- Título: 深夜食堂 –Shin’ya Shokudō– (Comedor de medianoche)
- Autor: Yarō Abe
- Editorial: Shōgakukan
- Revista: Big Comic Original
- Años publicación: 2006-?
- Clasificación: seinen, alternativo
- Tomos: 9 (en curso)
A veces apetece leer obras un poco más light, menos pretenciosas (no sé si es esta la palabra, pero ya me entendéis) que las que solemos leer: llenas de aventuras, misterios, emoción, impacto… A veces apetece disfrutar de algo sencillo pero entretenido, con carácter, que permita pasar un buen rato y simplemente, leer por el placer de leer. Pocas obras japonesas de este tipo han llegado a España. Estoy pensando en Yotsuba!, El dulce hogar de Chi y… No sé, poco más, ¿verdad? Creo que con estos dos ejemplos entendéis mucho mejor por dónde quiero ir.
Shin’ya Shokudō es una de estas obras. No nos narra grandes aventuras, ni tampoco tiene elementos impactantes ni cliff hangers, ni tampoco tiene esos visos pretenciosos y/o elitistas de muchas obras de corte alternativo, pero misteriosamente engancha como pocas y siempre consigue lo que debería ser el objetivo primordial de cualquier obra de cómic comercial: entretener al lector.
La obra nos presenta una tasca, aparentemente sin nombre (bueno, sí, en su cortina pone Meshi-ya, es decir, simplemente “Tasca”), conocida entre los parroquianos como “Shin’ya Shokudō”, es decir “Comedor de la madrugada”, debido a su peculiar horario: de 12 de la noche a 7 de la mañana. La tasca está situada en un barrio más bien sórdido, de esos en los que hay mucha vida nocturna (bares, locales de alterne, locales de prostitución, etc.), presumiblemente en la ciudad de Tokio. Su dueño es un hombre taciturno, que siempre va con un cigarrillo en la boca y tiene una notoria cicatriz en el ojo izquierdo que le da un aspecto de persona, digamos, con la que no te gustaría tener problemas. La carta de la tasca solo incluye “menú de sopa de cerdo” y bebidas alcohólicas como cerveza, sake y shōchū, pero el dueño siempre dice a los nuevos clientes que pidan lo que se les antoje, que si tiene los ingredientes a mano se lo preparará.
Y así se desarrollan las historias autoconclusivas de este manga, que generalmente nos presentan cada vez un relato basado en uno de los pintorescos clientes que acuden a la tasca, entre los que se incluyen prostitutas, dueños de bares de transexuales, mafiosos yakuza, clientes de los distintos locales de la zona y, por supuesto, gente normal y corriente, de a pie, con sus historias del día a día: la gorda que es incapaz de adelgazar por mucho que haga dieta, el boxeador fracasado, el universitario que intenta sacarse su carrera y se enamora de una chica que trabaja en un local de alterne, etcétera. Todo ello amenizado por historias acerca de la comida (no en vano, el japonés es un pueblo extremadamente gourmet), a veces manjares poco frecuentes, pero la mayoría de las veces comidas muy sencillas, hechas con ingredientes normales y corrientes que se pueden encontrar en cualquier supermercado, que reivindican el valor de lo simple, lo casero, y lo de “toda la vida”, platos que tienen un valor sentimental muy superior al de su valor de mercado.
Son historias con muchísimo corazón, entrañables, que atrapan al lector y lo dejan con ganas de más.
Lo mejor
- Historias deliciosas sobre la vida en general, narradas a través del filtro de la comida.
- La típica obra que no es recomendable “devorar”, sino ir dosificando poco a poco, capítulo a capítulo, para saborearla como es debido.
- Existe un dorama o serie de imagen real (muy exitosa) basado en este manga. Yo no lo conozco, pero si os pica la curiosidad siempre podéis intentar ver algún capítulo.
- Yo no soy el único que dice que este manga tiene algo especial. No en vano, en el año 2010 fue galardonado con el Premio Manga Shōgakukan al mejor manga seinen y con el Gran Premio de la Asociación Japonesa de Dibujantes de Manga.
Lo peor
- Puede parecer gafapasta, pero no lo es (tanto). No te dejes engañar.
- El dibujo puede asustar a más de uno. Sin embargo, es perfecto para la temática del manga.
De los que me gustan, y que tanto cuestan de encontrar. ¿Será por eso? xD
Vale, ya he leído unos cuantos capítulos, y una vez más, me alegro de seguir tus recomendaciones. Me encantan este tipo de historias “sin nada en especial”, pero que con muy poco son capaces de transmitir muchas cosas.
Me encanta también el tipo de dibujo, y como bien dices, es perfecto para mostrar esa variedad de personajes que vienen y van por la tasca.
Es un manga “muy japonés”, porque el tema gastronómico, tal y como se representa, creo que es algo que no se entiende si no conoces esa afición y veneración que tienen los japoneses por la comida. Creo que buscaré el dorama.