El blog de Marc Bernabé

Reggie

Tuesday, December 3rd, 2013
  • Título: Reggie
  • Autor: Guy Jeans (guión) y Minoru Hiramatsu (dibujo)
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: Morning
  • Años publicación: 1991-94
  • Clasificación: béisbol
  • Tomos: 12

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Este es un manga muy curioso, y no lo digo precisamente por la temática básica –el béisbol– sino por el hecho de que es uno de los poquísimos mangas guionizados por un extranjero (al menos al principio, ya que se ve que, una vez establecida la historia, Minoru Hiramatsu se encargó no solo del dibujo sino también del guión). Efectivamente, el propio pseudónimo Guy Jeans (que se pronuncia en inglés de forma muy parecida a la palabra japonesa gaijin(s), o sea, “extranjero”) ya nos lo dice todo.

Detrás de Guy Jeans se encuentra la figura de Robert Whiting, un veterano escritor y periodista americano afincado en Japón desde hace décadas y que se especializa en cosas como el béisbol o la mafia japonesa, la famosa yakuza.

Reggie, pues, es una historia de béisbol que ofrece algo especial, nunca antes visto en los mangas del género, que es la visión del mundo japonés del béisbol desde la visión de un jugador extranjero. Todo empieza cuando uno de los equipos japoneses más potentes de béisbol, los Tokyo Gentlemen, contratan a Reggie Foster, una estrella en horas bajas de la liga americana, para que se sume a su equipo. Por supuesto, los japoneses pagan una millonada por hacerse con los servicios de un jugador como este, que al no encontrar equipo en los Estados Unidos decide aceptar la propuesta nipona.

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¡Dale, Reggie!

Una vez llegado a Japón, se encuentra al principio con un verdadero circo mediático del que no entiende nada (me recuerda un poco al personaje de Bill Murray en Lost in Traslation en este sentido) y después con unos métodos de entrenamiento y de juego que nada tienen que ver con su estilo ni con la manera de hacer americana. Reggie, un jugador muy orgulloso, en vez de pasar de los japoneses y no hacer ningún esfuerzo por adaptarse (la actitud de muchas estrellas en horas bajas que optan por terminar su carrera en Japón, atraídos por el vil metal), se empeña en salvaguardar su orgullo y, a pesar de que su andadura en el equipo no comienza muy bien y recibe muchas críticas primero e indiferencia después, pronto empieza a mejorar.

Lo mejor

  • Un punto de vista muy diferente de lo que es el béisbol en Japón.
  • El hecho de estar serializado por un extranjero especialista en el tema hace que la historia sea totalmente creíble a pesar de ciertas actitudes que parecen impensables (aunque si has vivido en Japón una temporada, acaban por no resultarte extrañas).
  • En el dibujo también se nota un esfuerzo por hacer una obra diferente, más de estilo americano.

Lo peor

  • El dibujo falla un poco a veces.

Hito hitori futari (Individuo una persona dos personas)

Tuesday, November 26th, 2013
  • Título: ヒトヒトリフタリ –Hito hitori futari– (Individuo una persona dos personas)
  • Autor: Tsutomu Takahashi
  • Editorial: Shūeisha
  • Revista: Young Jump
  • Años publicación: 2011 – 13
  • Clasificación: misterio, thriller, sobrenatural
  • Tomos: 8

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No hace mucho, no sé si en este mismo blog, comenté que había quedado un poco desencantado con Tsutomu Takahashi, un autor que en su tiempo me gustó mucho, sobre todo por sus obras de la saga Sky High, pero que consiguió aburrirme bastante con Sidooh. Así, no me sentía muy inclinado por echarle un vistazo a su nueva obra, Hito hitori futari, ya que me daba bastante pereza.

Recientemente he podido vencer esta pereza y leer parte de esta historia, todavía en curso en estos momentos, y la verdad es que… ¡Menos mal que lo he hecho! Porque me ha gustado mucho el enfoque, el dibujo y el ritmo de lectura, ya que Takahashi ha vuelto un poco a esa temática y a ese estilo oscuro que tanto me gustó de Sky High.

La historia se ambienta en el intersticio del mundo espiritual, donde las diferentes almas se entrenan y forjan para purgar sus culpas y ascender a los cielos. Allí se nos presenta a Riyon, una joven que no tiene ningún interés en formarse ni en recibir ninguna enseñanza. Un día, el jefe del garito le dice que debe descender al mundo humano y ocuparse de ser el ángel de la guardia de un humano para desatascar su formación. Resignada, elige a un humano al azar, y resulta ser un hombre al que le queda escaso medio año de vida… Al bajar al mundo humano, descubre que ese hombre no es otro que el primer ministro de Japón, que se encuentra en plena crisis política…

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El primer ministro Kasuga y su ángel guardián Riyon.

Riyon debe ayudar pues al primer ministro a superar sus angustias, que se manifiestan en forma de viscosas bolas negras dentro de su psique… Lo que ocurre es que, después de que el hombre casi fallezca a consecuencia del estrés, este acaba siendo capaz de ver a Riyon y conversar con ella… Con fuerzas renovadas, el primer ministro Kasuga es un nuevo hombre, y se embarcará en una misión casi suicida por asir firmemente el poder político y llevar adelante sus convicciones sin ceder a las presiones de los lobbys industriales o políticos… Lo que incluye una tensísima visita a la celebérrima central nuclear de Fukushima Daiichi, afectada por el desastre del tsunami de 2011.

Lo mejor

  • Es un manga con muy buen ritmo de lectura, adictivo.
  • El dibujo es fantástico, desde luego Takahashi me parece un gran dibujante.
  • La temática, en la que se mezcla lo sobrenatural con la política, también me parece entretenidísima.
  • La forma cómo se introduce y maneja el problema nuclear en Japón.

Lo peor

  • Espero que Takahashi siga mantener el ritmo, aunque por los precedentes que tiene me da un poco de miedo que se empiece a ir por las ramas. Se le dan muy bien las historias relativamente cortas, de 1 a 3 tomos, pero con las largas tiende a desinflarse (no es el caso después de 6 tomos leídos hasta el momento).

Manhole

Thursday, November 21st, 2013
  • Título: Manhole
  • Autor: Tetsuya Tsutsui
  • Editorial: Square-Enix
  • Revista: Young GanGan
  • Años publicación: 2004-06
  • Clasificación: seinen, thriller
  • Tomos: 3

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Al leer este manga, pensé irremediablemente en la influencia que el guionista Eiji Otsuka está representando en los últimos tiempos en el mundo del manga. Otsuka, que en España es conocido por sus tres obras MPD Psycho, Kurosagi servicio de entrega de cadáveres y Detective Ritual, se caracteriza por escribir historias de terror psicológico, conspiraciones y misterios, y de sugerir a los dibujantes que colaboran con él que se recreen no solo en crear atmósferas inquietantes, sino también en representar gráficamente la violencia extrema y todo tipo de malformaciones, heridas, amputaciones, etc. Otsuka es un guionista al que personalmente admiro muchísimo, ya que es capaz de hilvanar argumentos muy bien construidos de forma, digamos, “poco visible”. Después de leer varios tomos que te hacen pensar que la historia que estás leyendo va de “tal o cual”, en un momento dado recoge una serie de cabos sueltos que había dejado sutilmente, casi sin que el lector se hubiese enterado de que estaban ahí, y da un giro sorprendente a la historia.

Este estilo de narrar y de dirigir a los dibujantes tiene por fuerza que haber causado alguna influencia en algunos nuevos dibujantes japoneses, lo que pasa es que hasta ahora nunca había visto un exponente tan claro como esta Manhole que reseño aquí. Manhole, de Tetsuya Tsutsui, narra una inquietante historia protagonizada por una pareja de policías (cuarentón y chica joven) que investigan el caso de un parásito en forma de gusano que es capaz de controlar los actos de su huésped y llevarlo a la muerte en determinados casos.

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¿Qué habrá más allá de la tapa de alcantarilla?

Como en las obras de Otsuka que comentaba unas líneas más arriba, la historia empieza de forma bastante impactante, con un hombre que camina desnudo por la calle, cubierto de sangre y con aspecto totalmente alienado. En un momento dado, tras pronunciar algo como “Ma… ma…” vomita sangre y pus sobre un joven transeúnte y cae muerto. Cuando la policía acude para investigar el caso, determina que el difunto había salido de debajo de una tapa de alcantarilla (manhole en inglés).

A partir de aquí, empieza la investigación sobre lo ocurrido: el caso se encargará a Ken Mizoguchi, veterano inspector de la policía, y a su joven ayudante femenina Nao Inoue. Solo he leído el primer tomo de los tres de los que consta en total la historia, pero tengo que decir que está bastante bien construida. El dibujo, sin ser espectacular, está en mi opinión por encima de la media. En cuanto al guión, pese a estar claramente inspirado en el estilo de Eiji Otsuka y las películas de epidemias tipo Estallido (Outbreak), no está mal. En definitiva, esta es una obra puramente de entretenimiento sin grandes pretensiones y que, como tal, cumple muy bien con su función.

Lo mejor

  • Bastante buen dibujo y guión, lleva bien el misterio.

Lo peor

  • Igual un poco “copia” del estilo de Otsuka.

 

Por cierto, aprovecho para recordar que hoy jueves 21 daré una conferencia en Madrid. Y este fin de semana, sábado y domingo, dos más en Valencia. Tienes toda la información al respecto aquí.

Hyōryū Net Cafe (Internet café a la deriva)

Monday, November 18th, 2013
  • Título: 漂流ネットカフェ –Hyōryū Net Cafe– (Internet café a la deriva)
  • Autor: Shūzō Oshimi
  • Editorial: Futabasha
  • Revista: Manga Action
  • Años publicación: 2008-11
  • Clasificación: misterio, thriller, sobrenatural
  • Tomos: 7

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Hay mangas que por una razón u otra te llaman, y este lo hizo simple y llanamente por el título, claramente una referencia (“¿tal vez paródica?” pensé) al Hyōryū Kyōshitsu (Aula a la deriva) del ínclito Kazuo Umezu. Como recordaréis (y si no lo recordáis, leed de nuevo la reseña a la que enlazo o, mejor aún, leed el propio cómic, que fue editado por Ponent Mon hace unos años, aunque no gozó de mucho éxito), Aula a la deriva es una delirante historia de terror en la que, no se sabe muy bien por qué, un colegio entero lleno de niños es transportado en el espacio-tiempo hacia un páramo desolado donde no hay nada alrededor… O, mejor dicho, parece no haber nada, ya que luego se descubrirá que ese lugar está plagado de horrendos monstruos, trampas y cosas por el estilo.

En todo caso, estaréis de acuerdo conmigo que, con mis “antecedentes” y mi afición umeziana, un título como Hyōryū Net Café, literalmente “Internet café a la deriva”, consigue llamar poderosamente la atención, así que ni corto ni perezoso me hice con él. El manga ha pasado meses en mi pila de “por leer”, como tantísimos otros, pero el otro día me dio por empezarlo y… ¡Uoh!

Primera sorpresa: no me había dado cuenta de que esta obra está firmada por el mismísimo Shūzō Oshimi, creador de la excelente obra Aku no Hana (Las flores del mal). Bueno, es natural que en su momento no me diera cuenta porque cuando conseguí los tomos de Hyōryū Net Cafe todavía no conocía Aku no hana, pero el hecho de descubrir que el autor es el mismo ya fue de por sí una gran sorpresa. Y, claro está, siendo Oshimi el autor, lo cierto es que el manga es mucho mejor de lo que esperaba (ya que me esperaba una parodia o algo realmente chungo y hasta risible de malo que podía ser).

La segunda sorpresa es que el argumento no es paródico, sino que va totalmente “en serio”, y sigue una premisa muy similar a la de la obra de Kazuo Umezu: en este caso no es una escuela lo que se transporta a un páramo solitario, sino un internet café… Sí, es absurdo, pero un internet café, con toda su variopinta clientela dentro (oficinistas, un otaku “de libro”, un grupo de jóvenes que salía de farra, un tipo que parece que está un poco taradito…) acaba siendo transportado, por alguna razón, a un desolado paisaje…

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¿Dónde #$%& estamos?

El argumento nos presenta a Kōichi Toki, un oficinista joven que, junto a su esposa, está esperando su primer hijo, aunque él no está muy convencido de ello, ya que tiene la sensación de que en su vida siempre se ha dejado llevar por los acontecimientos que se sucedían a su alrededor, y el noviazgo, posterior boda y ahora embarazo de su esposa igual no era lo que deseaba… Toki a veces piensa en su primer amor, la bella Kaho Toono, con quien tuvo muy buen rollo en secundaria, hasta el punto de que ella prácticamente se le insinuó… Pero él, cobarde y muy cortado, rehuyó el contacto y dejó de tener relación con Kaho, hecho de lo que se arrepiente.

Un día, Toki decide meterse en un internet café, que en Japón son centros multiocio muy completos: por una tarifa horaria tienes derecho a alquilar un pequeño cubículo individual con un cómodo sillón, un ordenador con conexión a internet, un montón de estanterías repletas de manga para leer, servicio de bar autoservicio con refrescos y otras bebidas, etcétera. Incluso hay internet café, o “manga kissa” como se les llama también, con servicio de duchas, por lo que no son pocos los que los usan como recurso para pernoctar una noche en plan “low cost”.

En todo caso, Toki acaba en un internet café que le llama la atención y allí, ¡oh sorpresa! se topa con Kaho Toono, su amor adolescente. Charlan y tal, hay muy buen rollo, y de repente un fuerte ruido. Los ordenadores se vuelven locos, parece haber un apagón general en el exterior y llueve a cántaros, por lo que deciden quedarse a pasar la noche… A la mañana siguiente, se encuentran con que el edificio entero ha sido trasladado a un páramo inhóspito, un verdadero desierto donde hace muchísimo calor.

Desamparados, empiezan a pensar qué hacer… ¿Es mejor esperar a que venga ayuda? ¿O tal vez habría que explorar para ver si encuentran a alguien que les eche una mano? Y así empieza esta gran aventura no muy diferente a la que Kazuo Umezu creó en los años 70.

La mayor diferencia entre ambas obras radica en la edad de los protagonistas y, por lo tanto, lo que “pueden” o “no pueden” hacer (en términos de “autocensura” determinada por la revista donde se publica originalmente la obra). Si los personajes de Umezu eran niños, en este caso son adultos… Lo que abre la puerta a situaciones potencialmente muy chungas de índole sexual u otro tipo de perversiones. Y no estoy hablando de violencia, puesto que Umezu ya se encargó, de forma muy explícita, de dejar ese listón tremendamente alto en una obra shōnen (en su tiempo) que ahora sería imposible publicar en una revista juvenil, y que Oshimi explota, también, sin ninguna manía…

Lo mejor

  • Pese a lo que podría parecer, el manga es bueno porque el autor es muy bueno.
  • La exploración de la psicología de los personajes en una situación tan extrema.
  • La relación entre Toki y Kaho puede dar mucho de sí, sobre todo cuando entran en juego los sentimientos encontrados de Toki, ya que por un lado está casado y espera un hijo, pero por el otro la atracción que siente por Kaho es irrefutable.

Lo peor

  • Demasiado parecido a Aula a la deriva de Umezu, lo que le resta muchos puntos de originalidad.

Ajin (Subhumano)

Monday, November 11th, 2013
  • Título: 亜人 –Ajin– (Subhumano)
  • Autor: Gamon Sakurai
  • Editorial: Kōdansha
  • Revista: good! Afternoon
  • Años publicación: 2012 – en curso
  • Clasificación: acción, ci-fi, sobrenatural
  • Tomos: 3 (en curso)

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No son pocas las veces en las que, en conversaciones con otros “veteranos” del manga (gente que llevamos entre 15 y 20 años ya leyendo manga), aparece la típica frase “es que antes –es decir, en los años 90– sí que se hacía buen manga, no como ahora que todo es igual”. Siempre me ha parecido un error de percepción esta frase. Al fin y al cabo, por un lado la memoria funciona de forma muy selectiva y tendemos a recordar prioritariamente las cosas buenas. Por el otro, hay que tener en cuenta que en los años 90 no se publicaba en España ni una cuarta parte de la cantidad de manga que se publica ahora, y que por lo tanto nos acabó llegando básicamente la flor y nata del manga de ese momento. Ahora también nos llega lo mejor del mercado nipón (actual y pasado), pero entre medio se cuelan bastantes obras mediocres que nunca pasarán a la historia, de ahí tal vez la percepción de que “el manga actual no es tan bueno”.

En todo caso, la prueba de que siempre se hace buen manga, estemos en la época que estemos, es que periódicamente van surgiendo obras que destacan por encima de las demás y que, desde luego, se hacen con un hueco en la historia del manga. En los 10 últimos años podemos mencionar, como obras realmente notables e innovadoras, sensaciones como Death Note, Fullmetal Alchemist, Ataque a los titanes… Sin olvidarnos, claro está, de One Piece, el verdadero “monstruo” de la década.

Estos títulos que acabo de dar son todos de primerísima línea por el increíble impacto social y mediático conseguido, pero luego tenemos una segunda línea muy poderosa con obras como 20th Century Boys, Thermae Romae, Gantz, Black Butler, Naruto, Bleach, Fairy Tail, Nana, Madoka Magica (aunque sea originario del anime), Terra Formars, etcétera que hace que el manga de los últimos 10 años no tenga nada que envidiar al de los años 90, 80, 70… Bueno, en mi opinión, al menos.

Esta laaarga introducción (perdón ^_^) viene porque Ajin, este manga que reseño, me ha parecido que tiene los ingredientes necesarios para convertirse, seguramente no en una sensación de primerísima línea, pero sí en una obra sorprendente y capaz de colocarse entre las más destacadas de la década. Bueno, igual exagero porque apenas he leído los 2 primeros tomos nada más (los únicos disponibles en el mercado japonés en el momento de escribir esta reseña, aunque ya se ha anunciado la salida del tomo 3 en los próximos días). Tal vez la cosa decrezca y se convierta en un bluf, pero de momento a mí la serie me está gustando.

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¿Qué es esta especie de “espíritu oscuro”…?

Y eso que tampoco es de lo más original, pero a mí me ha caído bien: la historia se ambienta en el Japón contemporáneo, con la diferencia de que unos años atrás se descubrieron algunos especímenes humanos que “no pueden morir”. O, mejor dicho, si mueren por cualquier causa, rápidamente resucitan y se regeneran. Estos nuevos humanos, de los cuales hay muy pocos detectados (no se diferencian en nada de las personas normales y ni siquiera ellos mismos son conscientes de su condición a no ser que sufran un accidente letal y sobrevivan a él regenerándose), son los llamados “ajin” (subhumanos), y todos los gobiernos ansían hacerse con especímenes para experimentar con ellos. El hecho de ser considerados subhumanos, por cierto, comporta la pérdida de sus derechos humanos, por lo que cualquiera es libre de hacer cualquier cosa con ellos, lo que abre la puerta a horrorosos experimentos con ellos que ponen los pelos de punta.

Nuestro protagonista es un chaval japonés, estudiante de secundaria, llamado Kei Nagai, que obviamente no sospecha ser un subhumano en un momento en el que solo dos especímenes han sido localizados en Japón. En un momento dado, Kei es atropellado por un camión, que le lanza muchos metros más allá y le destroza el cuerpo entero. Sin embargo, inexplicablemente se levanta enseguida y su cuerpo sana a ojos vista: había muerto, pero ha resucitado, lo que prueba, ante su horror y el de todos los testigos, que es un subhumano.

A partir de aquí se inicia una historia de persecuciones: todo el mundo quiere atraparle, ya que el gobierno ofrece una suculenta recompensa por cualquier subhumano (porque quiere experimentar con él horriblemente: torturándole de mil formas, matándole una y otra vez, para intentar averiguar los secretos de su inmortalidad). Paralelamente, aparece cerca de él una especie de “espíritu oscuro” que no se sabe muy bien quién es, y pronto otros subhumanos aparecerán también en escena para llevar la historia un paso más allá…

Lo mejor

  • Dinámico, entretenido y bien llevado.
  • El juego que da la inmortalidad de los subhumanos en las secuencias de acción. Por ejemplo, si uno se parte una pierna y no puede andar, es tan fácil como suicidarse ahí mismo para, inmediatamente, regenerarse y volver a la vida con el cuerpo restaurado.
  • Los misterios paralelos que se van desvelando, como el tema de los “espíritus oscuros”…
  • Al ser un manga seinen, no se escatima en gore y acción violenta (muy bien llevada y no gratuita (del todo)).

Lo peor

  • No es una premisa de lo más original, pero está muy bien llevada y sí creo que da un soplo de aire fresco.