A estas alturas ya me es inconcebible un inicio de año sin las correspondientes “Estadísticas manga” en las que analizar cómo está el mercado del cómic japonés en España y, por los comentarios que leo y oigo por ahí, no soy el único que espera ansioso el fin e inicio de año para ponerse al día de estas cifras y tomarle el pulso a la evolución de nuestro sector. También como viene siendo habitual, me disculpo por la nula actividad de este blog durante tanto tiempo: demasiados compromisos y viajes, mucho trabajo (¡y que no falte!) y, obviamente, la familia y todo lo que comporta, me dejan sin tiempo no ya para escribir para el blog, sino incluso para leer manga de forma más o menos regular. ¡Por suerte me dedico a traducir manga, así que, aunque sea por trabajo, leo montones de obras ^_^!
Suplo la falta de actualizaciones del blog con la actividad en redes sociales, sobre todo en Twitter (@marcbernabe) pero también en Instagram (@marcbernabe) y Facebook (Marc Bernabé). Si me seguís en cualquiera de ellas, pero sobre todo en Twitter, estaréis al tanto de mis lecturas y peripecias varias, como por ejemplo que hace solo un par de meses salió a la venta mi nuevo libro, Japón: Manga, traducción y vivencias de un apasionado del país del sol naciente, en el que se pueden encontrar infinidad de datos sobre Japón, el manga, la traducción… Es un libro muy especial para mí y espero que al menos le eches un vistazo cuando vayas a alguna librería para ver si te convence.
Antes de empezar, como siempre, recomiendo repasar lo dicho el año anterior para contrastar. Además, aquí tienes un índice con todas las realizadas desde el año 2008 para consultar el histórico. ¡Llevamos ya 10 años de Estadísticas Manga, nada menos!
Y, también como es habitual, toca hacer un corta y pega explicativo, para que nadie se lleve a engaño sobre lo que son y, sobre todo, lo que “no” son estas estadísticas. Solo contamos las novedades (no se cuentan relanzamientos a precio reducido ni segundas o terceras ediciones, aunque sí reediciones en formato distinto al que aparecieron en su origen –kanzenban, bolsillo, tomo doble…– o con el mismo formato pero nueva traducción y rotulación). Independientemente de que una novedad tenga una tirada de 500 o 20.000 ejemplares –dato que no podemos saber–, para nosotros será solo una novedad. Tampoco el número de páginas influye: cuenta igual un tomo de Naruto de 190 páginas como la reedición en dos tomos en cofre de Nausicaä, de unas 1100 páginas en total (es injusto, lo sabemos, pero de algún modo tenemos que hacer el recuento). Definimos manga, por cierto, como “cómic realizado en Japón y destinado, originalmente, al público japonés”.
No barajamos cifras de tiradas ni de ventas simplemente porque las editoriales no las facilitan. Por eso, aunque podamos llegar a una conclusión (p.e., el mercado del manga en España está en auge), esta conclusión solo se aplica al hecho de que sale una cantidad superior de novedades con respecto a los últimos dos o tres años. Si supiéramos otro tipo de cifras, la conclusión podría ser radicalmente distinta (ejemplo: aunque el mercado parece estar en auge, lo cierto es que estamos en declive porque la tirada media o el promedio de las cifras de ventas son muy menores y por lo tanto arrojan menos beneficios a las editoriales. O al contrario, que efectivamente está en auge. Pero esto no lo podemos saber.)
Finalmente, recordar que estas son unas estadísticas realizadas de forma totalmente amateur, “por amor al arte”, como se dice, por lo que podría haber errores, nos podríamos haber dejado alguna obra por contabilizar, puede haber debate sobre si la obra X es “reimpresión” (por lo tanto no cuenta) o “reedición en otro formato” (por lo tanto sí cuenta), etcétera. No quiero que os toméis esto como unas cifras absolutas y poseedoras de la verdad absoluta. Para lo que sí tienen que servir, y sirven, es para tener un retrato de cómo está el mercado.
Por cierto, este año los compañeros de Guía del Cómic han realizado también un análisis interesantísimo, bastante parecido a este pero con la particularidad de que analiza el mercado del cómic en general. Lo han colocado en este hilo de Twitter y en este tuit en concreto hablan específicamente de manga. Veréis que los números que manejan son muy parecidos a los nuestros, pero no exactos, lo que posiblemente se debe a criterios distintos de contabilización. En todo caso, las cifras son suficientemente parecidas y a efectos del análisis del estado del mercado no solo no afectan estas discrepancias, sino que el hecho de tener dos recuentos distintos que arrojan datos tan similares nos va a dar aún más seguridad y fiabilidad que antes.
Vamos allá con la cifra de tomos de manga editados en el año 2018:
Ante todo, por si acaso, recordar –o informar al visitante casual– que soy traductor profesional de manga y codirijo una empresa, Daruma Serveis Lingüístics, que trabaja con múltiples editoriales y otras empresas del sector. Por lo tanto, mi visión del mercado siempre estará sesgada por sensaciones que puedo tener sobre él a raíz de estar en mi día a día en el “núcleo duro” profesional del mismo; hablar con editores, libreros, periodistas y otros profesionales; ver el ambiente en los muchos eventos sobre manga a los que acudo a lo largo del año; observar la cantidad de manga que hay no solo en librerías especializadas sino también generalistas (no hablo tanto de variedad de títulos sino de número de ejemplares a la venta de cada título); estar al tanto de noticias y rumores, oficiales o no; conocer de antemano algunas sorpresas o proyectos en los que pueden estar involucradas las editoriales; y más factores de los que incluso, probablemente, ni siquiera soy consciente.
Así que, por las sensaciones que he tenido a lo largo del año, la verdad es que esta cifra no ha resultado una sorpresa. Tenía mis dudas sobre si este año se superaría el récord de más novedades manga de la historia que alcanzamos en 2017, pero estaba prácticamente seguro de que, si no lo hacía, nos quedaríamos muy cerca. No he visto en el mercado síntomas de agotamiento: la escena de publicación de manga sigue siendo vibrante y cada día más apasionante. Más adelante comentaremos más sobre ello, pero, como avance, y basándome en estas mismas “sensaciones” de las que hablaba en el párrafo anterior, no creo que vayamos a asistir al estallido de una hipotética segunda “burbuja manga” a no ser que nos azote de nuevo una nueva crisis económica que, como la anterior vez, afecte también al sector del ocio (crucemos los dedos).
Bueno, ahora veamos cómo queda repartido el “pastel” del manga por editoriales.
Veamos también el gráfico de la evolución de número de lanzamientos por editorial y año desde 2008.
Vemos que este año Norma desbanca en la primera posición, como editorial que más novedades manga ha sacado, a Planeta. No es una sorpresa, de hecho ya llevamos muchos años en los que las posiciones relativas de las tres editoriales que más manga publican en España (Norma, Planeta e Ivrea) se van intercambiando –de 2013 a 2015 fue Ivrea, en 2016 fue Norma, en 2017 Planeta y ahora de nuevo Norma– y, de hecho, las tres se suelen mover en cifras bastante parecidas. Según nuestros cálculos, Norma ha sacado en 2018 un total de 187 novedades manga, exactamente el mismo número que Planeta el año pasado. En cuanto a Planeta, ha retirado el pie del acelerador pero sin pasarse: de 187 ha pasado a 163. Ivrea ha aumentado de 142 a 152 novedades. En definitiva, en esta parte de la tabla está todo similar a como estaba el año pasado.
Hay que decir, sin embargo, que la desaceleración de Planeta en realidad es bastante más acusada debido a que durante 2018 han seguido realizando muchas (¡y muy necesarias!) reediciones de grandes obras del manga (recuerdo que en estas estadísticas me parece justo contar como “novedades” las reediciones –en formato distinto, por ejemplo ediciones kanzenban o tomos dobles o lo que sea. Las puras reimpresiones de números agotados, en cambio, no cuentan–). No me cabe duda de que esto no ha sido más que una pequeña pausa en el camino para tomar aire y preparar un montón de novedades para este 2019: de hecho, los anuncios que hicieron en el pasado Salón del Manga de Barcelona respaldan esta visión.
Siguiendo con el análisis, desde la irrupción de ECC y Milky Way decíamos que el mercado español de manga se componía de “tres grandes”, “dos medianas + Panini” y “el resto”. Pero es que, cada vez más, la línea entre las tres grandes y las dos “nuevas” se está difuminando y pronto tendremos que hablar de “cinco grandes”. No en vano, ECC ha sacado la nada despreciable cantidad de 117 novedades manga y Milky Way 91. Por cierto, este año ECC ha pisado muy fuerte el acelerador y ha publicado 20 novedades más que el año pasado, mientras que Milky “solo” ha aumentado su producción en 7 novedades. Así pues, ECC abre una gran brecha para consolidarse como “cuarta editorial” y Milky se queda un poco descolgada en la quinta posición, no sin ello creciendo sin parar y teniendo un ojo buenísimo no solo para seleccionar grandes licencias sino también para granjearse el favor del público. Panini, por su parte, sigue en su línea relativamente constante y, aunque su ritmo ha bajado bastante (de 60 pasan a 43) es justo decir que el año pasado fue muy excepcional para esta editorial y que ahora se puede decir que han vuelto a cifras más normales para lo que se venía viendo a lo largo de los años: no hay más que ver el gráfico adjunto para ver que la línea de Panini es, comparativamente, la que menos altibajos tiene.
En estos momentos, las tres grandes editoriales publican un poco más del 54% del manga que se comercializa en el mercado español, una cifra que ha bajado considerablemente en estos últimos años. En 2017 era el 62,5%, en 2016 el 70,1% y en años anteriores habían llegado a superar el 80%. Eso sí, si a las cifras de estas tres les sumamos ECC y Milky Way obtenemos un total de 87,5%, y con Panini el 92,75%. Es decir, que básicamente la publicación de manga en España está concentrada en seis editoriales; un escenario mucho más sano que cuando teníamos cifras parecidas concentradas solo en tres o cuatro empresas: esto fomenta la competencia y evita grandes monopolios, como ocurre efectivamente en otros países.
Voy a realizar otro “corta y pega” para recordar algo que considero esencial y no quiero que se olvide en ningún momento: lo que estamos barajando aquí es el “número de tomos nuevos de manga editados”. No conocemos tiradas ni ventas. Probablemente, de conocer otros datos tendríamos que, solo por la influencia de Dragon Ball, que se intuye que es un megasuperventas, la hegemonía de Planeta sería bastante acusada. No obstante, Norma e Ivrea probablemente van muy bien también gracias a muy buenas licencias que han sabido “cazar” a tiempo. En general, las tres editoriales que van en cabeza tienen un catálogo muy coherente y un público que ya sabe qué esperar de ellas. Planeta aprovecha el tirón de los grandes shōnen y se atreve con clásicos y seinen de gran calidad, además de relanzar, en nuevas ediciones, obras que se consideran de culto; Norma sigue con su excelente ojo a la hora de realizar licencias; e Ivrea apunta a su público tradicional (de gustos “otaku” y también público femenino) además de expandirse con apuestas más comerciales.
En cuando a ECC y Milky Way, ambas editoriales siguen en sus respectivas líneas, muy interesantes ambas, y que constituyen un sanísimo contrapunto a las obras a priori más comerciales a las que apuntan las tres empresas que dominan el mercado. ECC realiza apuestas –a mi entender– muy arriesgadas, seleccionando obras con marcadísima personalidad y que, en principio, poca gente pide (básicamente porque son obras muchas veces bastante desconocidas, incluso underground, con indudable calidad pero muy de nicho). De entre todas estas obras que lanza la editorial al mercado, brutalmente interesantes casi todas, más de una consigue llamar la atención del público y la crítica, aunque personalmente creo que se corre el riesgo de que un ritmo demasiado fuerte de lanzamientos demasiado “rarunos” provoque un fenómeno que ya vimos durante la anterior crisis: obras maestras pasando total e injustamente desapercibidas, sepultadas bajo una lluvia constante de novedades de más renombre o tirón comercial. Espero equivocarme. Milky, por su parte, sigue en general con su línea: con un tino alucinante para atar licencias cuando están empezando a despuntar en Japón (¡y cuando por fin las lanzan aquí ya están en la cresta de la ola o están a punto de llegar a ella!), su variadísimo catálogo incluye de todo: shōnen, shōjo, seinen, BL, josei, alternativo… ¡E incluso ya se han atrevido con un clásico!
El caso de Panini es básicamente el que ya conocemos: una línea muy estable que, sin embargo, el año pasado sufrió un fuerte auge no tanto debido a la contratación de nuevas obras sino a la reedición de mangas ya publicados en el pasado, bien por ellos mismos, bien por la difunta editorial Glénat/EDT, como Bleach, Berserk, Gantz…
Finalmente encontramos “al resto”, de entre los que destaca muchísimo Tomodomo, con 19 novedades, que mantiene su línea ascendente y sigue consolidándose en el mercado con una estabilidad que ya querrían para sí otras empresas. Con “otras empresas” puedo referirme específicamente a Ponent Mon y La Otra H, que este año han reducido considerablemente su producción: Ponent Mon ha sacado 5 tomos (mientras que el año pasado fueron 14) y La Otra H también 5 (11 el año pasado). Mientras que de la situación de La Otra H no podemos decir gran cosa, sí sabemos, porque lo dijeron ellos mismos, que Ponent Mon ha decidido desacelerar su publicación de manga: posiblemente su apuesta por obras interesantísimas pero a priori de poco tirón comercial no les ha terminado de salir bien, por no hablar, posiblemente, de una política de precios desalentadora para el público tradicional del manga, acostumbrado a pagar entre 8 y 12 euros (dependiendo del formato y el número de páginas) por tomo.
Este año contabilizamos 20 editoriales que han publicado algún manga, 4 más que el año pasado y 2 más que en 2016, con lo que, si no me equivoco, tenemos aquí un récord histórico. Fandogamia sigue subiendo, con 8 tomos por 5 de 2017, Letrablanka también (3 por 1 del año pasado). Las demás se mantienen bastante estables: Gallo Nero (2 por 1 el año pasado), Astiberri (2 por 3 el año pasado), Yowu (1 por 3 del año pasado); La Cúpula vuelve con 2 novedades después de un tiempo sin publicar nada de manga; y se estrenan en el cómic japonés licenciado Ooso (con 6 novedades nada menos, todas ellas del autor clásico Gō Nagai), Nowevolution (3), Ediciones Babylon (1), DiValentis (1) y Satori (1). Atención a esta última, especializada en literatura japonesa y con un gran prestigio en el sector, que ha empezado fuerte, editando un recopilatorio de historias cortas de Shōtarō Ishinomori y anunciando una interesantísima obra clásica de corte josei de tres tomos: Mujeres del zodíaco, de Miyako Maki. Por el cuidado y el mimo que esta editorial pone en todo lo que hace, así como el tino de sus editores a la hora de seleccionar licencias, estoy seguro de que nos regalarán auténticas joyas.
En este 2018 desaparecen de la escena de edición de manga las editoriales Quaterni y Órbita, que solo sacaron una novedad cada una el año pasado y que se dedican, claro, a otro tipo de publicaciones: un caso muy parecido, sobre todo el de Órbita –Quaterni sí está especializada en temas japoneses, así que no sería de extrañar que en el futuro volvieran a apostar por alguna obra de cómic–, al de DiValentis este año.
Para concluir, pasemos al análisis final:
Ya avanzaba hace unas líneas que no creo que estemos ante una nueva burbuja manga, al menos tan notoria como la última que tuvimos. Sí que es cierto que me preocupa que ocurra como ya pasó aquella vez entre 2005 y 2009: que la gran avalancha de novedades (¡casi 70 al mes de media!) sepulte irremediablemente a obras que merecerían muchísimo más reconocimiento que el que deberían estar cosechando. Por las sensaciones de las que os hablaba antes, parece que en general el manga tiene muy buena aceptación y tanto los editores como los libreros están muy contentos. Así que crucemos dedos y que esto siga así. A título personal, creo que lo mejor que podría pasar en los próximos años, al menos en lo referente a manga editado en formado físico, es mantenernos sobre estas cifras (o incluso una pequeña bajada tal vez) para dejar que el mercado se consolide aún más y dar un poco de respiro.
Vamos en la buena dirección con los tres factores clave para evitar que esto sea “una moda pasajera” de los que hablaba el año pasado: incorporación constante de nuevo público, tanto a través de obras pensadas para el público infantil o como mangas cuyo éxito se apoya en grandes hits televisivos, cinematográficos o del mundo del videojuego; mantenimiento de la base lectora shōnen con la publicación, cada vez más pegada a Japón, de las obras más punteras; y consolidación definitiva del sector de público ya maduro, lector de manga de toda la vida, que demanda y adquiere obras diferentes a lo que tradicionalmente se ha ajustado al estereotipo del cómic japonés. O sea, básicamente seinen y clásico.
Para terminar, me permitiréis hablar de unos pocos puntos concretos que creo que son muy interesantes.
Sobre el shōjo y el BL: comentaba el año pasado que Planeta había hecho una apuesta muy fuerte para recuperar el shōjo en el mercado español de manga, una demografía que durante muchos años estuvo muy maltratada, imagino que simplemente porque las cifras de ventas no acompañaban (no hay que ser adivino para saber que si un tipo de obra no se vende bien, inmediatamente las editoriales toman posiciones conservadoras: es la ley de la oferta y la demanda, nos guste o no). Pese a que la apuesta de Planeta fue muy fuerte, no he visto que haya tenido especial continuidad. Sí que se edita más shōjo que antes, eso es innegable, pero no creo que se pueda decir que hemos recuperado “la normalidad” en este sentido. En cambio, el sector del BL (también conocido como yaoi o boy’s love) sí está en clarísimo auge. No solo tenemos una editorial que específicamente apuesta fuerte por este tipo de obras y que parece muy consolidada (Tomodomo), sino que esta labor de picar piedra de Tomodomo ha estado acompañada, de forma más tímida pero también bastante decidida, por Milky Way (¡que incluso se ha arriesgado con un enorme clásico, La balada del viento y los árboles, considerado una de las semillas de las que germinó el BL!). Y veo que otras editoriales se están subiendo al carro del BL, lo cual es una buena noticia porque tener más variedad y opciones siempre es una gran noticia.
Sobre el manga clásico: este era mi lamento sempiterno en estas estadísticas. “Muy guay todo, pero ¿qué pasa con el clásico?” Pues bien, este año puedo cambiar mi cansino discurso en este sentido. ¡Por fin! Todo indica que por fin el manga clásico está despertando más allá de Tezuka y Koike (sin olvidarnos de estos dos, claro, y es que Planeta anunció en el Salón del Manga que su intención es editar (palabras literales) “todo Tezuka” (!!!!)). Y es que nos estábamos perdiendo un montón de obras absolutamente brillantes por culpa de esa obsesión que tenemos en general por “lo último”, “lo más nuevo”, “lo que está en boca de todo el mundo”… Vale la pena volver la vista atrás y descubrir obras que han marcado la historia del manga. Por fin parece que el público está respondiendo a esto, por la misma regla de tres de la que hablaba con el shōjo pero en el caso contrario: la ley de la oferta y la demanda. Durante muchos años, la gente no demandaba clásico más allá de Tezuka y Koike, por lo tanto, apuestas puntuales de varias editoriales en este sentido no tuvieron el éxito esperado y, por lo tanto, no se arriesgaron más o bien lo hicieron de forma muy tímida. Ahora, si vemos la cantidad de manga clásico que se está editando, el que se va a editar (esté anunciado o no –repito que conozco algunas cosas que aún no son públicas, y realmente no sé de la misa la mitad–) todo indica que por fin hay un hueco, pequeño todavía pero ahí está, para los grandes clásicos. Hay muchísimo donde explorar en los más de 70 años de historia del manga moderno, ¡no nos vamos a aburrir! Podemos por fin disfrutar de obras de Gō Nagai, Monkey Punch, Shōtarō Ishinomori, Miyako Maki, Yoshiharu Tsuge, Shigeru Mizuki, Keiko Takemiya, Kazuo Kamimura, Moto Hagio… Y esto por nombrar solo autores con obras maestras previas a los años 1980…
Sobre las reediciones y el material “alternativo”: esto ya no es un fenómeno nuevo, sino que se consolida cada vez más a cada año que pasa. Cada vez es más normal que obras que, en su momento, marcaron una época, se reediten en otros formatos, generalmente de más calidad (formatos kanzenban y similares) o con más páginas (formato tomo doble, por ejemplo), a veces con nuevas traducciones y a veces con las mismas traducciones que se usaron en el primer momento. Pero esto ya no es noticia, simplemente lo menciono para que quede constancia de que esto sigue igual, que me parece muy sano y que ojalá esto sea algo que se perpetúe en el tiempo porque vale la pena que las grandes obras del manga estén siempre disponibles en las librerías. Tampoco es noticia que están apareciendo constantemente nuevos materiales alternativos que no son manga pero están muy relacionados con él. Estoy hablando de databooks, enciclopedias y demás. Lo que sí es más nuevo es que parece que se ha consolidado un pequeño nicho de mercado en la forma de las llamadas “novelas ligeras”. No es nuevo que se editen novelas ligeras en España, pero sí que me parece que lo que empezó con un rotundo fracaso (la aventura de Timun Mas y su sello Genkō Books, que claramente resultó fallida pese a lo interesante de su propuesta, solo que estaba muy avanzada a su tiempo), siguió con un fuerte parón y, desde hace un par de años y algunas intentos más bien tímidos, se ha consolidado bastante. Lo que decía antes de que Planeta parece haber frenado un poco su producción en lo referente a novedades manga se puede entender también si pensamos que esta editorial es, con bastante diferencia, la que más productos de este tipo lanza, y que además son muy laboriosos de producir (en cuestión de traducción, sobre todo, pero también en rotulación en el caso de los enrevesados databooks y enciclopedias)… Solo que no están contabilizados en estas estadísticas.
Sobre lo digital: cada año desde hace [incontables] acabo este texto hablando sobre las posibilidades del medio digital con el manga y lo poco aprovechado que está. ¿Y qué pasa con las editoriales japonesas que, salvo en Estados Unidos –y, hasta ahora, de forma muy limitada– no permiten que se publique manga legal en formato digital? Un dato interesante y que corrobora mis teorías sobre el brutal potencial del manga digital es que, en 2017, en Japón, los beneficios obtenidos por la industria editorial en el sector del manga digital superaron a los del manga físico. ¡Es decir, que en Japón ya se consume más manga en digital que en físico! Esto en Occidente no se ha replicado todavía (al menos en los referente a opciones estrictamente legales, claro) y tengo mis dudas razonables de que lo haga con la velocidad e intensidad que lo ha hecho en Japón. Pero es innegable que el futuro del manga está en el formato digital (y no, no creo que el físico vaya a desaparecer en muuuuchos años) y que algo se está por fin moviendo. Hace cuestión de un par de meses, Viz Media, la filial de Shūeisha y Shōgakukan en Estados Unidos, anunció que pondría a disposición de todo el mundo angloparlante (lamentablemente no está disponible fuera de ciertos países del área angloparlante) los contenidos de la Shōnen Jump el mismo día que en Japón, lo que vendría siendo un “simulpub” en toda regla. Y que además abriría todo su catálogo digital de manga en inglés a cambio de una suscripción mensual muy modesta. Esto es por fin lo que tanto estaba esperando, un movimiento así es lo que era imprescindible. Habrá que ver si la apuesta fructifica y, sobre todo, si se amplifica (a ver si entran en juego más editoriales aparte de Shūeisha, y más mangas aparte de los de la familia Jump; seguramente están esperando a ver si lo petan o si se dan el batacazo, para subirse al carro o quedarse quietecitos) y, lo que más nos va afectar, si se replica en otras partes del mundo. Cada día está más cerca, creo, mi viejo sueño de tener un Netflix o un Spotify de manga… Vamos a ver si podemos asistir a su nacimiento en 2019 o si tendremos que esperar un poco más.
Bien, ¿qué te ha parecido la edición de este año de las Estadísticas Manga? ¿Crees que estamos ante una burbuja o no? ¿Cómo ves la evolución del mercado manga? ¿Seguirá creciendo, se estabilizará, volverá a bajar? ¿Qué hay del manga clásico? ¿Y el digital? Te invito a compartir tus impresiones tanto en los comentarios de este mismo post como en las redes sociales, sobre todo Twitter y Facebook.
De nuevo, este año hemos realizado el recuento basándonos sobre todo en las listas de Listado Manga. Mis agradecimientos por su encomiable labor, así como a Toni Ramírez por su gran ayuda con los recuentos, ¡año, tras año, tras año! Gràcies, Toni!
Ay, yo tengo miedo, que viendo como va la economía y demás no se puede mantener este ritmo de publicaciones. Ojalá me equivoque, porque me hace feliz ver como recuperamos tanto clásico, por ejemplo!
Pues es curioso que en contraposicion a lo que parece en mi tienda habitual, que es seguramente la mas importante de la ciudad han reducido la “zona manga” a un par de estanterias, mientras que el 85% del resto de la tienda es para el Europeo y el Americano, piden lo justo que se va a vender de las novedades y si no corres te lo tienen que pedir exproceso, esto no pasaba hace unos años que solian tener stock. Entiendo que en parte es problema de espacio pero han preferido poner una zona casi el doble de grande de comic americano en ingles importado a tener “manga”, ahora solo hay tomos sueltos desparejos de las colecciones, un numero 7 junto a un 14 en una coleccion, un 4 en otra…