- Título: Oh!透明人間 –Oh! Tōmei ningen– (¡Oh! Hombre invisible)
- Autor: Yasuhiro Nakanishi
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Shōnen Magazine
- Años publicación: 1982-87
- Clasificación: shōnen
- Tomos: 11
En fin, vamos a lo que nos incumbe, que es la reseña de manga. A veces me entero de la existencia de mangas curiosos por vías poco ortodoxas, y este es el caso Oh! Tōmei ningen. Me explico: hace unas semanas estuve traduciendo el tomo 9 de Kurosagi servicio de entrega de cadáveres, y en él había una historia sobre un tío que consigue crear un traje con el que volverse invisible y tal. En fin, no os contaré nada más, ya lo leeréis dentro de poco cuando se publique el tomo en España. El caso es que cuando le preguntan al colega cuál fue la motivación o lo que le inspiró que le llevó a crear ese traje de invisibilidad, en vez de decir Ghost in the Shell, que sería lo obvio (como afirman los propios personajes de Kurosagi), el tío menciona Oh! Tōmei ningen.
En fin, me picó la curiosidad y, como estaba en Japón en esos momentos, poco tiempo me faltó para conseguir un ejemplar del tomo 1 de esta serie de 11 volúmenes publicada en los años 80. Y, madre mía, ¡qué manga más picantillo! No llega a ser un hentai, pero se le acerca.
El argumento es básicamente una excusa para meter al protagonista en situaciones picantes y para enseñar cacho de las protagonistas femeninas, como tantísimos otros mangas, ¡pero la gracia de este es que es un manga de los años 80 y que se publicó en una revista infantil-juvenil como es la Shōnen Magazine! Ahora no creo que fueran capaces de publicar un manga en el que aparecen tetas y culos a cada momento en la misma Magazine, la verdad, pero es curioso ver lo muy “liberales” que ya eran los japoneses en los años 80. Aunque, pensándolo bien, Harenchi Gakuen (La escuela indecente) de Go Nagai también es muy bruto en este sentido, por lo que se puede pensar que los japoneses se han vuelto más mojigatos de lo que eran, ¿no?
El argumento nos presenta a Tooru, un chico enclenque que, por circunstancias que no se nos explican, acaba viviendo en casa de su tía, que vive con la abuela y que tiene tres hijas: una niña pequeña llamada Rumi, una adolescente bastante “madurita” para su edad de nombre Yoshie y Aiko, una veinteañera muy guapa pero muy tranquila que, para que os hagáis una idea, recuerda a Kasumi de Ranma ½. ¡O sea, todo mujeres!
El caso es que Tooru odia las huevas de salmón, un exquisito manjar japonés, pero en un momento dado se ve obligado a comerlas… ¡Con el resultado de que se vuelve invisible! Así es, las huevas de salmón tienen este efecto en Tooru, que a partir de ese momento se volverá invisible cada dos por tres con el objetivo de hacer todo tipo de “guarreridas niponas” sobre todo ante Yoshie, que no duda en quedarse en cueros a la mínima.
Estamos ante una comedia picante bastante divertida y, sobre todo, muy guarrilla. Un shōnen entretenido que dudo mucho que jamás salga de las fronteras de Japón. Por cierto, este manga tiene una secuela, llamada Oh! Tōmei ningen 21, que consta de 8 tomos y que fue publicada en la revista Super Jump de Shūeisha entre 2002 y 2006 que sin duda fue pensada para esos treintañeros que en su infancia disfrutaron como enanos de las aventuras guarrillas de Tooru.
Que mangas se hacian por aquellos tiempos por aquellos tiempos, y es que ser de los 80 es de lo mejor que hay. XD.
A veces estos cambios de actitud entre generaciones són de expediente X. Es como ahora con DB Kai, censurando el bebe Goku, entre otras cosas. Pero es lo que hay.
I Felicitats per la vostra futura condició de pare i mare, Marc i Verónica.
¡Muchísimas felicidades por lo que os toca! 🙂
Jur, yo quiero “Harenchi gakuen” desde hace años y nada, 🙁
Felicidades ^_^
Sobre el manga, es curioso, antes se hacían ciertas cosas que ahora, en tiempos supuestamente más liberales, están mal vistas. Vease cine, series de tv, manga, etc.
La vida es así XD
Lupus, por eso se ha llamado Dragon Ball Kai. Con todo lo que “改” lleva implícito. XDDD Personalmente, detesto las “revisiones”, ya sean de Dragon Ball, de Evangelion o de cualquier “clásico”. Demuestran que lo podían haber hecho bien en su momento y que lo de ahora es un sacacuartos para las nuevas generaciones (por no hablar de la falta de ideas, originalidad, etc, etc…).
Y hablando de hombres invisibles, no puedo evitar pensar en ellas.
¡¡Felicidades por el niña Marc!! 🙂
felicitats als dos!!!
ara si que et ve feina important a sobre!!! ajjajaenhorabona 😉
Parece gracioso el manga, aunque nada del otro mundo.
Felicidades por la niña ^^
¡Enhorabuena! En Diario de una desaparición Hideo Azuma contaba que ya a principios de los setenta los editores de Shonen Champion le presionaban para que metiera escenas picantes en sus comedias, algo que no creo que suceda hoy (y el caso es que en general encuentro este tipo de comedias al 99% ecchi de aquella bastante más inocentes que muchos mangas de hoy en día que lo son al, digamos, 70%, que puede que al haber quedado relegados a revistas seinen específicas…), aunque shonen como To Love-Ru tampoco es que les vayan muy a la zaga, la verdad. En cualquier caso, supongo que este tipo de comedias en las que el protagonista descubre que puede hacerse invisible, diminuto, lo que sea y aprovecha para hacer “marranadas” variopintas sin que le descubran es algo muy ochentero. Como curiosidad, aquí se puede leer en japonés otro manga de este tipo: http://www.geocities.com/planman41/microboy.htm
A todo ésto, hace poco me encontré en una tienda con tres tomos (3, 4 y 7) de una edición en bunkobon de una comedia romántica de finales de los ochenta de Naoki Yamamoto (nominado al penúltimo Premio Cultural Tezuka por Red), que posteriormente viró a un tipo de manga probablemente influido por el cine independiente con Gracias (hablando de puntos de inflexión, serializado en Big C.S. a la par que Urasawa empezaba Monster), Creyentes, etc., llamada “Kimawete Kamoshida [Kin-ai-hen]”. Vendría a ser algo así como Dash! Kappei + Kimagure Orange Road… en plan sórdido y frisando el hentai (el de verdad). El caso es que tiene muy buena pinta y se nota que tiene mucha personalidad, pero… Los “bajos fondos” del manga juvenil de los 80 tienen pinta de ser peliagudos.
Hala! Mi sincera enhorabuena! ^_^
Este blog es entrar a leerlo y que se te quede buen cuerpo
Marc, ahora que hablas de shonen de los 80-90 que luego han tenido continuación en Super Jump, ¿es factible una reseña de Ninku?
Saludetes!
Encara que tard, m’afegeixo a les felicitacions!!!
I aprofiteu ara per dormir, no sabeu els que us espera, jajaja!
Papa Cartillero