En agosto de 2001 me fui a Yokohama para trabajar en la organización del Mundial de Fútbol 2002 Corea-Japón durante un año. Una vez allí, pensé que estaría bien intentar conocer a algunos mangaka, así que me puse a ello: con algunos fracasé, pero con Yoshito Usui y Ken Akamatsu (Love Hina, Negima!) tuve éxito. En el caso de Usui, encontré su dirección personal en una web coreana. Creo que había sido un fan coreano que había enviado una carta de admiración y había recibido respuesta del propio maestro, y contento por ello, escaneó la carta y el sobre. En el sobre escaneado venía el remitente, así que probé a mandar una carta a esa dirección… ¡Y unos días más tarde recibí una llamada del propio Usui!
Usui quedó muy sorprendido de lo que le contaba en la carta sobre el enorme éxito de Shin Chan en España y, curioso por lo que le podía contar, accedió a conocerme. Así, el 16 de febrero de 2002 quedamos en un exquisito (y carísimo) restaurante especializado en gambas y langostas del exclusivo barrio de Ginza, en Tokio. A la velada se presentó su esposa, una mujer encantadora. Estuvimos charlando durante muchísimo rato e incluso aproveché para hacerle una entrevista, que se publicó en el tomo 9 de la edición antigua del manga, tanto catalana como castellana. Y, por supuesto, le pedí un dibujito. ^_^
De aquella velada recuerdo sobre todo la gran amabilidad e interés del matrimonio Usui: la verdad es que me acribillaron a preguntas sobre España y sobre mí, y lo poco que pude preguntarle sobre su vida personal lo esquivó con bastante habilidad. A medida que le fui conociendo posteriormente me di cuenta de que era un hombre extremadamente reservado al que no gustaba mucho hablar sobre sí mismo. Incluso tenía la superstición de que su manga dejaría de tener éxito si se hacía pública una foto suya y la gente veía la “cara de lerdo que tenía el autor”, por lo que no pude acompañar el artículo con ninguna foto suya.
Al año siguiente, 2003, el programa contenedor de K3 “3xl.net”, con el patrocinio de Luk Internacional, licenciataria del anime de Shin Chan y Doraemon, realizó la segunda edición del llamado Megaconcurs, un concurso que premiaba a tres chicos con un viaje a Japón de unos diez días para conocer el país y hacer un reportaje. En las dos ediciones del concurso, Verònica y yo trabajamos como intérpretes y acompañantes del viaje, y en el segundo año se acordó una visita a la editorial Futabasha, la que edita el manga de Shin Chan en Japón. Se negoció para que Usui conociera a los tres chicos vencedores de la edición de aquel año y finalmente, con la presencia necesaria de su editor y de un servidor, como intérprete, se produjo el encuentro. El maestro se mostró algo receloso al principio (solo permitió que grabaran sus manos dibujando), pero pronto se soltó en el restaurante, con todo el grupo reunido. El ambiente fue tan distendido que acabamos haciéndonos fotos con él en “pose Ultra Héroe”. Aquella noche recuerdo que le pedí si me haría el favor de escribir un pequeño prólogo para el libro Japonés en viñetas 2, que saldría solo un par de meses después al mercado, a lo que él accedió amablemente. Por supuesto, lo considero un honor mayúsculo.
A partir de entonces, nos hicimos bastante amigos de los Usui, y prácticamente cada vez que visitábamos Japón aprovechábamos para llamarles y quedar con el matrimonio. Una vez incluso quedamos en la ciudad de Kasukabe, donde viven, y nos hicieron un mini tour por lugares en los que Usui se inspiró para sacar en el manga (como el supermercado o la autoescuela). En su momento, cuando dijimos que nos gustaría visitarla, había dicho: “¿Queréis quedar en Kasukabe? ¿Para qué, si no hay nada?” Y, tras la visita, una cosa me quedó clara, y es que Usui tenía razón: Kasukabe es una ciudad dormitorio realmente insulsa. De todos modos, fue muy agradable el paseo y la posterior conversación en un delicioso restaurante de yakiniku (carne asada). Poco después, Usui nos sacaba en un pequeño cameo en la serie, en el que aparecemos Vero y yo en un restaurante dialogando en dialecto de Kansai (vivimos 1 año en Kioto y 3 en Osaka, por lo que se nos había pegado el peculiar dialecto y a veces nos salían expresiones típicas de allí, lo que a Usui le hacía mucha gracia).
En mayo de 2008 logramos convencer a los Usui para que vinieran a visitarnos a Barcelona en un viaje privado. Se quedaron solo cuatro días, y su mayor ilusión durante el viaje, más que visitar la Sagrada Familia y el Parque Güell (que ya conocían de un viaje que hicieron en los 90) fue ir a comer un domingo al mediodía a casa de mi abuela, que se esmeró con sus mejores platos (canalones, croquetas, “escudella”, pollo al horno…). En ese viaje, Usui se mostró muy interesado en conocer a nuestras familias y también a nuestros amigos y colaboradores, por lo que también visitaron un día las oficinas de Daruma.
Al cabo de pocos meses, el maestro nos obsequió sacándonos como personajes en un capítulo entero (¡realizado a todo color, toda una rareza!) de la serie ambientado en Barcelona, que después de ser publicado en la revista Manga Town acabó recopilado en el tomo 49, de momento el último publicado en Japón. Durante ese viaje, y al haberme enterado de que Planeta relanzaría el manga en octubre de ese año, aproveché para realizarle una segunda y extensísima entrevista que se ha publicado en los tomos 1 a 4 de la nueva edición (estos tomos son equivalentes a los tomos japoneses originales de 120 páginas, solo que tienen un tamaño más pequeño y no llevan sobrecubiertas). Creo que estas dos entrevistas son las únicas que concedió, o están entre las poquísimas, ya que no he leído en ninguna parte ninguna más, ni siquiera en japonés. Por cierto, he pedido (y obtenido) permiso de Planeta para reproducir estas dos entrevistas en este blog, por lo que la “semana homenaje a Yoshito Usui” se alargará más de lo previsto inicialmente. Espero que os gusten.
Yoshito Usui siempre nos pareció una persona muy peculiar, con un carácter realmente hermético. No le gustaba mucho hablar sobre sí mismo y, en cambio, tenía un interés exagerado en los demás; nos hacía preguntas de todo tipo. Sobre nosotros, nuestra familia, nuestras expectativas de futuro… Siempre atento a todo. Curiosamente, en persona no parecía tener un gran sentido del humor, y no le gustaba especialmente hablar sobre su obra. No parecía disfrutar con lo que hacía; se declaraba siempre bastante cansado y últimamente se quejaba mucho de dolor en la zona lumbar. Por suerte, entre que la editorial rebajó bastante la cantidad de páginas que debía entregar al mes (lo que ralentizó mucho la cadencia de salida de tomos) y que sus hijas (que hoy tienen 24 y 22 años) le habían empezado a ayudar últimamente y lo hacían muy bien (mejor que él mismo, según él XD), parecía bastante más aliviado en este sentido.
Su editor me comentó un día delante de él que tenía la esperanza de que Shin Chan llegase algún día a superar en número de tomos a la serie más longeva de la historia de la editorial Futabasha: Jarinko Chie (67 tomos), a lo que Usui puso una cara bastante apurada y dijo “ni hablar, nunca voy a conseguirlo”. Desgraciadamente, dio en el clavo. Descansa en paz, amigo, y muchos ánimos a su esposa y a sus dos hijas. Sirva este post como recuerdo de este gran autor de manga y también grandísima persona y buen amigo.
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