- Título: ぼくらのフンカ祭 –Bokura no Funka-sai– (Nuestro festival de la erupción)
- Autor: Keigo Shinzō
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: Big Comic Spirits
- Años publicación: 2012
- Clasificación: costumbrista, aventura
- Tomos: 1
El hecho de que esta obra estuviera nominada como finalista del premio Manga Taishō de este año 2013 ya tenía suficiente peso específico como para que me interesara por ella, pero que hace unos pocos días me la recomendara también Ken Niimura fue la gota que colmó el vaso. Así que me hice con el manga en cuestión, me lo leí tomando una cañita –o dos– el pasado sábado (como debe ser) y aquí va la reseña.
Estamos ante un manga curioso, con un estilo que recuerda al de Taiyō Matsumoto tanto en el aspecto gráfico como argumental, y que se deja leer con gran fluidez. No es ningún manga revolucionario, pero se deja leer y entretiene muchísimo, que es lo que cuenta. Además, siendo un solo tomo (grueso, eso sí, de 320 páginas) deja un regusto muy agradable después de leerlo. No se va por las ramas y nos presenta una historia con varios giros argumentales; nada más que eso.
Esta es una historia peculiar ambientada en el pueblo rural de Kanematsu y protagonizada por Toyama y Sakurajima, dos compañeros de colegio. El manga empieza con Toyama distraído en el aula, a través de cuya ventana se ve una montaña que de repente entra en erupción. Sin comerlo ni beberlo, una lluvia de ceniza cae sobre el adormilado pueblo, una población rural en la que nunca pasaba nada y que cada vez estaba más muerta. En medio de la lluvia de cenizas, Toyama regresa a su casa para encontrársela totalmente inundada: un chorro de agua termal acaba de brotar del subsuelo, y el agua ha echado a perder todas las pertenencias de su familia. Todo parece perdido y Kanematsu entero al borde de la desaparición, pero…
Dos años después, Kanematsu está en total estado de transformación: el aburrido pueblo rural ha pasado a ser un destino turístico termal en plena expansión. Hoteles, supermercados y comercios de todo tipo no paran de surgir como setas por todo el pueblo, a la falda de la aún humeante montaña, y la vida de sus habitantes ha cambiado totalmente. Sin ir más lejos, la familia de Toyama está ahora “montada en el yen” gracias a los beneficios de la tienda de recuerdos que han montado en su casa.
¿Cómo afecta el gran cambio a los habitantes de Kanematsu? ¿Es realmente buena esta súbita prosperidad? La historia va indagando en estas cuestiones a la par que nos va presentando un retrato de la vida de dos adolescentes, el “cool” Toyama y el alocado Sakurajima, mientras el pueblo entero está excitado porque un canal de televisión vendrá a grabar el llamado “Festival de la erupción”, que unos estudiantes descontentos iniciaron el año anterior y del que ahora se ha apropiado el pueblo entero, lleno de ansias de notoriedad.
Funka-sai, o “festival de la erupción”, por cierto, es un concepto inventado fortuitamente por Toyama jugando con las palabras “bunka-sai” (festival cultural) y “funka” (erupción). Y que los demás se hayan apropiado porque sí de su “invento” es algo que no hace mucha gracia a nuestro protagonista…
Lo mejor
- Un solo tomo hace que la historia sea muy agradable y liviana de leer.
- Me ha gustado el ritmo narrativo y la forma de contar la historia.
- Algunos personajes secundarios realmente curiosos.
- Ese regusto “Taiyō Matsumotero” de manga alternativo y “de autor”.
Lo peor
- Como siempre digo, en Europa se suele juzgar un manga eminentemente por su dibujo y está claro que el dibujo de Bokura no funka-sai no está dentro de lo que aquí se considera “bueno” (independiente de que lo sea realmente o no, ya que a mí personalmente me gusta y me parece perfecto para lo que es la historia y su espíritu). Por lo que, de nuevo, posibilidades de ver este manga publicado en España hay realmente pocas.
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