- Título: グラゼニ –Gurazeni–
- Autor: Yūji Moritaka (guión) y Keiji Adachi (dibujo)
- Editorial: Kōdansha
- Revista: Morning
- Años publicación: 2011-?
- Clasificación: seinen, alternativo, deportivo
- Tomos: 7 (en curso)
A pesar de que los obras ambientadas en el mundo del béisbol no son de las que a priori más me atraen, decidí darle una oportunidad a este manga después de verlo a menudo en las listas de “las mejores obras de 2011” (por ejemplo, está segundo en la lista de la publicación de referencia Kono Manga ga Sugoi! 2012) o incluso como nominado a mejor obra en certámenes como el premio Manga Taishō.
El título, Gurazeni, es una contracción de la frase “guraundo ni zeni ga umatteiru”, es decir, “el dinero está enterrado en la cancha”, y cuenta la historia de un jugador de béisbol en un equipo de la primera división japonesa. Lo que es peculiar en este caso es que el jugador en cuestión, Natsunosuke Bonda, no es el mejor bateador ni el mejor pícher, ni tampoco tiene que batirse con los demás para llegar a ser el número uno. No, Bonda es un jugador del montón, ni muy bueno ni muy malo, y hace de pícher. Ha llegado a profesional, pero justito, y realmente lo único que le distingue es que es zurdo, lo que hace que pueda llegar a ser útil en ciertas circunstancias del juego.
Para Bonda, todo gira alrededor del dinero y todo lo valora según los salarios que cobran sus rivales en comparación con el suyo. Si sabe que se va a enfrentar a uno que cobra menos dinero, entonces psicológicamente se crece y piensa que “en ningún caso voy a dejarme vencer por este”, pero si el bateador es de más categoría se arruga un poco.
Es una historia muy del día a día en el mundo del béisbol profesional, realista en el sentido de que lo pinta como una profesión más. Las motivaciones de Bonda se basan en hacer buen papel para que, en la temporada siguiente puedan llegar a subirle el sueldo, un sueldo que está muy por encima de la media de los asalariados japoneses medios, cierto, pero en una profesión que tiene una “fecha de caducidad” obvia. Entre los 35 y 40 años, uno acaba retirándose del béisbol (cuando no tiene que dejarlo prematuramente por una lesión) y, entonces, ¿qué queda…? Los más afortunados se meten a comentarista televisivo o radiofónico pero, eso sí, por una fracción del sueldo que percibían como beisbolistas.
Por eso Bonda procura ir con prudencia pero con paso seguro, para ahorrar lo máximo posible en preparación para ese momento en el que tenga que retirarse e incorporarse a la sociedad normal. Porque, a riesgo de repetirme, cuando un beisbolista del montón se retira, a los 35 o 40 años… ¿Qué hace?
Lo mejor
- Una premisa interesante y muy original.
- Aprendes bastante sobre cuestiones del béisbol profesional japonés que en ningún otro manga explican.
Lo peor
- El dibujo no es muy llamativo.
- El argumento, aunque está bien, no ha terminado de engancharme, imagino que debido a que el béisbol japonés me importa más bien poco.
¡Me parece muy interesante! ¿Se podría clasificar como slice of life, tal vez? A ver si lo encuentro por algún lado.