- Título: キューティーハニー (Cutie Honey)
- Autor: Gô Nagai
- Editorial: Akita Shoten
- Revista: Shônen Champion
- Años publicación: 1973-74
- Clasificación: shônen
- Tomos: 2
Gô Nagai es un autor de esos típicos que o bien lo odias o bien lo amas, sin término medio. Es curioso porque, durante su carrera, se ha dedicado a realizar cuatro tipos de obra muy distintos entre sí, y en todos estos cuatro géneros ha conseguido el éxito rotundo. En Occidente, Nagai es famoso por ser el autor de Mazinger Z y, efectivamente, el género de robots gigantes es uno de los cuatro en los que se ha especializado, siendo la propia Mazinger y UFO Robo Grendizer sus obras cumbre en esta área. El terror y violencia extremas es la segunda de sus especialidades, con ejemplos como Devilman o Violence Jack. Su tercera especialidad sería el humor cafre y escatológico, con referencias sexuales a mansalva: en este ámbito, destacan por ejemplo Abashiri Ikka (La familia Abashiri) y Harenchi Gakuen (La escuela indecente). Finalmente, su cuarto género favorito es el erótico-festivo, con escándalos como Kekkô Kamen (en el que la protagonista reparte hostias “vestida” solamente con botas, una bufanda, guantes y una máscara -sí, habéis leído bien, para no llevar no lleva ni bragas ^_^-).
La obra que comento en esta ocasión, Cutie Honey, es un poco atípica porque está un poco en medio de tres de los cuatro géneros maestros de Gô Nagai. Solamente le faltan los robots gigantes; en Cutie Honey caben dosis de humor, erotismo y terror (bueno, más bien de monstruitos y bichos raros). Más o menos, la historia va de que un tal doctor Kisaragi crea un androide en forma de chica a la que llama Honey. Este androide contiene un aparato revolucionario llamado “dispositivo de fijación de elementos del aire”, que básicamente sirve para tomar elementos presentes en el aire y combinarlos del modo que uno desee. Sin embargo, Honey Kisaragi no tiene ni idea de que es un androide, y su padre prefiere que sea así. Por eso, la manda a una escuela-residencia sólo para chicas (más bien bolleras y más quemadas que el cenicero de un bingo, si se me permite el añadido) situada en unas montañas remotas, lejos del bullicio de la ciudad. Luego descubrimos que hace esto porque una malvada organización súper cutre de gente disfrazada de panteras y jefecillos con aspecto ridiculísimo, llamada Panther Claw (Garra de pantera), anhela conseguir el cacharro de marras para sus propios fines (conseguir riquezas para conquistar el mundo y bla-bla-bla). Total, que en las primeras páginas del manga, los Panther Claw atacan el laboratorio del doctor Kisaragi. Honey, pese a escuchar su llamada de auxilio, llega tarde al rescate, encontrando moribundo a su padre, que expira en sus brazos. Poco después, debido a una grabación holográfica que dejó su padre para que fuera reproducida en caso de que muriera, la pava a más no poder Honey se entera de que es un androide y de que, si se toca el corazón que lleva en su collar y, a la vez, grita “Honey Flash!”, podrá activar el mecanismo y transformar su cuerpo en lo que ella desee, pudiendo usar las habilidades inherentes al traje o aspecto que tome.
Transformaciones en el anime
A partir de este momento, Honey se dedicará a esquivar las embestidas de los Panther Claw, metiéndose en toda clase de peleas rebosantes de acción, y transformándose, con el grito de “Honey Flash”, en motorista, luchadora, chica mona, reportera, azafata, etc. Por supuesto, siendo Gô Nagai el autor, hay numerosas escenas de “fan service”, en las que lo único que no le vemos a Honey (y a otras chicas buenorras que salen) es la entrepierna. Pero aparte de la entrepierna, el autor no se cansa de mostrar cacho, lo que tampoco resulta tan sorprendente si conoces mínimamente la obra de Nagai.
Al igual que ocurrió con Mazinger Z y Devilman, Cutie Honey fue una serie pensada para la televisión por Gô Nagai, en asociación con Tôei Animation. Así, el manga, dibujado por el propio Nagai, se serializó en la revista Shônen Champion durante la emisión de los 25 episodios de la serie animada. Su duración es solamente de dos tomos, y el segundo termina bastante abruptamente (supongo que la atención de Nagai se desviaría hacia otro de sus muchos proyectos de la época), sin embargo, como es habitual en las obras de este autor, existen varios refritos, como por ejemplo el de su “esclavo imitador” favorito Ken Ishikawa (con el mismo título y también serializado entre 1973 y 1974), y varias otras series realizadas por varios autores en los años 90. También destaca Cutie Honey Tennyo Densetsu, obra realizada por el Nagai entre 2001-03 que ya casi-casi raya en el porno, por lo absolutamente escandalosa que llega a ser. Es el no-va-más, realmente.
La serie de anime fue un éxito alucinante en su momento y, a pesar de que está muy edulcorada respecto de la versión manga que aquí comento, dio bastante de que hablar en su momento, por las numerosas escenas en las que Honey aparece en pelota picada. La canción de opening es todo un clásico de los karaokes, siendo pegajosa y cursi como pocas. De hecho, la de Cutie Honey es una de las canciones de anime más conocidas y famosas de todos los tiempos. Por experiencia os digo que cantar Cutie Honey y Gatchaman en un karaoke con los amigotes puede animar la fiesta que da gusto ^_^. También destaca la versión cinematográfica en imagen real, de 2004, dirigida por Hideaki Anno (el director de Evangelion), que tiene bastante guasa pero que, sorprendentemente, se deja ver y es bastante entretenida. Ésta es una serie legendaria en Japón, con montones de secuelas en varios medios (manga, anime, imagen real, videojuegos…) y su canción ha sido versionada infinidad de veces.
Al igual que ocurrió con Mazinger Z y Devilman, Cutie Honey fue una serie pensada para la televisión por Gô Nagai, en asociación con Tôei Animation. Así, el manga, dibujado por el propio Nagai, se serializó en la revista Shônen Champion durante la emisión de los 25 episodios de la serie animada. Su duración es solamente de dos tomos, y el segundo termina bastante abruptamente (supongo que la atención de Nagai se desviaría hacia otro de sus muchos proyectos de la época), sin embargo, como es habitual en las obras de este autor, existen varios refritos, como por ejemplo el de su “esclavo imitador” favorito Ken Ishikawa (con el mismo título y también serializado entre 1973 y 1974), y varias otras series realizadas por varios autores en los años 90. También destaca Cutie Honey Tennyo Densetsu, obra realizada por el Nagai entre 2001-03 que ya casi-casi raya en el porno, por lo absolutamente escandalosa que llega a ser. Es el no-va-más, realmente.
La serie de anime fue un éxito alucinante en su momento y, a pesar de que está muy edulcorada respecto de la versión manga que aquí comento, dio bastante de que hablar en su momento, por las numerosas escenas en las que Honey aparece en pelota picada. La canción de opening es todo un clásico de los karaokes, siendo pegajosa y cursi como pocas. De hecho, la de Cutie Honey es una de las canciones de anime más conocidas y famosas de todos los tiempos. Por experiencia os digo que cantar Cutie Honey y Gatchaman en un karaoke con los amigotes puede animar la fiesta que da gusto ^_^. También destaca la versión cinematográfica en imagen real, de 2004, dirigida por Hideaki Anno (el director de Evangelion), que tiene bastante guasa pero que, sorprendentemente, se deja ver y es bastante entretenida. Ésta es una serie legendaria en Japón, con montones de secuelas en varios medios (manga, anime, imagen real, videojuegos…) y su canción ha sido versionada infinidad de veces.
Opening y ending del anime clásico
Pasando a las valoraciones del manga en sí… A ver, es simpático y resulta hasta encantador por su estilo extremadamente kitsch y su argumento totalmente desfasado y pillado por los pelos, así como la cursilería intencionada de Honey (del estilo “iya yo, mitsumecha iya...” -nooo, ¡no me mireees así!- con vocecita de pava integral). Pero el estilo de dibujo de Gô Nagai… Buf, ¡a mí me resulta muy cargante, y a veces, sinceramente dibuja fatal, el tío! Y creo que no soy el único que piensa así. Este mangaka tuvo mucha suerte en acertar tantas veces con tantas obras distintas, es un verdadero visionario en lo que respecta a la cultura popular de los años 70 (lo que le merece mi más absoluto respeto) y eso le ha permitido seguir trabajando en este sentido incluso bien entrado el siglo XXI. Su estilo de dibujo setentero podría perdonarse en ese momento, puesto que es lo que se llevaba en la época, ¡pero es que actualmente sigue dibujando exactamente igual! ¡No ha evolucionado ni un ápice! Pero bueno, supongo que se le puede perdonar y,cuando ya has leído varias de sus obras, acaba resultando incluso simpático.
Una última curiosidad: fijaos en la portada del tomo 1 que he puesto al principio del post. ¿No veis algo raro? Efectivamente, pone “Chônen Champion Comics” cuando debería poner “Shônen Champion Comics”. Ésta es una errata bastante legendaria que sólo aparece en las primeras ediciones del manga (la mía es de 1976), ya que lógicamente fue corregida con posterioridad, y demuestra que los japoneses solamente leen las letras japonesas, siendo las letras romanas muchas veces un mero adorno para ellos, un recurso de diseño más. Ahora, las ediciones con la errata están bastante buscadas entre el público coleccionista, cómo no.
Una última curiosidad: fijaos en la portada del tomo 1 que he puesto al principio del post. ¿No veis algo raro? Efectivamente, pone “Chônen Champion Comics” cuando debería poner “Shônen Champion Comics”. Ésta es una errata bastante legendaria que sólo aparece en las primeras ediciones del manga (la mía es de 1976), ya que lógicamente fue corregida con posterioridad, y demuestra que los japoneses solamente leen las letras japonesas, siendo las letras romanas muchas veces un mero adorno para ellos, un recurso de diseño más. Ahora, las ediciones con la errata están bastante buscadas entre el público coleccionista, cómo no.
Pues a mí, no sé por qué, me gustó mucho el dibujo.
“Jai payo, dame una chonen, o argo” En fin, japos, ¿recuerdas el incidente Bradherley/Bloodharley? únicos los tios.
A me, personalmente, Go Nagai, es un autor que me encanta, por el tratamiento y composición estética de las obras (aunque como ben has dicho no por un dibujo excesivamente detallado/realista en lo que a humanos/mechas se refiere) y por la forma de narrar.
Una verdadera lástima lo de RBA y sus obras que quedaron en el limbo…
Es uno de los manga que menos me llama la atención de todos los que has puesto, pero qué se le va a hacer, no puede gustar todo.
Por cierto, dices que es shonen y le has puesto etiqueta de shojo. Supongo que te has equivocado en la etiqueta.
Interesante obra, ya que no conocía esta faceta de Gô Nagai. Siempre se aprende mucho leyendo tu blog. Gracias por el esfuerzo y la dedicación.
siempre he querido leer go nagai…
eso me hace pensar, que pasó al final con la supuesta edicion por fasciculos de mazinger? no la he visto por ninguna parte XD
De siempre le he tenido un cariño especial a Cutey/Cutie Honey n_n
Me acuerdo que de las primeras canciones que escuché en japonés, una era el opening de la serie y al no entender nada, creía escuchar un “Mario Cobos” al principio xDDDD
Ey, que no todas las Honey han sido pavas, ahí está la de Shin Cutey Honey, que se gastaba una mala leche que no veas…ni Terminator…
Que Marc haya puesto shôjo tampoco es una errata al 100%, para la primera serie sí, pero existen versiones shôjo, como el conocido anime Cutey Honey Flash, una de las versiones de más éxito.
El ending del anime original es una de las canciones más bonitas de cuantas he visto en un anime, ya apenas se hacen series con tanto mimo.
Me gustaría poder leer en mi idioma algo de Cutey Honey antes de espicharla, que lo mismo es posible y todo
Muy buenas. Yo, por suerte o por desgracia, he tenido que tragarme como 20 tomos de obras de Gô Nagai y la verdad, el tío cansa un poquillo. También es verdad que la mayoría de esos tomos estaban hechos por el “negro” oficial de Nagai, Ken Ishikawa, y si Nagai ya es limitadillo en lo referente a dibujo, Ishikawa es bastante peor. Y los guiones… ¡Buf! ^_^ Aunque, como he dicho, su gracia kitsch sí que tienen, y acabas cogiéndoles cariño y todo.
La colección de RBA no sé cómo ha acabado ni qué harán. Hicieron ese market test hará cosa de seis meses o así y sigue la colección en el limbo. No puedo descartar que se acabe haciendo, eso sólo lo saben los de márketing, y según me han contado esta gente son un poco para darles de comer aparte.
Julio, te mandé un mail hace tiempo sobre lo de Bradherley, no te llegó?
También comentar que ha empezado hace poco a emitires un dorama de Cutie Honey que…. bueno, algo entretiene, aunque a mí me da repelús la prota en versión pelirosa.