- Título: 漂流教室 -Hyôryû Kyôshitsu- (Aula a la deriva)
- Autor: Kazuo Umezu
- Editorial: Shôgakukan
- Revista: Shônen Sunday
- Clasificación: Shônen
- Tomos: 3 (colección Umezz Perfection!)
Como buen aficionado al manga clásico, ya hacía un tiempo que quería leer alguna obra de Kazuo Umezu, uno de los grandes del manga setentero y ochentero. Se ve que Umezu “himself” es todo un personaje, pero de eso posiblemente ya hablaré en otra ocasión Es uno de esos pocos autores cuyo nombre aparece siempre en las listas de mangakas más influyentes de la historia del manga -sin ir más lejos, el grandioso Junji Itô es su heredero más directo-, pero por alguna razón, hasta hace relativamente poco no había leído. Hace un par de años, vi en una librería una nueva edición de su historia Hebi Shôjo (La chica serpiente) y no dudé en adquirirla. Luego resultó que esa edición de Hebi Shôjo no era más que el primer libro en la colección Umezz Perfection! de la editorial Shôgakukan.
En mi viaje más reciente a Japón, el mes pasado, descubrí en una librería un tomo muy grueso y preciosamente editado: era el primer tomo de Hyôryû Kyôshitsu, una de las obras más representativas de Kazuo Umezu y la octava en ser editada en esta colección (aquí están todas las portadas, una pasada todas ellas). Un tomo precioso, de más de 750 páginas, con una calidad de reproducción impresionante, un papel excelente (que, curiosamente, en algunos pliegues es de color beige claro y menos satinado que el normal, desconozco el porqué pero el efecto es genial) y otros detalles que hay que verlos para creerlos. Esta obra se edita completa en 3 de estos tomos y el último acaba de salir en Japón el pasado día 26 de diciembre.
Estamos ante una historia muy cruda, que comienza con un niño que tiene una pelea bastante heavy con su madre y le jura que “no volverá nunca más a casa”, a lo que ella replica que “perfecto, porque yo no quiero volver a verte nunca más”. Más tarde, el niño va al colegio y, al poco, ocurre un terrible terremoto. Cuando se quieren dar cuenta, el colegio entero se encuentra situado en medio de la nada, un terreno yermo e inhóspito. Por la otra parte, en la ciudad, en el sitio donde estaba el colegio no queda más que un enorme agujero.
En mi viaje más reciente a Japón, el mes pasado, descubrí en una librería un tomo muy grueso y preciosamente editado: era el primer tomo de Hyôryû Kyôshitsu, una de las obras más representativas de Kazuo Umezu y la octava en ser editada en esta colección (aquí están todas las portadas, una pasada todas ellas). Un tomo precioso, de más de 750 páginas, con una calidad de reproducción impresionante, un papel excelente (que, curiosamente, en algunos pliegues es de color beige claro y menos satinado que el normal, desconozco el porqué pero el efecto es genial) y otros detalles que hay que verlos para creerlos. Esta obra se edita completa en 3 de estos tomos y el último acaba de salir en Japón el pasado día 26 de diciembre.
Estamos ante una historia muy cruda, que comienza con un niño que tiene una pelea bastante heavy con su madre y le jura que “no volverá nunca más a casa”, a lo que ella replica que “perfecto, porque yo no quiero volver a verte nunca más”. Más tarde, el niño va al colegio y, al poco, ocurre un terrible terremoto. Cuando se quieren dar cuenta, el colegio entero se encuentra situado en medio de la nada, un terreno yermo e inhóspito. Por la otra parte, en la ciudad, en el sitio donde estaba el colegio no queda más que un enorme agujero.
Pese a que el título es Hyôryû Kyôshitsu (Aula a la deriva), la verdad es que es un poco engañoso, ya que no es un aula, sino un colegio entero; ni tampoco va a la deriva, sino que simplemente se traslada a otro lugar. La verdad es que es un poco raro, ¿no? Pero bueno, así es como empieza una historia colosal. Por un lado, el drama del niño y su madre, carcomidos por el arrepentimiento por las fuertes palabras que se dijeron antes de separarse. Por el otro, la situación de un colegio de primaria entero en medio de un lugar inhóspito; el no saber qué hacer, la incertidumbre, el pánico, la locura enfermiza en la que acaban cayendo los maestros; el descontrol y los llantos de los niños más pequeños, etc.
Umezu tiene una forma de narrar increíblemente veloz y cruda, directa. No duda en mostrarnos el lado más perverso del ser humano, lo que contrasta terriblemente con su estilo de dibujo “à la Tezuka”. Tiene escenas verdaderamente fuertes y no se corta ni un pelo en “diezmar” las filas de los cientos de alumnos que componen el colegio. Yo he leído los dos primeros tomos y me falta el tercero, así que no sé cómo acabará la historia, pero os aseguro que estoy ansioso de saber cómo soluciona Umezu el embolado en el que mete a sus pobres personajes.
Para mí, leer esta historia ha sido un soplo de aire fresco. Estamos en una época en la que las obras de ficción deben tener un componente “realista” y “verídico” que, a veces, hace que nos compliquemos mucho la vida. En Hyôryû Kyôshitsu, Umezu no se para a contarnos por qué el colegio de marras desaparece de golpe, simplemente es algo que ocurre y ya está. Es un estilo directo y “poco lógico”, con un sabor añejo que consiguió devolverme a aquellos días en los que leía un cómic y no le daba vueltas al mismo pensando “esto el autor se lo ha sacado de la manga”, “en una situación así, la gente no haría esta cosa”, o “en el espacio no se transmite el sonido, por lo tanto es imposible que la explosión de esa nave la hayan escuchado estos tíos” o cosas así.
Esta obra en concreto de Umezu la han publicado en los Estados Unidos con el título de Drifting Classroom, y en Francia como L’école emportée (buen título, si se me permite el inciso, más fiel al contenido del manga que el original), así que es posible que algún día la podamos leer aquí. Sin embargo, actualmente el manga clásico todavía no tiene un nicho de mercado suficientemente grande en España -aún estamos en el estadio “de momento publiquemos a Tezuka” y aun así las ventas son modestas-, así que es complicadillo. Tal vez en unos años…
Umezu tiene una forma de narrar increíblemente veloz y cruda, directa. No duda en mostrarnos el lado más perverso del ser humano, lo que contrasta terriblemente con su estilo de dibujo “à la Tezuka”. Tiene escenas verdaderamente fuertes y no se corta ni un pelo en “diezmar” las filas de los cientos de alumnos que componen el colegio. Yo he leído los dos primeros tomos y me falta el tercero, así que no sé cómo acabará la historia, pero os aseguro que estoy ansioso de saber cómo soluciona Umezu el embolado en el que mete a sus pobres personajes.
Para mí, leer esta historia ha sido un soplo de aire fresco. Estamos en una época en la que las obras de ficción deben tener un componente “realista” y “verídico” que, a veces, hace que nos compliquemos mucho la vida. En Hyôryû Kyôshitsu, Umezu no se para a contarnos por qué el colegio de marras desaparece de golpe, simplemente es algo que ocurre y ya está. Es un estilo directo y “poco lógico”, con un sabor añejo que consiguió devolverme a aquellos días en los que leía un cómic y no le daba vueltas al mismo pensando “esto el autor se lo ha sacado de la manga”, “en una situación así, la gente no haría esta cosa”, o “en el espacio no se transmite el sonido, por lo tanto es imposible que la explosión de esa nave la hayan escuchado estos tíos” o cosas así.
Esta obra en concreto de Umezu la han publicado en los Estados Unidos con el título de Drifting Classroom, y en Francia como L’école emportée (buen título, si se me permite el inciso, más fiel al contenido del manga que el original), así que es posible que algún día la podamos leer aquí. Sin embargo, actualmente el manga clásico todavía no tiene un nicho de mercado suficientemente grande en España -aún estamos en el estadio “de momento publiquemos a Tezuka” y aun así las ventas son modestas-, así que es complicadillo. Tal vez en unos años…
me ha picado la curiosidad, voy a ver si encuentro la versión usa.
Ya había leído que Umezu era digamos el antecesor de Junji Itô, autor que me fascina y con el que empecé a aficionarme al manga y posteriormente a todo el rollo de la lengua japonesa (por cierto, soy uno de los que empezaron a estudiarlo por “Japonés en viñetas”, que me entró por los ojos). Qué lástima que aún no se publiquen muchos de estos títulos en castellano aún, brrr, qué rabia, con lo que me gustaría habérmelo regalado para reyes… Por cierto, muchas felicidades por tu trabajo Marc, aquí tienes a un humilde seguidor tuyo.
Saludos.
Nextor.
Muchas gracias a los dos por los comentarios. Nextor, uno de los modestos objetivos de este blog es presentar obras que puedan resultar interesantes para que acaben editándose en España. Crear un poco de “ganas” en los lectores -para que las pidan a las editoriales- y también, si alguna vez se pasa algún editor por aquí, presentarle indirectamente obras que le puedan interesar.
Pero bueno, se trata de un objetivo secundario, ya que el principal es, como dije en mi primer post, compartir con todos vosotros las lecturas que he hecho, hago y haré (y no todo van a ser maravillas, también pienso comentar bodrios, je je).
Bueno, el objetivo de darnos ‘ganas’ lo estas consiguiendo, porque es la primera noticia que tenia de este titulo y lo quiero ya!
Saludos!
Suena bastante bien, aunque miedo me da que sea la típica obra cuyo desenlace es “indigno”.
Esperemos que con el tiempo podamos verla por estos lares.
PD: ¿”Modestas”? Qué benigno eres. Y yo que me muero de ganas de leer en cristiano “Umi no triton”…
Por Dios, que traigan este manga. Tiene una pinta bárbara.
“Cat eyed boy” lo vi hace poco en los USA, me quedé pillado ojeándolo pero al final no me lo pude llevar… a ver si lo sacan pronto aquí…
Ya se puede comprar. Lo publica Ponent Mon con el nombre “Aula a la deriva” y sale el primer tomo justo este mes.
Creo que la diferencia entre el papel satinado o no satinado, en la edición japonesa, se debe a que hay un “salto en el tiempo”. Las páginas en papel satinado siempre tratan del “mundo del presente”, la historia de la madre de Cho; mientras que el papel no satinado se usa para el mundo del futuro, la historia del aula a la deriva.
Vi hace un año un dorama inspirado en este manga: “Clase a la deriva” y me gustó mucho por las reflexiones que se plantean en la historia ( no sé si el manga sea igual) Justo comencé a verla después del terremoto que sufrimos en nuestro país y me cayó como anillo ( como decimos en nuestro país)
Me gustan las historias, de cualquier tipo y género. Los mangas los he ido descubriendo hace poco, generalmente los leo online. A raíz de un libro, conocí a Jiro Taniguchi y me ha impresionado la belleza de sus dibujos, al menos los que aparecen en “Barrio Lejano”.
Estoy interesada en la cultura japonesa, sobre todo en el idioma. He visto los libros “Japonés en viñetas” en la niponweb y me han parecido muy atractivos. Es una lástima que acá no estén, pero con las introducciones que allí aparecen me he ido informando sobre las curiosidades del idioma (La lengua es otro de mis temas predilectos)
En fin, gracias por el espacio y por el tiempo dedicado. Da gusto saber que hay muchísimas personas interesadas en los mangas y aprender a través de las experiencias que nos relatan.