- Nombre del museo: バンダイミュージアム –Bandai Museum– Museo Bandai
- Dirección (antigua): Piaza Matsudo Bldg. 1230-1 Matsudo, Matsudo-shi, Prefectura de Chiba (Google Maps)
- Cómo ir: A 1 minuto a pie de la estación de Matsudo (línea Jōban)
- Precio: 300 + 300 yenes (adultos)
- Horario: —
- Web: —
No podíamos dar por cerrada esta semana dedicada al tokusatsu sin hablar del museo de la empresa juguetera más representativa de Japón: Bandai. Como probablemente sabéis, esta empresa es un monstruo en sí misma y realiza juguetes de todo tipo y para absolutamente todos los públicos, pero su nombre siempre ha estado y estará asociado por un lado al universo Gundam y por el otro a los muñecos y figuras de personajes de tokusatsu.
Antes de empezar, es muy importante decir que el museo tal y como lo describo en esta entrada ya no existe. De hecho, solo duró tres años en este lugar, de 2003 a 2006. Desde 2007, sin embargo, los fans de Bandai en general, o de Gundam o el tokusatsu en particular, pueden acudir al nuevo museo Bandai situado en la prefectura de Tochigi, a una hora y media en tren de Tokio. Pero yo no he estado (todavía) en el nuevo museo Bandai, así que os hablaré sobre el antiguo, que ya os avanzo que a mí me encantó.
El museo estaba situado justo delante de la estación de Matsudo, muy cerca del centro de Tokio, y ocupaba varias plantas de un edificio bastante alto. Tenía la particularidad de que estaba dividido en varias áreas, algunas de ellas de visita gratuita y otras de pago. Entre las áreas gratuitas tenías una exposición y venta de juguetes clásicos del Japón de antaño, tipo boliches, pistolas de agua y cosas así, ambientada como en una calle de los años 50 y que estaba bastante bien. También estaba la típica tienda donde comprar todo tipo de cacharros y muñecos (algunos de edición limitada que solo se podían comprar allí) etcétera.
Pero lo realmente interesante eran las dos áreas de pago, a las que podías entrar separadamente por 300 yenes cada una. Una de ellas, la que más atraía al público japonés, estaba dedicada a la sempiterna y popularísima Gundam y se llamaba Gundam Museum, así tal cual. Yo entré por entrar, la verdad. Siempre me había interesado Gundam, pero en aquel entonces no conocía absolutamente nada de la serie (de hecho, me enganché a ella tan recientemente como el año pasado a raíz de conocer a Yoshikazu Yasuhiko y a su editor), por lo que me metí allí básicamente para fisgar y por lo típico: “ya que estoy aquí, pues entro, que si no luego me arrepentiré”. Menos mal que entré.
Ahora, viendo las fotos que hice aquel día, entiendo un poco la gracia que tenía aquel museo y lo interesante que resultaba. Todo tipo de figuras y maquetas de Gundam en exposición, un montón de detalles pensados para hacer emocionar al más friki, y lo más impresionante de todo, una maqueta a escala real de la parte del tórax para arriba del Gundam RX78-2. Es decir, el precursor del famoso Gundam entero a escala 1:1 que montaron este pasado verano en Odaiba. La verdad es que resultaba impresionante. También, por cierto, había una zona con un montón de gachapones, esas maquinitas donde metes una moneda y te sale un muñecajo al azar. ¡Madre mía, cuánto vicio TLQM junto!
Por si fuera poco, también había un bar, en “Gundam Café”, donde servían cócteles alcohólicos y no alcohólicos. Francamente, aquel día me pregunté qué demonios hacía eso allí, pero ahora que conozco bien Gundam entiendo que era una representación del bar donde Char Aznable está tomando unas copas mientras por la televisión retransmiten el funeral de Garma Zabi. Ahora me arrepiento de no haberme sentado allí a tomar algo y mascullar, entre dientes, justo después de que Gihren se pregunte en voz alta aquello de “Y mi hermano ha muerto. ¿¡Por qué!?”, la famosísima frase “Bōya da kara sa (porque era un crío)” (vídeo aquí -doblado al inglés-. La escena en cuestión está en el minuto 1.00 – Because he was a spoiled brat, dice… ¡Ja, ja! Por cierto, los discursos de Gihren en Gundam son la HOSTIA; por cierto 2: ¿Soy yo o el que dobla a Gihren en este vídeo es el que hace de Homer en los Simpson (en inglés, claro)? Si no, se le parece un huevo…).
La otra zona de pago del Bandai Museum, Character World, es la que más disfruté aquel día. Estaba dedicada íntegramente a los “héroes” de la gran y la pequeña pantalla, todos estos grandes personajes y sus monstruosos enemigos convertidos en figuras por Bandai. Estaban todos allí, desde Godzilla a Mazinger Z, pasando por Kamen Rider, Goranger, Ultraman… Vamos, absolutamente todos, desde los más conocidos a los más oscuros. Cada pequeña sala tenía un display grande con figuras de los personajes a tamaño real en plan diorama (menos Godzilla y Mazinger, cuyo tamaño era reducido, claro XD), y luego vitrinas repletas de bichos de plástico de todo tipo. ¡Un verdadero museo de Todo Lo Que Mola ™! La guinda del pastel, además, estaba al final de la visita, en una pequeña sala donde podías sentarte delante de un televisor en el que echaban anuncios viejunos de los años 70 y tal de los juguetes lanzados por Bandai en la época. ¡Qué pasada de anuncios! ¡Cuánta hermosa caspa! Ojalá vendieran un DVD con esos anuncios, porque eran impresionantes.
No hace falta decir que, pese a que no soy un gran amante del tokusatsu, la visita me encantó. Descubrí la existencia de este museo una vez que fui a Akihabara y vi un anuncio de la inauguración; si no hubiese sido por eso, no me habría enterado. Es una lástima que actualmente el museo tal y como yo lo conocí ya no exista, pero es una suerte que no haya cerrado, sino que simplemente se haya trasladado. Tengo muchas ganas de ir al nuevo Museo Bandai, y la próxima vez que vaya a Japón con un poco de tiempo apartaré un día para ir y traeros una crónica de la visita. ¡Espero que sigáis leyéndome entonces!
Bueno, ¿qué os ha parecido esta semana temática dedicada al tokusatsu? Tanto el Capitán Urías de La Arcadia como Adrián de Publicidad Japón como yo mismo os agradecemos las visitas y los comentarios, ¡pero seguid atentos! El mes que viene repetiremos semana temática con otro conocido blog. ¡Keep tuned, folks!
Y los otros posts de hoy, a los que se ha unido Comerjapones para una traca final impresionante de esta magnífica semana dedicada al tokusatsu…
- Merchandising y tokusatsu en La Arcadia de Urías
- La publicidad de Bandai en los años 70 y 80 en Publicidad Japón
- Receta de tonkatsu (que rima con tokusatsu) en Comerjapones
quiero ir a ese museo XD
A este, too late… Pero tienes el nuevo!
Solo repetir lo que ya he dicho en mi post, muchas gracias Marc por esta semana tan #TLQM, ha sido un placer compartir con vosotros esta iniciativa.
Por otro lado, yo sigo apuntando museos en mi agenda, y creo que la próxima vez tendré que pasarme dos meses en Japón para hacer todo lo que quiero hacer 😀
Por cierto, la última foto es de Kamen Rider Black, uno de mis favorits, ¡y no es un grillo! 😉
El placer ha sido mío, aunque hay que reconocer que ha sido un poco duro poner tanta calité seguida durante una semana, eh? Buf, menudo corrazo! Pero bueno, ha salido genial! Ahora, el descanso del guerrero…
Y digas lo que digas, Kamen Rider es un GRILLO!
Necesito ir a es emuseo antes de palmarla. Ya. Bueno, al nuevo. Ah, Black… Mi kaizo-ningen favorito. Sobre la primera foto… No e sun muñeco feo… ¡Es Pygmon! Este bondadoso monstruo murio para salvar a la patrulla cientifica del Rey Rojo. Jo… es que me he emocionado y todo. Es uno d elos personajes alos que mas cariño le tengo. De los pocos personajes que el Ultraman original no pudo salvar.
El “notas” va vestido de Abare Red, de Bakuryuu Sentai Abaranger. Y hacer poses tokusatseras es parte de lo que le mola a un fan de estas series.
Y me uno a las felicitaciones del Capitan. una semana magnífica, que como aficionado me ha permitido enterarme d emuchas cosas que desconocia. Como que el primer manga de Godzilla no era el que yo imaginaba, entre otras cosas.
Sigue asi, Marc, sigue asi, que tus lectores te lo agradecemos. ;D
Genial aportación, Deka, muchísimas gracias por rellenar la info que me faltaba, como lo de Pygmon y lo de Abaranger (me he cachondeado del tío, pero la verdad es que molaba. XD)! Me alegro un montón de que esta semana temática haya sido de tu agrado.
De nada hombre 😉 Al Cesar lo que es del Cesar. Lo d elas poses, ahora que lo mencionas, es una de las cosas que mas se le atraviesan a los que conocen de mi aficion por el género. la queja más comun es que les pone histéricos. Pero acaba siendo divertido.
Lo confesareé: me sqale casi clavada la pose de los Dekaranger. Digo “casi” porque me falta la Licencia 😛
Yo iría aunque sólo fuera para ver los dioramas, que es una cosa que me flipa 🙂
Muchas gracias por la semana, ha estado todo la mar de interesante 😀
Gracias a ti! Y sí, esos dioramas eran la releche…
OTSUKARE-SAMA a todos x la setmana tokusatsu que rima con tonkatsu!!! 😛
Otsukare-sama a ti por soportarme durante esta semana de tanto curro en el blog!
¡Gracias Vero! Ha sido un currazo, pero de esos que se hacen disfrutando a cada momento, de los buenos 🙂
Creo que Marc lo ha clavado con la frase “ya que estoy aquí, pues entro, que si no luego me arrepentiré”. Estoy seguro de que todo aquél que haya ido a Japón ha repetido esta misma frase un millón de veces y ha seguido su instinto. Yo me quedé con ganas de hacer muchas cosas y no me queda más remedio que tomármelo como un “ya tengo otro motivo más (si cabe) para volver”. 😉
Suerte que llevabas la cámara y lo inmortalizaste todo, porque esta visita al museo es irrepetible. Igualito que cuando los japoneses se hinchan a hacer fotos de la Sagrada Família y todo lo que se cruza por su camino, para saborearlo con calma cuando semanas (o años) después sacan de nuevo el álbum de fotos… o entran en su propio Flickr. 😉
Efectivamente, el espíritu “ya que estoy aquí, pues entro, que si no luego me arrepentiré” es imprescindible en Japón, aunque a veces al final entres y descubras que no valía la pena, muchas veces eso no es así. Yo estoy muy contento de haber tomado esta decisión muchas veces, y otras veces que he pasado de ir a un sitio por la razón que sea (generalmente porque la entrada me parecía ridículamente cara, como en el museo de Hide de X-Japan, que ya no existe) luego me he arrepentido (no es el caso del museo de Hide, ya que ni me gustaba X-Japan ni sigue sin gustarme).
Algo que tarde o temprano tendremos que solucionar con una sesión intensiva de X-Japan, escogiendo cuidadosamente los discos a escuchar 😉
Qué pasada de Museo! Todo cultura “TLQM”.
Un lujazo si se pudiera ir…..
Y felicidades y gracias por toda esta semana de tokusatsu!