- Título: 寄生獣 –Kiseijū– (Bestia parasitaria)
- Autor: Hitoshi Iwaaki
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Afternoon
- Años publicación: 1988-95
- Clasificación: sobrenatural, aventuras, horror
- Tomos: 8 (edición kanzenban)
El manga Kiseijū es uno de los favoritos de los japoneses de mi generación y hace tiempo me leí el primer tomo, creado por Hitoshi Iwaaki, que más tarde presentaría Historie, que reseñé hace ya seis años en este mismo blog. La obra me gustó, pero al no tener acceso en ese momento al resto de ella tuve que dejarla ahí. Hace poco me entraron muchas ganas de leerla de nuevo y, esta vez sí, de hacerlo de forma completa. En un primer momento no supe muy bien por qué tuve tantas ganas repentinas de leerla como es debido, pero al poco caí en que seguramente es una cuestión de mi subconsciente: como en los últimos días había leído que han anunciado un anime que se empezará a emitir en octubre de este año, y también una película de imagen real que se estrenará a finales de noviembre, seguramente el dato se había quedado en mi mente hasta finalmente lanzarme señales de “léela de una vez”.
Escribo esta reseña cuando apenas he leído dos tomos y medio de los 8 de los que consta la edición kanzenban de la obra, pero creo que si fuera a escribirla habiendo leído un poco más apenas variaría mucho, así que allá va.
La premisa de la historia es que un día, sin que sepamos muy bien por qué ni cómo, una especie de esporas del tamaño de una pelota de tenis caen en muchos rincones de la Tierra. Al cabo de pocas viñetas, vemos cómo las esporas se abren y de su interior aparecen unos bichos que parecen gusanos de pico afilado, que se introducen en las cabezas de las víctimas humanas para parasitarlas. Estos parásitos se hacen con el control del cuerpo de sus huéspedes sustituyendo su cabeza, que se convierte a su vez en una especie de arma, ya que es capaz de desmontarse y cambiar de forma (por ejemplo, adoptando formas afiladas, como de espada o punzón –Ojo, este manga es anterior a Terminator 2–).
Sin embargo, el caso de Shin’ichi, nuestro protagonista, es especial: por pura casualidad, se da cuenta de que el parásito intenta penetrar en su cabeza a través de su oído o su nariz y reacciona intentando detener la trayectoria del bicho con la mano… Con la consecuencia de que el parásito termina alojándose en su brazo y fijándose y asimilándose con él de forma irreversible.
Pronto descubrimos que estos parásitos tienen voluntad propia y una capacidad enorme de aprendizaje. El brazo de Shin’ichi, que al estar bajo el control del parásito puede adoptar todo tipo de formas y “generar ojos” o “bocas”, por ejemplo, actúa por su cuenta, estudiando libros y haciendo todo tipo de cosas con o sin permiso de Shin’ichi. El pobre protagonista, resignado, acaba rindiéndose a la evidencia y aceptando la presencia de ese ser que se aloja en su brazo, al que llama “Miggy” (migi significa “derecha” en japonés, y es que el bicho ha poseído su brazo derecho). Así, en vez de una relación de parásito-huésped, la relación en el caso de Shin’ichi y Miggy pasa a ser de simbiosis, ya que Miggy no podría vivir sin Shin’ichi y Shin’ichi no puede deshacerse de Miggy.
Sin embargo, por otro lado el resto de los parásitos que sí han conseguido su objetivo de controlar a las personas actúan asesinando horriblemente a otras personas… Y como los bichos estos se detectan entre sí a distancia, Shin’ichi correrá peligro más de una vez al llamar la atención de estos sanguinarios seres, lo que dará pie a emocionantes luchas y situaciones extremas de todo tipo.
Lo mejor
- La premisa es original y está muy bien llevada.
- El cariño que se le coge a Miggy.
- El horror subyacente en el manga está muy bien llevado, y al combinarse con escenas más del día a día, incluso hasta de humor, nos proporciona un manga la mar de entretenido.
- Las situaciones de enfrentamiento, así como el espectáculo que supone ver a los parasitados “desmontando” sus cabezas para disponerse a atacar, están muy bien llevadas.
Lo peor
- El dibujo no es precisamente el fuerte de Hitoshi Iwaaki, pero esto nunca ha sido un impedimento en el mundo del manga japonés, donde se valora más un guión bien llevado e interesante que el dibujo que lo acompaña. No hay más que ver, sin ir más lejos, el reciente caso del increíble fenómeno de Ataque a los titanes.
¡Este lo he leído! Tiene un par de ediciones en inglés bajo el título de ‘Parasite’ y lo compré en su momento vía Previews. COJONUDÍSIMO y uno de mis favoritos también. Creo que incluso se llegaron a comprar los derechos para una peli en EEUU, aunque al final no se hizo.
Pinta guapa la idea. Es interesante. ¿Soy yo o el dibujo tiene un toque viejuno?
Ya sé que esto no tienen nada que ver con este manga, pero…
Si quieréis ideas interesantes y os va la fantasía, recomendaría por mi parte, Re:Monster. Va de un chico que al morir se reencarna, en mundo de fantasía, en un goblin (seres que luego pueden mutar en otras especies, comenzando por Hogoblins, luego las mutaciones tienen varias ramas). El muchacho mantiene sus recuerdos, inteligencia y sus capacidades especiales (que son curiosas). Lo que le destaca sobre otros goblins.
El manga está basado en unas novelas ligeras de las que de momento hay Re:Monster., 1, 2, 3 y una de Re:Monster Gaiden.
El dibujo del manga está bastante bien. Pero de momento no hay tomo.
¿Me podrías decir qué cuentan en esta canción?
Es que me intriga el videoclip y el título:
Quruli – Liberty&Gravity
http://www.youtube.com/watch?v=LSDx4htNfjs
Perdón por el off-topic.
Lo he soñado o durante estos últimos días alguna editorial española ha confirmado la licencia.