- Título: GoGo モンスター –GoGo Monster–
- Autor: Taiyō Matsumoto
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: —
- Años publicación: 2000
- Clasificación: seinen
- Tomos: 1
Al igual que hice el año pasado, inicio una pequeña rueda de reseñas de obras relacionadas con los autores invitados al Salón del Manga, aunque este año parece que al final nos quedaremos “solo” con Taiyō Matsumoto e Issei Eifuku, que llegan para presentar Takemitsu Zamurai – El samurái que vendió su alma (Matsumoto dibuja y Eifuki guioniza). Y digo “solo” entre comillas porque ¡vaya par de autorazos tenemos, señor! La lástima es que en España son muy desconocidos y seguramente pasarán más bien desapercibidos, pero es mi modesta misión intentar que, desde este humilde blog, se conozcan un poco mejor.
Aunque no le hago ascos a nada en el manga (considero que como “experto” que quiero llegar a ser algún día debo catar un poco de todo), tengo que decir que el manga alternativo, comúnmente conocido como “gafapasta”, me cuesta bastante de digerir. Afortunadamente, mi cabezonería y postura anticierre de miras me ha permitido superar bastante esta barrera y conocer a obras y autores “gafapastas” que han llegado a gustarme muchísimo y a convertirse en indispensables en mi biblioteca (como Yoshiharu Tsuge, mi adorado Usamaru Furuya, Yoshihiro Tatsumi, En la prisión de Kazuichi Hanawa, Diario de una desaparición de Hideo Azuma…). Taiyō Matsumoto es uno de esos autores que, de buenas a primeras, me causa ciertas reticencias, y de hecho hasta hace muy poco no he podido valorarlo como se merece.
Solo tengo una obra de Matsumoto en mi biblioteca (aparte de Tekkon Kinkreet y Takemitsu Zamurai, que no cuentan para este blog porque se han editado en España, ambas por Glénat), y la compré por… Bueno, por aquello por lo que muchos acabamos comprando cosas, ¿no? Simplemente porque me encantó el diseño del libro. Sí, por nada más que eso. Es que cuando vi este libro en la tienda, con su caja de cartón protectora, su tapa dura, sus cantos teñidos de rojo (¡y con la tinta roja trazando un dibujo!), etcétera, no pude resistirme. No es la primera vez que digo que a mí me gustan los libros tanto por su contenido como por el propio libro, y si se trata de una edición tan excepcional como esta… Me cuesta resistirme.
Pues nada, mi edición es la 5ª, del 2001, por lo que imagino que compré GoGo Monster sobre aquel año. Lo leí, por supuesto, pero me pareció algo muy raro (aunque extrañamente atrayente) y nada, lo aparqué en mi estantería. Aparte de GoGo Monster, de Matsumoto no leí nada más durante varios años, pero sí vi algunas películas basadas en obras suyas (Aoi haru, que me pareció rara con ganas aunque me permitió descubrir la tremebunda música de los Thee Michelle Gun Elephant; y Ping Pong, una especie de Shaolin Soccer versión ping pong que me gustó bastante, y en cuya banda sonora figuran los geniales Supercar). Pero hace un par de años, sin embargo, salió la peli de Tekkon Kinkreet, que me dejó fascinado por su derroche de colorido e imaginación, y posteriormente Glénat me encargó traducir el manga en el que se basa esta película.
Tekkon Kinkreet, el manga, me gustó, pero no me llegó a fascinar; de hecho, por una vez (y sin que sirva de precedente), creo que me gustó más la versión animada que la original en manga. Y es que es una grandísima película, y el color que tiene hace que gane muuuuchos enteros. Pero, ¡ay! cuando Glénat licenció Takemitsu Zamurai… Tengo que decir que mi visión sobre Matsumoto ha cambiado completamente. ¡¡Qué maravilla de obra!! Estoy impresionado con Takemitsu, por su estilo de dibujo rarísimo (poco que ver con el resto de la obra de Matsumoto, por cierto) pero increíblemente atractivo, y por su extraño y etéreo guión, que contiene una extraña aura que te atrapa y te sumerge en la historia. La pena de Takemitsu es que, por su dibujo y su extraño guión, me temo que será la típica obra que será ensalzada por cuatro gafapastas, entre los que me incluyo, pero que pasará totalmente desapercibida ante las masas. Desde aquí, un llamamiento: si os gusta el manga… ¡Qué coño!, el propio arte del cómic en general, ¡tenéis que comprar Takemitsu Zamurai! De verdad, qué obra de arte; pocas veces he leído yo algo con una esencia tan increíble. Es como si el propio cómic tuviera alma.
En fin, como siempre, me estoy yendo por las ramas. Esta es la reseña de GoGo Monster, una obra que fue publicada directamente en forma de tomo en el año 2000 pero en la que Matsumoto estuvo trabajando durante dos años. Por cierto, pocos saben que Issei Eifuku, el guionista de Takemitsu, fue ayudante de Matsumoto antes de salir de las catacumbas gráficas para brillar en el campo de la guionización: de hecho, en GoGo Monster figura Eifuku como ayudante. El caso de GoGo Monster es realmente extraño, ya que no es muy habitual que los manga se publiquen directamente en tomo sin haber sido serializados en ninguna revista.
En fin, esta es la historia de Yuki Tachibana, un extraño chaval que estudia primaria y es el típico “tío raro” de la clase. Siempre está solo y afirma poder “sentir” la presencia de misteriosos seres que pueblan el colegio al que va y que a veces hacen alguna que otra perrería. A lo largo de las páginas, la evidente evolución de Yuki, en la que el nuevo estudiante recién llegado Makoto Suzuki y el inteligentísimo pero prácticamente autista Sasaki (al que apodan “I.Q.” por su gran inteligencia, aunque siempre lleva la cabeza tapada con una caja de cartón) tienen un papel fundamental. Y es que, a media que se va haciendo mayor, Yuki va perdiendo la capacidad de sentir a estos seres, en especial a su líder, un ser al que él llama “Superstar”.
Este manga me parece una evidente metáfora del proceso de hacerse mayor y de pérdida de la inocencia (creo, que ya os digo que esto del tema gafapasta no va mucho conmigo y en general me cuesta analizar obras de este tipo con cierta profundidad –que igual luego resulta que preguntas al autor y no tienen ninguna profundidad en especial, pero bueno, ya me entendéis–). En todo caso, el manga se deja leer muy bien y, como ocurre con las obras de Matsumoto, contiene cierta “esencia” que se queda en el lector y le hace plantearse cosas, un poco como ocurre con las obras de Yoshiharu Tsuge (ver El hombre sin talento). El dibujo, con el estilo “alternativo” y realmente “poco manga” del Matsumoto pre-Takemitsu, resulta también extraño pero muy acorde a la historia.
En definitiva, GoGo Monster me parece una obra imprescindible para los fans de Matsumoto… Unos fans que, mucho me temo, no son demasiados en España, por lo que tal vez sea un poco complicado verla editada por aquí al menos a corto o medio plazo (y ojalá me equivoque).
Lo mejor
- Historia extraña pero absorbente.
- Un dibujo de corte alternativo y “feísta”, pero muy acorde con el argumento.
- La propia edición física del libro, ¡qué maravilla!
- Las bocas llenas de dientes que dibuja Matsumoto. XD
Lo peor
- Para paladares muy (demasiado) selectos. Demasiado “gafapasta” para resultar rentable en España.
- A veces se pasa un poco de esotérico.
AUTOBOMBO
¡No olvides que esta tarde, a las 19 h, vamos a presentar la serie Kanji en viñetas en Casa del Llibre BCN (Psg, Gràcia, 62)! ¿Nos vemos allí?
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