día de su cumpleaños, decide llamar a un teléfono de citas para que le manden a una chica con la que salir y luego follar, a cambio de dinero, claro está, y se le presenta una mujerona gorda, mal vestida y muy desagradable en general… Pero él no tiene narices de decirle que “contigo no, bicho” y se deja llevar, terminando en un love hotel con ella, con ella desnuda sobre la cama, y siendo incapaz de consumar el acto sexual por el asco que le da… Lo que luego le provoca muchísimos problemas ya que ella empieza a perseguirle por toda la calle gritándole que es un violador en potencia, que la ha engañado, que ha abusado de ella, etcétera. En fin, situaciones patéticas, MUY patéticas, una tras otra, y algunas con su novia potencial como testigo de primera mano, que sin embargo enganchan cosa mala.

Según puedo ver, creo que la historia luego se va por otros derroteros, con él apuntándose a un gimnasio de boxeo o algo así, pero bueno, ya lo iré viendo según vaya leyendo… Porque este manga es tan entretenido que me lo pienso leer entero.

Lo mejor

  • Muy entretenido.
  • Situaciones patéticas muy adultas, con sexo y cosas así de por medio, que no se ven en los manga shōnen.
  • Un retrato del hombre pusilánime japonés. Hay muchos japoneses con este tipo de traumas o manera de pensar, los llamados hi-mote (“que no ligan”, “que no son populares entre las chicas”).
  • Hanazawa se quedó tan chafado cuando en su momento le cortaron esta obra por baja popularidad (imagino que los últimos tomos ya pierden ese “punch” que tienen los primeros) que tuvo impulsos hasta violentos del cabreo que pilló. Y su editor le dijo “¿por qué no usas esas ganas de destruir y las vuelcas en tu próximo manga?” Y de ahí surgió el concepto de una obra tan genial como I am a Hero.

Lo peor

  • El dibujo de Hanazawa aún está en evolución en esta obra, no está al nivel de lo visto en I am a Hero.

Dead Dead Demon’s De-de-de-de-destruction

  • Título: デッドデッドデーモンズデデデデデストラクション – Dead Dead Demon’s De-de-de-de-destruction–
  • Autor: Inio Asano
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 2014-?
  • Clasificación: fantasía, slice-of-life
  • Tomos: 1 (en curso)

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Me parece que siempre voy a lamentar haber empezado a conocer a Inio Asano por Oyasumi Punpun, que en su momento, como recordaréis de la reseña que escribí, no me acabó de convencer. Eso lastró un poco mi opinión sobre este autor e hizo que no me adentrara en su obra hasta que ya fue inevitable, solo para descubrir obras maestras como Solanin (que pude traducir posteriormente para su edición española), Hikari no machi (La ciudad de la luz) o Omibe no onna no ko (La chica a la orilla del mar) (También licenciada posteriormente para su edición en España, aunque esta no tuve la suerte de traducirla)... Y finalmente esta Dead Dead Demon’s De-de-de-de-destruction, que ya os avanzo que me ha encantado.

Espero algún día, más pronto que tarde, poder retomar la lectura de Punpun para darle una segunda oportunidad. Estoy convencido, por lo que me dice mucha gente que la ha leído y también porque es de Inio Asano, de que el día que me leí ese primer tomo simplemente no estaba “en la onda”, y que no terminó de entrarme porque simplemente no enfoqué su lectura en un buen momento de atención o lo que sea, y que cuando la retome me va a encantar.

En todo caso, hoy voy a hablar sobre la obra más reciente de Asano, titulada Dead Dead Demon’s De-de-de-de-destruction. Bueno, esta romanización del título es una suposición mía (dicen que es oficial, por cierto, pero no sé dónde ha salido esta información), ya que en realidad literalmente sería Deddodeddodemonzudededededesutorakushon. Desconozco el porqué del extraño título, al menos en el primer tomo no se explica, pero todo indica que es un tartamudeo o algo parecido.

En fin, la historia comienza de forma muy normal, con unas chicas que van al instituto y hablan de sus cosas. Hay algunas frases o situaciones que resultan un poco extrañas, pero al fin y al cabo como el lector no está situado aún en la historia, aparte del pequeño signo “?” que puede aparecer sobre su cabeza, puede seguir leyendo sin más las cosillas del día a día de las chicas del instituto. Sin embargo, al final del primer episodio descubrimos con un gran giro muy efectista que una enorme nave nodriza alienígena está posada sobre Tokio, un poco como en la película District 9… Y ahí nos quedamos ojipláticos perdidos O_O

El segundo episodio del tomo es un flashback que narra, desde el punto de vista de una de las chicas protagonistas, los sucesos ocurridos antes, durante y después de la llegada de la nave nodriza: de repente se detecta un gran objeto volador que se dirige a Tokio, potencialmente una amenaza y que, al llegar sobre Tokio, provoca algunos daños: edificios que se derrumban, etcétera, con varios miles de víctimas mortales causados por la confusión y los edificios destruidos. Japón, con la ayuda del ejército americano, lanza sobre la nave una nueva arma llamada “bomba A”, con la que logran detener el avance de la nave, que se queda ahí clavada, sobre el cielo de Tokio.

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La nave extraterrestra, clavada sobre el cielo de Tokio.

El manga se ambienta unos cuatro años más tarde de la llegada de la nave nodriza: no ha habido contacto con los extraterrestres más que algunas sondas que de vez en cuando salen de la gran nave y que sin embargo son extremadamente frágiles, hasta el punto de que unos niños pueden abatir una a pedradas, y los supuestos efectos de la llamada “radiación A”, provocada por la bomba lanzada por los humanos, preocupa a la población.

No sabemos nada de los extraterrestres, al menos en el primer tomo, ni si venían en son de paz o no. Solo sabemos que son inesperadamente débiles y que su nave se ha quedado clavada en el cielo de Tokio.

Pero el manga no va exactamente de eso, sino que, con un toque muy “Inio Asano”, el argumento se centra más bien en el día a día de la gente de Tokio que tiene que convivir con esa nave en el cielo: lo que al principio causaba miedo y mucha desazón empieza, cuatro años más tarde, a ser una gran molestia que sume a gran parte de la ciudad en la sombra… Y la gente empieza a exigir al gobierno que haga algo para retirar ese mamotreto de ahí.

Y sobre todo Asano utiliza la excusa para explorar el lado psicológico de la gente, sobre todo de las chicas protagonistas, que claramente están un poco desequilibradas mentalmente. A pesar de la apariencia normal que tienen, algunas de las cosas que dicen o hacen son claramente poco normales, sin duda debido a la presión psicológica que causó el gran cambio de la aparición de la nave en su día a día.

Una lectura fascinante y que deja con muchísimas ganas de saber cómo sigue la historia; de nuevo un argumento que solo un genio como Inio Asano podría elaborar con este nivel de maestría.

Lo mejor

  • Gran originalidad dentro de un tema bastante manido.
  • La sutil exploración psicológica de Asano en sus personajes.
  • El gran misterio de la nave nodriza.
  • Un dibujo precioso, tanto en personajes como en fondos.
  • El manga de “Isobe-yan” que abre y cierra el tomo, creado con estética retro y que es una clara referencia a Doraemon.

Lo peor

  • No se me ocurre nada digno de ser criticado.

Henshū-ō (El rey de los editores)

  • Título: 編集王 –Henshū-ō– (El rey de los editores)
  • Autor: Seiki Tsuchida
  • Editorial: Shōgakukan
  • Revista: Big Comic Spirits
  • Años publicación: 1994-97
  • Clasificación: metamanga
  • Tomos: 16

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En los últimos años, la popularidad de Bakuman. ha provocado que el manga sobre crear manga se haya puesto de moda y ha propiciado que muchísima gente joven desee seguir los pasos de Mashiro y Takagi. Pero mucha gente desconoce, o simplemente ha olvidado, que Tsugumi Ohba y Takeshi Obata en realidad no inventaron nada nuevo, ya que existían mangas sobre la creación de manga desde mucho antes. Sin ir más lejos, en este mismo blog, aparte de Bakuman., ya hemos visto la obra semiautobiográfica Manga Michi (1970-82), de Fujiko Fujio A, y sus secuelas, el “metamanga” más veterano y el que inició este subgénero de “manga sobre manga”, así como una curiosidad como Eroman no Hoshi (La estrella del manga erótico) (2010).

En general, las obras de metamanga hablan sobre los problemas de los mangaka durante su proceso creativo: cómo debutar en el mundillo, cómo conseguir más éxito, de dónde sacar inspiración, cómo mejorar el dibujo, etcétera. Y el editor, figura fundamental en el manga japonés ya que en ocasiones es una especie de cocreador e incluso “niñera” del mangaka, aparece solamente para dar algunos consejos y ayudar al dibujante en momentos delicados (cuando es un buen editor) o para meter broncas y presionarle, en plan “sargento de hierro” (cuando es malo).

Henshū-ō (El rey de los editores), la obra que reseñamos en esta ocasión, se centra no tanto en la figura del manga como en la del editor, esa parte fundamental del proceso creativo de un producto comercial de masas como es el manga, la figura que hace de puente entre la empresa que saca la revista y los tomos recopilatorios, y que solo mira el aspecto comercial del negocio, y los creadores, que tienden más a centrarse en el aspecto creativo y artístico.

En realidad, el manga comercial japonés tiene poco de artístico, como he puesto un poco más arriba, se considera puramente un “producto comercial”, y si una obra no tiene buena aceptación (es decir, si no genera dinero en cantidades que la editorial considere aceptables), por muy excelente que sea artísticamente hablando no hay ningún reparo en guillotinarla. Por eso, el editor está en una posición muy delicada, y claramente existen varios tipos de editores, que a grandes rasgos podemos dividir entre los que miran por el bien de la empresa y procuran que sus dibujantes al cargo creen obras que comercialmente se vendan muy bien (aunque eso vaya en detrimento de la faceta artística) y los que no miran tanto las ventas y quieren que sus autores creen obras que perduren en la memoria colectiva y se puedan considerar “buenas” de verdad.

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“¡Por muy consagrado que esté el maestro Manbo Yoshizuka, no me creo que un loco por el manga como usted esté satisfecho con unos originales como estos! ¡Hay que rehacerlo todo!”

Es muy significativo que Henshū-ō comience con una fantástica referencia al final de la mítica Ashita no Joe, un manga que marcó a toda una generación: en 1973, un grupo de jóvenes lee la revista en la que se publicó ese final y, de entre ellos, uno decide que quiere ser como Joe y dedicarse al boxeo y otro decide que intentará ayudar a crear obras tan magníficas e inmemoriales como Ashita no Joe.

Años más tarde, a principios-mediados de los años 90, efectivamente vemos como el niño que quería ser boxeador para ser un nuevo “Joe del mañana”, el impulsivo Kanpachi Momoi, lo ha conseguido y el que quería crear manga, el paciente pero apasionado del manga Hiromichi Oume, se ha colocado en un puesto de relativa responsabilidad como editor en una revista de manga seinen que vende más de un millón de ejemplares cada semana.

Sin embargo, Kanpachi nunca ha llegado a ser un gran boxeador y de hecho un desprendimiento de retina le obliga a dejar dicho deporte, al que había dedicado absolutamente todos sus esfuerzos. Su amigo Oume, al verlo tan abatido, le propone meterse como ayudante y aprendiz en la redacción de la revista de manga Young Shout, donde trabaja.

Y es en este momento cuando empieza un viaje por las interioridades de la creación de manga y por los puntos de vista enfrentados entre lo comercial y lo creativo, con un montón de situaciones y discusiones sobre lo que debe ser el manga y cómo debe enfrentarse a su trabajo tanto el autor como el editor. Sin tener ni idea de cómo funciona la sociedad adulta japonesa y sus problemas de jerarquías y egos, Kanpachi, que se pone el objetivo de llegar a ser “el rey de los editores”, entra como un elefante en una cacharrería en escena y, desde su punto de vista ingenuo y a la vez pasional y hasta violento, va destapando las contradicciones, inercias y malos hábitos de la industria del manga en los años 90, justo el momento en el que el manga japonés alcanzó su cénit en cuestión de popularidad y ventas.

Henshū-ō es un manga crudo, terriblemente adictivo, y mucho más sincero sobre la realidad de la creación de manga que obras como Bakuman., que básicamente loan el romanticismo de la creación de manga y se olvidan, hasta cierto punto, de las partes más sórdidas. En Henshū-ō, seguramente la obra más conocida del malogrado Seiki Tsuchida (1969-2002), encontramos verdaderas perlas en forma de discusiones sobre qué es el manga comercial y cómo debería ser o dejar de ser, que dan mucho que pensar. Estamos ante una obra realmente adictiva que, aunque obviamente describe situaciones límite que nunca se van a dar en la realidad, da que pensar sobre el tema de la creación de manga comercial de una forma cruda y curiosamente realista.

NOTA POSTERIOR

Escribo esto unas semanas después del texto que acabas de leer, una vez he terminado de leer todo el manga. En tomos posteriores, el nivel de realismo de la obra desciende bastante, presentando situaciones bastante irreales e incluso surrealistas. Pero eso no hace que pierda ni un ápice de su interés, y se enfrente con valentía a cuestiones y problemas no ya solo del mundo del manga, sino también de la edición en general, en un momento en el que las editoriales japonesas estaban muy volcadas en el manga pero estaban dejando de lado la literatura más “elevada”, que había sido su puntal durante décadas.

Si bien el principio del manga se centra en las aventuras de Kanpachi y su aprendizaje en el mundo de la edición de manga, al cabo de unos tomos la historia deriva muchísimo y pasa a presentar diferentes arcos argumentales, que se centran en un personaje concreto o incluso en el recuerdo (en forma de flashbacks). Algunos de estos flashbacks llegan a durar un tomo entero, pero esto no hace que el interés de la obra decaiga, sino al contrario: presentando nuevas situaciones, no solo de los años 90 (época en la que se ambienta la obra) sino de otras décadas, como por ejemplo los años 50 o 60, en los inicios del verdadero boom del manga, aprendemos muchísimo sobre historia del manga y sobre cómo era la vida de un mangaka y de un editor en aquellas épocas. En definitiva, podemos decir que esta obra está compuesta por varias subtramas muy diferenciadas y que la primera, protagonizada por Kanpachi, no es más que una de ellas. Muy interesante y muy bien narrada.

Lo mejor

  • Entretenidísima ventana abierta al proceso de creación de manga comercial desde el lado editorial.
    Las referencias a Ashita no Joe.

Lo peor

  • El personaje de Kanpachi, el protagonista, es poco creíble, pero sirve como bisagra para forzar situaciones y conversaciones que de otra forma sería imposible generar.