Como traca final de mi homenaje particular a este gran autor y amigo que fue Yoshito Usui, aquí va la entrevista (más bien, una distendida conversación) que le hice el año 2008 y que se publicó por entregas en los tomos 1 a 4 de la nueva edición de Shin Chan de Planeta deAgostini. Y hasta aquí llega esta intenso homenaje, espero que os haya gustado. Por mi parte, ahora me tomaré unos días de descanso y la semana que viene retomo el blog con su curso habitual.
Conversación con Yoshito Usui
por Marc Bernabé (equipo de traducción de Shin-chan)
Hace unos años tuve la suerte de conocer a Yoshito Usui, el creador de Shin-chan, y su esposa Hisako, en Tokio. Con el tiempo, mi compañera Verònica Calafell y yo hemos acabado haciendo muy buenas migas con el matrimonio Usui y nos hemos visto repetidas veces. Después de reiteradas invitaciones a visitar España para que pudieran ver de primera mano el fenómeno que su niño cabezón e impertinente ha despertado en nuestro país, finalmente aceptaron, pero con dos condiciones: querían venir en un viaje estrictamente privado y, por encima de todo, querían probar la comida casera de mi abuela (!), de la que tanto les había hablado en Tokio.
Usui acaba de cumplir los 50 años y, aunque siempre se vaya quejando de su “avanzada” edad, es un hombre muy dinámico que va a nadar todos los días para mantenerse en forma. Es modesto y no quiere que su foto salga publicada en ningún medio porque, según él, si se conociera su cara, bajaría la popularidad de su serie fetiche.
Aprovechando la coincidencia de su visita a Barcelona con la decisión por parte de esta editorial de publicar una nueva edición del manga de Shin-chan, mantuvimos la conversación que transcribimos a continuación:
Marc Bernabé: Buenos días, señor Usui, y gracias por atendernos hoy. ¿Qué le parece empezar explicándonos su trayectoria?
Yoshito Usui: Bueno, si quieres te cuento un poco mi vida. Verás, nací en el año 1958 en Shizuoka, aunque actualmente vivo en la ciudad de Kasukabe, en la prefectura de Saitama, a una hora y pico de Tokio. No fui a la universidad; en vez de eso, decidí estudiar en una escuela de diseño, a la par que trabajaba a tiempo parcial. No acabé el curso de diseño, pero eso no me impidió entrar a trabajar en una empresa de publicidad, donde me dedicaba a hacer ilustraciones para anuncios y este tipo de cosas.
Pero a mí lo que me gustaba era el manga y, aunque dibujo fatal, quise hacer mis pinitos, así que en 1987 envié una historia a la editorial Futabasha. Resultó que les gustó e incluso recibió un pequeño premio. Eso me permitió debutar con un manga llamado Daraku-ya Store Monogatari (Historia de la tienda de los corruptos). Con el tiempo, pude ir dibujando varios manga que me encargaban para las revistas que publica la editorial, sobre todo la Manga Action. Se trataba principalmente de pequeños gags de cuatro viñetas, de esos que tanto gustan en Japón. Luego, en 1990, empecé con Shin-chan, serie con la que sigo actualmente. Aparte de Shin-chan, otra serie representativa mía sería Super Shufu Tsukimi-chan (Tsukimi, la superama de casa).
MB: ¿Y cómo se le ocurrió la idea de Shin-chan? Sabemos que usted tiene dos hijas. ¿Se ha inspirado en ellas?
YU: Sí, sí, sobre todo en mi hija pequeña, que cuando tenía cinco años hacía cosas que nunca hubieras esperado que hiciera. Me encantaba observarla y ver con qué trastada me sorprendería cada vez. En general, mi inspiración proviene de mis propias experiencias como niño, de observar a mis hijas y a los demás niños y personas de la calle.
MB: Supongo que ni usted ni sus hijas iban por ahí enseñando el culo (risas).
YU: ¡No, no, claro que no! (risas) Esto es una cosa que me saqué yo de la manga para darle más carácter a mi personaje. La verdad es que, aunque no lo parezca, el humor que a mí me hace gracia es bastante soez; un tipo de humor que, al menos en Japón, no queda muy bien. Quiero decir, que si cada vez que se me ocurre una de mis paridas más bien “guarrillas” la soltara en público, mi mujer ya haría años que me habría pedido el divorcio por la vergüenza ajena que le haría pasar (risas). Así, el manga de Shin-chan es una especie de válvula de escape a través de la cual puedo aliviar mis imperiosas ganas de decir chistes guarros.
MB: Es cierto, este tipo de humor gusta también mucho en España.
YU: Y en Japón también, lo que pasa es que queda mal reconocerlo. Sé de buena tinta que Shin-chan tiene muchísimos “lectores escondidos”. Es decir, gente que disfruta mucho leyendo la serie y se ríe con mis bromas estúpidas, pero que nunca lo reconocería en público. Queda muy bien decir “me encantan los manga de Naoki Urasawa” (del que, por cierto, soy gran fan), pero si dices que te encanta leer Shin-chan entonces la gente te mira raro.
MB: Creo que entiendo lo que quiere decir (risas). En este sentido, España es un país más abierto. Es cierto que probablemente hay muchos fans de Shin-chan que nunca confesarían serlo en público, pero aquí la gente no se corta tanto y al que le gusta Shin-chan, normalmente lo dice sin problemas. Ya que estamos, ¿cuál cree que es el secreto del éxito de su serie?
YU: Vaya, es una pregunta complicada… Yo creo que la propia naturaleza de Shinnosuke y su familia es lo que ha conseguido que Shin-chan no sea flor de un día. Los Nohara son una familia totalmente normal, llena de defectos, es cierto, pero también les une un vínculo fortísimo que hace que siempre estén unidos ante cualquier adversidad. Es una familia totalmente normal que se pelea y se discute, pero que también lo pasa muy bien y se quiere con locura. En este sentido, mi familia es muy parecida a los Nohara: somos todos bastante simplones e ingenuos, pero cuando nos reímos, nos reímos de verdad; y cuando nos peleamos, nos peleamos de verdad. Y, por encima de todo, nos queremos mucho.
MB: Vaya, tiene que ser maravilloso tener una familia como esta. Felicidades.
YU: Gracias. Estoy muy contento de tener la familia que tengo, y por lo que te conozco, estoy seguro de que tú tendrás una similar. Ahora mis dos hijas, por cierto, están trabajando como ayudantes mías. Entre los tres vamos dibujando el manga y la verdad es que las dos trabajan muy bien.
MB: ¡Qué suerte! Aparte del anime, existen multitud de productos derivados de su personaje, películas, videojuegos, etc. ¿Colabora en su creación?
YU: Al principio sí colaboraba: solían pedirme la opinión para casi todo. De hecho, las tres primeras películas de cine están basadas en historias originales mías. Sin embargo, en un momento dado me di cuenta de que se conseguían mejores resultados en todos los aspectos si yo no estaba involucrado, así que decidí dejarlo todo en manos de los respectivos equipos que se habían formado.
MB: Venga, hombre, ya será menos… Eso es mucha modestia por su parte.
YU: ¡Pero es que es verdad! Mis historias son bastante sosas comparadas con las que se sacan de la manga otros creadores jóvenes. He tenido la suerte de que con las versiones animadas de Shin-chan, tanto de televisión como de cine, han trabajado y trabajan estupendos directores y creadores jóvenes y llenos de energía. Así que creo que lo mejor es dejar a los personajes en sus manos para que vayan renovándolos y dándoles su propio toque personal. Yo, por mi parte, me dedico exclusivamente a la versión manga.
MB: En ese caso, ¿cabría por ejemplo la posibilidad de que algún prometedor creador español, ya sea director de cine, creador de videojuegos o lo que sea, trabajara en el futuro en productos relacionados con Shin-chan?
YU: Claro, claro, por supuesto. Por mi parte, sería un placer.
MB: ¿Le ha sorprendido el éxito que Shin-chan ha tenido y sigue teniendo en España?
YU: Por supuesto, ha sido una enorme sorpresa. España es un país que está muy lejos de Japón, por lo que nunca habría imaginado que una obra mía sería tan bien recibida en un lugar tan lejano y diferente. Piensa que el modo de vida de los españoles y los japoneses también es bastante distinto, por lo que aún me alegra más que gente a priori tan alejada del estándar japonés lea mi cómic y vea la serie de animación basada en mis personajes. Es una gran sorpresa.
MB: Por cierto, el otro día estábamos paseando por mi vecindario y nos cruzamos a un abuelito, ¿recuerda? Aquel abuelito, vecino y conocido mío, me saludó y me preguntó qué tal estaba. Yo le respondí que muy bien y luego les presenté a usted y a su esposa diciéndole que “este señor es el creador de Shin-chan y ella es su mujer”. ¿Recuerda lo que le dijo el abuelo?
YU: ¡Sí, sí! (risas) ¡Me preguntó que si yo no iba por ahí enseñando el culo, como Shinnosuke!
MB: Exacto. Supongo que con esta anécdota le ha quedado claro que, en España, Shinnosuke se ha convertido en un personaje entrañable y conocido por absolutamente todos, jóvenes y viejos. ¿A qué cree que es debido?
YU: Bueno, ¡de hecho ya me gustaría a mí saberlo! (risas) Yo imagino que es gracias a la tarea de todos los que trabajáis en este proyecto aquí en España. Por ejemplo, sin las estupendas traducciones que Verònica y tú realizáis, mi serie no habría tenido ni la mitad de éxito. Yo coloco en el manga muchísimas bromas y juegos de palabras que tienen sentido solo en japonés, pero vosotros las adaptáis y creáis juegos de palabras distintos que funcionan tan bien o mejor que los del original. Si la gente no se riera con las barrabasadas de Shinnosuke, lógicamente la serie no tendría ningún éxito. Así que considero que vuestro trabajo de traducción tiene que ser una de las claves.
MB: Como diría Shin-chan, sonrojándose, “No es para tantooo” (risas). El mérito es de un equipo muy profesional y muy grande: los estupendos actores de doblaje, el licenciatario de la serie, que ha sabido venderla y colocarla muy bien, las cadenas de TV que han confiado en Shin-chan y la han mimado, la editorial Planeta deAgostini, que publica el manga y procura que todo el mundo lo pueda comprar y disfrutar…
YU: Claro que sí, no te falta razón. Es un trabajo de equipo en el que, si fallara una sola pieza, los resultados no serían los mismos.
MB: A mí lo que no deja de sorprenderme es que en otros países muy cercanos tanto física como culturalmente a España, como Francia o Italia, la serie ha pasado sin pena ni gloria. Los Pirineos están a poco más de cien kilómetros de aquí, Barcelona, y justo al otro lado está Francia… Aquí, la serie ha tenido un éxito espectacular y en cambio al otro lado de los Pirineos no ha acabado de arrancar. De hecho, el único país occidental en el que Shin-chan ha obtenido un éxito sonado es España… En fin, cambiando de tema, ahora mismo se encuentra en nuestro país en un viaje privado. ¿Qué le ha parecido lo que ha visto hasta el momento?
YU: Bueno, antes de venir a España tenía la típica imagen de ella que tenemos todos los japoneses: los toros, el calor, el cielo azul… En definitiva, y usando el apodo que le damos en Japón, “el país de la pasión”. Así que pensaba que vería a mucha gente extremadamente pasional, llena de energía y vitalidad. Y realmente ha sido así: he tenido la gran suerte de poder conocer a vuestras familias y todos ellos me han parecido adorables, muy amables y alegres. Y, por encima de todo, he visto que no solo están llenos de energía, sino también de buenas intenciones. Esto es lo que más recordaré, sin duda. Ayer, por ejemplo, estábamos paseando mi mujer y yo y acabamos perdiéndonos. Le preguntamos el camino a un chico que vimos por la calle y, aunque ni él sabía japonés ni nosotros español, hizo un gran esfuerzo por entendernos e indicarnos con muchísima amabilidad por dónde ir. Por el momento, aquí todavía no he conocido a nadie que me haya causado mala impresión, la verdad.
MB: Vaya, me alegro muchísimo de oír esto. A propósito, Shinnosuke ha visitado Barcelona en el anime, pero no en el manga. ¿Hará que los Nohara visiten nuestro país en el manga?
YU: ¿Pues sabes una cosa? No había caído en eso, pero es verdad. De acuerdo, lo haré. Este mismo año me comprometo a hacer una historia sobre Shinnosuke en España.
MB: Vaya, pues ya tengo ganas de leerla.
YU: No te quepa duda de que voy a sacaros a todos, que conste. No tengo ni idea de cómo enfocaré la historia, pero supongo que las familias tendrán un papel protagonista.
MB: Vaya, ¡qué vergüenza! ¡A ver con qué travesuras nos “atacará” Shin-chan! Por cierto, ¿tiene alguna anécdota curiosa que contarnos?
YU: ¿Alguna anécdota curiosa? Bueno, pues por decir algo que me haya ocurrido recientemente, ¿recuerdas el otro día, cuando estuvimos jugando un rato al ping-pong en casa de tu abuela? Pues nunca en la vida me habría imaginado que algún día jugaría a ping-pong con una familia española, y es algo que recordaré con mucho cariño. Igual que ayer, cuando vinimos escuchando canciones de Hikaru Utada en el coche, una cantante japonesa que me gusta muchísimo. Fue muy curioso estar viendo un paisaje tan distinto al japonés a la vez que escuchaba la voz de una cantante que oigo en casa a menudo.
MB: Ciertamente, produce una sensación extraña, sí… En lo referente a anécdotas, por cierto, también está lo de que la ciudad de Kasukabe les concedió a Shin-chan y su familia la ciudadanía honorífica.
YU: Cierto, esto tampoco me lo esperaba.
MB: Y es que es algo que no es muy común, al menos para personajes de manga y anime. Creo recordar que el primero en recibir tal honor fue Astroboy y poco después llegó el turno de los Nohara.
YU: Bueno, puede ser, pero me parece que es algo que últimamente está bastante de moda en Japón, tampoco tiene tanto mérito. Se les da la ciudadanía a varios personajes de ficción que han tenido mucha influencia en la sociedad, no sé. Esto demuestra, imagino, que el manga es una poderosa herramienta que proporciona sueños a la gente. Pero sí, la verdad es que el hecho de que los Nohara sean ahora ciudadanos de Kasukabe en la vida real, igual que yo mismo, fue algo que nunca habría imaginado y es una anécdota curiosa que contar.
MB: Hace unos meses estuve hablando con su editor en Japón, el señor Masuo, que me contó que su sueño era superar con Shin-chan la gesta de Jarinko Chie, el manga con más tomos que ha publicado jamás la editorial Futabasha, con un total de 67 volúmenes. ¿Qué tiene usted que decir a esto? ¿Se ve capaz de superarlo?
YU: Hombre, lo siento por el pobre Masuo, pero la verdad es que no. De hecho, últimamente he disminuido considerablemente el ritmo de trabajo y solo produzco material como para publicar un solo tomo al año. Haciendo cuentas, y pensando que ahora mismo todavía no he llegado al tomo 50 y que Jarinko Chie se terminó en el 67, pues tardaría… ¡Casi veinte años más! Y me temo que mi cuerpo se acabará rindiendo antes, la verdad.
MB: Bueno, tal vez la solución sería dejar la serie en manos de sus ayudantes, que como nos ha dicho antes son sus propias hijas…
YU: Sí, sí, no estaría mal. Podrían heredar la serie, es verdad, y así yo podría dedicarme a hacer el vago sin parar (risas).
MB: Cambiando un poco de tema, ¿es Usuto Yoshii, el mangaka que sale en la serie, una representación de su propia persona o se inspiró de alguna manera en su figura para crearlo?
YU: Ya sabes que Usuto Yoshii es un tipo bastante despreciable, ¿no? Pues está inspirado en mí, efectivamente, pero solamente en lo que respecta a mis defectos y la faceta más ruin de mi carácter. Es un poco como si fuera “el Usui malvado”, el lado oscuro de mi persona.
MB: Lo entiendo muy bien. Aunque… Disculpe la pregunta, pero supongo que no se dedica a fotografiar sus excrementos después de haber ido al váter como hace Yoshii, ¿verdad…? (risas)
YU: (risas) No, no, fotos no saco, pero sí procuro observarlos, ¿sabes? Los miro y pienso “vaya, hoy me ha salido muy saludable”, o “buf, últimamente tengo el cuerpo revuelto”. ¿Tú no haces lo mismo?
MB: (risas) No, no, ni se me había ocurrido.
YU: Pues es muy importante observar la propia caca, hombre. Es un buen método para comprobar cómo andas de salud.
MB: Ya, bueno… (risas) Dejemos este tema, que esto empieza a oler mal… (risas) Por cierto, en un par de las películas de animación sale otro personaje, que tiene su propio nombre (Yoshito Usui) y que no parece mala persona. De hecho, aparece en unos cameos cantando en el karaoke y todo, y de hecho se lleva bastantes palos, el pobre…
YU: Ah, ese personaje es distinto a Usuto Yoshii, hombre, porque soy yo mismo. Este otro pobre diablo sale vestido de forma rarísima, le pegan bastante… De hecho, no sé si sabías que fui yo mismo quien le puso la voz.
MB: ¿De verdad? ¿Incluso cuando canta en el karaoke es usted mismo cantando?
YU: Sí, sí, incluso en el karaoke. Bien pensado, aquí tienes otra de esas anécdotas curiosas sobre las que me preguntabas antes. ¡He hecho mis pinitos en el mundo del doblaje y todo! (risas)
MB: ¡Qué suerte! (risas) Por cierto, usted no es muy dado a conceder entrevistas, por lo cual esta charla es un privilegio absoluto, ¿pero cuál es la pregunta que le gustaría que le hicieran y que nunca le han hecho?
YU: Vaya, pues no suelen preguntarme qué tipo de mujeres me gustan, ni tampoco cuáles son mis aficiones, ni qué películas me han gustado últimamente, porque piensa que a mí me gusta bastante el cine. Y son preguntas que me gustaría que me hicieran.
MB: Bueno, pues vamos allá: ¿empezamos por las películas?
YU: Sí, perfecto. Mira, de cine americano últimamente he disfrutado bastante de las películas de Resident Evil y de la saga de Bourne. Me gusta bastante este tipo de cine. También tengo muchas ganas de ver la nueva de Indiana Jones.
MB: ¿Y qué hay de lo de las mujeres?
YU: Ay, las mujeres… Pues mira, de japonesas me gustan tipo Aya Hoshino, que es una modelo muy guapa y muy famosa. Es tan mona y simpática… De occidentales, pues creo que me quedo con Angelina Jolie.
MB: Vaya, vaya, no tiene mal gusto (risas). Finalmente, ¿cuáles son sus aficiones?
YU: Pues recientemente me ha dado por ir a balnearios, que en Japón hay muchos y muy variados. Solemos ir mi mujer y yo a un balneario distinto de los que quedan relativamente cerca una vez al mes, para pasar allí una noche y relajarnos. Vamos a Nikkō, a Shimoda… A veces vamos un poco más lejos. Nos sirve para desconectar un poco.
MB: Para terminar, con ocasión de esta nueva edición del manga en España, ¿tiene algún mensaje para los lectores?
YU: Pues a los nuevos lectores del manga les diría que muchas gracias por leer mis historias y que, si alguna vez les ocurre algo desagradable y mi manga les ayuda a animarse, me harán muy feliz.
MB: Me parece una manera fantástica de dar por terminada la charla. Muchísimas gracias por dedicar este tiempo a los lectores de esta nueva edición del manga, ha sido un placer.
YU: Al contrario, muchísimas gracias a todos los lectores y televidentes por el apoyo que le están dando a mi personaje.
(Entrevista realizada el 24 de mayo de 2008 en Barcelona)
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